jueves, 29 de enero de 2009

NEFROPATÍAS CRÓNICAS EN EL PERRO


VETERINARIA

Texto: José Enrique Zaldívar (Clínica Veterinaria Colores)
Artículo publicado en la revista El Mundo del Perro

Nefropatía crónica

La longevidad de nuestros perros ha aumentado considerablemente en los últimos años. Esto nos ha llevado a reconocer las alteraciones renales como uno de los problemas más frecuentes que nos encontramos en nuestras clínicas veterinarias. Podemos decir, por tanto, que las nefropátias crónicas son cada día más habituales en nuestros perros. Independientemente de la causa o causas de la pérdida de células renales (nefronas), las NC se van a caracterizar por la aparición de lesiones estructurales irreversibles en el riñón. Podemos decir, por tanto y por desgracia, que pese a ser capaces de corregir la enfermedad que ha dado lugar al fallo renal, no cabrá esperar una mejoría en la función renal en pacientes con NC porque ya se habrán producido los cambios compensadores y adaptivos diseñados para mantener la función renal en las mejores condiciones posibles por parte del organismo.

Tampoco hace falta alarmarse, ya que, a menos que se produzcan otras lesiones en el riñón o la NC esté muy avanzada, tampoco es frecuente se produzca un deterioro rápido de la función renal. Podemos decir que si el proceso es adecuadamente controlado, se conseguirá una mejoría en la disfunción renal o, como mínimo, una mejoría lenta a lo largo de meses o años. Aún así, y para no hacernos ilusiones injustificadas, diremos que la NC es una enfermedad irreversible y progresiva.
Una nefropatía se define como la presencia de anomalías funcionales o estructurales en uno o en ambos riñones. Las anomalías funcionales o estructurales de los riñones pueden ser identificadas mediante biopsia renal, por visualización directa de los riñones o por los marcadores de lesión renal que se detectan mediante pruebas en sangre u orina o técnicas de diagnóstico por imagen.

¿QUÉ ES?
Podemos definir la NC como una lesión del riñón que ha existido al menos tres meses, con o sin disminución de la capacidad de filtrar del órgano o como una disminución de esta capacidad de filtrar que ha sufrido una disminución de más de 50 por 100 de lo normal y que dura más de tres meses. El uso de los términos nefropátia, fracaso renal, insuficiencia renal, azoemia y uremia como sinónimos puede producir diagnósticos erróneos y un tratamiento inadecuado o incluso contraindicado.
Nefropátia no es lo mismo que insuficiencia renal o uremia. Dependiendo de la cantidad de tejido renal afectado y de la gravedad y duración de las lesiones, las nefropátias podrán dar lugar o no a insuficiencia renal o uremia. Es de suma importancia tener en cuenta estas consideraciones, ya que los tratamientos que muchas veces usamos para corregir las alteraciones que provoca la insuficiencia renal no suelen ser adecuados para tratar nefropátias sin disfunción renal.
Es importante saber que para que un riñón desarrolle sus funciones con normalidad no es necesario que todas sus células (nefronas) sean funcionales. Por lo tanto, podemos decir que el concepto de función renal adecuada no es sinónimo de función renal normal. Por lo tanto, podrá existir nefropatía sin que exista insuficiencia renal. Los riñones realizan varias funciones excretoras, reguladoras y de síntesis que comprenden la eliminación selectiva de los productos de deshecho del metabolismo del organismo, el mantenimiento del equilibrio en cuantos iones y electrolitos y la síntesis de varias hormonas. La incapacidad para realizar estas funciones no es un fenómeno de todo o nada. Quiere esto decir que en determinados casos un riñón enfermo podrá realizar algunas de las funciones y otras no, y que, además, en las primeras fases de la enfermedad se desarrollarán mecanismos compensatorios mediante la hiperplasia e hipertrofia de las células sanas.

CÓMO APRECIARLA
En los perros, la pérdida aguda de dos tercios o más de las nefronas funcionales producirá tan sólo una disminución de la capacidad para concentrar orina de forma adecuada, pero si esta pérdida se eleva a las tres cuartas partes o más de las nefronas funcionales, aparecerá la azoemia (altas concentraciones de urea, creatinina y otras sustancias nitrogenadas no protéicas en sangre). Lo que ocurrirá en los meses posteriores es que el riñón será capaz de poner en marcha mecanismos compensatorios que harán que se recupere la capacidad de concentrar y excretar la orina, y que la azoemia desaparezca. Por tanto, la insuficiencia renal crónica implica una disminución del 75 por 100 de las nefronas funcionales. En algunas situaciones puede que la nefropatía no progrese hasta el fracaso o la insuficiencia renal.
Aún así, no debemos caer en el error de decir que la presencia de valores elevados de urea y de creatinina en sangre son siempre provocados por una insuficiencia renal, ya que también pueden derivar de un aumento de su producción en el hígado (urea) o en los músculos (creatinina). Si, una vez realizadas las indagaciones oportunas, llegamos a la conclusión de que su excesiva presencia en sangre se debe a una falta de eliminación (por la incapacidad del riñón para hacerlo) y no a un exceso de producción, podremos decir que estamos ante una nefropátia crónica.
La NC es una causa común de enfermedad y muerte en perros. La prevalencia en estos, oscila entre el 0,5 y el 7 por 100- Aunque muchas veces, como hemos dicho, se considera una enfermedad de los animales ancianos, se presenta con frecuencia variable en perros de todas las edades. Las estadísticas indican que un 15 por 100 de los perros afectados tenía menos de cuatro años; un 18 por 100, entre cuatro y siete; un 23 por 100, entre siete y diez, y un 44 por 100 tenía más de 10 años.


FASES DE NEFROPÁTIA CRÓNICA CANINA
-Fase 1 (sin azoemia): creatinina <1,4>5 mg/dl (>440 minimol/l).
Los perros que se encuentran dentro de las fases 1 y 2 no suelen tener más signos clínicos que el aumento del consumo de agua (polidipsia) y el aumento de volumen de orina (poliuria). En estos perros resulta sumamente importante tratar de identificar la causa primaria para su tratamiento específico, si es que lo hubiera.
Los perros que se encuentran en fase 3 pueden presentar signos relacionados con la pérdida de función renal; sin embargo, con un tratamiento adecuado, generalmente, no presentan signos clínicos de uremia manifiesta. En estos perros está justificada la instauración de un tratamiento diseñado para modificar los factores que hacen que progrese la nefropatía.
Los perros que se encuentran en la fase 4, podemos decir que sí padecen una insuficiencia renal crónica y con frecuencia se asocia a signos clínicos que surgen como consecuencia de la pérdida de función renal. El tratamiento en estos perros es indispensable.
Como parámetros que hay que valorar y que nos dirán el grado de afectación renal que presentan los perros se encuentran la proteinuria (cantidad de proteínas presentes en la orina) y el grado de hipertensión (elevación de la presión arterial).


TRASTORNOS QUE PUEDEN CAUSAR INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Familiares o congénitos:
-Amiloidosis, en los perros Shar Pei y Beagle.
-Cistoadenocarcinoma, en el Pastor Alemán.
-Displasia renal, en el Shi Tzu, Lhasa Apso, Golden Retriever, Elkhound noruego, Chow Chow...
-Glomerulopatía, en el Cocker Spaniel Inglés, Doberman, Bull Terrier, Samoyedo...
-Síndrome de Fanconi, en el Basenji.
-Poliquistosis, en el Cairn Terrier.

Adquiridos:
-Infecciosos: bacterias, virus, hongos, leptospirosis, leishmaniosis.
-Amiloidosis.
-Tumores: linfosarcoma, carcinoma de células renales, nefroblastoma.
-Secuelas de insuficiencia renal aguda.
-Hidronefrosis bilateral: granulomas de la esterilización, carcinoma de células de transición, nefrolitiasis.
-Poliquistosis.
-Hipercalcemia: maligna, Hiperparatiroidismo primario.
-Idiopáticas.
FIN DEL CUADRO

PRONÓSTICO
El pronóstico de la enfermedad dependerá de la fase en la que se encuentre el perro (consultar cuadro). Los perros que se encuentran en fase 3, suelen sobrevivir seis a doce meses. Sin embargo, muchos viven más tiempo, ya que influirán la calidad de los cuidados médicos y el grado de implicación que mostréis en la enfermedad de vuestro compañero. Siempre debéis tener en cuenta que la pérdida de función renal es irreversible en los pacientes con NC. En este contexto, la recuperación se refiere a la mejoría de las deficiencias y excesos bioquímicos y a la mejoría de los signos clínicos, más que en la recuperación de la función renal.
La gravedad de los signos urémicos suele ser un factor predictivo relativamente bueno del pronóstico a corto plazo. Aún así, no será infrecuente encontrarnos a lo largo de la evolución de la enfermedad con crisis urémicas que podrán ser salvadas con el tratamiento adecuado y que, una vez pasadas, mejorarán la calidad de vida y el pronóstico de la enfermedad.
Durante mucho tiempo hemos pensado que la valoración de parámetros como la urea y especialmente la creatinina en sangre, eran la mejor manera de predecir los periodos de supervivencia. Pues bien, en un estudio reciente en perros alimentados con dietas renales, el valor de las creatininas medias, no pareció influir en el periodo de supervivencia, y si fue un adecuado indicador en perros alimentados con dietas de mantenimiento. Podemos decir por tanto que la dieta se manifiesta como una parte fundamental en el tratamiento de la enfermedad.
En resumen, sería mucho más adecuado establecer los pronósticos en base al estado general del animal, es decir, a su estado clínico, la velocidad con la que progresa la disfunción renal, la respuesta al tratamiento, la causa de la enfermedad (si se conoce) y otros factores que la compliquen. Otro factor que cada día cobra más importancia para el establecimiento del pronóstico es el valor de la presión arterial.
Un descubrimiento reciente parece indicar que las nefropatías por causa congénita evolucionan mucho más lentamente que las que se presentan en perros ancianos. Esto es así, ya que perros jóvenes con NC adquirida parecen muy resistentes a desarrollar signos clínicos de uremia a pesar del aumento sustancial de las concentraciones séricas de urea y creatinina.

