viernes, 26 de junio de 2009

EL LARGO VERANO DE LA TORTURA

Artículo publicado en El País:

El toro de San Juan en la localidad cacereña de Coria inaugura el largo y cálido verano de la tortura municipalizada de los toros en la España profunda. La temporada se suele cerrar con el toro de la Vega, en Tordesillas, cuyo meollo tradicional consiste en que unos ciudadanos a caballo alancean con saña a un toro hasta convertirlo en carne picada. Ayuntamientos que se quejan de falta de fondos para asfaltar las calles o recoger los tendidos eléctricos se gastan miles de euros en comprar toros o, cuando los astados se compran por suscripción popular, en organizar fiestas faraónicas para que el animal sea perseguido, acosado, asaetado, acuchillado y descuartizado -o ahogado, como en el Mediterráneo- a manos y pies de muchedumbres que se desfogan dando rienda suelta a sus peores instintos.

      La noticia en otros webs

      El toro es un animal totémico en España, símbolo de la fuerza y la nobleza, pero esos instintos llevan a la manía de atormentarlo a cuchillo o a fuego, con sogas o a lanzadas. Pero, cuidado, cualquier animal corre peligro en el estío español, se trate de cabras, conejos, gansos o gallos. Son las verbenas de la tortura.

      Luego vienen los estetas de perra gorda a explicar las salvajadas por el mito del Minotauro; o los antropólogos cañís que mencionan los ritos de acceso a la masculinidad; y, cómo no, autonombrados cronistas locales especialistas en disertar sobre el valor cultural de los alfilerazos y el descuartizamiento. Es como si Jack el Destripador calificase sus hazañas nocturnas de cirugía estomatológica. Floreo charlatán para encubrir la crueldad nacional.

      Visto que las leyes no se aplican, que el Gobierno no impide los horrores festivos y que a los alcaldes les pone el despanzurramiento taurino, sólo queda una solución: que una parte del fondo de inversión municipal se destine a cursos de educación cívica, a los que tendrán que asistir las fuerzas vivas de los municipios con fiestas infamantes. En tales cursos se explicarán asignaturas como Diferencia entre Fiesta y Tortura o Los sacrificios rituales fueron erradicados a pesar de la costumbre. El gañán que se atreva a soltar la idiotez "Los de fuera, que no vengan" será obligado a escribirla mil veces en el encerado.

      sábado, 20 de junio de 2009

      ESPERPENTO HISPÁNICO: CAPÍTULO II: CORIA



        

         Un año más, y para perpetuar las tradiciones más estúpidas de las que se "disfruta" en nuestro país, se celebrará el festejo taurino conocido como el Toro de Coria.

         Este año se han introducido cambios en el esperpéntico ritual: por lo que podemos leer en el bando del señor alcalde y en la noticia publicada ayer en el diario Publico, a los toros que serán "fusilados" no se les clavarán los famosos acericos, que empezaron siendo dardos y ahora son alfileres. Tampoco se admitirá que al animal se le tiren petardos, ni picar al toro, ni ponerle banderillas, todo por el bienestar del astado, y buscando, -"como siempre"-, que no sufra y se sienta feliz.

         Para algunos pueden ser buenas noticias, para mí no es más que una demostración cruda del cinismo de estas gentes.

         El día 23 no estarán allí los reporteros de CQC pero, parece que el reportaje del festejo del año pasado, ha hecho "pupa".


        En la foto  que figura arriba, podéis ver como "saludaban" algunos vecinos de Coria a los abolicionistas que allí se manifestaron el día 20 de junio.



        
        


      domingo, 14 de junio de 2009

      CIRCOS CON ANIMALES

      No lleves a tus hijos:

      http://www.facebook.com/ext/share.php?sid=107842480762&h=2iapP&u=jXMsG&ref=nf

      LEY CONTRA EL MALTRATO ANIMAL EN ESPECTÁCULOS

      Curiosa proposición política del PSOE. Pinchando en el enlace, podéis leer la propuesta por parte de Víctor Morales del PSOE, y en los comentarios las opiniones de algunos representantes de partidos nacionalistas. Se trata de un simulador político.


