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sábado, 31 de mayo de 2008
PARÁSITOS INTERNOS Y EXTERNOS EN EL GATO
PARÁSITOS EXTERNOS E INTERNOS EN EL GATO
A través del artículo de este mes de la revista El Mundo del Gato, vamos a hacer un repaso de los parásitos externos e inetrnos que pueden afectarles y las complicaciones, enfermedades y tratamientos que se derivarán de su presencia, sin olvidarnos de su prevención.
El “bicho” que con más frecuencia nos podemos encontrar en nuestros gatos es sin duda LA PULGA. Digamos ante todo que muchas veces tan sólo podemos sospechar su presencia, ya que el gato, como buen cazador, también lo es de las pulgas que le molestan. El acilamiento que tienen por costumbre, impide que en muchas ocasiones seamos capaces de localizarlas sobre su piel.
Sabemos que las infestaciones por pulgas en el gato son bastante frecuentes. La pulga que más problemas origina es, sin lugar a dudas, la que suele parasitar a esta especie, y que se conoce por el nombre de Ctenocephalides felis felis. Suponen nada más y nada menos que entre el 92 y el 99% de las pulgas encontradas en el gato y en el perro.
Debéis saber que la pulga representará un verdadero quebradero de cabeza una vez que entra en vuestros hogares. La razón es sencilla: no solo vamos a tener que luchar contra las pulgas adultas que curiosamente representan tan solo el 1% , sino contra sus huevos (57%), sus larvas (34%), y sus pupas (8%). Queda por tanto claro que antes de hacerse “mayor” la pulga pasa por distintas fases de su desarrollo. Si queremos acabar con ellas, deberemos atacarlas desde su estadío más jóven, es decir desde el huevo para impedir que se complete su ciclo.
La pulga adulta deposita sus huevos sobre el gato, que caén al suelo, y entre los 1 y 10 días en función de la temperatura y la humedad, comenzará su desarrollo.
De estos huevos saldrán las larvas, que tienen la “buena” costumbre de huír de la luz, y por tanto se desplazan por debajo de los muebles o de los electrodomésticos y entre las fibras de alfombras y moquetas. Si la pulga puso los huevos en el exterior (jardín), las larvas se moverán hacía las zonas de umbría, y por debajo de árboles, arbustos y hojas. Estas larvas son capaces de generar un capullo en el interior del cual se transformarán en pupa. Desde este estadío nacerá la pulga en función de las condiciones de luz, humedad y temperatura.
Las pulgas adultas pueden sobrevivir en el medio ambiente entre 10 y 62 días, dependiendo de los factores comentados anteriormente. La pulga se alimenta “taladrando” la piel del gato e introduciendo la punta del labio inferior para extraer la sangre capilar. Unas 72 hembras adultas consumen 1 ml de sangre al día. Los machos consumen menos sangre que las hembras pero se alimentan con más frecuencia. La cantidad de huevos que puede poner una pulga es enorme, llegando a 2000 a lo largo de su vida, cuya media es de 100 días. ¿Os imagináis un hogar con un gato con pulgas?
Yo he visto gatos con una gran cantidad de pulgas corriendo por su cuerpo sin que el animal hubiera mostrado un simple síntoma de su presencia, pero también he visto gatos afectados de fuertes procesos alérgicos por su presencia. Es lo que los veterinarios denominados DAPP o Dermatitis por Alergia por Picadura de Pulga. Se trata de la afección dermatológica veterinaria más frecuente en todo el mundo, y se produce por la reacción del organismo ante determinadas sustancias que contiene la saliva de este parásito. Raramente se presenta en gatos de menos de 6 meses, y se manifiesta por la presencia de pápulas, costras, coloraciones del pelo por el lamido, y eritemas en diferentes partes del cuerpo. Una vez desarrollada la alergia, no es raro que nos encontremos con infecciones secunadrias provocadas por levaduras (malasezzia) o bacterias (stafilococos).
El diagnóstico de este tipo de alergias en los gatos es un poco más complicado que en el perro, por la facilidad, que ya hemos comentado antes de eliminar las pulgas por el exceso de acicalamiento. Su tratamiento tiene tres pasos. El más importante es la eliminación de las pulgas del animal y la prevención de la reinfestación mediante el control de las pulgas tanto en el gato como en el medio ambiente, lo que implica actuar sobre los huevos, las larvas y las pupas. El Segundo paso consiste en combatir el picor provocado por la reacción alérgica, lo que solemos conseguir con el uso de corticoesteroides en pequeñas dosis. Por ultimo es necesario tratar cualquier infección secundaria con la medicación adecuada.
El “ataque” sobre las pulgas y sus estadios intermedios en el hogar debe ser radical. Las moquetas, alfombras y zonas de descanso deben ser aspiradas, y las camas de los animales deben ser lavadas. Si nuestro gato pasa tiempo en el exterior, la vegetación muerta debe ser eliminada.
No debemos olvidar que la pulga es un hospedador intermedio del Dipylidium caninum (tenia), y que por tanto actuan como vectores de transmisión de este parásito. Los gatos parasitados eliminarán los proglotis de la tenia en sus heces. No suelen provocar enfermedades graves, a menos que la infestación sea muy alta o los animales tengan una mala condición física. Puede haber irritabilidad, malestar, apetito caprichoso, mal aspecto del pelo, o problemas intestinales como cólicos o diarreas. A tener en cuenta el dato de que este parásito puede afectar a los niños.
Pueden utilizarse diversos productos químicos en el animal y el ambiente; sin embargo, no existe un único producto “milagroso” frente a las pulgas que pueda utilizarse tanto para los animales como para el medio. Lo que si es cierto es que dentro del amplio “arsenal” que afortunadamente los laboratorios nos ofrecen, unos productos son mejores que otros.
Al final del artículo y en un cuadro resumen haré una exposición de los que a mí me resultan más efectivos e interesantes.
La SARNA DEMODECICA en gatos es una enfermedad poco frecuente, tanto en sus formas generalizada como localizada. Esta última suele afectar a los párpados, región periocular, conducto auditivo, cabeza y cuello. La generalizada es infrecuente, y suele asociarse con una enfermedad inmunodepresora o metabólica subyacente, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia felina, virus de la leucemia felina, toxoplasmosis, o diabetes mellitas.