CONSECUENCIAS CLÍNICAS
Otra de las novedades que podemos constatar en esta revisión sobre las nefropátias es que, el término uremia se adoptó originalmente debido a la suposición de que todas las anomalías eran el resultado de la retención en sangre de los productos finales del metabolismo que normalmente se excretan en la orina. Hoy sabemos que son muchas las sustancias tóxicas que el riñón lesionado no puede eliminar a través de la orina además de la urea, y que contribuyen a la morbilidad y mortalidad de los perros urémicos. Me refiero a que como consecuencia de las NC, se van a acumular en sangre hormonas como la paratiroidea, insulina, gastrina, glucagón, y prolactina. Veremos además que la uremia va a provocar anemia, desnutrición, alteración del metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas, las proteínas, uso deficiente de la energía, alteraciones de la inmunidad y enfermedades óseas metabólicas.
Uno de los sistemas orgánicos en los que se manifestará de forma más rápida la presencia de NC es el aparato digestivo. La falta de apetito, se va a traducir en primer lugar en una selección de los alimentos por parte del perro enfermo. Veremos que a lo largo del día, vuestro compañero podrá mostrar una negativa absoluta a ingerir la comida, y que sin embargo en otros su apetito será normal. Posteriormente se presentarán náuseas, vómitos, y como consecuencia pérdida de peso.
La anorexia tiene un origen multifactorial. Las últimas investigaciones parecen identificar la presencia de una molécula en la sangre de los perros afectados de NC como culpable de esta falta de apetito.
El vómito se debe a la presencia de tóxinas urémicas y estará en proporción a la cantidad presente de ellas. A veces nos encontraremos con vómitos hemorrágicos debido a que las gastritis en estos casos pueden ser ulcerosas por aumento de la secreción de histamina.
En muchas ocasiones los vómitos provocarán una menor ingestión de agua por parte del perro, lo que va a empeorar la enfermedad, ya que se verá inhibida la polidipsia (aumento de la ingestión de agua) compensatoria. En todos los casos las mediciones indicarán un aumento de la acidez en el estómago. En otras ocasiones nos encontraremos con la presencia de deposiciones hemorrágicas.
La NC puede provocar estomatitis urémica que se caracteriza por ulceraciones orales (especialmente en la mucosa de la boca y lengua), coloración parduzca de la superficie dorsal de la lengua, necrosis y desprendimiento de la porción anterior de la lengua, y respiración con olor a orina.
Una de las manifestaciones más precoces de los problemas renales, y que ya he nombrado con anterioridad, es la necesidad de sienten los perros afectados por beber más como consecuencia de la pérdida de líquidos. A veces, la polidipsia (beber más) compensatoria de la poliuria (orinar más) se manifestará por nictúria (eliminación de orina por la noche). La poliuria es provocada por la incapacidad del riñón de concentrar orina debido entre otras a las alteraciones que se producen en su estructura. Si la ingestión de agua es incapaz de contrarrestar las pérdidas de líquidos de producirá la deshidratación.
La hipertensión puede ser una causa o una consecuencia de la NC. Cuando está presente, afecta negativamente al pronóstico a largo plazo de la enfermedad. La presencia de ésta en la NC de los perros, depende de los estudios consultados, ya que mientras unos hablan de una incidencia del 7 por 100, otros la cuantifican en el 30 y algunos llegan al 93 por 100.
A nivel neurológico, se habla de un 65 por 100 de perros con NC que pueden presentar este tipo de alteraciones, y más concretamente un 31 presentará alteraciones de la conciencia, mientras que un 29 por 100 convulsiones. Otros signos son debilidad de los miembros, ataxia y temblores. La gravedad y frecuencia de ellos estará en consonancia con el desarrollo de la uremia. Al parecer las alteraciones que se van a presentar en el metabolismo del calcio, la hipertensión, y ciertos desequilibrios metabólicos estarían relacionados con la presentación de la encefalopatía urémica.
La anemia es frecuente en la insuficiencia renal, cuya intensidad estará en consonancia con la gravedad de la enfermedad. Los signos clínicos que la acompañan son la debilidad, palidez de mucosas, fatiga, apatía, letargo y falta de apetito. Pese a que son varias las causas que la producen, como las hemorragias digestivas y la deficiencia de hierro, la deficiencia de una hormona llamada eritropoyetina que se fabrica en el riñón, es la principal.
Una complicación muy frecuente en la NC es lo que se conoce como hiperparatiroidismo secundario renal, que aparece asociado a la retención de fósforo, y a la falta de calcitriol (vitamina D) en sangre.
El exceso de paratohormona en perros adultos con insuficiencia renal, provocará embotamiento mental, letargo, debilidad, anorexia y aumento de la incidencia de infecciones debido a la inmunodeficiencia.
Los riñones desempeñan una función fundamental en la regulación del equilibrio del fósforo porque son su vía fundamental de excreción. Cuando este exceso de fósforo se une al calcio (fosfato-cálcico) se podrá precipitar en las arterias, articulaciones y tejidos blandos, especialmente en estómago y riñones, aunque también se pueden presentar en miocardio, hígado y pulmones. La hiperfosfatemia se relaciona claramente con un aumento de la mortalidad en perros con NC.

TRATAMIENTO DE LAS NEFROPATÍAS CRÓNICAS
Dado que las lesiones renales de la NC son irreversibles, no pueden invertirse por completo o eliminarse mediante un tratamiento específico. Lo que haremos con los tratamientos instaurados será conseguir que la el proceso progrese lo más despacio posible o se detenga.
Lo más conveniente sería establecer una terapia específica pero, por desgracia, no suele ser posible establecer la causa primaria que provocó el problema renal.
Hablaremos, por tanto, de un tratamiento médico conservador que intentará, dentro de lo posible, corregir todos los desequilibrios que se están produciendo en el perro afectado por la enfermedad, y que a su vez limite la pérdida progresiva de la función renal.
En primer lugar, se tratará de modificar la dieta. Es, sin duda, la parte del tratamiento que más se recomienda para estos pacientes. Las dietas más adecuadas son aquéllas que se modifican a partir de las dietas de mantenimiento, lo que incluye reducir el contenido de proteínas, fósforo y sodio, aumentar el contenido de vitamina B y el porcentaje de carbohidratos. Deben ser además dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y omega 6) y con un contenido alto de fibra.
La reducción del contenido de proteínas, podría no ser adecuado en perros que están en las fases 1 y 2 de la enfermedad, y es muy recomendable en los que se encuentran en las fases 3 y 4. Aún así, y aunque resulte una contradicción, casi todos los veterinarios son partidarios de cambiar a dietas renales al menor síntoma de presencia de NC. De hecho, se ha demostrado que el uso de este tipo de dietas, reduce considerablemente la presentación de crisis urémicas, hasta en un 75 por 100. Los perros alimentados con dietas renales, sobrevivieron hasta 13 meses más que los que siguieron con dietas de mantenimiento. Otros estudios demuestran que los perros que consumieron dietas renales sobrevivieron 539 días, mientras que los alimentados con dietas de mantenimiento sólo lo hicieron 188 días.
Cuando se utilizan fármacos se debe tener en cuenta que muchos de ellos se excretan por el riñón y dado que esta función renal estará deteriorada, podrá dar lugar a una tendencia a acumularse en los perros afectados, con lo que se podrán presentar efectos adversos y nefrotoxicidad. Para evitar este tipo de problemas, se deberán aumentar los tiempos entre toma y toma y a veces reducir la dosis estándar.
Uno de los pilares de la terapia consistirá en reducir el exceso de fósforo (hiperfosfatemia), lo que se conseguirá administrando lo que se conoce como quelantes del fósforo a nivel intestinal, que se acompañará como hemos dicho de la restricción de este compuesto en la dieta. Los quelantes del fósforo son compuestos formulados a base aluminio, en forma de líquidos, comprimidos o cápsulas, y forman parte de lo que se conoce como antiácidos.
Otra alternativa sería el uso de suplementos de calcio en la dieta, que evidentemente estarían contraindicados en aquellos perros cuyos análisis hubieran rebelado un exceso de calcio en sangre (hipercalcemia). En la actualidad nos está dando buenos resultados un producto de los laboratorios Vetoquinol a base de chitosan y carbonato cálcico.
En caso de deshidratación se hará necesaria la aplicación de sueros que en muchas ocasiones podrán ser aplicados por el propietario por vía subcutánea en el mismo domicilio. La solución salina normal o lactato sódico serán las que se utilicen con más frecuencia. Un perro deshidratado mostrará estreñimiento, decaimiento y falta de apetito. Aún así, este tipo de prácticas no están exentas de riesgos en especial si los líquidos administrados sobrepasan la cantidad estrictamente necesaria.
Lo que se conoce como acidosis metabólica podría ser, en un principio, controlada con las dietas renales, pero si una vez que el perro ha comenzado a ingerirlas no se consigue, estará justificado el uso de pequeñas cantidades de bicarbonato sódico. El problema de su administración es su sabor desagradable, lo que hace que muchos perros lo rechacen.


OTRAS CONSECUENCIAS
La NC es la causa reconocida más frecuente de hipertensión arterial en perros, siendo un factor de riesgo de crisis urémica y mortalidad. Además, puede provocar retinopatía y encefalopatía hipertensiva. Los perros con presión arterial superior a 160/100 mm de Hg, deberían recibir tratamiento. Los medicamentos usados con más frecuencia en estos casos son el enalapril y benacepril, así como el amlodipino. Estos fármacos tienen además la ventaja de mejorar considerablemente la circulación sanguínea a nivel de las estructuras renales, y por lo tanto los podemos considerar como nefroprotectores.
Otra de las alteraciones que debe ser combatida en la NC es la anemia, que ya hemos comentado anteriormente a que es debida. Los complementos orales de sulfato ferroso son el tratamiento de elección para la anemia ferropénica, aunque a veces provocarán molestias digestivas y diarrea. También están indicados los suplementos con vitaminas del grupo B (B2, B6, y B12), así como de ácido fólico, y niacina.
En algunos casos, se harán necesarias las trasfusiones de sangre, aunque se deben tener en cuenta los riesgos de anafilaxia (en especial si se realizan varias), inmunosupresión y el riesgo de transferir agentes infecciosos.
El reemplazo hormonal con eritropoyetina se ha convertido en el de elección para la anemia en la NC, aunque se han observado diferentes respuestas en cuanto a su efectividad, lo que hace necesario un frecuente reajuste de las dosis estándar a utilizar. Todos los perros sometidos a este tipo de terapia, deben recibir importantes aportes de hierro. Debéis saber que, aunque no ocurre con demasiada frecuencia, se puede presentar un empeoramiento de la anemia por el rechazo del organismo a esta hormona. La solución a este problema, pasaría por la comercialización de una eritropoyetina específica canina. Lo más recomendable es no usarla en perros cuyo hematocrito se sitúa por encima del 20 por 100.
Ya hemos hablado antes de una posible complicación que se puede presentar en la NC, y que es el hiperparatiroidismo secundario renal. Si se presenta, estará justificado el uso de calcitriol (vitamina D), aunque su uso debe ser muy meditado ya que un exceso de calcio en sangre (hipercalcemia) puede ser sumamente grave. Si se usa el calcitriol, deberán ser retirados los quelantes del fósforo que contienen carbonato cálcico.