      LEY CONTRA EL MALTRATO DE ANIMALES EN ESPECTÁCULOS (PSOE)

      Mensaje  Víctor Morales el Jue Jun 11 2009, 03:25

      LEY CONTRA EL MALTRATO DE ANIMALES EN ESPECTÁCULOS

      Exposición de motivos:

      Desde tiempos inmemoriales los espectáculos como la tauromaquia han ocupado un puesto indiscutible en la cultura española. Sin embargo, en la sociedad moderna y racional en la que vivimos, la tradición se contrapone a la razón. Apreciando la incompatibilidad de ambas, el Partido Socialista Obrero Español propone la siguiente Ley:

      Título I. Normas generales.

      Artículo 1.

      Se prohíbe la utilización de animales en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad, maltrato, sufrimiento, tratar de modo antinatural o contrario a sus necesidades fisiológicas y etológicas, la muerte de los mismos o la realización de actos que puedan herir la sensibilidad de los espectadores.

      Articulo 2.

      Se prohíben en el territorio español las peleas de perros, de gallos o de cualesquiera animales entre sí, con ejemplares de otra especie o con el hombre.


      Título II. De los espectáculos taurinos.

      Artículo 3
      Queda abolida toda clase de maltrato físico al toro en sus manifestaciones de corridas y demás festejos taurinos populares (celebración de corridas de toros, novilladas, rejoneos y espectáculos similares), ya sea en una plaza de toros o en cualquier otro recinto que tuviere como fin la vejación física, pública o privada, de este animal.


      Artículo 4
      Los demás festejos taurinos populares, es decir, los encierros y otras exhibiciones con vacas o novillos sin muerte del animal, requerirán la autorización del Departamento competente en materia de espectáculos públicos y podrán celebrarse con arreglo a lo dispuesto en su normativa específica, siempre que en los mismos no se maltrate o agreda físicamente a los animales, quedando especialmente prohibida la utilización de objetos, vehículos o cualquier instalación que pueda causar dolor o sufrimiento a los animales.

      a). Los animales utilizados en estos espectáculos estarán identificados de acuerdo con la legislación vigente.

      b). El Departamento con competencia en materia de espectáculos públicos comunicará al competente en materia de agricultura y ganadería la celebración de estos eventos a los efectos de que pueda controlarse por éste el estado sanitario de los animales.




      Título III. De los espectáculos circenses.

      Articulo 5
      Los animales utilizados en espectáculos circenses estarán protegidos por las previsiones de esta Ley en cuanto al trato recibido, características de la actuación, habitáculo, alimentación, cuidados higiénico-sanitarios y transporte.

      Artículo 6
      Para el desarrollo de espectáculos circenses que utilicen animales en el territorio español deberán poseerse los documentos exigibles según la legislación aplicable.

      Artículo 7
      Para comprobar la tenencia de los documentos señalados en el apartado anterior, el Departamento con competencia en materia de espectáculos públicos comunicará a los competentes en materia de agricultura y ganadería las autorizaciones que, por su carácter de espectáculo público, hubiese concedido.

      Título IV. De los espectáculos ecuestres.

      Artículo 8
      Los caballos utilizados en los espectáculos hípicos, picaderos, escuelas de equitación y de alquiler estarán bajo la protección de esta Ley, así como de las normas de la Federación Hípica Española que desarrollen o extiendan el ámbito de protección animal de esta Ley.

      Título V. De los canódromos.

      Artículo 9
      Los animales utilizados en estos espectáculos estarán bajo la protección de esta Ley, especialmente en lo que respecta a los cuidados higiénico-sanitarios identificación, alimentación y características de sus habitáculos

      jueves, 11 de junio de 2009

      ESPERPENTO HISPÁNICO: CAPÍTULO I




      El toro de Benavente ya ha divertido al pueblo durante un rato, y después ha pasado por el matadero. Por lo cuentan las propias gentes del pueblo, no ha colaborado mucho. ¡Que pena!

      En la misma página en la que se hace apología del festejo, podéis ver lo feliz que se encontraba el toro mientras esperaba.

      martes, 2 de junio de 2009

      UN PUNTO DE VISTA VETERINARIO SOBRE LA COGIDA A PATANEGRA

      ¿Quién preguntó al caballo si quería salir?
      Patanegra es un precoz: debutó delante del toro a los 3 años cuando suelen hacerlo a los 7. El sábado pasado pudo ser su última corrida. Ésta es la vida y el destino de un caballo hermoso.
      JOSEFA PAREDES

      Esto, lo que es, es una putada».