El diagnóstico de esta enfermedad se hace por raspados cutáneos de las lesiones y suele responder bien al tratamiento con una solución de cal y azufre al 2%
Los ÁCAROS DE LOS OÍDOS son bastante frecuentes en el gato, especialmente en aquellos que proceden de la calle, albergues y tiendas de animales. Se caracteriza por la presencia de picor en la orejas y la presencia de un cerumen oscuro. Un 10% de los gatos que los tienen pueden no tener síntomas. El diagnóstico se realiza a través de la visualización de los parásitos con el otoscopio o tras un examen al microscópio. Hace años utilizabamos para su tratamiento gotas de oídos que contenian algún insecticida pero, en la actualidad, existen excelentes productos en forma de pipetas que se aplican sobre la piel. Sus principios activos son el fipronil, la selemactina o el imidacloprid.
LAS CHEYLETIELLAS son ácaros que afectan con relativa frecuencia a los gatos. Su presencia provoca un picor variable y una descamación seca que se suele localizar en la region dorsal. Se trata de una enfermedad contagiosa al ser humano. El diagnóstico lo realizamos por la visualización del parásito, trás raspados cutáneos superficiales. Los mismos productos que utilizamos para el tratamiento de los ácaros de los oídos son útiles para tratar los gatos afectados.
Son varios los PARÁSITOS INTERNOS que pueden afectar a nuestros gatos. En el presente artículo me centrare en los que suelen ser más comunes. Además del Dipylidium caninum, del que he escrito en el apartado sobre las pulgas, me referiré al Toxascaris leonina, al Toxacara cati, a los Ancylostomas, y a las Dirofilarias.
El parasitismo es bastante común en los gatos y, dependiendo del parásito, puede presentarse con independencia de la edad, raza o sexo. Si bien los animales que viven el exterior tienen mayor probabilidad de ser parasitados que los caseros, éstos pueden ser expuestos a ciertos parásitos por huéspedes intermedios como roedores, moscas y cucarachas. La mayoria de estos parásitos suelen desencadenar vómitos y diarreas. Una gran parasitación puede acabar con la vida del gato, ya que son capaces de provocar gastroenteritis hemorrágicas e incluso obstrucción intestinal.
Podemos decir que, el Toxascaris leonina y el Toxacara cati, son los parásitos que con más frecuencia nos podemos encontrar en los gatos, especialmente en cachorros y gatos jóvenes. Se trata de parásitos redondos que tienen ciclos diferentes según se trate del leonina o del cati. El cati, tras la ingestión de sus larvas o de sus huevos, pasa del estómago al intestino, desde donde se dirige a través de la sangre al hígado y de allí a los pulmones, pasando luego a los bronquios y a la traquea, para pasar a la laringe y ser deglutidos de nuevo, volviendo al estómago y de ahí al intestino delgado, donde se produce su maduración. En cambio el leonina hace todo su ciclo en el aparato digestivo.
A diferencia de lo que sucede en los perros con el Toxacara cati, no existe transmisión de la madre a los hijos por vía placentaria durante la gestación, pero si se produce a través de la lactación.
El diagnóstico lo haremos por visualización de los huevos del parásito en las heces mediante una análisis coprológico, o bien por la visualización de los adultos en los vómitos o en las deposiciones.
Los anquilostomas pueden parasitar al gato. La infestación se puede producir a través de la piel, (en cuyo caso las larvas penetran a través de ella y luego pasan a la circulación), por vía oral, o por vía transmamaria o intrauterina. Los gusanos adultos viven en el intestino delgado, provocando síntomas digestivos.
La dirofilariosis en gato, no es tan frecuente como en el perro, pero lo cierto en que en la literatura veterinaria empiezan a aparecer numeroros artículos sobre casos diagnosticados. Podemos decir que , en España, las zonas en donde se da con mayor frecuencia son Huelva y Canarias. Las filarias adultas son un parásito redondo y alargado cuyo tamaño oscila entre 12-15 cm los machos y 25-40 cm las hembras, que vive en el corazón y en las arterias pulmonares. Se transmite por la picadura de un mosquito, que introduce las larvas debajo de la piel, en donde permanecen 30 días, para pasar luego al torrente sanguíneo.
Los síntomas más frecuentes en gatos coinciden con problemas respiratorios acompañados de tos crónica y seca, decaimiento, pérdida de peso y mal aspecto general, especialmente del pelo.
El diagnóstico se basa en la auscultación pulmonar, radiográfias o ecocardiografías y análisis de sangre con técnicas específicas, teniendo en cuenta que en algunas ocasiones estos tests, darán falsos negativos.
Podemos decir que es una enfermedad que tiene tratamiento, aunque en muchas ocasiones provoque la muerte del animal.
Como siempre es más facíl prevenir que curar, y afortunadamente existen en la actualidad excelentes productos que, administrados adecuadamente a nuestros gatos, en cuanto a dosis y frecuencias, les evitaran portar en sus organismos algunos de los parásitos que he nombrado. Son numerosos los productos que previenen contra unos y otros, pero dado lo dificultoso que es a veces administrar medicamentos a un gato, me voy a referir sólo a aquellos cuyo espectro de acción es más amplio, y que son más fáciles de aplicar.
PRODUCTOS PARA PARÁSITOS EXTERNOS
-FRONTLINE COMBO DE MERIAL-
Pipetas para uso tópico.
Principios activos: fipronil y (S)-metopreno
Indicaciones: eliminación de pulgas. Su eficacia en el gato es de 4 semanas. Actividad ovicida y larvicida durante 6 semanas en el gato. Puede utilizarse como parte de la estatregia de tratamiento para el control de la DAPP.
Eliminación de garrapatas con una eficacia de 2 semanas en el gato.
Eliminación de piojos picadors (Felicola subrostratus)
Aunque no figura entre sus indicaciones es eficaz para el tratamiento de los ácaros de los oídos en el gato.
No se debe bañar al gato ni cuatro días antes, ni cuatro días después de su aplicación.
Existe una única presentación para gatos.