SEGUIMIENTOS NECESARIOS
Por último, tan sólo añadir lo importante que es el seguimiento de los perros enfermos una vez establecidos los tratamientos oportunos con el objeto de ir corrigiendo aquellos aspectos que sea necesario. Al principio serán necesarios controles sanguíneos mensuales, y una vez estabilizados los pacientes, bastará con un control cada entre seis y doce meses. Aquellos perros cuya enfermedad se sitúa en las fases 3 y 4, deberán ser revisados cada tres o cuatro meses, dependiendo de la estabilidad de la función renal.

martes, 20 de enero de 2009

ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO EN EL PERRO


ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO POR CAUSA ORGÁNICA



Los problemas de comportamiento en los perros son extremadamente corrientes. Según diversos estudios, la prevalencia de ellos se encuentra entre el 40% y 80%. En un estudio epidemiológico realizado en EEUU, aproximadamente el 40% de los perros había gruñido a sus propietarios y el 15% los había mordido.


Los problemas de comportamiento hacen peligrar el vínculo entre seres humanos y animales y son una causa importante de renuncia o eutanasia de perros sanos. Por consiguiente, vosotros, vuestros perros, y nosotros los veterinarios, nos beneficiaremos de la prevención y tratamiento de los problemas de comportamiento que puedan presentar vuestras mascotas.


En palabras del Dr. Luescher, la intervención conductual se refiere al reconocimiento de un problema de conducta que ocasiona un problema médico.


Las modalidades terapéuticas comprenden cambios en los cuidados (alojamiento, alimentación, ejercicio, métodos de adiestramiento), modificación de la conducta, y tratamiento farmacológico.



El término etología clínica veterinaria se utilizó por primera vez en 1969, en un artículo publicado en la revista British Veterinary Journal. El autor se refería con dicho término al estudio de los cambios de conducta que son consecuencia de enfermedades y que, por lo tanto, tienen interés diagnóstico.


Cuando nos referimos a “problemas del comportamiento” estamos abarcando un campo muy grande, que es aplicable a cualquier pauta de conducta de un animal doméstico que resulte peligrosa o simplemente molesta. En muchos casos, los problemas de comportamiento son consecuencia de pautas de conductas normales, propias de la especie en cuestión, como puede ser las la agresividad en el perro.


En otras ocasiones, sin embargo, los problemas de comportamiento son reflejo de una alteración orgánica. En consecuencia, cuando estemos ante un problema de conducta en un perro siempre deberemos tener en cuenta que ése animal puede tener una enfermedad. Podemos decir por tanto que, la solución de esos problemas debe pasar en primer lugar por las manos de un veterinario, ya que en muchas ocasiones será necesario el uso de fármacos para el adecuado tratamiento de esos trastornos. Esto no implica un menosprecio a los educadores caninos, pero debemos ser nosotros los que decidamos su intervención en los casos en que lo estimemos oportuno.


Podemos decir que el estudio del comportamiento animal es muy útil en el diagnóstico de enfermedades, ya que muchas de ellas provocan cambios de conducta en el perro. Estas alteraciones son muy aparentes y en ocasiones constituyen la primera indicación de enfermedad.


AGRESIVIDAD


En los muchos años que llevo practicando la veterinaria clínica de pequeños animales, el motivo más habitual de consulta en cuanto a trastornos de comportamiento, se produce cuando el perro se muestra agresivo hacía las personas o hacía otros perros. Este tipo de agresividad puede ser clasificada dentro de lo que se conoce como agresividad por dominancia o competitiva en la mayoría de los casos. Podemos decir que este tipo de comportamiento se encuentra influenciado por factores hormonales, por experiencias previas y por factores genéticos. Las evidencias experimentales confirman en líneas generales la idea de que los andrógenos aumentan la conducta agresiva, aunque con matices importantes. Es cierto que aumentan la agresividad de tipo ofensivo, pero no tienen ningún efecto sobre la de tipo defensivo. No existe correlación entre la concentración plasmática de andrógenos y la conducta agresiva de un individuo. Hay perros que muerden porque son dominantes o por miedo, y en muchas ocasiones porque tienen alguna enfermedad que hace que se desencadenen este tipo de reacciones.


Es por tanto de suma importancia que antes de acudir a un profesional de la educación, se realice un estudio exhaustivo del animal para descartar alguna patología que este provocando este comportamiento. Estos estudios deben incluir un análisis completo de sangre que incluirá algunas determinaciones hormonales, y una evaluación neurológica. Además, en muchas ocasiones, como en la agresividad por dominancia en caso de machos, podrá ser resuelta con la castración, aunque se dan casos en que este tipo de solución no es suficiente. Por el contrario, la castración en una hembra que se ha mostrado agresiva, podrá agravar el problema.


Hay muchos perros que se muestran agresivos con sus dueños o con otros perros porque padecen algún tipo de dolor que en ocasiones pasa desapercibido para vosotros. En la mayoría de las ocasiones serán dolores de tipo músculo esquelético, pero también podrán localizarse en la cavidad oral o en el oído. Un perro enfermo con malestar general, fiebre, problemas de vejiga, o dificultad respiratoria, también podrá mostrarse agresivo si se le molesta demasiado. En ocasiones, la pérdida de visión también puede provocar reacciones de este tipo. Se da con relativa frecuencia en perros con cataratas que tienen la visión nocturna algo disminuida.


La agresividad puede ser consecuencia de traumatismos craneales, así como de tumores o de infartos cerebrales.


Enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo pueden provocar agresividad con patrones de comportamiento de agresión competitiva. En ocasiones, los perros afectados no muestran ningún síntoma de los que suelen acompañar a esta enfermedad (apatía, hipotermia, alopecias cutáneas, obesidad).


La hidrocefalia (acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo a nivel de encéfalo) en cachorros puede provocar este tipo de conducta atípica, que podrá pasar desapercibida si no hay una clara deformación del cráneo o estamos las primeras etapas de la enfermedad..


La agresividad puede ser consecuencia de epilepsia psicomotora, que se puede presentar con o sin convulsiones musculares. El ataque epiléptico en estos casos puede consistir en cualquier conducta extraña, incluyendo agresividad súbita. A veces esta agresión no se dirige hacía personas, sino que el perro morderá objetos.


Existe una agresividad por lo que se conoce como lapsus mental y que se manifiesta por ataques súbitos e imprevistos. La aparición del trastorno se presenta entre 1 y 2 años.


Otros problemas que pueden desencadenar conductas agresivas son enfermedades víricas que afecten al sistema nervioso central, intoxicaciones (plomo), encefalopatías metabólicas y lisencefalia (alteración en la estructura normal de la corteza cerebral). Algunos perros afectados de moquillo, muestran conductas agresivas una vez que el virus a atacado el sisteme nervioso.


PICA


En ocasiones, los perros muestran conductas anómalas, que consisten en la ingestión de materias que nada tienen que ver con los alimentos. La más frecuente es la ingestión de heces (coprofagía). En ocasiones, las menos, se deberá a un problema nutricional o a alguna enfermedad que provoque trastornos digestivos, especialmente relacionados con falta de enzimas digestivas, como ocurre en la insuficiencia pancreática exocrina. Teniendo en cuenta estas circunstancias, es importante descartar antes de iniciar cualquier tratamiento modificador de esta conducta, la presencia de algún problema relacionado con el aparato digestivo.


POLIDIPSIA


La polidipsia se caracteriza por un excesivo consumo de agua. En condiciones normales, el consumo diario de agua no debería sobrepasar los 90-100 ml/kg al día. Podemos clasificar la polidipsia en primaria o psicógena y en secundaria.


La psicógena no es muy frecuente en el perro, pero dado que se trata de un trastorno del comportamiento, me ha parecido conveniente apuntarla en el presente artículo.


Son muchas las enfermedades del perro que provocan un aumento de la sed, y todas ellas deben ser descartadas antes de tratarlo como un problema de conducta. La fiebre, los problemas digestivos, las patologías renales, los problemas hepáticos, las infecciones de matriz, la diabetes azucarada, la diabetes insípida, el síndrome de Cushing, pueden ser la causa de la presentación de este síntoma.


Cuando se presenta la poliuria psicógena nos encontraremos con un perro que bebe de 4 a 6 veces por encima de lo normal. Afecta principalmente a perros de razas grandes, y podría ser debida a situaciones de estrés. El tratamiento consistirá en restringir el consumo de agua, y en determinar y eliminar las causas del estrés.


ELIMINACIÓN INADECUADA


Los problemas de eliminación inadecuada (el perro hace sus necesidades fisiológicas en lugares no aceptables) es otra de las causas de consulta por problemas del comportamiento. El problema es que no siempre se debe a alteraciones que un adiestrador pueda resolver, sino que son provocadas por una alteración orgánica.


Entre las causas orgánicas que pueden provocar una eliminación inadecuada de orina, nos encontramos con los trastornos que provocan una mayor ingestión de agua, y por tanto una mayor eliminación de orina, y viceversa. Podemos hablar también de todas aquellas patologías que induzcan polaquiuria, o incontinencia urinaria.


Ante un perro que presente estos trastornos, se deberá proceder a un estudio exhaustivo que comprenderá una inspección, y una analítica completa de sangre y de orina. En función de los resultados obtenidos, se harán los exámenes complementarios pertinentes. En el apartado correspondiente a la polidipsia he nombrado alguna de las enfermedades que pueden causar este problema.


Además del marcaje territorial, los problemas de micción inadecuada sin una causa orgánica se podrán deber a la falta de aprendizaje, ansiedad por separación, fobias, y sumisión extrema.


La eliminación inadecuada puede hacerse patente también por la defecación en lugares inadecuados. En cualquier caso, habrá que descartar primero posibles problemas que puedan tener relación con el aparato digestivo, y si no se encuentran, deberá pensarse en los trastornos apuntados un párrafo más arriba.


En perras castradas no es infrecuente encontrarnos con incontinencia urinaria debida al déficit de estrógenos, cuya única corrección posible será mediante un diagnóstico certero y una medicación adecuada.


PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO RELACIONADOS CON LA CONDUCTA SEXUAL EN EL MACHO


No es infrecuente que los veterinarios recibamos consultas por vuestra parte sobre determinados comportamientos sexuales “aberrantes” de vuestro perros, especialmente de lo que se conoce como hipersexualidad o satiriasis. Os puedo decir que muchos perros, que durante el periodo sensible de socialización han estado en contacto con personas y aislados de otros perros pueden dirigir su conducta sexual hacía personas al llegar a la madurez sexual e incluso antes.