      Lo repetían los cirujanos, los veterinarios, los auxiliares, negando con la cabeza mientras en la mesa de operaciones trataban de ordenar ese amasijo de tripas, sangre y arena. Mucha arena en las vísceras desparramadas del caballo Patanegra. «Una faena», decían. La que salió mal cuando Latoso, el quinto de la tarde del 23 de mayo en Las Ventas, ensartó al potro en el aire de una cornada brutal. Y al tendido se le cortó la respiración. Y el jinete, Pablo Hermoso de Mendoza, agarró (literalmente) al toro por los cuernos mientras su caballo volaba sobre él. Y a Patanegra se le escapaban las tripas cuando lo arrastraban fuera del ruedo. Y su jinete lloraba. Y el caballo se moría.

      -Una putada…

      Pablo Hermoso de Mendoza, uno de los mejores rejoneadores del mundo, todavía puede decir que nunca, en 20 años de carrera, en 1.600 corridas, le han matado un caballo en la plaza. Patanegra está vivo, pero casi le hunde la estadística. Nació hace poco menos de cuatro años en su finca de Noveleta, muy cerca de Estella (Navarra). Entonces lo llamaron Caracolillo por canijo y por su pelo tan rizado. El Caracolillo no pidió nunca salir a los ruedos. El Caracolillo no eligió llevar, de nombre artístico, Patanegra. Al Caracolillo casi lo mata un toro.

      Los veterinarios hablaban mientras limpiaban, cortaban, cosían.

      -Exponer así a un caballo es inhumano.

      -Otros les hacen correr en los hipódromos hasta que revientan.

      «¿Dónde está el límite?», pregunta Ramón Herrán, el cirujano que operó a Patanegra. El legal, para los caballos de los picadores, en una normativa de 1930 que les obliga a llevar un peto protector. «Muchas veces esos petos sólo sirven para ocultar las heridas. Muchos no sobreviven a dos o tres festejos. A veces, al quitárselos, se descubre a caballos destripados», denuncia Francisco Vásquez, director de Anima Naturalis. Su organización reclama que los petos sean obligatorios también para los caballos de rejoneo como Patanegra, que se enfrentan al toro a pelo. Otros lo consideran contraproducente. Las monturas tienen que acercarse mucho al astado, moverse rápido para esquivarlo, y un corsé lo impediría. Por eso los toros de rejoneo van afeitados. Así miden peor la distancia de la embestida. Pero eso no le sirvió a Patanegra.

      ¿Quién le preguntó al caballo si quería jugarse la vida a pecho descubierto? Los toreros, como el corneado Israel Lancho el pasado miércoles en las Ventas, lo deciden ellos. su raciocinio los lleva al coso. ¿Pero el caballo? Patanegra, el animal, no decidió nada. Lo hicieron otros por él. ¿Es legítimo? ¿Es lícito usar así a tu bello ejemplar? Le espolearon al borde mismo de la muerte.

      -Una faena…

      Lusitano y castaño, Caracolillo nació muy chico, pero muy bien cortado de formas. Luego, en la arena, su carácter le hizo grande. Le viene de linaje. Su padre, Gallo, es probablemente el mejor corcel que ha pasado por la quinta de Hermoso de Mendoza. Y su abuelo materno, Neptuno, fue el mítico caballo que hace 20 años a punto estuvo de matar a coces a su dueño, Manuel Vidrié, antes de salir al ruedo.

      UN FUERA DE SERIE

      Hermoso no quiere decir cuánto vale el potro nieto de un dios furibundo. Para un rejoneador, un animal así no tiene precio. No los venden, los crean. Quieren triunfar con ellos. Gregarios muy inferiores, admite, pueden llegar a los 100.000 euros. Y campeones de su categoría, en las carreras, se acercan al millón. «A los dos años y medio empezamos a ver su potencial. Tenía muchísima personalidad. Miraba muy altivo, siempre de arriba a abajo. Era curioso, se salía del grupo», cuenta el rejoneador. «Empecé a montarlo pronto porque era muy conflictivo. Pero tenía una intuición y una condición física fuera de serie».

