miércoles, 27 de mayo de 2009

-ESTAMOS AL DÍA (GATOS-2)

ESTAMOS AL DÍA/ GATOS 2

 Una vez más os ofrecemos algunas novedades referentes a los estudios aparecidos recientemente en revistas de divulgación veterinaria, como son Consulta Veterinaria, y Argos.

-Los gatos alojados en refugios tienen un alto riesgo de contraer infecciones por virus del PIF, Leucemia felina, e inmunodeficiencia felina. Estos virus tienen la capacidad de persistir durante largo en el ambiente. Es por esto que la vacunación se hace cada día más importante. En situaciones de alto riesgo se recomienda vacunar a las 6 semanas de vida, y poner dosis de recuerdo cada 2-3 semanas hasta que los gatos alcancen las 16 semanas de edad.
 Dado que es frecuente que los gatos de albergues sean dados en adopción, siendo castrados antes de su entrega, se están realizando investigaciones para saber hasta que punto la cirugía y la anestesia pueden interferir en la inmunidad tanto innata como adquirida. Los investigadores por el momento no se ponen de acuerdo, ya que mientras unos opinan que sí, que estas prácticas podrían reprimir la inmunidad, otros, dicen que la cirugía y la anestesia no afectan a la respuesta vacunal.

-La formación de trombos en las arterias es una complicación frecuente en los gatos con cardiomiopatía y es causa de muerte. Estos trombos que se suelen producir a nivel de aorta, restringirán el flujo sanguíneo parcial o totalmente a las extremidades posteriores. Los gatos afectados presentarán dolor agudo, extremidades frías y parálisis. Estos trombos pueden afectar también a pulmones, hígado, y cerebro. La mortalidad en estos casos oscila entre el 70-100% y en la mayoría de los casos en que conseguimos mejorar su estado, suelen presentarse recaídas.

-La hipertensión arterial felina suele ser una complicación frecuente en enfermedades como la insuficiencia renal crónica (60-69%) y el hipertiroidismo (80-89%). La hipertensión dará lugar a edema, hemorragia, desprendimiento y atrofia de retina, y por lo tanto ceguera. A nivel del sistema nervioso se pueden presentar alteraciones que conducen a demencia y convulsiones. Además, está complicación provocará un empeoramiento en la función renal y alteraciones cardiovasculares. Se hace por tanto indispensable la medición de la tensión arterial en estos gatos.

-La bartonellosis es una bacteria que puede estar presente en algunos gatos, y que puede ser trasmitida al hombre, provocando lo que se conoce como enfermedad por arañazo del gato, con presentación de abscesos en el lugar de la lesión. La mayoría de los gatos portadores de esta bacteria son asintomáticos, aunque en ocasiones pueden presentar fiebre, inflamación de ganglios linfáticos, anorexia, depresión, letargo, gingivitis, y signos neurológicos (cambios de comportamiento, convulsiones focales, nistagmo y temblores generalizados.

-La disautonomía felina es una enfermedad degenerativa de determinadas neuronas y que provoca una disfunción o fracaso en el sistema nervioso autónomo. La causa de la enfermedad es desconocida, aunque se sospecha que podría deberse a una neurotoxina o a un agente infeccioso. Los gatos afectados presentan depresión, disminución del apetito o anorexia, disfagía, regurgitación o vómitos, estreñimiento, dilatación de las pupilas, prolapso del tercer párpado, sequedad de nariz y boca, reducción del lagrimeo, bradicardia y megaesófago. La enfermedad suele presentarse en gatos menores de 3 años, aunque se puede dar a cualquier edad, incluso en gatos de 2 meses. Los síntomas se presentan en 48 horas y la mortalidad es del 70%.

-El carcinoma de mama felino es la tercera neoplasia más frecuente en esta especie. Casi el 90% de los casos son malignos. Recientemente se ha realizado un estudio con dos grupos de gatos. En ambos grupos se procedió a la cirugía, pero posteriormente uno de esos grupos fue sometido a quimioterapia. Los indices de supervivencia encontrados comparando ambos grupos no permiten de momento afirmar que la quimioterapia con doxorrubicina mejore las expectativas de vida, ya que tanto el grupo tratado con quimioterapia, como el no tratado, presentó miembros que superaron los 800 días de supervivencia después de la cirugía.

-Las infecciones del tracto respiratorio superior felino se caracterizan por la presentación de signos clínicos como secreción nasal, y estornudos. Son muchos los patógenos que los provocan, aunque la mayoría de las infecciones bacterianas son secundarias. El uso de antibióticos está indicado en aquellos gatos que presentan secreción mucopurulenta.
Son muchos los antibacterianos utilizados, y muchos los estudios comparativos realizados para encontrar alguno de máxima efectividad. Por desgracia, y de momento, ninguno de ha mostrada una efectividad que nos haga recomendar su uso de forma especial.
 Continuando con las novedades que rodean a este tipo de infecciones, se sabe que están muy presentes en albergues, colonias y criaderos afectando especialmente a gatos jóvenes no vacunados. Los agentes causantes de estas patologías son el Calicivirus felino, Herpesvirus felino tipo 1, Bordetella bronchiseptica y Chlamydophila felis.
 En el caso del Calicivirus los gatos afectados por las cepas típicas pueden presentar: fiebre, úlceras orales, secreción nasal, estornudos y, en ocasiones, cojera. Existen cepas más virulentas del virus que pueden afectar a gatos adultos a pesar de estar vacunados y que provocarán fiebre, edema facial y de las patas, alopecia, costras, y úlceras. Los gatos adultos afectados por estos virus de más virulencia suelen morir.
 El herpesvirus felino provocará un cuadro respiratorio y ocular cuya incidencia es máxima en gatos jóvenes no vacunados. Habrá fiebre, letargo, secreción nasal, estornudos y secreción conjuntival. Además, se pueden presentar complicaciones oculares como queratitis y uveitis.
 La Bordetella no es tan frecuente en el gato como en el perro. Los animales afectados presentarán estornudos, secreción óculo-nasal, linfadenopatía mandibular y tos.
 La Chlamydophila felis es sobre todo un patógeno ocular. Suele producir descarga conjuntival a la que puede acompañar: secreción nasal y estornudos. Los gatos infectados seguirán eliminando bacterias tras su recuperación.
 Aunque muchos de estos casos se resuelven de manera espontánea, sería interesante identificar el agente causal. Una vez hecho esto, es más fácil establecer el tratamiento oportuno a base de antibióticos por vía oral y en colirios, y antivirales en caso de que la infección sea causada por un virus.
 Como prevención la vacunación se vuelve a mostrar sumamente importante especialmente contra Calivirus y Herpesvirus. La inmunización contra Bordetella y Chlamydophila no suele ser necesaria, salvo en casos muy concretos como son los brotes  de la enfermedad en colectividades. Se ha comercializado una vacuna para cepas virulentas de Calicivirus.

-El riesgo sanitario de la resistencia a los antibióticos en los animales de compañía se ha considerado mínimo, pero empieza a reconocerse que los perros y gatos pueden llegar a constituir un reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos. Esta situación puede deberse al cambio experimentado en su uso. La presencia de bacterias multirresistentes es cada vez más frecuente. Algunas de ellas pueden implicar infecciones graves en los seres humanos y en los animales. Algunos investigadores empiezan a apuntar que algunas de estas bacterias podrían trasmitirse del perro y el gato al hombre.

-La uveitis en el gato puede tener varias causas. Podría deberse a causas externas sobre el ojo como traumas o cirugía. Las causas internas se deben a tumores, o cataratas. Todas ellas son fáciles de diagnosticar, pero en muchas ocasiones estos procesos oculares aparecen sin causa justificada. Son muchas las infecciones que afectan a los gatos y que pueden provocar esta alteración ocular: virus de la peritonitis infecciosa felina, inmunodeficiencia felina, leucemia felina, toxoplasmosis, herpesvirus y micosis sistémica. Sin embargo, y por lo que parece, hay otros agentes infecciosos que pueden provocar la inflamación intraocular. El gato es el principal reservorio de Bartonella henselae. Este microorganismo puede permanecer meses o años en los gatos, y como dijimos en otro apartado es el causante de la enfermedad por arañazo del gato en el hombre, en el que además, puede provocar problemas oculares. 
 Se están empezando a descubrir casos de bartonelosis ocular felina con uveitis anterior crónica que mejoran cuando se administra un antibiótico específico contra la bartonella, aunque serán necesarias más investigaciones para establecer la importancia de esta bacteria en las enfermedades oculares de los gatos.

-En la actualidad hay productos que contienen permetrina que están registrados para su uso en gatos. Estos productos contienen concentraciones bajas de permetrina y son adecuados para ellos si se utilizan siguiendo las instrucciones del fabricante. En cambio, los productos para perros contienen concentraciones mucho más altas. La exposición a cantidades muy pequeñas de estos productos caninos pueden ser letales para los gatos. Los casos de intoxicación descritos se presentaron cuando el propietario aplicó un producto canino con permetrina en su gato, o en caso de que el gato hubiera estado en contacto con un perro tratado con este producto de forma reciente. La intoxicación dará lugar a un cuadro de convulsiones, que hará necesaria la sedación profunda del animal.