En otro orden de cosas, los procesos patológicos que produzcan dolor en el pene o en el tercio posterior- hernias discales, displasia de cadera- pueden dificultar la monta natural o la introducción del pene, y a larga disminuir la motivación sexual del animal. Existen además alteraciones cromosómicas y síndromes de hermafroditismo que pueden ser causa de problemas en la conducta sexual.

Será importar localizar la posición de los testículos, ya que los perros con criptorquidia, suelen presentar con más frecuencia este tipo de comportamientos.


Cuando un perro se masturba con objetos inanimados, o dirige su la monta hacía otros machos, hacía individuos jóvenes o hacía personas, la castración quirúrgica suele dar muy buenos resultados. Aún así, es importante recordar que la masturbación es una conducta normal, especialmente en individuos jóvenes. Yo no soy partidario del uso de progestágenos para inhibir este tipo de comportamientos por los numerosos efectos secundarios que pueden provocar.


DERMATOSIS PSICÓGENAS


Se trata de una serie de patologías que afectan a la piel, provocadas por una conducta de grooming (pautas de conducta relacionadas con el cuidado de la superficie corporal) excesiva que, teóricamente, no pueden explicarse por lesiones pruriginosas.


En el perro, la manifestación más frecuente de este comportamiento anormal es la dermatitis acral por lamido, que se presenta con relativa frecuencia en razas grandes.


El lugar más frecuente de localización de la lesión dérmica es la zona de dorsal del carpo, metacarpo, tarso y metatarso. Los perros afectados se lamen de forma continua, llegando a provocarse importantes lesiones en algunos casos.


Muchos dermatólogos consideran que estos problemas cutáneos, no se deben a alteraciones de la conducta sino que tienen una causa orgánica. Yo estoy bastante de acuerdo en esta apreciación, por lo que me parece sumamente importante descartar problemas dermatológicos antes de establecer cualquier tipo de tratamiento.

En muchas ocasiones, problemas banales se acaban haciendo crónicos por culpa de los propietarios que, creyendo que regañando el animal solucionaran la situación, lo único que hacen es provocar un reforzamiento de la mala conducta.


En ocasiones oímos hablar del aburrimiento como causa de las dermatitis psicógenas, pero son muchos los veterinarios que se cuestionan si realmente podemos hablar en estos términos tratándose de perros. ¿Se aburren realmente? ¿Puede tener un perro ese tipo de sensaciones? ¿No será que utilizamos este tipo de explicaciones cuando no sabemos explicar las razones que desencadenan este tipo de problemas?


En algún caso, las dermatitis acrales se han relacionado con lo que se conoce como ansiedad por separación, de la que luego hablaremos. Pudiera ser así, ya que en algunos de estos casos, ha dado excelentes resultados el uso de antidepresivos. En otras ocasiones se han relacionado con trastornos obsesivo compulsivos, y en otras, el uso de antagonistas de los opiáceos ha servido para establecer un diagnóstico por exclusión.


CONDUCTAS ESTEREOTIPADAS


Los comportamientos compulsivos pueden considerarse una expresión de estrés, frustración o conflicto emocional. Las lesiones físicas o las irritaciones, como las ocasionadas por alergias, pueden desencadenar un trastorno compulsivo ya que aumentan el estrés y dirigen el comportamiento compulsivo a una parte del cuerpo.


Se trata de conductas repetitivas, que carecen de una función reconocible. Las más frecuentes en el perro son la persecución de la cola y la caza de moscas. En otras ocasiones, veremos al animal realizar desplazamientos repetidos o ladrar de forma compulsiva.

Cuando vemos a un perro realizar este tipo de acciones, deberemos descartar que se deben a una causa orgánica. Si conseguimos inhibirlas con facilidad y se manifiestan sólo esporádicamente, seguramente se tratará de un problema de comportamiento primario, y si no es así, se deberá a alguna causa orgánica. Se tratará por tanto, y en primer de descartar que exista un problema fundamentalmente de tipo neurológico.


En el caso de persecución de la cola, debemos descartar procesos que provoquen dolor, como puede ser lo que se conoce como cauda equina que deberá ser tratada adecuadamente.

La mayoría de estas conductas atípicas necesitan el uso de fármacos, por lo que difícilmente un adiestrador podrá solucionarlos.


DISFUNCIÓN COGNITIVA


Es un cambio en los comportamientos interactivos, concurrentes con el envejecimiento. Es un modelo animal potencial de los cambios cognitivos, dependientes de la edad, que se presentan en personas. Las conductas asociadas pueden acompañarse de lesiones del síndrome de Alzheimer Por desgracia, en el diagnóstico no nos podemos valer de los métodos que se aplican en medicina humana.


ANSIEDAD POR SEPARACIÓN


Es uno de los problemas más frecuentes que desde hace algunos años nos exponéis en la consulta. Antes, era frecuente que el perro pasara la mayor del día acompañado, pero en la actualidad, la mayor parte de ellos pasan muchas horas solos dentro del hogar. Esta soledad les provoca miedo y ansiedad, y les lleva a desarrollar comportamientos que son inaceptables. Resulta curioso leer en algunas revistas americanas que, la ansiedad por separación se hace cada día más frecuente en perros recogidos en refugios.


Así, nos encontramos con perros que ladran sin parar, miccionan o defecan en cualquier lugar de la casa, destruyen los muebles y enseres, o vomitan, presentan diarrea, o se lamen de forma compulsiva.


Creo que es ésta una enfermedad donde el trabajo de adiestradores y veterinarios queda perfectamente complementado, ya que no conozco ningún caso en que, sin unas adecuadas pautas de reconducción de la conducta indeseada y el uso al mismo tiempo de fármacos adecuados resuelva el problema. Aún así, existen escritos de adiestradores y de veterinarios que afirman lo contrario.


FOBIAS Y MIEDOS


Las fobias y los miedos también son capaces de provocar graves problemas de comportamiento en algunos perros. La intensidad de respuesta al miedo dependen de las experiencias previas y de factores genéticos. La heredabilidad del carácter miedo parece ser muy alta en el perro doméstico. Está por otra parte demostrado, que una buena socialización evitará estos problemas que en muchas ocasiones suponen un problema de gran impacto para muchos propietarios.


Lo cierto es que las fobias y miedos se han derivado casi siempre a los adiestradores, cuando se sabe que algunos perros podrían tener una sensibilidad auditiva superior a la normal, de modo que un sonido intenso causaría aversión por si mismo. El determinar si esto es así o no, deberá ser trabajo del veterinario.

Por otro lado, varios trabajos realizados en humanos y en animales de experimentación indican que la causa de algunos trastornos fóbicos y de naturaleza similar podría estar en una alteración del locus coeruleus (LC) y de las vías noradrenérgicas que concurren en él. El LC es una estructura del sistema nervioso central que parece tener gran importancia en la expresión de la respuesta del miedo en los animales. Podemos pensar por tanto, que las fobias en el perro, al menos en parte, podrían tener una causa orgánica.


Es habitual que los adiestradores opten, en caso de miedo a determinados ruidos, por someter al perro a una exposición gradual a esos estímulos de forma que se vaya habituando poco a poco a ellos. El problema es que, a menudo, esa exposición gradual es imposible porque no puede reproducirse el estímulo, ni menos aún modificarse su intensidad. Por ello, si la presentación natural del estímulo que desencadena la fobia es hasta cierto punto predecible, quizás sea más aconsejable controlar el problema con la administración de tranquilizantes que intentar corregirlo.


Teniendo en cuenta lo anteriormente manifestado, no vamos a negar que en muchas ocasiones la exposición gradual al estímulo que provoca el problema, empezando de forma atenuada y con bajas intensidades, puede ser positivo e incluso solucionar el problema. Podemos decir que se trata de una desensibilización.


Dado que con mucha frecuencia este proceso es demasiado lento, por la dificultad que muchas veces muestran los perros para este tipo de aprendizajes, parece conveniente en estas situaciones el uso de ansiolíticos o de antidepresivos que como no podría ser de otra manera, deben ser prescritos y dosificados por loe veterinarios.


José Enrique Zaldivar Laguía

Clínica Veterinaria Colores.

Pso de Santa María de la Cabeza 68 A

28045-Madrid.

lunes, 19 de enero de 2009

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO EN EL GATO


TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO EN EL GATO

La conducta social del gato ha sido ampliamente estudiada en diversos colectivos, tanto en animales asilvestrados como en animales que conviven con el hombre, y lo cierto es que presentan grandes variaciones. Un parámetro que al parecer es de suma importancia para que desarrollen unas u otras conductas es la disponibilidad de alimento. Las diferencias genéticas se muestran al parecer importantes en cuanto a la organización social de estos animales, así como las experiencias tempranas durante su desarrollo.
Se sabe que son animales territoriales, pero en muchas ocasiones las áreas ocupadas por dos individuos se superponen.
Los mecanismos que emplean para delimitar sus zonas se basan fundamentalmente en:
- Marcaje con orina (spraying). Se sabe que los gatos pueden discernir entre el olor de la orina de un gato conocido y uno desconocido.
-Marcaje con heces: en ocasiones los gatos depositan montones de heces en lugares particularmente visibles, sin cubrirlos de tierra. Su función no está establecida.
-Marcaje con las patas anteriores: consiste en arañar objetos verticales. Incluye un componente visual y un componente olfativo: las señales dejadas por los arañazos y la secreción de las glándulas interdigitales.
-Marcaje con las glándulas cutáneas de la cabeza: el gato dispone de glándulas productoras de feromonas en la parte lateral de la cabeza (glándulas temporales), alrededor de la boca (glándulas periorales), y en la cola (glándulas caudales). Al frotar la cabeza contra un objeto el gato deposita en él la secreción de las glándulas periorales y temporales. En otras ocasiones las deposita sobre otros gatos e incluso sobre nosotros.
Todas estas costumbres, habituales en donde se concentran grupos de gatos, las desarrollarán también en nuestras casas, y en los alrededores de la zona en donde habitan en caso de que tengan oportunidad de salir al exterior.
Con estas premisas, vamos a tratar en éste artículo, los trastornos del comportamiento derivados de lo que acabáis de leer. Dejaré para una próxima entrega las alteraciones el comportamiento que derivan en agresiones entre gatos que conviven juntos, y las agresiones que son dirigidas hacía personas.

