El caballero con la entrada en la mano se decidó a pasar entre los antitaurinos llamándoles todo lo que se le ocurrió. El señor que habla con el mosso, sí zarandeo a una muchacha que quiso entregarle un folleto de propaganda.
Tarde de toros
• Activistas antitaurinos abuchearon al público que fue a ver la corrida de la Monumental
Protesta Antitaurinos ante la Monumental, ayer.
OLGA MERINO
Acudir a los toros después de los canelones y del tortel de nata es muy de fiesta mayor. A ser posible con puro, ya sea faria o Cohiba, que de todo hubo ayer en la plaza. Lo chocante fue entrar en la Monumental entre gritos de "asesino" y "torturador", como si el aficionado fuese el Sacamantecas o el mismísimo Pinochet, aunque bien es cierto que alguno llevaba gafas oscuras que imponían. Contados a ojo de buen cubero, unos 200 activistas antitaurinos se congregaron en el cruce entre Gran Via y la calle de la Marina para zarandear y abuchear a la concurrencia con consignas del tipo: "La tortura no es cultura", "Corridas igual a barbarie" y "Si entráis, no váis a salir". También repartieron esquelas por los 108 toros "ejecutados" en el coso barcelonés esta temporada. Durante toda la jornada, simpatizantes de diversos grupos contrarios a la fiesta --Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, Barcelona Mata y Associació Animalista Libera-- organizaron actos de protesta en toda la ciudad pidiendo la abolición de las corridas. Desde la acera de enfrente, el público que acudía a ver torear a César Rincón, José Tomás y Serafín Marín no se quedó callado. Contestó a los agravios haciendo la uve de victoria, cuernos con los dedos y soltando palabras de cierto grosor. "Si esta tarde no llega a haber policía, se arma una pajarraca de las buenas", comentó un caballero. "A estos les paga Carod-Rovira", terció otro. "No pueden hacernos mejor propaganda", sentenció un tercero. Opiniones, para todos los gustos. La barahúnda fue caldeándose y parecía que iba a llegar a mayores, de tal suerte que a algún mosso se le puso cara de guardia civil. Los ánimos, por fortuna, se apaciguaron. Si algo positivo tiene este montaje acomodaticio y candongo al que llamamos democracia, es que cada uno puede decir, en teoría, lo que piensa. Y no pasa nada. Llenazo absoluto en la plaza. Ambiente, sobre todo en gradas y andanadas. Ganas de ver buen toreo. Guayabera y Varón Dandy. Taconazos y abanico. Trajes de lino. Sombrero de paja. Pañuelo asomando por el bolsillo de la americana. Turistas rusos traídos de Lloret en autocar. Menos famoseo en la Monumental que el 17 de junio, lugar y fecha que escogió el diestro José Tomás para volver a los ruedos: Fernando Sanchez Dragó, Pere Gimferrer y José Bono, con un clavel reventón en la solapa, corriendo tras el penúltimo toro para coger a tiempo el puente aéreo. Mala suerteTomás tenía al público entregado de antemano. "¡Eres un monstruo!", "Ánimo, Jose" (así, sin acento), le gritaba la multitud desde las gradas. Arriesgó en los pases, pero tuvo mala suerte con el estoque. Suele ocurrir a menudo en la vida: uno hace una buena faena y, al final, un desliz, una torpeza, un imponderable lo echa todo a rodar. Otro tanto les pasa a los toros. Los caballos arrastran a la res muerta por el albero y suena un pasodoble. Al fin y al cabo, y a pesar de lo que digan, qué mejor metáfora de la existencia.
• Activistas antitaurinos abuchearon al público que fue a ver la corrida de la Monumental
Protesta Antitaurinos ante la Monumental, ayer.