-El asma felino es la principal patología broncopulmonar felina, con una incidencia estimada en esta especie del 1%, superando en el siamés el 5%. No hay predisposición sexual y la edad de presentación varía. Se trata de una respuesta de las vías respiratorias a los estímulos irritantes o inmunológicos en forma de engrosamiento y edema de la pared de los bronquios. Los gatos afectados suelen presentar disnea recidivante, posibles episodios de síncope respiratorio, tos y silibancias. En casos graves se puede presentar cianosis. En un análisis de sangre los glóbulos blancos suelen estar elevados, especialmente los neutrófilos y los eosinófilos. El tratamiento de los procesos crónicos se establece con corticoesteroides, y ácidos grasos omega 3. En fase experimental se encuentra un novedoso tratamiento con ciclosporina.

-La infección del tracto urinario (ITU) recidivante es una de las patologías urológicas más frecuentes. El problema puede ser debido a reinfección o persistencia y resistencia a la infección. Las causas son la elección o dosificación inadecuada de antimicrobianos, la persistencia de causas predisponentes (cálculos, tumores), infección inaccesible al antimicrobiano (pielonefritis) o resistencia al antibiótico.

-Los animales obesos tienen una menor esperanza de vida. Un estudio que compara los efectos a largo plazo de la alimentación ad libitum (y la obesidad consiguiente) ha demostrado que una disminución en el consumo de alimento puede llevar a una diferencia sustancial en la esperanza de vida.
 Los gatos con sobrepeso desarrollarán alteraciones osteoarticulares irreversibles. Además, un gato con este tipo de problemas será menos activo, lo que favorecerá la ganancia de peso. De esta forma el animal entra en un círculo vicioso del que es difícil salir.
 Además existe una conexión probada entre diabetes y obesidad, ya que se favorecerá la resistencia a la insulina.
 Esta también probado que la obesidad provoca infertilidad, distocias, menor inmunidad, desequilibrios hormonales, tumores de mama, problemas de piel, aumento del riesgo en la anestesia y problemas urinarios como urolitiasis e incontinencia.

 José Enrique Zaldívar.

 Artículo publicado en El Mundo del Gato

-ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR GARRAPATAS




ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR GARRAPATAS

ERLIQUIOSIS

Se trata de una enfermedad infecciosa causada por varias especies de Ehrlichia, aunque podemos decir que en España la que encontramos con más frecuencia es la canis. Aunque el curso de la enfermedad puede ser variable, el cuadro se caracteriza, de manera típica, por una reducción aguda de los elementos celulares sanguíneos, en especial de las plaquetas (trombocitopenia). Su agente causal, la erliquia, ha sido trasladada recientemente de la familia  Rickettsiaceae hacía la familia Anaplasmataceae.
 La distribución de la enfermedad está relacionada con la distribución de las garrapatas que la contagían. La que se encuentra con más frecuencia es la garrapata marrón del perro, Rhipicephalus sanguineus, aunque es muy posible que otras especies de garrapata (Dermacentor variabilis) sean las culpables de la transmisión de la enfermedad, como ya se ha demostrado en España.
 Debido a que está enfermedad se puede presentar de forma aguda, crónica o subclínica, se dan casos en que es diagnosticada en zonas en las que no es excesivamente frecuente, debido a que el perro enfermo llegó allí ya infectado. Curiosamente hay perros que presentan síntomas años después de que la garrapata le infectó.
 En la forma aguda se produce diseminación de la infección desde el sitio de la mordedura hacía el bazo, hígado y ganglios linfáticos. La forma grave de la enfermedad parace presentarse con más frecuencia en el Doberman y en el Pastor alsaciano.
 Otra curiosidad que empeora el pronóstico es la presencia en el mismo perro de otras enfermedades además de la erliquiosis, como son la babesiosis, la hepatozoonosis, o la bartonellosis. Podemos decir por tanto que en algunos casos, se produce la transmisión simultánea de microorganismos desde la garrapata vectora, mientras que en otros casos, la coinfección refleja la exposición frecuente a garrapatas e infecciones crónicas múltiples adquiridas de manera independiente.
 Los signos clínicos durante la fase aguda de la enfermedad variarán desde depresión, anorexia, y fiebre a pérdida de peso, secreciones oculares y nasales, disnea, inflamación de ganglios linfáticos, y edema de las extremidades y escroto. Curiosamente, los signos clínicos de la fase aguda son transitorios y generalmente se resuelven en 1 o 2 semanas sin tratamiento. En estos casos, los perros pasan de la fase aguda al estado subclínco. Normalmente veremos un descenso de plaquetas (trombocitopenia) y de glóbulos blancos (leucopenia) 10 a 20 días después de la infección. 
 Se pueden presentar inflamaciones o hemorragias en el ojo o las meninges, lo que va a provocar signos oculares y del sistema nervioso central (SNC), respectivamente, que incluyen hiperestesia, alteraciones musculares, y déficit neurológico. Podemos decir que los hallazgos clínicos en la erloquiosis son idénticos a los de otra enfermedad trasmitida por garrapatas, conocida con el nombre de Fiebre Exantemática de las Montañas Rocosas (FEMR), es decir: fiebre, anorexia, depresión, secreción ocular mucopurulenta, hipermia de la esclerótica, taquipnea, tos, vómitos, diarreas, dolor muscular, poliartritis, ataxia, signos vestibulares, estupor, convulsiones y coma. 
 En la forma crónica los síntomas los podemos clasificar como moderados o asintómaticos en algunos perros a graves en otros. Una combinación de tendencia a la hemorragia, palidez debido a la anemia, pérdida intensa de peso, debilidad, dolor a la exploración abdominal, inflamación ocular, hemorragias en la retina, y signos neurológicos compatibles con meningoencefalitis. Son numerosas las manifestaciones hemorragicas que puede presentar un perro con esta enfermedad. La hemorragia nasal (epistaxis), anteriormente considerada como la marca distintiva de la enfermedad, se notifica rara vez en los casos descritos más recientemente en las publicaciones veterinarias.
 Además de las alteraciones hematológicas que serían compatibles con E. canis (anemia, trombocitopenia, neutropenia, linfocitosis, monocitosis y eosinofilia), podemos ver cojeras que afectan a una o varias extremidades, rigidez muscular, renuncia del perro a levantarse, espalda arqueada e hinchazón y dolor articular.
 Ultimamente parece demostrarse que los perros que desarrollan la enfermedad de forma crónica con presencia continua de erliquias en la sangre circulante podrían estar inmunodeprimidos.
 Un dato importante a tener en cuenta cuando hacemos análisis de sangre en los perros, es que esta enfermedad no siempre provoca un descenso de plaquetas por debajo de los rangos normales, sino que son muchas las ocasiones en que los recuentos de estas células se encuentran justo en los límites de lo clinicamente aceptable, es decir, en la zona baja del intervalo de referencia del laboratorio. Podremos ver incluso perros con recuentos de plaquetas normales e incluso elevados que presentan hemorragias, ya que en algunos casos las erliquias provocan una función defectuosa de estas células, y por tanto, a pesar de encontrarse en número suficiente son incapaces de llevar a cabo su principal función que es la de la coagulación.
 Si se presenta anemia, está será de gravedad variable entre los perros afectados, e incluso se han demostrado casos de desarrollo de anemias hemolíticas (destrucción de hematies) agudas en el transcurso de la enfermedad. Normalmente en los casos agudos nos encontraremos con anemias regenerativas y en los crónicos con anemias no regenerativas.
 Las proteínas estarán aumentadas por encima de los valores esperados en, aproximadamente, un 50-75% de los perros seropositivos a E. canis. Veremos aumentos de las globulinas (beta, gamma o ambas). Observaremos también una disminución de la albúmina que se asocia en algunos casos a afectación del riñón (nefropatía por daño del glomérulo renal) que suele ser reversible.
 Los análisis de médula ósea (punción) nos indicarán una inhibición de ésta en la fabricación de células hemáticas. Cuanto menor sea la respuesta de la médula ósea peor será el pronóstico de la enfermedad.
 El diagnóstico se hará por detección de anticuerpos frente a E. canis (IFI, ELISA) o por amplificación del ADN de E. canis (PCR).
 La infección por E. canis no confiere inmunidad protectora; por tanto, la exposición posterior a garrapatas infectadas después del tratamiento provocará recidiva de la enfermedad, generalmente de menor gravedad. Después del tratamiento con antibióticos, algunos perros pasan a ser asintomáticos, pero mantienen títulos elevados de anticuerpos frente a la E. canis durante mucho tiempo. Puede darse el caso, aunque raro, que un perro curado mantenga alguna alteración hematológica como la trombocitopenia, durante años.
 ¿Cómo podemos saber entonces que el perro se ha curado? : pues serán los valores de las globulinas las que nos lo indiquen. Desde el punto de vista clínico, se asume que en los perros en que han eliminado la infección los valores de la gamma y betaglobulinas se irán normalizando progresivamente. Otra manera de certificar que la infección se ha superado será la imposibilidad de amplificar el ADN de la E.canis en sangre. Es por esto, que la PCR se está convirtiendo en una importante herramienta clínica de diagnóstico para diferenciar la especie infecciosa y para determinar si el tratamiento ha eliminado de manera eficaz la infección.
 Para tratar la enfermedad se recomienda el uso de tetraciclina o doxicilina durante tres semanas. En muchas ocasiones será necesaria la rehidratación por vía intravenosa e incluso las transfusiones de sangre o de plasma. Los corticoesteroides pueden estar indicados en caso de presentarse una trombocitopenia severa, así como los anabolizantes (oximetolomena o decanoato de nandrolona)
 De forma experimental se ha provado la enrofloxacina que suprime la infección y puede producir mejoría clínica y hematológica, pero no elimina la infección. Otro medicamento, el dipropionato de imidocarb que se ha usado con gran frecuencia en los últimos años, ha demostrado su fracaso en algunos casos, aunque debería ser utilizado si los antibióticos indicados no son capaces de controlar la enfermedad.
 Aunque la enfermedad puede afectar a la especie humana, no hay transmisión directa de perro a humano, sino que sería el mismo vector, es decir la garrapata, la que provocaría la enfermedad en el hombre.