ELIMINACIÓN INADECUADA

Los problemas de eliminación inadecuada (es decir, la eliminación en lugares que no son aceptables para el propietario) constituyen una de las primeras causas de consulta por problemas de comportamiento en animales de compañía. Un dato sumamente importante que debe ser tenido en cuenta, es que la eliminación inadecuada puede ser la manifestación de la existencia de una enfermedad orgánica. Para descartarlas se deberá hacer una inspección del animal, y un análisis de orina y sangre completos. Tampoco estaría de menos, realizar una ecografía del aparato urinario.
En el gato, tanto los machos como las hembras adoptan la misma postura para orinar- agachan el tercio posterior- cuando dicha conducta no tiene finalidad de marcaje territorial. Cuando una hembra o un macho felino están marcando eliminan la orina hacia atrás al tiempo que mantienen el cuerpo erguido y la cola levantada, y tan sólo ocasionalmente lo hacen agachando el tercio posterior.
Además, el gato cuando realiza una conducta normal de eliminación escarba una pequeña depresión con sus extremidades posteriores, en la que deposita sus heces o su orina, y después las cubre con el sustrato que tiene en su bandeja.
Curiosamente la secuencia que se produce durante la micción/defecación, depende de las sensaciones que ése sustrato le produce al gato. Si no es de su agrado, defecará u orinará en un lugar distinto. También puede ocurrir que ése sustrato sea de su agrado para defecar, pero no para orinar, o viceversa. Los sustratos con olor intenso suelen provocar este tipo de problemas, o bien estar provocados por cambios de marca demasiado frecuentes. Ademas del sustrato propiamente dicho, la localización del mismo es también importante, y un cambio de lugar puede provocar problemas de eliminación inadecuada. El factor más importante que determina la aceptación del sustrato es el tamaño de las partículas; la mayoría de los gatos prefieren las partículas pequeñas. Los forros de las bandejas no suelen ser del agrado de los gatos. Me refiero a esas bolsas de plástico que muchos ponéis para que su vaciado sea más sencillo.
El marcaje territorial con orina es uno de los problemas de comportamiento más frecuentes. Suele aparecer en los machos no castrados y maduros alrededor de los 6-7 meses, y en las hembras suele coincidir con los periodos de celo. Aún así el problema puede presentarse en hembras y machos castrados.
Curiosamente existe una marcada variabilidad entre individuos, es decir, no se trata de un comportamiento generalizado, existiendo machos y hembras sin castrar que nunca a lo largo de su vida realizan este tipo de conductas, por lo que los etólogos piensan que seguramente existe un componente genético en el desarrollo de estas conductas.
El ambiente que rodea al gato es un factor sumamente importante y que debe ser tenido en cuenta. Si existen estímulos olfativos provenientes de otros gatos, la aparición del marcaje será mucho más frecuente. La explicación de este fenómeno es lógica, teniendo en cuenta que el marcaje territorial tiene una función comunicativa, y las feromonas presentes en la orina aportan información acerca de la identidad, y en el caso de las hembras, del estado de receptividad sexual del emisor.
Se ha comprobado que determinados medicamentos, en especial los ansiolíticos disminuyen este tipo de conductas, lo que nos hace pensar que deben estar influenciadas por estados de ansiedad o de estrés: nuevas personas o animales en el domicilio, cambio de él, cambios en el entorno físico del animal, y cambios en la rutina a las que el animal está acostumbrado.
Cuando un gato presenta un comportamiento anormal en cuanto a la emisión de orina, habrá que estudiar (cómo he dicho antes) si se trata de un problema derivado de alguna enfermedad, en especial de las vías urinarias. Una vez descartada esta posibilidad, determinaremos que se trata de un problema de conducta, y lo trataremos como tal.
En primer lugar habrá que fijarse en la postura que adopta el gato, para saber si está marcando o lo está haciendo por aversión al sustrato, por qué no le gusta el lugar donde tiene la cubeta, o por qué tiene ansiedad o está estresado.
La cantidad de orina depositada también debe ser tenida en cuenta, ya que cuando un gato marca el territorio lo hace con volúmenes muy pequeños de orina, y suele hacerlo en superficies verticales (puertas, trozos de pared cercanos a puertas y ventanas) y objetos recién introducidos).
Las áreas marcadas deben ser lavadas con un limpiador enzimático. Rociar las áreas marcadas con repelentes es controvertido. La aplicación de análogos de feromonas en forma de pulverizador o difusor puede reducir el marcaje.
Un objeto que curiosamente marcaban algunos de los gatos que he tenido en casa, eran los zapatos, y muchas veces me he preguntado si sería para tapar el olor que ellos eran capaces de percibir en ellos, derivado del que los animales que visitan mi clínica habían dejado en ellos. Curiosamente, cada vez que volvía a casa era lo primero que olisqueaban, y lo mismo hacían con la ropa de trabajo cuando la llevaba a casa para ser lavada.
Los gatos que marcan también depositan su orina en la bandeja colocada a tal efecto.
El marcaje con heces es sumamente raro, por lo que, si la micción inadecuada va acompañada de defecación inadecuada, es poco probable que el problema sea de marcaje (a no ser que el animal presente dos problemas distintos al mismo tiempo).
La limpieza poco frecuente de la bandeja o la utilización para ello de sustancias desodorantes, también puede ser el causante del problema. Aunque parezca poco higiénico los areneros deberían ser limpiados a diario y lavados sólo con agua caliente con cierta frecuencia. La presencia de determinados objetos o ruidos perceptibles o no por nosotros, también pueden hacer que el gato decida orinar o defecar donde debe. Un caso relativamente frecuente se da en gatos en que la bandeja se encuentra en el mismo sitio o próximo a electrodomésticos que de vez en cuando hacen mucho ruido como son el lavaplatos, la secadora o la lavadora.
Tampoco es extraño encontrarnos con gatos que en un momento determinado sintieron dolor al defecar u orinar en un sustrato determinado, y que decidan por ello hacerlo en un lugar diferente.
En el caso de machos no castrados, la solución es la castración, ya que funciona en el 80-90% de los casos. El efecto se suele conseguir de forma inmediata, aunque en casos excepcionales puede tardar meses. Lo que esta demostrado suficientemente es que la edad a la que se produce la castración no influye en este sentido.
En caso de hembras o machos castrados o machos que no se desee castrar se utilizarán tratamientos farmacológicos. Durante mucho tiempo se utilizaron los progestágenos, pero dado que sus efectos secundarios pueden ser graves (cáncer y diabetes), y que los ansiolíticos suelen conseguir el mismo efecto, han quedado en desuso.
Cómo recurso último y habiendo fracasado todas las opciones anteriores, existe la tractotomía olfatoria, que sólo se practicará ante la exigencia del propietario de practicar la eutanasia. Debe quedar claro que ningún veterinario debería ofrecerse a realizarla si no está seguro de que el propietario ha hecho todo lo que se le ha indicado.
De forma ocasional, el gato defeca en lugares inadecuados y muy destacados, probablemente impregnados del olor de una determinada persona. Esta conducta debe considerarse similar al marcaje, y el tratamiento con ansiolíticos debe ser eficaz. Actualmente se piensa que los gatos que marcan mediante una micción o defecación completa los lugares con alta concentración de olor humano (alfombrillas de baño, camas, ropa sucia...), parecen indicar que el gato tiene un conflicto con la persona cuyo olor marca con orina o heces.
El número de bandejas o areneros en una casa, debe ser igual al del número de gatos, más uno. Es obvio que además, serán necesarios varios recipientes con agua y comida.

MARCAJE TERRITORIAL CON LAS UÑAS

Los destrozos que en muchas ocasiones provocan los gatos con las uñas son motivo de consulta frecuente en nuestra clínica. En realidad se trata de una función de marcaje, y el rascado deja tanto una señal visual como olfativa; la señal olfativa es debida a la secreción de las glándulas interdigitales. Dado que se presenta muy tempranamente, no resulta demasiado complicado acostumbrar al gato a hacerlo en lugares adecuados, siempre y cuando le dediquemos tiempo y paciencia.
Los rascadores se colocarán en un principio en los lugares que el gato utiliza para dormir. El material a utilizar puede ser madera, corcho, esparto, tela de la utilizada para fabricar felpudos...La altura debe facilitar al gato alcanzarla con sus extremidades anteriores, mientras se apoya en las posteriores.
Si el gato ya ha adquirido la costumbre de utilizar objetos no deseados como sillas o sofás, será útil colocar rascadores en zonas próximas a donde se encuentran dichos objetos, y llevarle a ellos cuando se le pille in fraganti. En muchas ocasiones una silla o un sofá viejos pueden ser de utilidad, aunque podrán confundir al gato y hacerle pensar que puede utilizar todos los objetos similares que encuentre a su alrededor. Aún así, lo que ocurre con más frecuencia es que una vez que el gato ha escogido un lugar determinado, se afile y marque con las uñas siempre en él.
El gran problema se presenta cuando todas nuestras iniciativas han fracasado, y vosotros, propietarios nos planteáis la extirpación de las uñas o la eutanasia. Yo soy de los veterinarios a los que no les gustan este tipo de prácticas, pero tampoco podemos engañarnos: prefiero a un gato vivo sin uñas, que a un gato eutanasiado por una cuestión de comportamiento.
Estoy convencido de que a pesar de los potentes analgésicos que podemos utilizar, el dolor postquirúrgico es intenso. Serán necesarias muchas curas tras la operación con la colocación de incómodos vendajes que dificultarán la movilidad del gato, y en ocasiones se presentarán infecciones óseas en las zonas de amputación, por lo que antibióterapia será muy importante.
Se debe tener en cuenta ademas, que los gatos utilizan las uñas para pelear con otros gatos. Por tanto, si el animal tiene contacto con otros gatos, y particularmente se trata de un macho entero, la extirpación de las uñas no es una buena opción.
Existen desde hace tiempo unas fundas de goma que se colocan en las uñas y que pueden servir de alternativa. A mi la verdad es que no me convencen en absoluto. Las uñas seguirán su crecimiento natural por lo que será necesario cambiarlas con mucha frecuencia.

