martes, 18 de enero de 2011

El caso clínico del año




El otro día publicaba una entrada en mi blog sobre el presunto maltrato de un propietario a su perro de nombre Patrás. Llevo 29 años de clínico de pequeños animales, y he visto cosas realmente "espeluznantes", pero lo de esta mañana ha sobrepasado mi capacidad de asombro.

Bimba es una perra de raza maltés de 7 años de edad, sin un historial clínico que haya tenido cosas dignas de mención desde que era una cachorra, salvo la extirpación en junio del año pasado de un quiste a nivel de su cola, que tras el análisis realizado por histopatólogo resultó ser una neoplasia epitelial benigna de nombre Queratoma quístico.

Pues bien, Bimba ha aparecido esta mañana en la clínica con su hocico hinchando, con todos los pelos de la zona anudados, y desprendiendo un olor pestilente fruto de la intensa supuración que presentaba en la zona.

La manipulación de la perra, con un carácter ya de por si bastante "especial", ha sido imposible delante de los propietarios. Los intentos de morder y las protestas en forma de gritos han sido constantes, así que, ha sido trasladada al quirófano, en donde se ha mostrado un poco más apacible, pero con claras intenciones de que, al menor descuido, seríamos taladrados por alguno de sus dientes.

Según nos han contado, la madre de su propietaria decidió hace un par de días cepillar el hocico de la perra, pero dado su mal carácter, pensó que la mejor manera de realizarlo sin ser mordida era colocar unas gomas de las que utilizamos habitualmente para enrollar documentos, o incluso para sujetar el pelo, alrededor de su morro, lo que a buen seguro impediría ser agredida por la boca de Bimba. Después nos ha comentado que las gomas habían sido retiradas.

Se ha procedido a la eliminación de los pelos del hocico de la perra y la sorpresa ha sido que todavía quedaba una goma fuertemente apretada alrededor de su boca, que estaba produciendo la interrupción de la circulación en los tejidos de la zona, y las lógicas lesiones con un profundo corte a nivel cutáneo, y la consiguiente infección a niveles bastante profundos. Una vez cortada la goma y liberada la zona de la fuerte presión a que estaba sometida, la cara de Bimba ha cambiado, y sus esfuerzos por mordernos han pasado a la relajación absoluta.

Y digo yo: ¿para qué han sido inventados los bozales de nilon, las cintas, y la capacidad que nos dan las matemáticas de sumar y de restar, en este caso gomas del pelo?

Mucho me temo que si la goma hubiera estado un día más colocada en donde estaba, las consecuencias habrían nefastas e irreparables.

Milagrosamente la perra ayer había comido, lo que se puede explicar porque la goma estaba estaba en una posición bastante posterior, y por otras circunstancias que no viene al caso comentar.

sábado, 15 de enero de 2011

¿Es Patras un perro maltratado?






Patras es un perro de raza weimaraner, nacido en diciembre de 2001. En su historial clínico figuran las fechas de vacunación desde que es atendido en nuestra clínica, es decir, desde el 3 de noviembre de 2006. Patras está identificado con su reglamentario microchip, y ha sido revacunado anualmente contra el Moquillo, Hepatitis, Leptospirosis, Parvovirosis, y Adenovirus de la Tos de las Perreras. Patras es desparasitado internamente de manera regular, es decir cada 3 meses con un excelente producto para parásitos intestinales, y se le aplican de marzo a octubre los medicamentos necesarios para la prevención de parasitosis externas (pulgas y garrapatas), y para la prevención de la leishmaniosis y de la filariosis. Patras es por tanto un perro que recibe con la regularidad que su veterinario estima oportuna, los medicamentos y vacunas necesarias para la prevención de todas las enfermedades que pueden ser prevenidas. Además, Patras es testado todos los años por si, a pesar de las medidas profilacticas tomadas, ha podido ser picado por el flebotomo que transmite la leishmaniosis. El último análisis se lo hemos hecho esta mañana: negativo.

Patras fue siempre un perro sano, pero en el año 2007 presentó una severa infección en una de sus manos. Presentaba un corte muy profundo que afectaba a algunos tendones, y que estuvo a punto de requerir la amputación de algunos de sus dedos. No fue necesario, ya que gracias a la preocupación de su propietario, y a las numerosas curas y atenciones que le fueron aplicadas en nuestra clínica y en su casa, se controló la grave infección que padecía.

En octubre de 2009, Patras fue llevado a nuestra centro por presentar un nódulo del tamaño de una avellana en su cuello, que una vez examinado, decidimos extirpar. Una vez realizada la biopsia, el histopatólogo nos informó que se trataba de un mastocitoma bien diferenciado, infiltrativo (grado I según Patnaik). Este tipo de tumores tienden a aparecer en animales viejos (9 años por término medio). Afortunadamente, el mastocitoma de Patras es de grado I, los de mejor pronóstico. Que se sepa hasta el momento, los mastocitomas nada tienen que ver con el supuesto "maltrato" que padece Patras.