BABEIOSIS O PIROPLASMIA

Existen numerosas especies de babesia que se trasmiten por garrapatas. En España se ha aislado la babesia canis y la Theileria annae (piroplasma canino español). Estos microorganismos penetrán en los glóbulos rojos, se reproducen, y provocan su destrucción (anemia hemolítica intravascular). La gravedad de la enfermedad depende de la especie, de la cepa de la babesia, y del estado inmunitario del hospedador. La enfermedad se puede trasmitir también por transferencia/ transfusión de sangre o por vía transplacentaria.
 Si la enfermedad aparece de forma aguda e incluso hiperaguda, se presentará una importante anemia acompañada de fiebre alta. El perro presentará mucosas pálidas, taquicardia, taquipnea (aumento del ritmo respiratorio), depresión, anorexia y debilidad. Algunos animales presentarán ictericia (color amarillento de piel y mucosas), petequias (puntos hemorrágicos en algunas zonas del cuerpo), aumento del tamaño del bazo e hígado (hepatoesplecnomegalía), y enfermedad renal.
 Ante un caso clínico de babesiosis activa, debemos hacer un diagnóstico lo más rápido posible dada la gravedad de los signos clínicos. 
 Al igual que en la enfermedad descrita en primer lugar, la erliquiasis, la babesiosis también se puede dar de forma subclínica o bien en forma crónica. En este último caso, el perro manifestará anorexia y adelgazamiento. Podemos decir por tanto que el periodo de incubación es de 2 semanas, pero algunos casos no son diagnosticados durante meses u años.
 Existen también casos atípicos en los que los perros desarrollan ascitis (presencia de líquido en cavidad abdominal), vómitos y diarreas, alteración del sistema nervioso central (SNC) con debilidad, desorientación y colapso, edema e indicios clínicos de enfermedad cardiopulmonar.
 En perros infectados por babesiosis es frecuente encontrar anemia regenerativa, elevación de bilirrubina en sangre (hiperbilirrubinemia), presencia de bilirrubina en orina (bilirrubinuria) que la teñirá de un amarillo intenso, hemoglobinuría (presencia de pigmento hemático, es decir hemoglobina en orina), trombocitopenia (descenso de plaquetas), elevación de urea y creatinina en sangre (marcadores de la función renal) y algunas anomalías en el sedimento de la orina, como es la presencia de cilindros renales.
 En algunas ocasiones el único signo de la enfermadad a nivel de laboratorio es la elevación en sangre de las globulinas especialmente en los casos de enfermedad crónica.
 Existen pruebas serológicas para hacer el diagnóstico de la enfermedad, aunque aparecen falsos negativos en casos de enfermedad hiperaguda o con inmunosupresión coexistente.
 Dado que se dan casos de perros seropositivos pero sin síntomas, a veces será necesaria la identificación de la babesia en el interior de los glóbulos rojos, o utilizar la técnica de amplificación del ADN, es decir la PCR, aunque no siempre los resultados positivos se correlacionan con la enfermedad clínica.
 Los tratamientos de elección son el isetianato de fenamidina, dimidamicina aceturato y el dipropionato de imidocarb. Esta medicación no está exenta de efectos adversos como salivación, lagrimeo, diarrea, disnea, y depresión. Otros fármacos que podemos utilizar son el metronidazol, la clindamicina, y la doxiciclina para reducir la enfermedad clínica, pero sin erradicar la infección. 
 En la actualidad y por lo que se desprende de los últimos estudios realizados, el uso de azitromicina y atavaquona sería el tratamiento de elección y el único que podría eliminar la infección por babesia.
 En muchas ocasiones será necesaria la aplicación de sueros por vía intravenosa e incluso la transfusión de sangre.
 La mayoría de los pacientes responden dentro de 1-2 semanas de tratamiento, pero debemos tener en cuenta la presencia de otro tipo de infecciones (erliquia, leishmania) en aquellos perros que no lo hagan.

 Cómo habréis podido deducir tras la lectura del artículo, las dos enfermedades descritas son sumamente graves, y en algunas ocasiones, a pesar de las atenciones y de los tratamientos, acaban con la vida de los perros. Dado que ha llegado la época en que las garrapatas han hecho su aparición, no olvidéis proteger a vuestros compañeros contra ellas. evitando así que puedan inocularles alguno de los microorganismos descritos.

 José Enrique Zaldívar Laguía

 Artículo publicado en la revista El Mundo del Perro

PARÁSITOS EXTERNOS: PULGAS Y GARRAPATAS (NUEVA REVISIÓN)




PARÁSITOS EXTERNOS: PULGAS Y GARRAPATAS.

Después de un invierno extremo en que la climatología ha recuperado su "status", será interesante observar como se comportan las pulgas y las garrapatas, parásitos externos de nuestros perros, que hacen su aparición cuando el "calorcito" empieza a aparecer, y cuyo desarrollo depende en gran medida de las condiciones ambientales.