ENFERMEDADES DE LA PRÓSTATA EN EL PERRO


LA PRÓSTATA

Se trata de una glándula sexual accesoria de los perros machos cuya función secretora depende de las hormonas sexuales. Tanto la castración quirúrgica como la farmacológica provocan su atrofia.
El líquido prostático forma la primera y la tercera fracciones del eyaculado y posiblemente ayuda al transporte del esperma. La fracción prostática supone más del 97% del volumen del eyaculado.
La mayoría de las enfermedades que afectan a la próstata implican un aumento de su tamaño (prostamegalia).
En condiciones normales, su tamaño estará en función del peso corporal y de la edad, aunque os puedo decir como curiosidad que los Scottish terriers tienen una próstata cuatro veces más grande que los perros de otras razas de peso y edad semejantes.
La hipertrofia de la glándula es muy común en perros de más de 5 años, y en muchas ocasiones, aún estando afectada, los perros permanecen asintomáticos.
Los síntomas más frecuentes son: secreción uretral, hematuria (sangre en la orina) y tenesmo (necesidad frecuente de orinar). La secreción uretral, puede ser clara, purulenta o hemorrágica. La presencia de este tipo de secreción, en especial la de tipo hemorrágico, puede exacerbarse por la excitación sexual. Aunque se ha descrito mucho como signo clínico asociado a enfermedad prostática, el tenesmo sólo está presente cuando la próstata presenta un aumento de tamaño patológico. Otros signos asociados a enfermedad prostática son fiebre, adelgazamiento, marcha anormal de miembros posteriores y dolor abdominal caudal.
Por palpación rectal y abdominal conjuntas podremos valorar su tamaño, su movilidad y si hay o no dolor.
La ecografía transabdominal es la mejor manera técnica de imagen para evaluarla y además nos permitirá visualizar otras estructuras próximas como la vejiga y la uretra. La localización, el tamaño y el contorno pueden evaluarse mediante una radiografía, aunque la presencia de estructuras óseas cercanas impiden muchas veces una valoración adecuada. La tomografía computarizda (TC) y la resonancia magnética (RM) son técnicas excelentes para visualizar la próstata, pero tienen el gran inconveniente del precio y de que habrá que inmovilizar al perro con anestesia general. Además, todavía no están bien establecidos los tamaños prostáticos normales en el uso de estas técnicas.
Ante la sospecha de una enfermedad en la glándula prostática se deberá hacer un análisis del líquido prostatico. La manera más sencilla de obtenerlo es provocando la eyaculación mediante masturbación manual. Una vez obtenido se hará una citología y un cultivo. Existe la posibilidad de realizar una biopsia, pero esta técnica cuenta con numerosas complicaciones que podrían transformar un problema de próstata benigno en algo más grave.

HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA

La HPB es la anomalía más frecuente en los perros machos enteros, y se presenta en el 100% de los perros ancianos no castrados. Un curioso estudio realizado en beagles, demostró que el 16% tenían HPB a los dos años, y el 50% a los 5 años de edad. Después de los 4 años la presencia de quistes puede acompañar a la hiperplasia. Estos quistes pueden predisponer a la próstata a sufrir infecciones bacterianas.
Los signos clínicos que acompañan a esta enfermedad son secreción uretral hemorrágica, hematuria, hemosperma, y tenesmo. Sin embargo es importante saber que muchos perros con esta enfermedad no manifiestan síntomas.
El tratamiento para esta afección en los machos que no se dedican a la crianza es la castracción, ya que, en tan sólo 7-10 días, se consigue una importante disminución del tamaño de la glándula. Las medicaciones a base de finasterida pueden ser útiles si no se quiere someter al perro a la cirugía. El problema es que, una vez retirada la medicación, la próstata volverá a aumentar de tamaño.
Se pueden utilizar para su tratamiento una serie de hormonas y antihormonas que provocarán la disminución del tamaño de la próstata, con el inconveniente de que pueden afectar a la capacidad reproductora, por lo que no deberían ser usados en perros que estén destinados a la crianza. Los estrógenos, por ejemplo, que también han sido utilizados para tratar esta enfermedad podrían provocar mielosupresión y formación de abscesos en la glándula.
Recientemente ha aparecido un nuevo producto de prescripción veterinaria para el tratamiento de esta enfermedad. Su composición es a base de acetato de osaterona. Se administra durante 7 días, y según los estudios clínicos el efecto persiste durante 6 meses, momento en el que habrá que evaluar si debe ser administrado nuevamente. Según se indica no afecta a la capacidad reproductora de los perros.

PROSTATITIS BACTERIANA CRÓNICA

La PBC es el segundo trastorno más frecuente en la próstata de los perros no castrados. Se presenta por la extensión de las bacterias desde la uretra o a través de la sangre.
El perro afectado, presentará infecciones urinarias recurrentes, sangre en la orina, secreción uretral purulenta o hemorrágica, tenesmo y estreñimiento. Es muy típico en estos casos que tras la aplicación del tratamiento con antibióticos oportuno, y a pesar de que desaparezcan los gérmenes de la orina, al poco tiempo vuelva a presentarse la infección. Esto es debido a que las bacterias persisten en la próstata. Los perros tendrán con mucha frecuencia un goteo constante o intermitente de exudado sanguinolento o purulento del pene, independientemente de la orina.
El estreñimiento suele ser debido a que el perro intentará evitar el dolor que se presenta a la hora de defecar.
Una vez realizadas las pruebas oportunas que he comentado anteriormente, será el momento de establecer el tratamiento. Pues bien, debéis saber que la PBC es difícil de tratar, ya que la mayoría de los antimicrobianos llegan mal a la glándula.
Aún así, algunos de ellos se han mostrado muy útiles, pero es sumamente importante hacer tratamientos largos, de por lo menos 4 a 6 semanas, aunque los signos clínicos desaparezcan antes.
Es importante que sepáis que la castración facilitará la curación, y en caso de que el perro tenga un gran valor genético, se deberá administrar también finasterida para tratar la HPB que siempre estará presente en los casos de PBC.

CARCINOMA DE PRÓSTATA

Es el trastorno más frecuente en los perros castrados. No se ha demostrado que la edad de castración influya en su aparición. Se observa en perros después de los 6 años. No se han descrito tumores benignos de próstata y las metástasis más frecuentes se presentarán en ganglios linfáticos sublumbares, columna vertebral y pulmones.
Los síntomas clínicos asociados al carcinoma de próstata incluyen hematuria, estranguria (micción escasa y dolorosa), e incontinencia, tenesmo, pérdida de peso y falta de apetito.
Curiosamente, en los perros no castrados, la presencia del carcinoma no siempre se asocia a aumento del tamaño de la próstata, y sin embargo si se asocia en los castrados.
El pronóstico de estos perros es bastante malo, y el tratamiento no deja de ser paliativo y consiste en la extirpación de la glándula junto a la castración, aunque no esté demostrado que las hormonas sexuales masculinas tengan nada que ver en la presentación de este tipo de cáncer.
El uso de la radioterapia ortovoltaica intraoperatoria (radioterapia de tumores prostáticos expuestos quirúrgicamente) es el mejor tratamiento en la actualidad en perro sin metástasis que ya aumentan la supervivencia en 9 meses.
Algunos fármacos se han mostrado útiles para reducir el tamaño de los tumores e incluso en algunos casos han permitido su remisión total.

PROSTATITIS BACTERIANA AGUDA Y ABSCESO PROSTÁTICO

No son enfermedades que diagnostiquemos con demasiada frecuencia en los perros. La presencia de abscesos se asocia a veces a la hiperplasia benigna de próstata, y como dije antes a la administración de estrógenos.
Los signos clínicos que se presentarán son fiebre, depresión, vómitos, falta de apetito, anomalías en la marcha y dolor abdominal caudal.
En la prostatitis bacteriana, el tamaño de la próstata es normal, mientras que en el caso de los abscesos suele estar aumentada de tamaño.
Mientras que la prostatitis suele remitir con tratamientos antibióticos, los abscesos requerirán tratamientos quirúrgicos que muchas veces irán acompañados de serias complicaciones, o bien el drenaje del absceso a través de ecografía.
La castración en el caso de los abscesos no se ha demostrado útil.

QUISTES PARAPROSTATICOS

La causa de la aparición de este tipo de quistes es desconocida. Son de un gran tamaño y se localizan en la parte exterior del tejido de la glándula. En una radiografía aparecen como una segunda vejiga, y se suelen diagnosticar cuando por su tamaño chocan con la uretra o con el colon. Cuando producen signos de enfermedad deben ser extirpados.

TRASTORNOS DE LA MICCIÓN EN EL PERRO


TRASTORNOS DE LA MICCIÓN: ¿POR QUÉ SE PRODUCEN?

La función de la vejiga y la uretra consiste en almacenar y eliminar orina. Los perros con enfermedad de las vías urinarias bajas o inferiores suelen mostrar signos de inflamación o irritación de la vejiga y la uretra. Cuando acudís con vuestros perros a la consulta es porque habéis observado alguna manifestación poco habitual en el momento en que orinan. Unas veces será que el color habitual ha cambiado (sanguinolento, amarillento, demasiado claro, verdoso...), otras porque el número de micciones aumenta de forma considerable, otras porque habéis encontrado orina en casa, siendo vuestro perro un animal que sólo se orina en la calle. En otras ocasiones podéis observar que pese a los intentos de micción, el perro expulsa tan sólo unas gotas o que incluso no hay micción. Todos estos síntomas tienen un nombre técnico que más adelante definiré y explicaré.
Podemos decir que los trastornos de la micción pueden producir una infección de vías urinarias resistente al tratamiento, que pueden dar lugar a pielonefritis (infección renal) y, en último lugar, a una enfermedad renal. Los trastornos relacionados con el sistema nervioso (neurógenos), pueden provocar incontinencia por desbordamiento, y los no neurógenos, comprenden procesos como infecciones, inflamación, cálculos y tumores.
Los veterinarios ante un problema relacionado con la micción, echaremos mano de un amplio arsenal de técnicas diagnósticas para establecer las causas de la enfermedad, y aplicar el tratamiento adecuado. Lo primero que os vamos a pedir es una muestra de orina. Nuestra solicitud es aceptada de buen grado por muchos de vosotros, aunque a veces algún cliente me ha mirado con cara de “poker” cuando le hecho esta sugerencia. Si el perro colabora no será difícil. El mejor momento será cuando salga por la mañana, ya que el volumen de orina a eliminar será grande. Habrá eso si que acertar a colocar el recipiente para orina en el lugar adecuado. En caso de que el perro se orine en casa, la recogida será mucho más fácil, ya que bastará con recogerla del suelo con una jeringuilla. Con las hembras resulta un poco más engorroso, pero también se puede conseguir. Casi nunca he tenido que echar mano del sondaje o de la cistocentesis (punción de vejiga) para obtener una muestra, salvo que sea necesaria la realización de un cultivo microbiológico, que requiere la recolección de una orina estéril o se haya producido una obstrucción que impide la evacuación de la orina.. No os podéis imaginar la cantidad de información que podemos obtener de un simple análisis de orina. Yo, si puedo evitar hacer pasar un mal rato a vuestro perro con la introducción de una sonda, desde luego, lo evito.
La segunda fase consistirá en una analítica sanguínea completa. La medición de valores como la urea y la creatinina nos servirá para saber si los riñones están afectados, y el hemograma nos dirá si estamos ante un proceso infeccioso o inflamatorio.
Una vez realizados estos análisis de rutina e interpretados los resultados, estaremos lo suficientemente informados para seguir con las pesquisas diagnósticas, que incluyen una serie de pruebas que luego comentaré.. Su realización no siempre será necesaria, por lo menos como primera opción. Me explico: Si a través de las pruebas rutinarias anteriormente nombradas podemos establecer un diagnóstico más o menos correcto, yo por lo menos, no echare mano de ecografías, radiografías e incluso cistoscopias. Otra cosa será, que si una vez establecido un tratamiento y esperado un tiempo prudencial no hemos resuelto el problema, o se resolvió y al poco tiempo volvió a aparecer tengamos que hacer uso de ellas. Digamos que esto no lo hacemos por capricho, sino por evitar que por una simple inflamación de vejiga vuestro bolsillo se vea considerablemente resentido.