PRODUCTOS CONTRA PARÁSITOS EXTERNOS E INTERNOS
-STRONGOLD DE PFIZER-
Pipetas para uso tópico
Principio activo: selamectina
Indicado para el tratamiento y prevención de pulgas. Elimina adultos, huevos y larvas de pulga. Ayuda al control de las pulgas ambientales. Puede ser usado como parte del tratamiento estratégico para la DAPP:
Prevención de la dirofilariosis (Dirofilaria immitis).
Tratamiento de los ácaros de los oídos (Otodectes cynotis)
Tratamiento de las infecciones por Toxacara cati.
Tratamiento de las infecciones por ancilostómidos (Ancylostoma tubaeforme).
Tratamiento de piojos masticadores (Felicola subrostratus)
Se puede aplicar desde las 6 semanas de edad. Se puede bañar al animal dos horas después de su aplicación.
Existen dos presentaciones para gatos: 15 mg para gatos de hasta 2.5 kg. 45 mg para gatos de 2.6 a 7 kg.
-ADVOCATE DE BAYER-
Pipetas para uso tópico
Principios activos: imidacloprid y moxidectina
Eficaz contra las fases larvarias y adultas de la pulga. Puede ser usado como parte del tratamiento estratégico para la DAPP.
Eficaz contra los ascáridos, tanto larvas como adultos.
Eficaz contra las ancilostómidos tanto larvas como adultos.
Eficaz para el tratamiento de los ácaros de los oídos (Otodectes cynotis)
Eficaz para la prevención de la dirofilariosis. Es un producto muy seguro ya que no actua sobre la fase adulta del parásito.
Existen dos presentaciones para gatos: menos de 4 kg y 4-8 kg.
Se puede utilizar en gatos de más de 7 semanas.
PRODUCTOS CONTRA LOS PARÁSITOS INTERNOS
-MILBEMAX DE NOVARTIS-
Comprimidos
Principios activos: milbemicina y praziquantel
Eficaz contra cestodos: dipylidium canimum, taenia spp, echinococcus multilocularis.
Eficaz contra nematodos: ancylostoma tubaeforme y toxacara cati.
Está indicado en la prevención de la filariosis (Dirofilaria immitis).
Existen dos presentaciones: una para gatos pequeños y gatitos (0.5-2 kg) y otra para gatos de 2 kg en adelante.
José Enrique Zaldívar Laguía
Clínica Veterinaria Colores
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A
28045 Madrid
PARÁSITOS EXTERNOS EN EL PERRO
PARÁSITOS EXTERNOS
Ya estamos en las fechas en que las pulgas y las garrapatas han hecho su aparición, en aquellos lugares en donde no son habituales durante todo el año. Os toca ahora como propietarios responsables seguir los consejos que los veterinarios os vamos a dar para evitar que vuestros perros sean parasitados y por tanto den cobijo y alimento a estos parásitos.
Según la zona donde viváis y las costumbres de vuestros perros, las posibilidades de que alguno de estos dos parásitos pasen a formar parte de vuestra “familia” variaran, pero debéis tener en cuenta que cualquier perro, viva o no el campo, y vaya o no a los parques de vuestra ciudad es susceptible de ser parasitado.
PULGAS
La pulga común del gato, Ctenocephalides felis felis, es el parásito primario tanto de perros como de gatos. Otras especies de pulga con las que nos podemos encontrar son la pulga del perro Ctenocephalides canis y la del hombre llamada Pulens irritans.
Estos simpáticos “bichitos” no tienen alas, pero presentan una boca preparada para punzar la piel de vuestro perro y succionar su sangre. Son unas grandes atletas, ya que pueden saltar 150 veces su propia longitud (cerca de 75 cm). ¡Esto equivale a que una persona salte la longitud de tres campos de fútbol!
Las pulgas no sólo son insectos nocivos, sino que transmiten un número importante de enfermedades a los perros.
Podemos decir que la presencia de la pulga en el perro se hace más frecuente en aquellas áreas en que las temperaturas son moderadas, la humedad es de moderada a elevada y la elevación del terreno es inferior a 1500 metros. En las zonas de clima cálido durante todo el año, el problema de las pulgas es no estacional, mientras que en las regiones con estaciones de temperatura y humedad extremas, las infestaciones de pulgas ocurre solamente durante los meses más cálidos. Sin embargo es sumamente importante que sepáis que una incidencia no estacional de dermatitis por pulgas será observada en cualquier clima si existe una infestación en el ambiente interior. Esto quiere decir que dadas las condiciones óptimas de temperatura y humedad que ofrecen vuestros hogares, las pulgas vivirán dentro de ellos “felizmente” durante todo el año.
Los problemas que acarreará a vuestro perro la parasitación por pulgas son muchos, pero lo serán más, si por desgracia es alérgico a determinadas sustancias presentes en la saliva del parásito.
La mayoría de las pulgas adultas pueden vivir entre 6 y 12 meses. Su ciclo vital se suele completar en 3 o 4 semanas y la principal ocupación de las hembras adultas es alimentarse y depositar huevos. Las condiciones óptimas para que se lleve a cabo este ciclo comprenden temperaturas entre 18 y 27 grados y una humedad relativa superior al 70%. Aún así, las pulgas podrían sobrevivir pero no reproducirse en temperaturas extremas, humedad baja o elevada altitud.
Una pulga hembra es capaz de depositar 2000 huevos (40-50 por día) durante su existencia, que seran depositados en el perro, y no en medio ambiente. Posteriormente caerán al suelo para continuar su desarrollo. La viabilidad de estos huevos será mayor si caen en lugares de la casa en donde el perro pasa la mayor parte del tiempo. Las pulgas consumen a lo largo del día una gran cantidad de sangre de vuestros perros, nada más y nada menos que 15 veces su peso corporal.
Los huevos eclosionan a los 4-7 días, de donde pasarán por tres estadíos de larva, para pasar al estadío de pupa y de aquí a pulga adulta. En el estadío de pupa serán capaces de sobrevivir sin alimentarse durante un año, pero cuando inician el ciclo de alimentación deberán hacerlo con regularidad.