OLGA MERINO
Acudir a los toros después de los canelones y del tortel de nata es muy de fiesta mayor. A ser posible con puro, ya sea faria o Cohiba, que de todo hubo ayer en la plaza. Lo chocante fue entrar en la Monumental entre gritos de "asesino" y "torturador", como si el aficionado fuese el Sacamantecas o el mismísimo Pinochet, aunque bien es cierto que alguno llevaba gafas oscuras que imponían. Contados a ojo de buen cubero, unos 200 activistas antitaurinos se congregaron en el cruce entre Gran Via y la calle de la Marina para zarandear y abuchear a la concurrencia con consignas del tipo: "La tortura no es cultura", "Corridas igual a barbarie" y "Si entráis, no váis a salir". También repartieron esquelas por los 108 toros "ejecutados" en el coso barcelonés esta temporada. Durante toda la jornada, simpatizantes de diversos grupos contrarios a la fiesta --Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, Barcelona Mata y Associació Animalista Libera-- organizaron actos de protesta en toda la ciudad pidiendo la abolición de las corridas. Desde la acera de enfrente, el público que acudía a ver torear a César Rincón, José Tomás y Serafín Marín no se quedó callado. Contestó a los agravios haciendo la uve de victoria, cuernos con los dedos y soltando palabras de cierto grosor. "Si esta tarde no llega a haber policía, se arma una pajarraca de las buenas", comentó un caballero. "A estos les paga Carod-Rovira", terció otro. "No pueden hacernos mejor propaganda", sentenció un tercero. Opiniones, para todos los gustos. La barahúnda fue caldeándose y parecía que iba a llegar a mayores, de tal suerte que a algún mosso se le puso cara de guardia civil. Los ánimos, por fortuna, se apaciguaron. Si algo positivo tiene este montaje acomodaticio y candongo al que llamamos democracia, es que cada uno puede decir, en teoría, lo que piensa. Y no pasa nada. Llenazo absoluto en la plaza. Ambiente, sobre todo en gradas y andanadas. Ganas de ver buen toreo. Guayabera y Varón Dandy. Taconazos y abanico. Trajes de lino. Sombrero de paja. Pañuelo asomando por el bolsillo de la americana. Turistas rusos traídos de Lloret en autocar. Menos famoseo en la Monumental que el 17 de junio, lugar y fecha que escogió el diestro José Tomás para volver a los ruedos: Fernando Sanchez Dragó, Pere Gimferrer y José Bono, con un clavel reventón en la solapa, corriendo tras el penúltimo toro para coger a tiempo el puente aéreo. Mala suerteTomás tenía al público entregado de antemano. "¡Eres un monstruo!", "Ánimo, Jose" (así, sin acento), le gritaba la multitud desde las gradas. Arriesgó en los pases, pero tuvo mala suerte con el estoque. Suele ocurrir a menudo en la vida: uno hace una buena faena y, al final, un desliz, una torpeza, un imponderable lo echa todo a rodar. Otro tanto les pasa a los toros. Los caballos arrastran a la res muerta por el albero y suena un pasodoble. Al fin y al cabo, y a pesar de lo que digan, qué mejor metáfora de la existencia.
La reportera de éste "infumable" documento, se ha olvidado de cosas varias. Los que provocaron a los manifestantes antitaurinos fueron los protaurinos, que se dedicaban a increparlos pasando por un espacio entre un coche y un contenedor en la zona acotada para los manifestantes. Ningún antitaurino zarandeó a ningún protaurino, sino al contrario. Menos mal que están las fotos para demostrarlo. No sabía yo que Pinochet además de matar demócratas se dedicaba también a matar toros. ¡Vaya comparaciones, ¿señora? o ¿señorita?, periodista. Claro que calificando a la democracia como lo hace, se le ve el plumero. Se olvidó adrede, claro, de los gestos fascistas de algunos protaurinos, y de esa enseña nacional con toro incluido que tanto les gusta utilizar ahora.
Arriba, algunas fotos, que no mienten, cómo las palabras.
5 comentarios:
Buenas fotos!
Me das permiso para copiar alguna de ellas y adjuntarlas a una "carta al director"?
Todas tuyas, aunque no las hice yo, sino un buen amigo. En el blog, arriba a la izquierda tienes muchas más (supongo que las habrás visto). Adelante con tu iniciativa.
Gracias, me pongo manos a la obra. Escribiré a El País y a El Periódico como contestación a sus artículos. Te digo algo si me responden :)
Tu amigo debía estar muy cerca de donde estaba yo ayer. Gracias a él también por compartir las fotos :)
Esta crónica es parcial a mas no poder, como bien has pueto en rojo, esta señorita dice que: "Contados a ojo de buen cubero, unos 200 activistas antitaurinos se congregaron en el cruce entre Gran Via y la calle de la Marina para zarandear y abuchear a la concurrencia". Pues bien, seguramente eso lo vería en otro sitio. Donde estaban los activistas no se zarandeó a nadie ni se insultó a nadie. Los gritos de "asesinos y torturadores" estaban dirigidos en un contexto genérico a la plaza de toros y no a una sola persona que pasara por allí. Se le olvida (supongo que como no estaba donde debía) el reseñar los canticos provocativos y el uso por parte de alguno asistentes, del saludo fascista.
En fin...
hola a todos...estuve en la manifa de marras y desde luego la periodista esa no tiene ni puta idea de nada. Por cierto, tengo un blog en la coctelera y casualmente la foto donde sale un sujeto de naranja la he colgado en un post. Le dediqué un tierno comentario...jejej
gracias, un saludo
felicidad
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