CAUSAS DE LOS TRASTORNOS DE LA MICCIÓN

Los trastornos de la micción tienen numerosas etiologías, pero pueden clasificarse en neurógenas y no neurógenas. No me voy a alargar demasiado su explicación porque serían necesarios ciertos conocimientos de la funcionalidad del sistema nervioso.
-Por causas neúrogenas
Uno de los trastornos es lo que se conoce como “vejiga atónica” que se debe a lesiones que afectan a los segmentos sacros de la médula espinal (enfermedad de los discos intervertebrales, síndrome de cola de caballo, luxaciones y fracturas de vértebras y tumores). Lo que se produce es una incontinencia por rebosamiento, ya que el músculo y el esfínter de la vejiga no son capaces de impedir la salida de la orina. La vejiga, que estará muy blanda, podrá ser vaciada manualmente con facilidad
Lo que se conoce como “vejiga automática” está provocado por lesiones que se localizan en las vértebras lumbares debidas a enfermedades del disco intervertebral, tumores o traumatismos. Se presenta dificultad para orinar porque el músculo y el esfínter uretral se encuentran contraídos parcialmente. Al contrario que en el caso anterior, la vejiga se encontrará muy dura, y su presión deberá evitarse dado el riesgo de rotura. El vaciado se hará por sondaje.
Lo que se conoce como “disautonomía” es una patología más propia de gatos, pero también ha sido diagnosticada en perros. Se debe a una disfunción del sistema nervioso autónomo, de causa desconocida. La vejiga estará atónica, presentándose incontinencia por rebosamiento de la vejiga.
-Por causas no neúrogenas
La alteración se localiza en el músculo detrusor de la vejiga propiamente dicho. Se puede producir por la presencia de cálculos que se localizan en la vejiga o en la uretra, tumores, inflamaciones de la uretra, semiobstrucciones uretrales y enfermedad prostática. Como consecuencia de las obstrucciones, la orina no puede ser eliminada con normalidad, aumentando paulatinamente su contenido en la vejiga, hasta que la presión intravesical supera la resistencia uretral. Una vez superada esta resistencia se produce el rebosamiento de la orina.

INCONTINENCIA URINARIA

Es la incapacidad de controlar voluntariamente el paso de la orina a través de la uretra. La enuresis es la incontinencia urinaria que se produce durante el sueño; es un hallazgo frecuente en perros con incompetencia uretral. En otros casos se puede producir lo que conocemos por nicturia que es la presencia de micciones excesivas durante la noche, aunque esto es más frecuente en animales con poliuria (aumento del volumen de orina).
-Trastornos neurológicos

Cualquier lesión neurológica que afecte al reflejo de la micción puede provocar una micción anormal. Estas lesiones se suelen localizar en los nervios localizados en las vértebras sacras o como consecuencia de enfermedades de la columna que se localizan a nivel de la zona lumbosacra.

-Trastornos no neurológicos

La incontinencia puede asociarse a trastornos funcionales y anatómicos de la uretra o de la vejiga urinaria. Aparece ha menudo en perros castrados. A veces es debida a la incapacidad del músculo detrusor, y se caracteriza por la incapacidad de la vejiga para relajarse durante la fase de almacenamiento. Más raramente, la incontinencia puede aparecer en perros afectados por infecciones urinarias debido a una mayor necesidad de orinar, y en aquellos que tienen una obstrucción parcial de la salida de la orina (cálculos pequeños). Otra alteración que puede provocar incontinencia es la existencia de uréteres ectópicos. Se trata de un defecto embrionario que hace que los uréteres en vez de terminar en la vejiga lo hacen en la uretra o en la vagina.
Existe un tipo de incontinencia urinaria, bastante frecuente, que se da en perras castradas. Surge meses o años después de la esterilización. Se produce por una incompetencia del esfínter uretral por un déficit hormonal, y suele responder bien a los tratamientos adecuados.

ENFERMEDADES INFLAMATORIAS DE LA VEGIGA Y DE LA URETRA

La inflamación de la vejiga y de la uretra se denomina cistitis y uretritis respectivamente. Debéis saber que la mayoría de las enfermedades que producen inflamación de las vías urinarias inferiores (VUI) afectan tanto a la vejiga como a la uretra. Los signos clínicos son disuria (micción dolorosa o con dificultad), estranguria (esfuerzos de micción), polaquiuria (emisión frecuente de pequeñas cantidades de orina) y hematuria (presencia de sangre en la orina).
La enfermedad inflamatoria más frecuente en los perros es con diferencia, la infección bacteriana de vejiga y uretra, que se puede desarrollar con carácter agudo o crónico. A veces, las causa de estas infecciones no son bacterias, sino hongos o levaduras, en especial la candida albicans, que muchas veces se desarrolla de forma secundaria por el excesivo uso de antibióticos. Es importante que sepáis que los hongos no se encuentran normalmente en la orina de animales sanos, como si ocurre con las bacterias.. Además de las candidas, pueden ser provocadas por Criptococcus, Aspergillus y Blastomyces.
Otro tipo de cistitis es la llamada polipoide, que se caracteriza por el desarrollo de pólipos. Se suele presentar como consecuencia de procesos inflamatorios de la vejiga que llevan mucho tiempo provocados por infecciones o por cálculos. Es más frecuente en hembras que en machos. En ocasiones desaparecen espontáneamente pero suele ser necesaria su eliminación por cirugía ya que es sumamente difícil diferenciarlos de tumores vesicales (carcinomas). Otros tipos de cistitis son la enfisematosa, la cistitis por ciclofosfamida y las cistitis parasitarias por capillarias.
Dado que la que se presenta con más frecuencia es la cistitis bacteriana os diré que se produce cuando un número de bacterias suficiente se adhiere, crece, se replica e invade la vejiga urinaria. Son muchas las bacterias capaces de provocarlas y normalmente entran en la vejiga por vía ascendente, es decir desde la uretra. Más raramente pueden proceder de riñón, próstata o de la sangre.

UROLITIASIS

La formación de cálculos en la vejiga va precedida de la aparición de cristales microscópicos. Cuando estos cristales dan lugar a formaciones macroscópicas reciben el nombre de urolitos o cálculos. Podemos decir por tanto que los cálculos son concreciones policristalinas que contienen típicamente un 90-95% de cristaloides y menos de 5-10% de matriz orgánica. Existen muchos tipos que podéis consultar en la tabla adjunta:

-Fosfato amónico magnésico (estruvita)
-Oxalato cálcico.
-Purinas:-Urato ácido de amonio.
-Urato ácido de sodio.
-Ácido úrico.
-Urato sódico-cálcico.
-Xantina.
-Cistina
-Fosfato cálcico:-Carbonato de calcio (apatita)
-Fosfato de calcio (hidroxiapatita)
-Fosfato ácido de calcio hidratado.
-Fosfato tricálcico.
-Sílice
-Mixtos.

Podemos considerar que los cálculos más frecuentes en los perros son los de estruvita y los de oxalato. Mención aparte merecen los cálculos de ácido úrico que se presentan exclusivamente en la raza dálmata, debido a su peculiar metabolismo con respecto a este elemento químico, aunque curiosamente también ha sido descrita en algunos bulldog ingleses
Los cálculos de estruvita se suelen presentar cuando hay una excesiva alcalinización de la orina (PH de la orina por encima de 7), debido a dietas ricas en magnesio, fósforo y proteinas.
Los cálculos de oxalato se presentarán cuando existan factores metabólicos que promuevan un la presencia en exceso de calcio en la orina, como son la hiperabsorción de calcio, la acidosis metabólica y la hipercalcemia.
A nivel clínico, cualquier perro afectado por la presencia de cálculos en su vejiga va a presentar disuria y hematuria, incontinencia urinaria, micción inoportuna, estranguria e imposibilidad de orinar, eliminación con la orina de urolitos y signos intensivos de obstrucción urinaria: anorexia, letargo, vómitos y depresión. Cuando un cálculo obstruye por completo la salida de orina estaremos ante una urgencia médica. Será imprescindible la desobstrucción mediante sondaje y si con esto no es suficiente se hará necesaria la intervención quirúrgica.
Aún así conozco casos, especialmente en hembras, que pueden tener ocupada su vejiga por uno o dos, y a veces más cálculos sin manifestar síntoma alguno.
La presencia de otros de los cálculos anteriormente mencionados, es bastante más infrecuente, por lo que no voy a extenderme en el presente artículo para hablar de ellos. Las sintomatologías serán similares a las descritas y una vez extirpados si es que se hace necesario, deberán ser analizados para saber su composición química y las pautas a seguir en cuanto a alimentación y tratamientos con posterioridad.
Algunos de los cálculos nombrados podrán ser eliminados mediante tratamientos dietéticos y mediante el uso de medicamentos, pero en la mayoría de las ocasiones se hará necesaria la intervención quirúrgica. Muchos de ellos una vez extirpados, no volverán a aparecer si se establecen los tratamientos dietéticos y terapéuticos oportunos. Evidentemente conseguir este fin será más fácil si somos capaces de establecer la causa por la que se presentan en determinados perros. Quiero decir que si se deben a un problema metabólico, y no lo solucionamos, veremos como al cabo del tiempo vuelven a reaparecer.
NEOPLASIAS
La presencia de tumores en las VUI es más frecuenta en hembras que en machos, siendo el carcinoma de células de transición el más frecuente. Los tumores secundarios en la vejiga son raros, y si aparecen suelen ser metástasis de tumores de uretra o de próstata. Los síntomas en un principio serán muy similares a los que observamos cuando hay presencia de cálculos, aunque cuando llevan tiempo asentados, podremos observar otras manifestaciones de mayor gravedad. Ni que decir tiene que el tratamiento de elección será la eliminación quirúrgica. El pronóstico es bueno para los tumores benignos y para los malignos que han sido totalmente extirpados. El problema es cuando nos encontramos con vejigas totalmente invadidas. La cistectomía total (extirpación completa de la vejiga) y la desviación de la orina se han asociado con complicaciones inaceptables como acidosis metabólica, pielonefritis, insuficiencia renal y septicemia.
La quimioterapia en tipos de cáncer de vejiga muy extendidos e inoperables no tiene ninguna utilidad.
TRAUMATISMO DE VEJIGA
Las lesiones de la vejiga urinaria pueden ser causadas por traumatismos abdominales romos (automóviles, patadas o caídas) o penetrantes (cuchillos, escalpelos, agujas, balas o fragmentos de hueso fracturado)
La vejiga también puede ser lesionada por palpación o presión exagerada cuando está debilitada, por inserción excesiva de catéteres urinarios rígidos y por hiperdistensión de la luz vesical por otras maniobras diagnósticas.
En estos casos la presencia de sangre en la orina será habitual y como complicaciones serías, habrá peritonitis y/o ascitis. En los casos graves se podrá observar anorexia, depresión, dolor abdominal, y vómitos cuando se desarrolla azotemia y peritonitis. Otra complicación puede ser la presentación de una hernia extraperitoneal pudiendo palparse una vejiga distendida en el saco herninario.