 PULGAS

 Podemos decir que las infestaciones por pulgas de los perros, y del ambiente en que viven son procesos frecuentes. Es sumamente importante saber que las pulgas son responsables de la producción y transmisión de varias enfermedades en el ser humano y sus mascotas. La pulga que ocasiona más problemas es Ctenocephalides felis, la pulga común en el gato. El 92% de las pulgas encontradas en el perro, son de la especie felis.
 La pulga pasa por cuatro estadios en su desarrollo. Es frecuente que nos preguntéis la razón de que, a pesar de utilizar pipetas y collares en vuestros perros, algunos estén, por desgracia, parasitados. La verdad es que no es lo mismo prevenir que curar. Quiero decir que no es lo mismo instaurar un tratamiento para evitar que las pulgas parasiten a vuestro perro, que acabar con ellas cuando se han instalado sobre él, y en el hogar. No es lo mismo evitar que las pulgas se suban a vuestros perros, que hacerlas, por así decirlo, bajar.
 Esto es fácil de entender si os digo que, en cualquier momento, un 57% de las pulgas son huevos, un 34% son larvas, un 8% son pupas y sólo alrededor del 1% son adultas. En función de la temperatura y de la humedad, su ciclo de huevo a adulto puede verse completado en 12 días o tardar 174 días. De ahí el planteamiento que hacía en la introducción. Podemos decir que las condiciones ambientales ideales para que la pulga desarrolle su ciclo en el menor tiempo posible son, 70% de humedad relativa y 35º C de temperatura.
 La pulga deposita sus huevos (0.5 mm) sobre el perro, desde donde caen al suelo, y entre 1 y 10 días después eclosionan, provocando la salida de las larvas (2 mm). Como tienen fototactismo negativo (huyen de la luz), se desplazaran a los lugares más oscuros del hogar (debajo de los muebles o electrodomésticos, y entre las fibras de la moqueta, o alfombras). En el exterior se localizarán en las zonas de umbría, y debajo de los arbustos, árboles y hojas. Las temperaturas superiores a 35 ºC y por debajo de los 3ºC durante más de 40 horas al mes también tienen efectos negativos para su supervivencia. Las larvas se transforman posteriormente en pupas, estado en el que permanecen de 5 a 9 días. En este estadio y en el posterior, el de pulga emergente, se encuentra protegida por un capullo, que es sumamente resistente a los insecticidas. Una vez que la pulga emerge, se convierte en un parásito que se alimentará de la sangre del perro en pocos segundos. Es capaz de taladrar la piel del hospedador y succionar su sangre. Ingieren unos 14 micro litros de sangre al día. La falta de este alimento (sangre) provocará su muerte en 2 días. Podemos decir que en cuanto la pulga adulta comienza a alimentarse de sangre, comienza también su capacidad reproductiva. Los acoplamientos entre machos y hembras se producen tras las 8-24 primeras horas. La puesta de huevos se puede prolongar durante 100 días. Una hembra puede poner 2000 huevos a lo largo de su vida.
 Uno de los graves problemas que la pulga puede provocar en vuestros perros, es lo que se conoce como dermatitis alérgica por picadura de pulgas (DAPP). Se trata sin lugar a dudas de la afección dermatológica veterinaria más frecuente en el mundo. Los últimos avances en la investigación de esta enfermedad, parecen indicar que la exposición intermitente favorece la aparición de DAAP, mientras que la exposición continuada tiende menos a causar hipersensibilidad. Comienza con la picadura de la pulga. La saliva de ésta, contiene determinadas sustancias que darán lugar a que vuestro perro se rasque, lama, y muerda su piel como repuesta al intenso picor que va a sentir. Un 61% de los perros alérgicos a las pulgas desarrollan signos clínicos entre el año y los 3 años de edad. Conforme el animal crece, con una exposición continuada a la pulga, la hipersensibilidad puede disminuir. La DAPP es rara en animales menores de 6 meses. Los pacientes suelen presentar pápulas, costras, coloraciones rosáceas en el pelo por el lamido constante, excoriaciones, y eritema en la región lumbosacra, cara interna de los muslos, parte próximal del rabo, abdomen ventral, y alrededor del ombligo. Las zonas de rascado crónico se quedan sin pelo, y aparecen liquenificadas e hiperpigmentadas. Serán frecuentes las infecciones secundarias por bacterias (Estafilococos) y levaduras (Malassezias).
 A veces, aunque parezca que  no debería ser así, el diagnóstico de la DAPP no es fácil. La razón es sencilla: los animales sensibles requieren mínimas exposiciones y tienden a hiperacicalarse, lo que dificulta la identificación del parásito. Nos basaremos en la edad de aparición del picor, la distribución del mismo, y de los signos clínicos, y la observación de las pulgas y sus heces o de ambas. Os aseguro que encontrar una pulga en un perro, se torna, a veces, tan complicado como encontrar una aguja en un pajar. Con frecuencia resulta más sencillo encontrar unos puntos negros diminutos sobre el pelo y la piel. Se trata de las heces que la pulga deposita mientras se está alimentando de sangre.
 Una vez establecido el diagnóstico es cuando nos tenemos que plantear como acabar con ellas, cosa que, en muchas ocasiones no resulta sencillo. Ya he dicho antes que una pulga puede poner 2000 huevos a lo largo de su vida, y por tanto es lógico pensar que la tarea de acabar con ellas será mucho más complicada cuanto más tiempo lleven en vuestra casa. No se trata sólo de matar a los parásitos adultos, sino que hay que acabar también con todos los estadios anteriores, es decir, el huevo, la larva y la pupa, y lo que es muy importante, evitar las reinfestaciones.
 Debéis saber que la DAPP no tiene cura, y que la hiposensibilización no ofrece resultados satisfactorios, y que el 80% de los perros atópicos también son alérgicos a la picadura de la pulga. Además, en áreas de infestación moderada o pronunciada, las personas pueden ser picadas con cierta regularidad en las muñecas y los tobillos.
 Los laboratorios que se dedican a la investigación veterinaria, han sido capaces de crear potentes armas químicas para el combate, pero por desgracia, a veces, nos parecen insuficientes. No existe un único producto "milagroso" frente a las pulgas que pueda utilizarse tanto para los animales como para el medio. 
 No debemos olvidar que también debemos aliviar ese picor tan intenso que esta sintiendo vuestro perro. Para alcanzar este fin suelen ser suficientes dosis moderadas de corticosteroides orales de acción corta, durante 5-10 días. Se hace necesario además, tratar las infecciones secundarias que se habrán producido en la mayoría de los casos con antibióticos e incluso antifúngicos.
 Las moquetas, camas, sofás, y zonas de descanso del perro deben asegurarse, y si es posible lavarse. Si vive en el exterior (jardín), debe limpiarse la vegetación muerta.
 Las piretrinas, los piretroides, la rotenona, y los carbamatos, son algunos de los productos que se utilizan con frecuencia en la lucha contra las pulgas.
 El Nitenpiram, se comercializa como medicación oral capaz de eliminar las pulgas adultas a las 6 horas de su administración, pero tiene el inconveniente de ser incapaz de eliminar las nuevas pulgas a las 24 horas de su administración, por lo que se requerirán nuevas administraciones.
 La Imidacloprida es un adulticida tópico, capaz de eliminar las pulgas en 24 horas, antes de que sean capaces de iniciar la puesta de huevos. Se utiliza como tratamiento puntual una vez al mes y es bastante seguro; sin embargo puede eliminarse cuando se baña al animal, por lo que su eficacia disminuirá.
 El Fipronil y el Piriprol son otro adulticidas tópicos que se comercializan en forma de pipetas y de pulverizador. En 24 horas eliminan las pulgas adultas al 100%. Una vez utilizados, se afirma que eliminan las pulgas durante 3 meses, y que después de 48 horas de su aplicación el animal puede bañarse cuantas veces sea necesario. Existe un producto que incorpora junto al Fipronil, otra molécula efectiva contra huevos y larvas, el metopreno.
 La Selamectina es una avermectina que se aplica una vez al mes. Una única aplicación elimina más del 98% de las pulgas en 24-36 horas. Los efectos de eliminación de las pulgas duran 1 mes, incluso con baños. Este producto tiene también efectos ovicidas y larvicidas.
 El Poliborato sódico es un polvo utilizado en el medio interior para interrumpir el ciclo biológico de la pulga, ya que impide el paso de larva a pupa. Es bastante seguro para los mamíferos, pero presenta el inconveniente de que su acción puede tardar entre 3 y 6 semanas.
 Los reguladores del desarrollo de insectos (metopreno, fenoxicarb, piriproxifeno) son análogos de la hormona juvenil que producen las larvas de pulga para su pupación. Cuando los huevos y las larvas se exponen a esta hormona, el huevo no eclosionará y las larvas no se harán pupas. Podemos decir que estás moléculas se encuentran en muchos de los productos que los veterinarios utilizamos para prevenir y para tratar las infestaciones por pulgas.
 Los inhibidores del desarrollo de los insectos (lufenurón) evitan la eclosión de las larvas de pulga del huevo. Este producto se administra por vía oral una vez al mes. Se libera lentamente en los tejidos, permitiendo mantener niveles del fármaco eficaces en sangre durante semanas después del tratamiento. Estos productos no eliminan las pulgas adultas.
 Existen muchas otras formulaciones para combatir las infestaciones por estos insectos, aunque algunas han quedado, como los champús, en desuso, debido al escaso efecto residual.
 Los pulverizadores son escasamente útiles para utilizarlos como tratamiento sobre el perro, ya que la mayoría contienen piretrinas y, a no ser que el producto químico esté microencapsulado, la duración de su acción es de menos de 1 día. Hay comercializados polvos, espumas, soluciones concentradas, y collares que presentan diversos productos químicos.
 En el interior de las casas, el mejor método de administrar los productos es la pulverización manual por un profesional o por el dueño. Esto permite que el producto sea aplicado directamente en las áreas más frecuentadas por los animales. Es muy importante que cuando sean aplicados, los muebles sean movidos para asegurarse de alcanzar las áreas de migración larvaria. Los aerosoles para uso ambiental o formadores de niebla, suponen un recurso más económico que tener que contratar un servicio profesional. Existen productos elaborados a base de sustancias inertes, como el ácido bórico, tierra de diatomeas, y sílice aerogel que si son usadas adecuadamente, son sumamente efectivas.
 En el exterior las pulveraciones son muy útiles y su aplicación debe concentrarse en las zonas frecuentadas por los animales, especialmente aquellas en umbría, que tienen temperatura moderada y contienen materia orgánica. El producto con nematodos (Steinerma carpocapsae) es muy seguro y libre de agentes químicos.
 Cómo comenté anteriormente, las pulgas son transmisores de algunas enfermedades tanto en el hombre como en el perro. En éste, es frecuente encontrarnos un parásito de nombre de Dipilidium caninum, y con menos frecuencia otro que se conoce con el nombre de Dipetalonema reconditum que es un pariente cercano de Dirofilaria immitis y Dirofilaria repens. De este último no debemos preocuparnos ya que no es patógeno, pero si debemos hacerlo del Dipilidium, que será combatido con los productos adecuados.