Os preguntaréis como hacen estas pulgas que han nacido en algún rincón de vuestra casa para subirse en vuestros perros. Pues se sabe que el principal atrayente para las pulgas es la luz. Una vez que ha emergido, la pulga se orientará hacia la fuente de luz más cercana y cuando el perro pase entre la pulga y la luz, produciendo una sombra, la pulga saltará sobre el animal. Podrá ocurrir que en vez de sobre el perro salten sobre vosotros, pero en muy poco tiempo se harán selectivas, y pasarán de vosotros a vuestro perro.
Una pulga recien emergida sólo podrá sobrevivir sin alimentarse 10 a 14 días, y una vez que se han alimentado, si no lo pueden seguir haciendo tan sólo permanecerán vivas 3 0 4 días.
Podemos decir que las pulgas no son “clasistas” ya que no tienen predilección por determinadas razas ni p or determinado sexo. El prurito (picor) y los signos clínicos varían de inexistentes a graves.
No todos los animales son sensibles a la picadura de pulga, lo que significa que algunos perros podrán tener una gran parasitación sin mostrar el más mínimo síntoma, y otros presentarán una importante reacción alérgica teniendo sobre ellos muy pocos ejemplares. Se han dado casos en que dentro de un mismo hogar uno de los perros estaba sumamente parasitado y el otro ni tan siquiera había sido molestado. Podríamos hacer un simil con lo que ocurre con las picaduras de mosquitos en las personas.
Hay una diferencia entre infestación por pulgas, dermatitis por picadura de pulgas e hipersensibilidad a la picadura de pulgas (dermatitis alérgica a la pulga). En un perro verdaderamente alérgico a las pulgas, la picadura de una sola es suficiente para causar un problema clínico. Curiosamente estos perros suelen alérgicos a más cosas. Podemos decir, además, que los perros que fueron expuestos a picaduras de pulga desde una edad muy temprana o aquellos acostumbrados a vivir con ellas, raramente presentan alérgia a su picadura. La reacción alérgica es por tanto más frecuente en los perros que son parasitados en edad adulta o en aquellos que tan sólo tuvieron algún encuentro esporádico con ellas.
Las lesiones provocadas en caso de dermatitis alérgica se distribuyen sobre el dorso y la parte caudal de la espalda, cola y perineo. Pueden aparecer también lesiones en los flancos y en la parte ventrocaudal del abdomen. El excremento de la pulga (sangre seca), con apariencia de partículas negras y oscuras puede ser observado en el pelo y la piel del perro.
En muchas ocasiones las lesiones ocasionadas por las pulgas pueden complicarse con una infección de piel (pioderma), y son numerosas las lesiones secundarias debido al lamido y al rascado, que presentará el perro en muchas ocasiones.
El diagnóstico se basará en la localización de pulgas y sus heces en la superficie del perro, siendo sumamente útiles para esta labor los peines para pulgas. Las heces dejarán un trazo rojizo sobre un papel blanco levemente humedecido. Un análisis de sangre revelará una ligera anemia y un aumento de los eosinófilos (fracción de glóbulos blancos). También existe en la actualidad un test para la identificación del antígeno de la saliva de la pulga en caso de hipersensibilidad.
El tratamiento de la infestación por pulgas es sumamente complicado e incluye:
-Eliminar las pulgas de todos los animales de la casa.
-Eliminar todas las pulgas del hogar.
-Eliminar las pulgas del medio ambiente exterior.
-Prevenir la futura exposición a las pulgas y a animales infestados con pulgas.
En el cuadro adjunto podréis familiarizaros con los productos que según mi experiencia clínica os seran más útiles para tratar este problema, aunque os recuerdo que será sumamente importante que consultéis a vuestros respectivos veterinarios, que son sin duda los que sabrán daros las instrucciones pertinentes para acabar con este molesto visitante.
Un buen programa contra las pulgas debe incluir una combinación adulticidas para pulgas y reguladores del crecimiento de insectos o inhibidores de su desarrollo, pero deberán ser utilizados de manera regular.
De todas formas, aún combinando de forma acertada todos estos productos no se asegura de ninguna manera un control absoluto sobre las pulgas.
Es importante saber que la pulga es transmisora de la tenia Dipilium caninum, por lo que cualquier perro parasitado por pulgas deberá ser tratado con un tenicida.
GARRAPATAS
Las garrapatas son miembros de la familia de las arañas, y son parásitos succionadores de sangre capaces de transmitir una gran variedad de enfermedades (babesia, anaplasmosis, hemobartonelosis, fiebre de las montañas, ehrlichiosis, tularemia, borreliosis), además de provocar desórdenes dermatológicos, parálisis y anemia.
La infestación por garrapatas es menos sería que las enfermedades que transmiten. La incidencia de su infestación depende de varios factores, incluidos la temperatura ambiental, humedad y disponibilidad de huéspedes.
La garrapata se sujeta por si misma al perro, introduciendo su aparato bucal profundamente dentro de los tejidos para alimentarse. En el sitio de penetración se produce una reacción inflamatoria, quedando una costra después de remover la garrapata.
Podemos decir sin duda que las garrapatas pueden causar un sinnúmero de problemas además de irritación, y en algunas ocasiones reacciones alérgicas. Dependiendo del número de ellas, del tamaño del animal y su estado general de salud, las garrapatas pueden succionar una gran cantidad de sangre causando serios problemas clínicos. La pérdida de sangre puede resultar en un pelaje empobrecido, pérdida de peso o incluso la muerte. Aún sin causar anemia, la picadura de la garrapata es irritante y puede desarrollar reacciones de hipersensibilidad.
Los objetivos del control de las garrapatas consisten en romper su ciclo de vida en el medio ambiente y minimizar la infestación en todos los animales.
Su eliminación de los interiores requiere repetidas fumigaciones, prestando especial atención a las grietas. Los papeles pintados de las paredes son un gran obstáculo para este tipo de trabajos. He visto casos en que detrás de ellos las garrapatas habían colocado sus nidos. La garrapata marrón del perro ha sido hayada en grietas de paredes, y en aislantes de paredes y áticos, por lo que si llegamos a la conclusión de que nuestra casa puede estar poblada por ellas, lo mejor será recurrir a un profesional para su fumigación. El sellado de grietas con pinturas a base de resinas puede resultar sumamente útil, ya que impedirán la utilización por parte de las garrapatas de esos lugares mientras se hallan en desarrollo.