Al principio del artículo me referí al análisis de orina como una importante fuente de información para los veterinarios, cuando nos encontramos con un perro que presenta trastornos de la micción. Lo cierto es que así es, pero en muchas ocasiones los datos que nos aportan son insuficientes. Es entonces cuando recurrimos a una serie de pruebas que en muchas ocasiones se hacen indispensables.
Las radiografías abdominales deben incluir todo el aparato urinario. La ecografía abdominal del aparato genitourinario es un complemento útil de las radiografías, aunque esta técnica tiene la limitación de que, a menos que también se realice una ecografía transrectal, no se visualiza la uretra. La ecografía requiere que la vejiga contenga una importante cantidad de orina en el momento de su realización, lo que no siempre es fácil tratándose de perros.
Actualmente la cistoscopia se está convirtiendo en parte integral de la evaluación diagnóstica de los perros con enfermedades persistentes o recurrentes de VUI. Aunque es mínimamente invasiva, requiere anestesia general para que el animal no se mueva. Esta técnica resulta especialmente útil para la visualización de problemas anatómicos y para la obtención de biopsias y cultivos microbiológicos. Otras técnicas que se utilizan a veces son las radiografías de contraste, y la introducción de aire a través de una sonda urinaria para hinchar la vejiga.
En resumen, como habéis leído son muchos los trastornos que afectan a las vías urinarias bajas de vuestros compañeros. Casi todos, incluso aquellos en que se produce una incontinencia urinaria, tienen tratamiento y por tanto pueden ser curados o como mínimo controlados en mayor o menor grado. En muchas ocasiones estos problemas los achacáis a la edad de vuestros perros, y pensáis que no tienen solución. Como habéis leído son muchos los problemas que derivan de lesiones o patologías de la columna vertebral a nivel de vértebras sacras y lumbares, pero muchas veces la simple aplicación de antiinflamatorios o de relajantes musculares será suficiente para evitar por ejemplo esas pérdidas de orina que muchas veces tenéis que recoger del suelo de vuestros hogares. En otras ocasiones será necesario el uso de medicamentos muy específicos, en especial en aquellos casos en que la incontinencia se presente por problemas localizados en el esfínter de la vejiga o en el músculo detrusor, pero debéis saber que en la mayoría de las ocasiones estos tratamientos dan unos excelentes resultados mejorando la calidad de vida de vuestros compañeros y por extensión de la vuestra.
José Enrique Zaldívar Laguía
Clínica Veterinaria Colores.
Paseo de Santa María de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid.

martes, 13 de enero de 2009

MI ENHORABUENA A RUTH TOLEDANO


Supongo que te habrá hecho ilusión, tú sabrás. Si es bueno para ti, lo es para los que te conocemos.

MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

La escritora y periodista del diario 'El País' Ruth Toledano se convertirá en la primera mujer Cronista oficial de la Villa de Madrid tras ser aceptada la petición en este sentido del Grupo Municipal Socialista.

Hasta el momento, todos los Cronistas de la Villa habían sido hombres, como recordaron desde el PSOE en el Pleno del mes de noviembre, cuando fue nombrado en el cargo el músico Andrés Ruiz Tarazona. En esa sesión plenaria, los socialistas insistieron en la necesidad de que el Ayuntamiento de Madrid atendiera al principio de presencia equilibrada de hombres y mujeres en los nombramientos realizados por los poderes públicos, como recoge el artículo 16 de la Ley de Igualdad.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento, David Lucas, se mostró hoy "muy satisfecho" tras ser aceptada la petición, lo que se hizo a través de una notificación del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, fechada el pasado 7 de enero. En ella dice estar "completamente de acuerdo con la concesión del título de Cronista de la Villa a Ruth González Toledano" y que dio traslado de la petición socialista al Área de Las Artes "para que pueda iniciar cuanto antes el expediente para el correspondiente nombramiento".

Lucas remarcó que el nombramiento de Toledano atiende a criterios de mérito y capacidad, además de "romper la injusta inercia que arrincona a las mujeres e impide reconocer su cualificación e imprescindibles aportaciones a la construcción de la ciudad de Madrid".

El Estatuto de Cronistas de la Villa de Madrid fue aprobado el 30 de enero de 1998 y establece que este cargo es vitalicio y de carácter puramente honorífico y gratuito. Recae sobre personas físicas que se hayan distinguido en su actividad profesional en cualquier tipo de estudios, investigaciones, publicaciones o trabajos en temas relacionados con la Villa de Madrid.

Para los que no te conocen demasiado, dejo aquí algunos enlaces:

La buena prensa

Lesbianas

Apoteosis navideña

Mucho Ullán

Decentes entre sangre y orines

Se asan animales


Artículos

viernes, 9 de enero de 2009

CANCELAN LA TEMPORADA TAURINA EN CARTAGENA (COLOMBIA)

Colombia

Cancelan temporada taurina en Cartagena

Los bajos recaudos en la taquilla, producto de la poca asistencia del público, hicieron que los organizadores decidieran cancelar lo que restaba de la Feria Taurina del Caribe.

El rumor que comenzó a circular ayer en horas de la mañana sobre la cancelación del resto de la Feria
Taurina del Caribe fue confirmado hacia las 5:30 de la tarde por Joselillo de Colombia, presidente de la Corporación Taurina Cartagena de Indias, organizadora de este espectáculo en "La Heroica".

"La afición no respondió al llamado. No puedo seguir cargando con una responsabilidad tan alta. La Feria fue cancelada", dijo Joselillo, quien desde hace algunos años estaba al frente de la realización de este importante evento que anualmente, en el mes de enero, se convertía en una buena alternativa para los turistas que se encontraban en la ciudad.

Debido a la sorpresiva cancelación de la Feria no podrán ser observados los toreros Enrique Ponce, Sebastián Castella y el mismo Joselillo de Colombia, quienes aparecerían en la cartelera del jueves. Tampoco se apreciará a César Manotas, Sergio Blanco y Juan Del Mar, novilleros que cerrarían la feria el viernes.

"Llevo muchos años aguantando esto. No puedo arriesgar más dinero. La preventa de la corrida del jueves fue muy baja, prefiero desistir", aseguró Joselillo en diálogo con El Universal.

- ¿Qué fue lo que más influyó para que tomara esa decisión?
- El problema es de la gente. En Cartagena no hay afición taurina. Esto no es sólo de turistas sino del pueblo en general. Yo sólo no puedo.

- ¿Las asistencias en las tres primeras corridas no llenaron las expectativas?
- No. El sábado se esperaban tres mil personas y llegaron mil, el domingo teníamos presupuestados unos 4 mil 500 aficionados y sólo arribaron 1.480 y el lunes, el día que más expectativa teníamos, asistieron 3.900 de los 8.000 que esperábamos. Fueron las peores entradas que se han registrado de todas las ferias realizadas.

- ¿Cómo tomaron la noticia los toreros y novilleros que aún faltaban por presentarse?
- Todos son amigos míos y saben el esfuerzo que he hecho en muchos años. Ellos mismos me pidieron que cancelara la Feria. Una cosa es la amistad y una muy distinta son los negocios. Si se presentaban el jueves y viernes y el público no acudía, de todas formas me tocaba cancelarles el dinero.

- ¿A cuánto ascienden las pérdidas?
- No me gusta hablar de dinero. Además, vengo arrastrando con este peso desde el 2005 con la ilusión de que esto mejorara. Cartagena necesita de una feria, pero una sola persona no puede.

- ¿La molestia del público del lunes por la demora del espectáculo y otras situaciones que se presentaron (ver recuadro) incidieron para la cancelación?
- Impulsó un poco. Sin embargo, ya lo venía pensando. Una fiesta taurina sin público no es fiesta. Hay que buscar la manera de mejorar esto.

- ¿Usted cierra totalmente la puerta, no volverá a organizar una Feria más en Cartagena?
- Si en un futuro se cuenta con el respaldo de la Alcaldía, Gobernación y la empresa privada, sí regresaría. Esto es de todos. La Feria estaba funcionando era con los primeros auxilios, se estaba muriendo y así era muy difícil salvarla.

- ¿Los aficionados que habían adquirido sus boletos del jueves y viernes dónde pueden reclamar el reembolso del dinero?
- El jueves (mañana) pueden acercarse a los puntos de venta de Tu Boleta o a la Corporación Taurina, que tiene ubicadas sus oficinas en el Hotel Costa del Sol. Ahí se les devolverá su respectivo dinero.


LOS DESACIERTOS DE LA CORRIDA DEL LUNES

El lunes pasado el espectáculo tuvo una hora y cuarenta y cinco minutos de atraso debido a que a los toreros no se les había pagado, lo cual causó la molestia del público que se encontraba en los tendidos de la Monumental Plaza de Toros Cartagena de Indias.

La Corporación Taurina Cartagena de Indias, a través de un comunicado de prensa, informó que "hizo todo lo necesario para cumplir a tiempo con los compromisos, pero el letargo del sistema bancario para obtener los recursos en efectivo provenientes del sistema de crédito y dé-bito retrasó el inicio del festejo. A esto se unió la tardanza en la realización del sorteo y el consecuente retraso del enchiqueramiento de los toros", dijo la misiva.

Otro de los inconvenientes que hubo fue que el sexto y último toro de la noche que salió al ruedo cojeando y Luis Bolívar, ante la petición del público, no realizó la faena. Los asistentes lanzaron objetos al ruedo y se fueron de la plaza rechiflando el espectáculo.

"El toro presentó un defecto motriz transitorio, originado por el tiempo que estuvo entorilado. Se evidenció la falta de un sobrero (un toro de más para cualquier imprevisto), pero eso no justifica la negativa del matador de turno (Luis Bolívar) que no quiso cumplir con su labor, lo que aumentó la inconformidad del público", se informó en el comunicado.