      Esas cualidades le destinaron al ruedo a los tres años, cuando los caballos de rejoneo suelen empezar con siete. Hermoso de Mendoza llevó a su Caracolillo, aún potro, a hacer las Américas. Aún no llevaba el nombre artístico que le pondrían después para seguir la estela gastronómica de su hermano Caviar. El 18 de febrero, torero veterano y caballo debutante esperaban a Indio, el quinto de la tarde, en el ruedo de Villa Álvarez (México). El toro, al salir de chiqueros, arrancó por sorpresa, atravesó las puertas y escapó a través de una feria llena de críos. «Los caballos suelen asustarse ante situaciones así, pero él se fue a buscar al toro entre las atracciones y lo devolvió al ruedo demostrando su temple», recuerda el jinete.

      Pero el sábado de la pasada semana, Patanegra se asustó. La tarde era rara en el coso. El patio de Las Ventas estaba lleno de barro tras la tormenta. Los rejoneadores no querían sacar a los caballos sucios, y calentaron poco. El potro no estaba a punto. Y el torero lo notó. Pero el tiempo y la bestia ( 531 kilos de toro negro) se les echaron encima.

      «La culpa fue mía. Siempre es del jinete. Conozco al caballo y en los primeros galopes sentí menos destreza. Cuando quise corregirlo el toro venía ya a una velocidad tremenda. En esa distancia tan corta tiene que ser el caballo quien reaccione. Y él intentó huir tomando el camino más corto. Quiso saltar sobre el toro y ahí fue cuando lo cogió».

      Diez personas llegaron al hospital de caballos de la Universidad Complutense con Patanegra en volandas. El equipo de guardia los esperaba. Los aficionados entraron en tropel. Los estudiantes de la Facultad de Veterinaria que vieron la cornada por la tele acudieron a salvar al caballo medio muerto.

      -Una faena…

      «Su estado era deplorable. Había perdido el 10% de su sangre. Llevaba las tripas fuera. Y una costilla seccionada con un corte seco, como el de una cizalla», dice el cirujano Ramón Herrán. Dos anestesistas, tres veterinarios y cinco auxiliares se enfrentaron a aquella carnicería. Herrán, con una incisión limpia y vertical, extirpó su costilla y remendó su intestino. Cuando salió del quirófano, cuatro horas después, Pablo Hermoso de Mendoza lo esperaba en silencio.

      -Cuenta que no tienes caballo.

      Hermoso de Mendoza vio nacer a Caracolillo. Educó sus músculos y su carácter. Lo montó hasta que dejó de sentirle como un peso. Aprendió a comunicarse con él. Y luego lo lanzó al ruedo. Cuando vio que aquel toro se lo mataba, se interpuso arriesgando la vida. Después se derrumbó. «En otros accidentes siempre he sido yo el perjudicado. Pero esta vez salí intacto, sin un rasguño. Sentí una culpabilidad tremenda, creí que lo perdía. Y entonces pensé que no valía la pena todo ese trabajo para acabar arriesgando la vida del animal de esa manera...». El rejoneador no llega a pronunciar la palabra abandono. «Esa noche me lo planteé. Luego llegué a la conclusión de que he nacido para esto. Entiendo a quienes lo critican, pero nadie puede decir que no amo a mi animal. Le he dedicado mi vida».

      La vida del rejoneador es la muerte del toro. A veces, la del caballo. No hay equino nacido para torear. Balancín, el más conocido, murió reventado el 8 de octubre de 2000 en Zaragoza. La cornada le partió tres costillas, le destrozó un pulmón y su intestino escapó por el enorme boquete de la herida. Sólo ese año, Imperial, Napoleón, Romance, Zurbarín, Caparica, Mariscal y Salgueiro corrieron su misma suerte. Eso por citar algunos casos sonados, ya que no existe estadística oficial.

      La Unidad de Asuntos Taurinos del Ministerio del Interior, que sí contabiliza otros detalles de la lidia, carece de información sobre caballos muertos. «En la última década no habrán sido más de tres», aventura Hermoso. «Ocurre muy poco». Pero la misma tarde que empitonaron al suyo, sólo media hora antes, avisaron a Herrán de otra cornada. «Sucede más», dice, «en plazas de segunda y tercera. Pero a cualquier rejoneador le ha ocurrido una vez. O le ocurrirá. Este mundo mueve mucho dinero, por eso no hay estadísticas. Lo bonito ahora es decir que Patanegra se ha salvado, que ha vivido. A nadie le interesa que se conozca cuántos mueren. Ni cómo».