Acabar con las las garrapatas en el ambiente exterior es sumamente complicado, en especial en los lugares con roedores y mucha vegetación.
Su control en el perro es bastante sencillo. Para extraerlas, bastará con impregnarlas de alcohol o de algún insecticida apropiado y con unas pinzas quitarlas tirando de la cabeza. No debe aplastarse, apretarse o pincharse el cuerpo de la garrapata, pues se expondrá al perro a cualquier enfermedad que ésta pudiera transportar. También es posible infectarse al llevarse las manos a los ojos luego de haber manipulado una garrapata que ha sido destruida, o por garrapatas contaminadas por su propia material fecal. Una vez retirada la garrapata , el sitio en donde encontraba debería ser desinfectado. Si hay infección en la zona, estará justificado el uso de antibióticos. Ni que decir tiene que la garrapata aislada deberá ser eliminada. La mejor forma será echarla al retrete o introducirla en un recipiente con alcohol o en algún insecticida líquido.
En cuanto a su prevención y su tratamiento, y dado que muchos productos de los utilizados para las pulgas son aptos para las garrapatas, podréis consultar el cuadro adjunto para familiarizaros con ellos. Lo cierto es que muchos de ellos no impedirán que vuestro perro sea parasitado por ellas, pero si harán que éstas se desprendan dentro de las 48 horas posteriores.
Lo más recomendable es que, aunque vuestro perro salga al campo protegido con algún producto, al regresar a casa procedáis a la inspección de las orejas, entre los dedos y alrededor de la cabeza y cuello. En caso de localizar alguna, una vez extraida, no estaría de menos bañar al perro con un buen insecticida.
La mayoría de las garrapatas son halladas en la vegetación y son “levantadas” por los perros y las personas mientras caminan. En el ser humano parasitado por garrapatas deberá ser tenida en cuenta la transmisión de la enfermedad conocida como Fiebre ondulante o Fiebre maculosa.
LISTA DE PRODUCTOS
-Prac-Tic. Laboratorios Novartis. Piriprol. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra pulgas y garrapatas.
-Advocate. Laboratorios Bayer. Imidacloprid+Moxidectina. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra las pulgas. Tiene además otras indicaciones.
-ProMeris duo. Laboratorios Ford Dodge. Metaflumizona+Amitraz. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra pulgas y garrapatas.
-Stonghold. Laboratorios Pfizer. Selamectina. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra pulgas. Tiene además otras indicaciones.
-Frontline-Combo. Laboratorios Merial. Fipronil+Metopreno. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra pulgas y garrapatas.
-Ex-Spot. Laboratorios Schering-Ploug. Permetrina. Pipetas de aplicación mensual. Eficaz contra pulgas y garrapatas. Tiene otras indicaciones.
-Preventic. Laboratorios Virbac. Amitraz. Collar. Eficaz contra garrapatas.
-Scalibur. Laboratorios Intervet. Deltametrina. Collar. Eficaz contra garrapatas y pulgas. Tiene otras indicaciones.
-Kiltix. Laboratorios Bayer. Propoxur+Flumetrin. Collar. Eficaz contra garrapatas.
-Program. Laboratorios Novartis. Lufenuron. Comprimidos. Eficaz contra pulgas. (Tratamiento de la infestación)
-Capstar. Laboratorios Novartis. Nitempiran. Comprimidos. Eficaz contra pulgas (Tratamiento de la infestación)
José Enrique Zaldívar Laguía.
Clínica Veterinaria Colores
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid.
viernes, 30 de mayo de 2008
PONER UNA PICA EN FLANDES
Eurodiputados populares torearán en Bruselas
A tal fin, ha decidido aprovechar la oportunidad de que disponen para realizar una exposición anual ante la Cámara sobre algún asunto, para llevar a cabo la escenificación de un alegato a favor de esta tradición que tanto le apasiona, afición que por cierto comparte con su entusiasmo por la caza. Para ello ha promovido que la Federación de Asociaciones Taurinas, constituida el pasado mes de Febrero en la llamada Mesa del Toro, organice en Bruselas una presentación bajo el lema “Entre el hombre y el toro”, que estará presidida por el ganadero Eduardo Miura. Para dotar de mayor contundencia a sus argumentos el Sr. Grandes indica que estará acompañado por lo que él define como personalidades culturales y por figuras del toreo, entre las que se encuentran Enrique Ponce o El Juli.
No voy a entrar aquí en razones por todos sabidas aunque no reconocidas por una minoría interesada acerca del indiscutible sufrimiento que para los animales supone esta costumbre bárbara; de cómo el astado a menudo sale destrozado pero vivo de la Plaza continuando su agonía una vez finalizada la corrida; de cómo en innumerables ocasiones los niños son testigos en el exterior de los ruedos portátiles que se instalan en Fiestas populares locales, del espectáculo tan edificante del toro aún moribundo y sangrante tendido en el suelo, mientras un individuo clava un cuchillo en varias zonas del cuerpo del animal y hurga en sus heridas para extraerle las banderillas antes de ser remolcado al interior de un camión; de los caballos malheridos o muertos y en definitiva, del mantenimiento de una práctica en la que no acierto a hallar los valores ecológicos y culturales que menciona el Sr. Grandes, sino más bien una exaltación al dolor, a la absoluta falta de respeto a la vida de otros seres y a la transmisión a los jóvenes de usos que deberían haberse erradicado hace mucho tiempo y que se conservan gracias al interés particular de un sector minoritario pero poderoso. Pero sí quiero resaltar la actitud y palabras del Eurodiputado según las cuales pretende dejar claro en Bruselas que la mayor parte de los españoles sentimos esta atrocidad como “nuestra” y que deseamos su continuidad.