En febrero de 2010, Patras presentó un nuevo nódulo cutáneo, que una vez extirpado en nuestra clínica, resulto ser un sarcoma canino de tejidos blandos de grado histólogico alto, es decir de alta malignidad, pero que en este caso evolucinaba de forma delimitada en la dermis, sin observarse elementos neoplásicos en contacto con el margen profundo del tejido remitido. Que yo sepa, este tipo de neoplasias tampoco las produce el maltrato.

Patras, desde que aparecieron los tumores, es sometido en nuestra clínica a revisiones y analíticas completas cada 6 meses para comprobar su estado de salud. La última de ellas se la hemos realizado esta mañana, y es perfecta. Tan sólo una transaminasa, la ALT, presenta una discreta elevación.

El último problema que ha presentado, y por el que le hemos atendido en las últimas dos semanas, es por presentar una foliculitis acompañada de una intensa dermatitis húmeda, que podría estar relacionada con algún proceso alérgico. Una vez instaurado el tratamiento correspondiente ha mejorado considerablemente, aunque la herida del cuello sigue dando algún que otro problema. Los collares isabelinos rozan en la zona, y los vendajes tubulares que se le ponen se los quita. Esperemos que con el nuevo tratamiento que estamos utilizando se solucione el problema. La cicatriz que se abre y se cierra, asienta justo en la zona donde se extirpó el mastocitoma, tumores que hay que eliminar de forma radical por lo que el campo quirúrgico en el que se interviene ha de ser muy amplio: 2-3 cm de tejido periférico y la inclusión de un plano de fascia profunda.

Patrás que estuvo perfectamente atendido los días posteriores a su primera intervención, la del mastocitoma, se quitó algunos de los puntos a pesar de las medidas que se tomaron, y se le infectó la herida, que tuvo que volver a ser suturada y tratada. Estuvo bien durante unos meses, pero un nuevo rascado de la zona, volvió a causar problemas en la misma.

Os preguntaréis la razón de que hable de Patras, un perfecto desconocido; lo hago porque su propietario  me ha comentado que su perro ya tiene historia en internet, y ha salido en los papeles.

En diciembre del año pasado, una señora de nombre Ann Louis Gulstad, periodista y escritora noruega, le dedicó un artículo en el periódico El Mundo que tituló: "Yo, Patras, un perro maltratado".

El perro es tal y como lo describe en su artículo, fuerte, guapo y bueno. Vive donde se dice que vive, salvo las temporadas que pasa con su propietario en Madrid. Su propietario lo deja solo desde el lunes por la noche hasta el jueves por la tarde, salvo casos excepcionales. Efectivamente está durante este tiempo en una jaula, salvo el rato en que le saca una persona que va a ponerle la comida y el agua. Debo añadir que en muchas de las ocasiones en que esta persona le sacaba, Patras cogia carrera y desaparecía en el horizonte.

Patras vivía antes en semilibertad, es decir, hacía lo que le daba la gana los días de la semana en que su propietario no estaba con él en su segunda residencia. Iba y volvía a su antojo, pero fue denunciado por algunos vecinos, lo que obligó a retenerle en la jaula. De los problemas personales de cada uno, no es mi función hablar, y por tanto no explicaré las razones por las que el perro pasa martes, miércoles, jueves, y parte del viernes sin la compañia de su propietario, y no puede convivir con él en su domicilio de forma habitual.

Lo cierto es que a Patras no le duele ningún hueso, que se encuentran perfectamente y que sustentan unas extremidades posteriores bastante bien musculadas para su edad, y raza, en las que jamás ha presentado una cojera a pesar del intenso frio que dice el artículo que pasa.

Puedo además certificar que su dueño no le mandará al "matadero" hasta que su veterinario, es decir, yo, lo considere oportuno, y por el momento, dado su excelente estado de salud, creo que el asunto va para largo, a pesar de haber sido operado de dos neoplasias malignas, que en cualquier momento pueden poner final a su vida.

De los sentimientos de Patras cuando se queda solo, nada puedo decir, pero sí de los que muestra cuando viene a la clínica con su dueño o con su paseante, que lo tiene: es un perro sano, feliz, y que muestra una entrañable fidelidad por su propietario. Es evidente que el tema de los ladridos, que logicamente molestan a sus vecinos, es un problema que debe ser resuelto, y en eso estamos.

Y ahora, que cada uno de los lectores de este texto saque sus propias conclusiones: ¿Es Patras un perro maltratado?

Ah, olvidé describir la jaula de Patras:

Es una contrucción de madera y alambrada, de 2x3 metros. La mitad de está techada para protegerlo de la lluvia, y la otra mitad abierta para que le dé el sol. Se encuentra ubicada en la zona del terreno más alta y donde el sol tarda más en desaparecer. Tiene suelo de cemento y una zona de tarima de madera elevada unos 30cm. donde está su caseta; una caseta de plástico lavable con un colchón hecho a medida. El suelo tiene inclinación para que los excrementos y la orina puedan limpiarse fácilmente con una manguera a través de una salida que desagua en una fosa séptica, tarea que se hace a diario.