 GARRAPATAS

 Casi todos vosotros sabéis lo que es una garrapata, y estoy seguro de las que habréis visto. Podemos decir que el interés por ellas y las enfermedades que transmiten ha experimentado un auge en los últimos años. 
 Sabemos , gracias a diversos estudios, que en España el comportamiento de las garrapatas no es uniforme. Quiero decir que su presencia en nuestro territorio es diferente en el tiempo, en función de la zona geográfica en la que se encuentre vuestro perro. Mientras que en las zonas mediterráneas y del interior se mantiene el "clásico" ciclo de actividad primaveral y estival, existe una amplia franja que abarca toda la cornisa Cantábrica, Galicia, Navarra y parte del norte de Castilla, en la que se aprecia una marcada actividad invernal. Ello es debido a que las especies que intervienen en el parasitismo al perro son distintas.
 Ahora sabemos que mientras Rhipicephalus sanguineus (RS), la garrapata común del perro, suele tener una actividad predominantemente estival, Dermacentor reticulatus (DR) es activa algunos meses antes y prefiere zonas húmedas para su desarrollo y supervivencia. En estas zonas húmedas, aparece en verano la (RS) que se ha adaptado perfectamente a la supervivencia en el interior de las construcciones del hombre, y que está colonizando amplios territorios del norte peninsular.
 Por otro lado se ha encontrado una tercera especie de garrapata de inmensa importancia en los parasitismos del perro llamada Rhipicephalus turinacus (RT). Esta garrapata se asocia con rumiantes pero tiene una elevada tendencia a parasitar a los carnívoros domésticos y silvestres. Se ha encontrado en muchos perros que viven en zonas rurales o que pasan mucho tiempo fuera de zonas urbanas o en el campo.
 El cambio de las costumbres sociales con la construcción de viviendas en las zonas periurbanas, o el mayor tiempo que dedicamos a las actividades en contacto con la naturaleza, hacen que, como ocurrió en su momento con la leishmaniosis, nuestros perros deban ser protegidos más temprano contra este peligroso parásito. Por lo tanto podemos decir que la protección contra las garrapatas debe ser puesta en marcha bastante antes de que llegue el verano, especialmente en aquellos lugares en que las condiciones climáticas se tornan favorables para la supervivencia de otras especies de garrapata como hemos explicado antes.
 Es muy importante que sepáis la mayor importancia que cobran cada día enfermedades como la babesiosis, la ehrlichiosis, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, la hepatozoonosis. o la borreliosis de Lyme, de las que hablaremos en un próximo artículo. En la actualidad se cuenta con una vacuna para prevenir la la enfermedad de Lyme.
 Las garrapatas pasan por cuatro estadios evolutivos: huevo, larva, ninfa y adulto. Las hembras pueden depositar millares de huevos.
 La RC o garrapata marrón del perro sobrevive en ambientes internos debido a sus bajos requerimientos de humedad y puede completar su ciclo vital en un sólo huésped. Además de en el perro, la podremos encontrar en gatos, conejos, caballos y seres humanos. Su ciclo vital requiere tres huéspedes diferentes (pero tal vez el mismo animal).
 La DR tiene como huésped principal al perro, pero puede atacar al ser humano, animales domésticos y grandes mamíferos con pelaje. El huésped principal de la garrapata inmadura es el ratón de campo, pero puede infestar a otros roedores pequeños.
 Las garrapatas causan irritación a través de sus mordeduras, y pueden dar lugar a reacciones de hipersensibilidad. Algunas son capaces de producir parálisis debida a una neurotoxina proteica producida por las glándulas salivares de la garrapata. Cuanto más cerca de la columna o del cuello se adhieran, más posibilidades hay de que produzcan dicha parálisis.
 Los casos de parálisis serán recuperables siempre y cuando se extraiga la totalidad del arácnido. La acción local puede deteriorar la hemostasis y causar inmunosupresión. Las infestaciones masivas provocarán anemia hemorrágica
 Si la infestación es pequeña, su extracción manual es sencilla. Se puede remojar al parásito en alcohol, sostener las partes de la cabeza en la superficie de la piel con suavidad utilizando una pinza y aplicar una tracción firme. Una vez extraidas, será conveniente lavar la zona con agua y jabón para prevenir la inflamación local o infección secundaria. Las garrapatas extraídas se tienen que remojar en alcohol o en una solución insecticida hasta su muerte. El alcohol puede ser sustituido por un insecticida en spray si es que lo tenéis a mano. Olvidaros de la gasolina, cuyo uso por desgracia, es demasiado frecuente. Y un consejo: mirad bien antes, ya que alguna vez las garrapatas de han confundido con verrugas e incluso con pezones.
 Los perros con infestaciones importantes o recurrentes se pueden tratar con fipronil o permetrina aplicada en aerosol, en baños, o en forma tópica. El tratamiento tendrá sólo eficacia máxima si se repite con frecuencia. Los collares de amitraz o de deltametrina también son útiles para promover que las garrapatas se desprendan o para prevenir su adherencia. La selemactina, aplicada una vez al mes, también de ha mostrado eficaz.
 Ante una gran infestación en el hogar o en jardines, se hará necesario en la mayoría de los casos la contratación de servicios profesionales.

 Lo más recomendable es que a partir del mes de marzo, hagáis una visita a vuestro veterinario, para que decida que producto o productos son los más adecuados, que deberéis utilizar hasta por lo menos el mes de noviembre. Atención especial a los perros que habiten en zonas con mar, que deberán ser protegidos contra las pulgas durante todo el año, y a aquellos que lo hagan en las zonas mencionadas en el apartado de las garrapatas, que deberán ser protegidos contra ellas, mucho antes de que lleguen los meses de verano.

 José Enrique Zaldívar Laguía
 Artículo publicado en El Mundo del Perro

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO EN EL GATO (II)




TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO EN EL GATO (2) (AGRESIVIDAD)

En el número anterior de la revista, se publicó un primer artículo sobre determinados comportamientos indeseables del gato. En el de este mes, presentamos una segunda entrega que esperamos que merezca vuestro interés. Nos centraremos en los problemas de agresividad que son el segundo problema más frecuente en la conducta de estos animales.
 Las interacciones agresivas pueden ser sutiles, con miradas fijas o posturas del cuerpo, o pueden consistir en encuentros activos que implican bufidos, gruñidos, persecuciones, arañazos y mordiscos.
 No es raro que en la clínica diaria nos hagáis preguntas sobre determinadas conductas agresivas que en ocasiones habéis observado en vuestro gato.
 En el perro existen determinadas manifestaciones de este tipo que tienen como origen una causa orgánica, es decir una enfermedad. En el gato este tipo de agresividad es bastante rara, pero se dan, y por tanto también hablaremos de ella. En segundo lugar, el gato no presenta agresividad competitiva o por dominancia, por lo menos hacia las personas, como es frecuente encontrar en los perros, aunque ciertas actitudes parecen contradecir tal afirmación.


 AGRESIVIDAD HACIA LAS PERSONAS:

-Agresividad causada por falta de socialización:

El periodo de socialización más importante en el gato, se sitúa entre las 2 y 12 semanas de edad, que es cuando se aprenden numerosas interacciones adecuadas con otros gatos y personas.
 El momento más importante para exponer al gato a las personas se sitúa entre las 2 y las 7 semanas de edad.
 Los gatos que han perdido aspectos de lo que son las relaciones sociales corren el peligro de manifestar respuestas sociales anormales.
 Las acciones agresivas aumentan rápidamente cuando estos gatos son reprimidos, encerrados o corregidos. Una nutrición intrauterina inadecuada o durante el periodo neonatal puede influir en el futuro compartimiento del gato.

-Conducta de juego versus agresividad ofensiva o defensiva, y agresividad predadora:

Los gatitos que han sido criados a biberón y no han sido corregidos por su madre u otros hermanos de la camada por el juego violento pueden no limitar los arañazos y los mordiscos durante el juego.

 Algunas conductas que manifiestan vuestros gatos y que interpretáis como agresivas son en realidad conductas de juego.
 La conducta de juego se caracteriza por incluir determinadas secuencias motoras. Me refiero al hecho de que en el juego aparecen con mucha frecuencia movimientos característicos de la conducta depredadora. En ocasiones la conducta de juego acaba con un ataque dirigido normalmente a las manos o a los tobillos, especialmente si están en movimiento; en ocasiones, el ataque -que incluye arañazos y mordeduras- es lo suficientemente intenso como para causar lesiones, particularmente en personas mayores. Entiendo que os gusta jugar con vuestras manos, provocando las “graciosas” reacciones de vuestros gatos, pero esta actitud, a la larga, puede desencadenar “ataques”. En su momento os hizo gracia que el gato se escondiera tras un mueble y se lanzara sobre vosotros cuando os veía pasear. Sus dientes eran de leche y sus uñas poco consistentes. Cuando el juego se torna en problema el gato muerde de manera desinhibida y causa lesiones. Creo por tanto que ese tipo de juegos deberán ser realizados con alguno de los numerosos juguetes que tales fines existen en el mercado. A diferencia de cualquier conducta propiamente agresiva, los ataques que forman parte del juego no van acompañados de piloerección, ni de posturas características de ataque o defensa. Además, la secuencia motora que precede al ataque es la propia de la depredación.
 Este problema no es susceptible de ser corregido mediante castración. En muchas ocasiones el que seáis capaces de interpretar correctamente este tipo de conducta, suele ser suficiente para inhibirla. Es importante parar cualquier tipo de juego con vuestro gato en el momento en que se produzca cualquier mordisco o arañazo. Aún así, el uso de de fármacos anticolinérgicos puede contribuir a aliviar el problema.
 Existe lo que denominados agresividad predadora y que hasta cierto punto puede ser confundida con la de juego. Las posturas típicas son la cabeza baja, el cuerpo tenso, silencio, movimientos lentos o ausencia de ellos, y cola crispada. Este tipo de agresividad puede ir dirigida hacia ratones, y especialmente hacía diversos insectos que pueden estar presentes en las casas. El problema es que en determinadas circunstancias podrá dirigirse hacia niños o adultos (pies, manos) como un fenómeno fuera de contexto. En este tipo de agresión, la acción es definitiva y el daño se concreta.