Probablemente el Sr. Grandes no se atreverá a llevar al Parlamento Europeo las estadísticas que existen acerca de cuántas personas acuden en este País a las corridas de toros, cuántas declaran tener interés por las mismas y cuántas aseguran desear su mantenimiento. Pero lo cierto es que más de un 90% no han ido jamás a presenciar esta salvajada a una Plaza y son entre un 75% y un 80% los que confiesan no gustarles. ¿No será mejor y más ajustado a la realidad entonces que llame “suya” a la Fiesta”, suya y de unos pocos más cuya sensibilidad ante el sufrimiento ajeno está tan abotargada como para esgrimir argumentos repetidos una y otra vez pero que a nadie convencen y que ni ellos mismos se creen, sobre lo idóneo de que perdure esta muestra de hasta qué punto el egoísmo, la propia satisfacción y la búsqueda de lucro pueden estar por encima del bienestar y derechos ajenos y lo sencillo que resulta para algunos causar dolor y muerte y para otros alentarlo con tal de saciar unos instintos con poco de racionales y mucho de primarios.
Los días 4 y 5 de Junio, cuando Luís de Grandes hable en Bruselas acerca del profundo arraigo en España de las corridas de toros secundado por ganaderos, toreros y algún representante del mundo de la cultura, en un intento de maquillar la bestialidad de erudición, sabrá que está mintiendo, porque es consciente de que aquí cada día son menos los que acuden a las Plazas pero sin embargo son más los que demandan el fin de esta crueldad. Tal vez volverá a encontrar el apoyo incondicional del Sr. Méndez de Vigo, que el año pasado en la defensa de su Fiesta, no dudó en retrotraerse hasta el Siglo XII para recordarnos que ya con el Rey Alfonso VIII se celebraban corridas, llegó incluso a remontarse 15.000 años en la Historia mencionando las figuras de toros representadas en las Cuevas de Altamira; es curioso comprobar como estos Señores del Partido Popular dan gigantescos saltos atrás en la existencia del hombre para defender esta causa y en cambio, aseguran que la cuestión de la Memoria Histórica ya no interesa a los españoles y que los muertos de las fosas del franquismo, cuyos hijos todavía buscan, es un capitulo cerrado que a nadie preocupa.
En Bruselas saldrán en Junio a relucir nombres como Goya, Orson Welles o Hemingway, dirán que si desaparecen los toros de lidia con ellos se irán las dehesas y las especies que las habitan, darán cifras espectaculares acerca del dinero que mueve esta actividad y se presentarán como guardianes de lo que han llegado a denominar “La Fiesta más culta de el Mundo”. Pero callarán sobre cuál es el verdadero deseo al respecto de la mayor parte de la Sociedad española, incluido gran número de representantes de todos los ámbitos de la cultura; nada dirán sobre la necesidad de conservar las especies y su hábitat y cómo esta labor no ha de depender de la continuidad del sacrificio cruento y penoso de un ser vivo, por algo el Partido Popular es el Grupo Político más implicado en casos de especulación urbanística y destrucción del Medio Ambiente; silenciarán las subvenciones que reciben ganaderos del toro de lidia y la propia Fiesta, cómo los presupuestos municipales de muchos ayuntamientos se utilizan en sufragar esta partida absurda en detrimento de servicios esenciales para la población y cómo un 90% de los contribuyentes ha de soportar un gasto para una actividad que no le gusta y que en muchos casos rechaza de modo tajante y que sólo agrada y conviene al 10% restante. En lo que respecta a la cultura, no harán alusión alguna a que ésta, entendida también como el grado de desarrollo social y su papel fundamental como vehículo para colaborar al avance de la mejora de las condiciones de vida de todos los seres, está absolutamente reñida con la transmisión a las nuevas generaciones de la supremacía del hombre sobre otras especies para ejercitar la tortura y el sometimiento sin otros motivos que la defensa de tradiciones rancias y los beneficios de cierta élite que siempre encuentra abrigo en la línea ideológica del Partido Popular.
Probablemente no convencerán a todos los Eurodiputados que actualmente y demostrando un juicio y sensibilidad bastante más acertadas que las del Sr. Grandes o el Sr. Méndez de Vigo, mantienen que deben de ser abolidas por ley las corridas de toros, pero de lo que no hay ninguna duda, es que aquí una vez más, muchos comprobaremos como el Partido Popular representa la España más oscurantista, inquisitorial, reaccionaria, conservadora y clasista.
miércoles, 28 de mayo de 2008
SI LOS TOROS HABLARAN, DIRÍAN LO MISMO
viernes, 16 de mayo de 2008
POR SI AÚN QUEDAN DUDAS
Feria de San Isidro
¿Estás a favor o en contra de las corridas de toros?
Resultado
Esta encuesta no es científica, responde tan sólo a las respuestas voluntarias de los lectores que desean exponer su opinión.
jueves, 15 de mayo de 2008
MI PONENCIA PRESENTADA EN EL FMA DE BARCELONA: "La verdad sobre el toreo. ¡Por qué el toro si sufre!
FMA
Ya ha pasado más de un año (febrero 2007) desde que casualmente leí en el diario El País una columna que Rosa Montero titulaba “Ay”, en la que se hacía eco de un “increíble” estudio hormonal realizado en toros de lidia. Fue una casualidad sin duda. Si las casualidades no existieran, jamás habría escrito una réplica a dicho estudio, y por lo tanto no estaría aquí. Lo que me llevó a estudiar y a sacar mis propias conclusiones sobre lo que el profesor Illera ha publicado, fue la indignación.
De la noche a la mañana, la neuroendocrinología de un mamífero se ha hecho especial, y el dolor y el sufrimiento de un animal que todos, incluidos los taurinos, daban por hecho, se han esfumado.
Dado que ningún medio con rigor científico se ha hecho eco de su estudio y de sus conclusiones, mi réplica, se basa en recortes de diversos medios de prensa que si han publicado algo al respecto de forma interesada: 6 Toros 6, El Burladero, El Mundo, ABC, y algunas páginas de países de América Latina, adonde también han llegado sus conclusiones. Todos estos medios han recibido mi contestación y todos las han ignorado, salvo el Diario de La Rioja. Tele 5, a través de su desaparecido programa El Buscador, se dignó a hacer pública una mínima parte de lo que yo he respondido. Han quedado archivadas mis explicaciones, ya grabadas, para el programa La Noria (al parecer por incomparecencia de los taurinos), y quizás en breve, se haga pública una entrevista que me hicieron para las noticias de TVE. Según me han comentado recientemente, hay una amplia oposición en dicho medio para que sean emitidas.