      Al doctor Herrán no le gustan los toros. Y el sábado se le llenó el hospital de aficionados que seguían a un caballo moribundo. «Hay gente que paga para que esto se produzca. Y luego llora». Sesenta de sus compañeros, unidos en la Asociación de Veterinarios por la Abolición de la Tauromaquia, coinciden con él. «Resulta extraño que la gente diga que sufre por el caballo y sin embargo el toro no les importe», señala su vicepresidente, José Enrique Zaldívar. «¿Alguien se ha preocupado por el toro? Los mismos que pagaron por ver cómo lo mataban, lloraban por el caballo. Es incomprensible».

      PITONES ENFUNDADOS

      En Portugal, país también de rejoneo, no hubiera ocurrido. Los toros llevan los pitones enfundados en cuero. Con esas fundas, el asta no hubiera traspasado el abdomen del potro. ¿Por qué no es así en España? «El mundo del toreo es muy tradicionalista. La evolución será lenta pero llegará. Yo apoyaría ese cambio. Habrá puristas que digan que no, pero la emoción sigue intacta», opina Hermoso. Incluso apoderados como Julio Fontecha avalarían un reglamento que impusiera las fundas. Pero... «aquí no ocurrirá. La tradición taurina en España es casi imposible de mover». O no.

      Plazas como la de Zaragoza, San Sebastián de los Reyes (Madrid) o Sant Cugat del Vallés prohiben el bombero torero porque, dicen, es indigno que los enanos bajen al coso para dar espectáculo. Y crecen las protestas contra la utilización de animales en circos. ¿Le toca ahora, además de al toro, al caballo?

      Un día después de la operación, Patanegra estaba en pie. Con una cornada en la barriga casi ningún caballo sobrevive. «Al día siguiente ya estaba alerta, relinchando, con ganas de comer», dice Herrán. «Este caballo es de otro mundo». En dos semanas podría salir del hospital (no reaparecerá el 11 de junio en Bilbao, como se ha dicho). Y en dos o tres meses, volver al ruedo. Listo para otra faena.



      ÉSTE ES UN ANIMAL DE OTRO MUNDO

      Sedado. Patanegra tiene la mirada perdida. Ojos tristes. Muy sedado. Una auxiliar le sostiene la cabeza y lo tranquiliza mientras levantan su vendaje. Así aguanta, estoico, las curas. Lleva la crin trenzada para evitar infecciones. También hielo en los cascos traseros para prevenir la laminitis, una enfermedad que, de aparecer, podría dejarle cojo o matarlo. Y dos drenajes: uno en la raja que le abrió el toro, de casi 30 centímetros. Otro en la incisión para operarlo. Sus heridas cierran bien. Al tercer día estaban prácticamente secas, apenas inflamadas. Parece magia.

      400 kilos. «Magia es lo que hicieron los anestesistas», dice el cirujano Ramón Herrán. Patanegra pesa más de 400 kilos. Tumbar a esa mole sobre su espalda no es cosa fácil. Su propio peso puede oprimirle la aorta, los pulmones o lesionar su columna. Herrán empuñó el bisturí y recurrió a la anastomosis, técnica complicada que consiste en unir lo que queda del yeyuno sano al ciego.

      Antibióticos. En el hospital de caballos le administran gran cantidad de antibióticos para evitar la peor amenaza: una peritonitis que podría ser fatal. Con todo y con eso su pronóstico es muy bueno. Bebe desde el primer día. El miércoles ya paseaba algo. Empezó a comer antes de lo previsto. Cuando el sedante deja de hacer su efecto, Patanegra alza la vista bien despierto. Ojos tristes. Ve el cielo abierto en canal.


      LOS TOREROS SÍ DECIDEN LIBREMENTE SU SUERTE

      La misma plaza. La misma arena. El mismo peligro... Y la misma iconografía: por un lado, un caballo con la cabeza torcida por el dolor y la mirada de espanto clavada en su verdugo; por otro, un torero empalado por un cuerno hundido en su pecho y gritando su dolor al cielo. Animal y hombre. A una y otra faena la separan cinco días. Las dos en Las Ventas. Patanegra fue llevado desnudo a los pitones. Israel Lancho, el torero de la foto, fue en busca de la gloria. Está grave. Salir a la arena fue su decisión. El caballo no decidió.