-Agresividad redirigida:

 Es un problema relativamente frecuente en los gatos. Esta forma de agresividad aparece cuando el estímulo responsable de la conducta no es accesible al animal, de forma que éste dirige su agresión hacia un objeto alternativo, en concreto una persona. Suele coincidir con situaciones en el que el gato presenta una gran excitación
 La interpretación que dais a este fenómeno, es la de ataques súbitos e impredecibles por parte del animal que muestra una conducta normal en cualquier otro momento. En consecuencia, la agresividad redirigida puede ser confundida con un problema de agresividad por causa orgánica, que suele ser también poco predecible.
 Para su diagnóstico es necesario la identificación de la causa que la provoca, y debe descartarse antes, que alguna enfermedad que causa malestar o dolor en el gato, sea el origen.
 En la mayoría de los casos lo que desencadena estas expresiones de agresividad incomprensible son los sonidos de alta frecuencia, y en el caso de los machos, la presencia de otro gato, que no tiene que estar necesariamente cercano. La presencia de personas desconocidas o simplemente el traslado a un ambiente nuevo pueden dar lugar a agresividad redirigida hacia personas.
 Si sois capaces de identificar que es lo que desencadena la agresión, y os mantenéis alejados del gato en esas situaciones problemáticas, será suficiente. Por desgracia, esto no es siempre posible. Se dan casos en que el sonido del teléfono o del timbre, o de una sirena en la calle, son los culpables de esas respuestas. Prever cuando se van a presentar las situaciones anteriormente citadas es, en la mayoría de las ocasiones, imposible. Es importante saber que la disposición agresiva del animal puede mantenerse durante un tiempo considerable después de la desaparición del estímulo responsable.
 En algunos casos, la corrección definitiva del problema es sumamente sencilla. Si el estímulo es la presencia de otro macho (por ejemplo en la calle, o en la casa del vecino), la castración puede ser eficaz. Si llegamos a la conclusión de que la causa es una situación que provoca miedo en el gato, el tratamiento debe ser el que sugerimos a continuación.

-Agresividad por miedo:

El diagnóstico de la agresividad por miedo se convierte en algo relativamente sencillo de identificar, al reconocer la postura característica asociada a la agresividad defensiva. No está de menos recordar que las secuencias motoras que acompañan a los diferentes tipos de agresividad son hasta cierto punto constantes, y por tanto muy útiles para identificar el tipo de agresividad. La agresividad defensiva del gato incluye una secuencia motora caracterizada por piloerección (en la cola y en la espalda), presentación lateral del tronco con la espalda arqueada y cola erguida o en forma de U invertida. Las orejas se presentarán aplastadas contra la parte posterior de la cabeza, mostrarán los dientes, y arrugarán la nariz.
 La agresividad por miedo hacia una persona puede aparecer de forma relativamente súbita y sin que sea posible identificar la causa. 
 Si conseguimos que el gato se habitúe a la presencia de la persona afectada sin que ésta se acerque demasiado a él, tendremos parte del problema resuelto. Alimentar al gato en su presencia es de gran utilidad. Existen tratamientos farmacológicos a base de ansiolíticos, en algunos casos facilitan la solución del problema.

-Agresividad por causa orgánica:

A pesar de que se trata de un situación poco frecuente, la agresividad por causa orgánica puede ser el resultado de un número considerable de enfermedades. Cualquier problema que provoque dolor puede desencadenar esta conducta; entre ellos destacan la impactación de sacos anales, artritis, lesiones orales, y en ocasiones las patologías que asientan en la vías urinarias bajas.
 El hipotiroidismo y el hipertiroidismo pueden causar irritabilidad y conductas agresivas. Es curioso pero se dan casos de gatos con hipotiroidismo, cuyo único síntoma es la presencia de manifestaciones agresivas. Ningún otro síntoma de la enfermedad como es la letargia, las alteraciones de la piel o la obesidad están presentes. Es por ello, que ante un gato con manifestaciones de agresividad, se debe hacer un estudio de funcionalidad tiroidea.
 Otras causas de agresividad pueden ser lesiones cerebrales, como tumores, infartos, encefalopatía isquémica, y encefalopatía hepática. Se han descrito casos de agresividad que remiten con tratamiento anticonvulsivante, lo que podría indicar que la causa es la epilepsia.
 Algunas infecciones víricas pueden causar ocasionalmente conducta agresiva. Entre dichas enfermedades destacan la rabia, el PIF, la leucemia, y especialmente la inmunodeficiencia felina (FIV) por acción del virus sobre determinadas estructuras cerebrales. Es interesante recordar que, el primer gato  en el que se aisló el virus de esta enfermedad, presentaba un cuadro de agresividad indiscriminada. Otro dato interesante es que la mitad de los gatos afectados por encefalopatía espongiforme felina mostraban conductas agresivas.

-Otras formas de agresividad:

De forma muy esporádica, el gato puede mostrar agresividad territorial hacia personas. Dicha agresividad no va acompañada de la secuencia motora típica de la agresividad defensiva y se manifiesta sólo hacia personas desconocidas para el animal.

-Agresividad entre gatos:

Las formas principales de agresividad entre gatos son la agresividad intrasexual, la agresividad por miedo, y la agresividad territorial.
 La intrasexual es dimórfica y aparece más en machos que en hembras. Es más intensa en las épocas de reproducción, siempre que dos machos se encuentran. La castración es el tratamiento de elección y suele ser eficaz en el 90% de los casos.
 La agresividad por miedo aparece a menudo de forma súbita y sin causa conocida entre gatos que habían convivido pacíficamente hasta entonces. Los animales se agreden siempre que se encuentran de forma accidental, y presentan las posturas características de agresividad defensiva. Para solucionar el problema deberemos habituar de nuevo a los gatos sin que mientras tanto puedan lesionarse. Podremos mantener a los animales separados excepto breves períodos de tiempo o sesiones de habituación. Es necesario colocar a los gatos en jaulas o transportínes durante las sesiones, de forma que se vean, pero no puedan atacarse. Esta técnica es también útil si introducimos un nuevo gato en casa, y el que ya estaba no le recibe con mucho entusiasmo. Es importante que en cada sesión de aproximación se intercambien los transportines, de forma que los gatos se expongan al olor del otro. Mientras se les expone se les ofrece su comida favorita. En vez de los transportines podemos utilizar correas para tener a los gatos controlados.
 Cuando no se están exponiendo sistemáticamente, los gatos deben de estar separados y darles sólo los requerimientos básicos sin prestarles más atenciones. Las habitaciones donde se guardan los gatos pueden intercambiarse después de cada exposición para que cada gato capte el olor del otro. El olor también se puede transferir de un gato a otro frotándoles con una toalla alternativamente.
 En ocasiones haremos uso de determinados fármacos para reducir la agresividad de uno y el miedo del otro.
 La agresividad territorial suele aparecer de forma gradual. Uno de los dos animales se comporta como agresor, y busca y persigue activamente al otro. El agresor controla visual y físicamente una o muchas zonas del ambiente, mientras que la víctima suele esconderse y evita activamente los encuentros sociales. La postura del agresor no es compatible con agresividad defensiva. El problema puede presentarse tanto en machos como en hembras. Es muy difícil de corregir y el consejo más razonable en muchas ocasiones es la separación de los dos animales en conflicto, es decir, que uno de ellos cambie de domicilio.

-Agresividad de reafirmación o relacionada con el estatus:

Las jerarquías sociales de los gatos pueden incluir interacciones con los seres humanos. Algunos gatos son dominantes y agresivos y pueden mostrar su agresividad hacia las personas cuando se les acaricia, cepilla o se les coge. Debéis saber que muchos gatos no soportan que se este tipo de actuaciones se prolonguen demasiado tiempo.
 El gato puede bloquear el camino del amo y mostrar conductas en busca de atención, como frotarse, o conductas desafiantes, como erizarse. Las conductas de frote y de golpeteo en este contexto son conductas de marcaje.

  Hasta aquí este repaso a lo que en un momento determinado puede tornarse fatal en la relación con vuestro gato, ya que los problemas de comportamiento hacen peligrar el vínculo entre seres humanos y animales y son causa frecuente de renuncia o de eutanasia de animales sanos.
 

martes, 26 de mayo de 2009

LA VERDAD SOBRE LA CASTRACIÓN

Hace unos días recibí una consulta o más bien se me pedía mi opinión como veterinario sobre unas declaraciones de un etólogo -desconozco si veterinario- en las que criticaba duramente la práctica de la castración en perros y gatos. Más tarde, a través del correo electrónico, otra persona me pedía nuevamente mi opinión al respecto.