Se nos silencia, pero no debemos callar. La verdad y la razón nos asisten.
Supongo que muchos de los aquí presentes tendréis conocimiento de la existencia del estudio, y por tanto de la aparición por arte de magia del supertoro del S XXI. Sobre esto versará mi charla.
En febrero del año pasado, en la revista taurina 6 toros 6, aparecía un extenso reportaje cuyo título era: “Por qué el toro no sufre”.
En su introducción dejaba claras sus intenciones: “El estudio echará por tierra muchos de los vacuos argumentos de animalistas y anti taurinos”. El cuento que nos cuentan (valga la redundancia) se basa en la determinación de una serie de hormonas que hacen del toro de lidia un animal especial endocrinológicamente, ya que su respuesta ante el estrés y el dolor es totalmente diferente a la del resto de los animales. Aquí, nada más empezar, se constata el primer error en el que incurre en el estudio:
Ninguna otra especie animal ha sido sometida a una lidia así qué, no podemos saber cual sería su respuesta ante tamaña tortura.
Cuando se llega a una conclusión científica de tanta importancia se deberían aportar datos de otras especies sometidas al mismo experimento. No es el caso, y evidentemente nunca lo será. Esto echa por tierra cualquier estudio comparativo.
Más tarde, a lo largo de mi exposición, os ampliaré la información sobre este asunto pero, decir que el toro durante la lidia descarga diez veces más betaenforfinas que la especie humana, es no decir absolutamente nada.
Según se nos cuenta, el toro, una vez lidiado, es decir ya cadáver, presenta unos niveles de cortisol (hormona medidora del estrés) inferiores a los que presenta un toro de lidia transportado en un camión, deduciendo por tanto que, el toro sufre más durante el transporte que durante la lidia. Otro nuevo error: Él habla de determinaciones de hormonas durante la lidia, cuando en realidad, la mayoría de los toros analizados estaban muertos en el momento en que se realizaron las extracciones de sangre. Seamos coherentes y hablemos por tanto de un estudio que se realiza en el cadáver de un animal que para su desgracia ha sufrido una lidia.
En el estudio se nos presenta a los toros de lidia divididos en varios grupos:
• Grupo 1: Toros que salen al ruedo y que son devueltos a los corrales antes de ser lidiados. Según el estudio, estos animales que no han sido picados, ni banderilleados, ni han pasado por el estoque ni el descabello, son los que sufren más ya que sus niveles de cortisol en sangre son los más altos. Se nos dice que el toro sufre más estrés durante los primeros cinco minutos que está en el ruedo que durante el resto de la lidia, ya que una vez iniciada ésta, sus niveles de cortisol tienen valores prácticamente normales.
• Grupo 2: Toros que salen al ruedo y que, tras la suerte de varas, son devueltos a los corrales. Los niveles de cortisol en estos animales son anormalmente menores que los determinados en el grupo 1.
• Grupo 3: Toros que salen al ruedo y que, tras la suerte de varas y de banderillas son devueltos a los corrales. Los niveles de cortisol medidos en estos toros son menores que los del grupo 1 y los del grupo 2. Varios aficionados al toreo me han informado que, el número de estos toros es muy pequeño. Es decir, raramente se devuelve un toro a los corrales después de ser picado y banderilleado.
• Grupo 4: Toros que salen al ruedo y que pasan por todas las suertes de la lidia, incluido el estoque y el descabello. La sorpresa que deparan las mediciones de cortisol en estos cadáveres es asombrosa. Su cortisol es menor que el de los grupos anteriores.
¿Será verdad que el toro de lidia es inmune a la tortura? ¿Será verdad que su respuesta hormonal ante el estrés es única? ¿Será verdad que un toro que tan “sólo” ha sido transportado o que tan “sólo” se ha dado una vuelta por el ruedo, tiene más estrés que los toros que han pasado por una, por dos o por todas las suertes de la lidia? Pues no, no es verdad.
Afortunadamente los médicos y algunos veterinarios preocupados por minimizar el sufrimiento, en este caso psíquico (estrés), tienen respuesta para casi todo. Respuestas a las que por el momento no se ha prestado la más mínima atención.
Él, sigue manteniendo que el estrés durante el transporte es tres veces mayor que durante la lidia. Al parecer, “el tercio de varas sirve para descongestionar al toro, para relajarle”, y en una interpretación muy libre que yo hago de sus conclusiones “para hacerle más llevadero el calvario”. Ésta afirmación ha quedado en entredicho hace mucho tiempo por parte de veterinarios taurinos que dicen lo siguiente al respecto: “Tradicionalmente se decía que uno de los fines de las puyas eran descongestionar al animal, pues como consecuencia del estrés de la lidia se produce congestión. Pero, conociendo el volumen de sangre normal que se pierde como consecuencia de esta suerte (que oscila entre 1.5 litros y 2.5 litros, es decir, menos del 10% del volumen total de sangre circulante), este fin puede quedar en entredicho.
He hablado anteriormente del cortisol, pero, ¿Qué es?:
• Podemos decir que es una hormona natural que fabrican todos los animales desde unas glándulas situadas en zonas próximas a los riñones que reciben el nombre de adrenales.
• Podemos decir que es una hormona íntimamente ligada al estrés. En condiciones normales, los animales tienen una serie de mecanismos para mantener esta hormona en unos niveles adecuados para la vida pero, ante determinadas circunstancias, y una de ellas son las situaciones que provocan estrés, esta hormona, se fabricará en cantidades exageradas. Cada especie tiene por tanto unos valores fisiológicos perfectamente conocidos y determinados, que se verán incrementados ante situaciones que no son las habituales.
• Su descarga está mediada por otras hormonas que son descargadas desde otras glándulas. Es lo que se conoce como eje hipotálamo (CRF)-hipófisis (ACTH)-adrenales (cortisol). Todas estas respuestas hormonales están mediadas por el sistema nervioso, dato sumamente importante que debéis retener para comprender lo que más adelante os contaré.