Cómo parece ser que el tema preocupa en algunos miembros del sector animalista, me he decidido a explicar lo que pienso al respecto. Creo que tengo un amplio conocimiento de las relaciones afectivas y de convivencia entre los pequeños animales -perros y gatos- y el ser humano, fruto de los casi treinta años que llevo ejerciendo la profesión de clínico, y que por tanto mis opiniones no se basan en pensamientos abstractos, sino en hechos prácticos y demostrados.

Para una mejor compresión de mis explicaciones, pondré en diversos apartados lo que el etólogo comenta en la entrevista, y a continuación expresaré lo que pienso al respecto. En rojo aparecen las manifestaciones del entrevistado y en negro mis contestaciones.

Entrevistamos al etólogo Enrique César Lerena de la Serna, quien nos ofreció un original enfoque acerca de las castraciones. El científico es delegado por Sudamérica de la Sociedad Etológica Internacional, socio honorario de la Fundación de Ecología Científica de Argentina y autor de más de 2500 artículos y ensayos publicados en distintos medios.

¿Qué opinión le merece las castraciones de perros y gatos?

La castración es el medio más draconiano y vejatorio de quitar las capacidades psicofísicas al animal, convirtiéndolo en un ser blando y anodino. Se trata de un método que amputa no sólo los genitales sino también, en nombre de la salud y la higiene, procede a la regulación de los instintos. No es posible defender las castraciones y, simultáneamente, adherir una posición naturalista.
El premio Nóbel Konrad Lorenz decía: ‘que la gente castre a sus mascotas y además excuse el hecho en razones científicas demuestra el grado de perversión y cinismo. No sólo es un cultura depravada, sino científicamente depravada’.
Desconozco si una eminencia en etología como Lorenz dijo lo que el entrevistado nos cuenta, pero podemos decir que deberíamos distinguir claramente entre lo que es un animal doméstico y un animal salvaje. No debemos olvidar que Lorenz trabajó con lobos y pretendió hacer de ellos, en algunas de sus experiencias, un animal doméstico. Él se erigió en jefe de una manada, introduciendo el componente humano en una familia de cánidos salvajes, los lobos. ¿Había perversión o cinismo en su iniciativa? ¿Podríamos interpretar sus conclusiones como válidas teniendo en cuenta que un animal que no pertenece a esa especie, interactuaba con ellos lejos del medio natural en que normalmente se desenvuelven?
En el mundo del perro doméstico no ocurre eso, ya que el ser humano es, desde que se produjo la domesticación, el líder. Se equivoca el señor Lorenz en su afirmación, ya que es en razones científicas en las que se basan las prácticas de la castración. Aquí nadie busca excusas, tan sólo busca el bienestar de los animales que conviven con el hombre, y del que salen beneficiadas todas las especies que entran en el debate, felinos, cánidos, y humanos. Así ha sido y será durante mucho tiempo.
Efectivamente, la castración se realiza entre otras razones por cuestiones de higiene, y si me apuran también de salud, pero esta práctica no transforma a un perro o a un gato en anodinos. Son millones los perros y gatos castrados que demuestran la inconsistencia de dicha afirmación. Las razones de higiene son evidentes: ¿cuántos gatos serían capaces de inhibir sus instintos de territorialidad mediante el marcaje con orina y heces si no estuvieran castrados? ¿Cuántos humanos serían capaces de convivir con ellos permitiendo que orinaran y defecaran en cualquier lugar de su casa? ¿Cuántos serían capaces de soportar el hedor de la orina de un gato macho entero? En esta cuestión, la convivencia es la que manda. El gato, tal y como lo entendemos actualmente es un animal doméstico y el compartir con el nuestra existencia, viene condicionado por la inhibición de sus instintos sexuales. Si un animal no puede reproducirse en libertad, con lo que evidentemente sufrirá, ¿no es más adecuado evitarle ese sufrimiento? Tanto los machos como las hembras de la especie felina que viven en nuestros hogares, dejan de comer y son infelices durante sus largos periodos de celo, llegando algunos a intentar escapar, pensando que encontraran consuelo a sus deseos e instintos.
Conozco muchos perros que pasan largos periodos de tiempo masturbándose y muchos otros que levantan la pata para orinar dentro de su hogar; muchos son los que aúllan o ladran por la noche cuando los efluvios de una hembra en celo próxima les llegan a su olfato; por no hablar de aquellos que derivan la agresividad hacia sus propietarios por su actitud dominante, o que se masturban con sus piernas de forma constante. Me podrá decir el señor etólogo que este tipo de comportamientos pueden ser reconducidos, pero en honor a la verdad, no siempre es posible si no se acompaña de la castración. Quizás prefiera someter a estos animales a largos y muchas veces inútiles tratamientos, a base de medicamentos y terapias conductuales, que quiera o no, también están desarrolladas para inhibir un comportamiento instintivo y por tanto natural. ¿Cambiamos entonces la cirugía por la química y la terapia psicosomática?
¿Por qué es un método tan difundido y proclamado por las sociedades protectoras?
Horrible y paradójico destino el de un perro (o un gato), abandonado primero y, después, ser ‘protegido’ por una de estas asociaciones de cosmetólogos de la urbanidad. Protección, en el lenguaje de las autodenominadas ‘Protectoras’, significa:1) Que le corten los testículos o los ovarios; 2) Vivir siempre en una jaula (a puro arroz y polenta) y, si por feo nadie lo retira del lugar, en poco tiempo: 3) Eutanasia ‘piadosa’. Puede uno preguntarse el porqué de las castraciones si, lo más probable, permanecerán aislados en una celda hasta su muerte, me respondieron: ‘Para evitar que sufran los reclamos amorosos’. ¡Textual! ¡Eso es piedad! Muy de las ligas antisexuales patrocinadas por la reina Victoria quien, casualmente, dirigió la primer institución ‘Protectora’ de Animales.
Las protectoras de animales, como su propio nombre indica, siempre buscan lo mejor para los perros y gatos que recogen. Otra cosa es que lo consigan ante la escasez de medios con los que cuentan. Según el entrevistado sería mejor que estos animales recogidos camparan a sus anchas por las ciudades pasando hambre, frío y calamidades, hasta encontrar la muerte en cualquier esquina. Les deberíamos dejar que copularan a sus anchas, que se transmitieran enfermedades entre ellos, que estuvieran llenos de parásitos, y que incluso los machos se mataran por conseguir los favores de una hembra o viceversa. Señor mío: esto no lo toleraría nadie y menos las autoridades sanitarias. ¿En que mundo vive usted? Por desgracia, cada día es mayor el número de abandonos, y no hay instalaciones suficientes para mantener vivos a tantos animales sin hogar. Y sí, un animal sufre cuando no puede ver satisfechos sus deseos sexuales, no le quepa la menor duda. Ahora bien, quizás usted prefiera que la muerte la encuentre en una carretera en vez de a través de una inyección letal. Si el grado de concienciación en cuanto a la castración fuera el que debería de ser, no nos encontraríamos en la situación que usted describe para las protectoras de animales. Cuando se está trabajando de forma sería para el establecimiento de colonias de gatos controladas, usted nos cuenta que es mejor que los gatos de la calle se reproduzcan a su libre albedrío y que cuando haya demasiados, lleguen los laceros, los capturen, los metan en un camión y les den muerte. Quedarán los que quedarán, porque enfermedades tan devastadoras como las víricas y parasitarias habrán acabado con muchos de ellos. Sin testículos no, pero llenos de notoedres, sí, por poner un ejemplo.
La mayoría de los veterinarios adhieren a esta práctica, ¿Cuál es el motivo?
Algunos por rédito y otros por ignorancia. Los castradores desconocen la función del vomeronasal y que, naturalmente, luego de la cirugía de testículos u ovarios, sigue recibiendo las feromonas, los reclamos sexuales, hasta el fin de los días. Ese órgano –descubierto hace 300 años- al parecer no figura en los apuntes de la facultad que les dio licencia para ser tan cortantes y tan rudos. Los castradores ignoran que los perros sueñan; que ni la oniria ni los instintos se destruyen con el bisturí. Al elegir el eufemismo de "esterilización" para no llamar al dolor por su nombre, parecen desconocer que el idioma los acusa allí donde se esconden: Esterilizar viene del Gr. stéreoo, privar, y ésta, de la palabra stygós, ‘odio, inquina grave’. Muchos veterinarios castradores, incoherentemente, se oponen a la otectomía y a la caudectomía (corte de orejas y de cola) porque ‘no adhieren a la mutilación’
Evidentemente, para usted me encuentro con que, según sus declaraciones soy un ignorante y lo único que busco es aumentar mi cuenta corriente castrando animales domésticos. No desconozco la fisiología de la reproducción, pero si puedo decir que usted en este caso no dice la verdad. Conozco cientos de perros y de gatos que no muestran el mínimo interés por las hembras de su misma especie una vez castrados, y a la inversa. Perros que mostraban una agresividad desmedida hacía otros machos cuando habían olido las feromonas femeninas a las que usted hace referencia, y que una vez castrados se olvidaron por completo de ellas. Perros que hoy conviven y juegan en los parques con los machos a los que anteriormente no podían soportar a un metro de distancia. Conozco cientos de gatos cuya convivencia con otros machos era imposible antes de la castración y que hoy conviven bajo escasos metros cuadrados participando en juegos comunes. Igual para usted sería mucho más humano que se cercenaran las yugulares o se sacaran los ojos entre ellos. Sería una buena manera de controlar la natalidad, y dejar que sólo los más fuertes sobrevivieran. Y añado que soy de los que hace muchos años se niegan al corte de orejas, ya que reconozco que no se persigue más que un cambio de estética en un animal. La castración no tiene nada que ver con estas prácticas.
¿Cuáles son las consecuencias perjudiciales de la castración?
Las patologías somáticas y conductales del castrado llenan un libro y vacían a un ser. Las observaciones de etólogos y científicos como Leyhausen, Berardi, Silver, Nudermann, entre otros, no admiten dudas. Los síntomas abundan: se comprobó alopecia, peladuras endocrinas en relieves epidérmicos, quelonios en el extremo de la cola y muslos, seborreas, descamaciones y opacidad capilar.
En caninos y felinos machos se ha observado hemorragias urinarias. En hembras castradas hubo hematurias con la proximidad de hembras enteras.
Frecuentemente los perros y gatos castrados incurren en el ‘Idiotismo de Bechterev’, conducta incurable, que se caracteriza por el intento de orinar o defecar para obtener algún sustituto del placer sexual.
Perros y gatos castrados son sorprendidos en actitudes maternales, además de incrementarse las estereotipias al nivel de la demencia trágica e imbecil.
En todos los mamíferos, las hembras resultan más afectadas por la castración que los machos, tanto en fobias, neurosis y estereotipias.
Zuckermann describe suicidios de gatos y perros machos castrados arrojándose al vacío desde las alturas.
¿Conoce usted todas las patologías endocrinas que se derivan de las glándulas sexuales?
Pues vamos a dar un repaso:
-Sensible a estrogenos en hembras: DESEQUILIBRIO OVÁRICO II
No se da tanto en hembras castradas como en hembras enteras, por una deficiencia o desequilibrio de estrógenos, aunque en muchas ocasiones las concentraciones de estradiol son normales. También puede deberse a deficiencia en la secreción de hormonales adrenales, que como usted sabrá nada tienen que ver con los órganos sexuales.
-Hiperestrogenismo en hembras: DESEQUILIBRIO OVÁRICO I
Se produce por la presencia de ovarios poliquísticos, tumores ováricos o sobredosis de estrógenos exógenos. También puede ser debida a conversión periférica anormal de hormonas sexuales o a la producción ectópica de la misma.
Curiosamente se da en perras enteras.
-Hiperestrogenismo: MACHOS CANINOS CON TUMORES TESTICULARES
Exceso de estrógenos (o rara vez hiperprogesteronismo) debido a tumor de células de Sertoli.
El criptorquidismo predispone a la formación de tumores testiculares.
Se da en machos enteros; por lo usual de edad media o avanzada.
-Hiperandrogenismo ASOCIADO A TUMORES TESTICULARES
Tumores testiculares productores de andrógenos en machos caninos enteros.
-SINDROME FEMINIZANTE MASCULINO IDIOPÁTICO
Se da en machos caninos enteros de edad media, aunque las concentraciones de hormonas sexuales son normales.
-SINDROME SENSIBLE A LA CASTRACIÓN
Se da en machos enteros con testículos normales entre los 1-4 años
-DESEQUILIBRIO DE HORMONAS SEXUALES ADRENALES
Se da tanto en perras y perros tanto castrados como enteros.
Y por fin, UNA, que se presenta en machos castrados y que es la que se conoce como ALOPECIA SENSIBLE A LA TESTOSTERONA.
Todas esas alteraciones que usted describe a nivel cutáneo son muchísimo más frecuentes en perros y perras enteros que en los castrados, cómo creo que he dejado claro. Por lo tanto, demuestra un profundo desconocimiento en lo que afirma.
Con respecto a las patologías que afectan al APARATO URINARIO, son mucho más frecuentes en machos y hembras enteras que en los castrados. La razón es sencilla: cuando estos animales están en celo se produce una congestión del tracto genito urinario que lleva a la presentación de estas enfermedades. ¿Sabe usted que el número de micciones aumenta de forma exponencial cuando un animal doméstico esta en celo? ¿Explicaría esto las hematurias de las que habla? Tan sólo hay una patología que afecta a las hembras castradas y que es la incontinencia urinaria, pero le aseguro que su incidencia no es muy alta, y que además es de sencillo tratamiento. De cualquier modo, también hay perras enteras que la presentan.
¿Comportamientos maternales, suicidios, idiotismo, esterotipias? La verdad es que no sé de que habla. Conozco perros y gatos suicidas que saltan por los balcones, pero no por que le hayan quitado sus atributos. ¿Le preguntó el investigador a los animales que se habían suicidado la razón por la que lo hicieron? Y no me diga que es que la mayoría de los que lo hicieron estaban castrados, porque esa deducción carece del más mínimo rigor científico.
¿Sin castraciones, cómo evitar el abandono de animales y la superpoblación?
El tema es serio y no para tomar a la ligera, pero las castraciones comportan un anacronismo, pues se hallan alternativas que no producen los incuestionables trastornos surgidos con la castración.
Existen anticonceptivos orales e inyectables, traslativos de celo, desodorizantes y anaferomónicos, pesarios y diafragmas, dispositivos intrauterinos (DIUC) y abortivos. Además de métodos quirúrgicos que no alteran la psiquis, como la ligadura de trompas y la vasectomía.
Efectivamente el tema es serio, y por eso mis contestaciones. Cuando se sabe que una de las principales causas de cáncer de mama y de diabetes en perros y gatos es el uso de los anticonceptivos orales o inyectados, usted preconiza su uso. No sé si se refiere usted a los derivados de la progesterona que se usan para inhibir el celo o a los medicamentos que se usan para provocar abortos. Me da lo mismo que lo mismo me da. Tanto unos como otros son venenos cuando entran el organismo. Una sola inyección o un sólo tratamiento oral con alguno de estos medicamentos, puede provocar enfermedades sumamente graves. A lo ya indicado anteriormente, se añadiría, en el caso del uso de estrógenos, la muerte por hemorragia por deprivación de la médula espinal.
La ligadura de trompas y la vasectomía son prácticas que a veces realizamos, pero que no impedirán todos los inconvenientes explicados, excepto el de la preñez no deseada, aunque debo matizar que en hembras no se ligan las trompas, sino que se extirpa el útero dejando los ovarios.
Y para concluir un dato rotundo y científico: el 90% de las hembras castradas antes de su primer celo, no tendrán JAMÁS, cáncer de mama, y el 83% de las castradas después del primero, tampoco. En cuanto a los machos se evitan graves problemas de comportamiento, patologías prostáticas, y enfermedades testiculares.

José Enrique Zaldívar Laguía
Veterinario





viernes, 15 de mayo de 2009

TOREROS POR MANUEL VICENT

TOREROS

El arte consiste en representar plásticamente en un cuadro, como lo hizo Goya, ese momento en que el toro entra al caballo y el picador escarba con la puya en el morrillo para inferirle una herida cuya sangre le llegará a la pezuña. El arte consiste en pintar esa brutalidad, pero no en realizarla. Para ejecutar ese acto en vivo sólo hay que tener fuerza y destreza. El arte consiste en llevar al lienzo de forma magistral ese momento en que un paisano le mete la faca en la tripa al caballo de un mameluco un 2 de mayo o captar al día siguiente esa fracción de segundo en que un rebelde abre los brazos ante la descarga de plomo en los desmontes de la Moncloa al ser fusilado por los franceses. Aunque ese paisano, llevado por la cólera, clavara con habilidad la faca hasta el puño y el pelotón abriera fuego a su cabeza con absoluta exactitud, no por eso los llamaremos artistas. Hay mucha gente que hace las cosas bien. Freír buñuelos ¿es un arte o un oficio? Llamar arte a la destreza de pasarse a un toro por la tripa manipulando una tela es un despropósito, por mucho que los aficionados valoren esos lances, y al despropósito se añade la degradación e incluso la ignominia si el ministerio de Cultura equipara ese oficio a la labor de los poetas, pintores, músicos, bailarines o actores insignes, premiando cada año con una medalla similar al torero de turno. Recientemente ha habido un pique entre matadores. Dos de ellos, que se creen ese cuento, han devuelto la medalla al ministro de Cultura, al sentirse agraviados en su arte porque también le ha sido concedido a un colega mediocre cuya fama se debe sólo a la prensa del corazón. A lo largo de la historia la cultura en España ha sufrido una continua humillación a través de la incuria popular, la falta de medios y el desinterés de los políticos, pero ninguna caída es comparable al hecho de que el ministerio haya elevado oficialmente a la categoría de arte la tortura de un animal, que se ofrece al público como espectáculo. No son estos toreros celosos, sino los pintores, músicos, actores y poetas premiados quienes deberían remitir a la ministra de Cultura la medalla ahora degradada al tener que compartirla con el oficio de sacrificar toros diestramente a navajazos.