Y es aquí, en este mecanismo hormonal en que se encuentran implicadas estas tres glándulas y el sistema nervioso, en donde debemos encontrar esa extraña respuesta al estrés de la que nos habla. Es precisamente en la lidia, y en sus tercios, en donde está la respuesta, y es precisamente este estudio el que nos demuestra la brutalidad de todos estos lances a los que es sometido el toro.
Tenemos numerosos datos extraídos de documentos publicados por veterinarios de plazas de toros en los que se nos explica con todo lujo de detalles lo que son capaces de hacer la puya, las banderillas, el estoque y el descabello. Me refiero en concreto a una serie de publicaciones de veterinarios de la Universidad de Córdoba (Luis F Barona y Antonio E Cuesta López), de la Fundación de Estudios Taurinos y de la Unión de Criadores del Toro de Lidia (Fernández Sanz y Villalón González Camino).
La puya mide 9 cm y se divide en dos partes, una de 6 cm de acero encordado y otra de 3 cm de púa piramidal. La función de este instrumento es la de ser clavado en una zona anatómica del toro de lidia llamada morrillo, que es la parte más elevada del cuello, desde la nuca a la cruz. Se trata de una zona con un importante paquete muscular. Es donde asientan los músculos extensores, responsables de los movimientos del cuello y de la cabeza y por tanto del recorrido de los cuernos.
Las puyas, según los taurinos entendidos, sirven para ahormar la cabeza, regular el acornear, quebrantar el poderío, comprobar la bravura, descolgar la cabeza y dificultar el derrote, es decir que ésta no tenga movimientos bruscos. Para conseguir todo esto, la puya debe lesionar la musculatura cervical dorsal y los ligamentos de la nuca. Lo curioso es que se sabe que tan sólo un 4.7% de los puyazos cumplen su misión.
En los estudios anteriormente mencionados tan sólo 13 de los 276 puyazos analizados fueron aplicados en la parte del morrillo, siendo el resto traseros o caídos. El 42.38% fueron aplicados sobre la región de la cruz, el 34.06% justo por debajo de dicha región, el 25.3% en las paletillas y el 16.3% muy trasero (en el dorso o debajo de éste).
Quiere esto decir que no se apuntó al morrillo, sino más bien a la zona de la cruz, donde se encuentran los músculos y cartílagos que unen las extremidades anteriores entre sí y el tronco, y que nada tienen que ver con los músculos extensores y elevadores de la cabeza, y si mucho que ver con la unión muscular de ambas extremidades que es vital para la locomoción del toro.
En conclusión, la consecuencia de picar en dicha zona es restar movilidad al toro, o dificultar su movimiento al afectar al aparato locomotor y no a los músculos del cuello.
En los numerosos tratados publicados por veterinarios taurinos, se puede leer:
Al picar en la zona de la cruz o más trasero, se han llegado a fracturar apófisis espinosas de vértebras torácicas, se han dañado vasos sanguíneos que irrigan músculos importantes para la locomoción, se han seccionado o lesionado ramas dorsales de nervios espinales, que pueden producir, y producen en ocasiones cojeras transitorias o pérdida de manos por inhibición refleja del plexo braquial, que es el centro nervioso del que parten los nervios que inervan las extremidades anteriores (muchos toros, al salir del caballo pierden una o las dos manos por dicha lesión nerviosa). Los puyazos traseros o caídos pueden llegar a perforar la pleura y afectar al pulmón, pues la distancia entre la piel y la pleura es más pequeña, y se puede llegar a producir neumotórax con la consiguiente insuficiencia respiratoria.
Todo lo referido anteriormente no me lo he inventado yo, sino que está publicado por los veterinarios nombrados anteriormente.
También se sabe que las puyas son capaces de infringir heridas de hasta 30 cm de profundidad (con una media de 25 cm). Se sabe que la mayoría de estas heridas presentan hasta 5 trayectos diferentes. Se sabe que el picador hace uso de trucos para castigar más si cabe al toro. Me refiero a lo que en términos taurinos se conoce como el “barrenado” (consiste en girar la puya como un sacacorchos) y el “mete saca”, que hace que un puyazo sea como si se hubiera picado al toro 7.4 veces, y que impide al toro huir cuando siente dolor. Hablamos de un animal de 500 kilos que tiene que embestir contra un peso de 1000 kilos (caballo, picador y apeos).
En las publicaciones a las que he hecho anteriormente referencia también se puede leer:
• “Es preciso no olvidar que con sólo alcanzar los músculos del raquis, el animal puede quedar profundamente lesionado”
• “Hay que tener presente que la puya tiene una gran facilidad para penetrar mucho más de su longitud, y por eso, cuando el puyazo es trasero y la distancia de los cuerpos vertebrales a la piel es menor, pueden alcanzarse los mismos con producción de hemorragias que muchas veces no se exteriorizan sino que pueden afectar al canal medular con compresión de la médula”
• “Cuando el puyazo se realiza caído y afecta a los músculos inervados por nervios procedentes del plexo braquial, que es responsable de la inervación de todo el miembro anterior, se puede producir una inhibición refleja del plexo braquial de cada lado a través de la médula”
• “El toro sale tocado del caballo en la columna vertebral y se pueden producir lesiones en la parte alta de las costillas”
• “Al embestir el toro y no poder con el caballo y el picador, las delicadas articulaciones de las manos sufrirán, lo que facilitará el meter la puya en la zona vertebral”,
• “La mala colocación de las puyas y las malas artes provocan hemorragias mayores de las deseadas, que pueden llegar a un 18% cuando lo normal sería de un 10%. Un toro tiene por término medio 38 litros de sangre (75 ml/kg de peso). Sobre el volumen de sangre de un toro, debo decir (y desconozco si será un error de imprenta), que el profesor Illera, afirma en sus respuestas a 6 toros 6, que un toro tiene 66 litros de sangre, exactamente el doble de lo que en realidad tiene.
El siguiente instrumento de tortura que se utiliza en la lidia son las banderillas. Se trata de una especie de arpones de 6-8 cm de longitud. Son colocadas en las zonas en donde se aplicaron las puyas. Su función es desgarrar músculos, nervios y vasos sanguíneos, y provocar una mayor pérdida de sangre, gracias al efecto de la gravedad que provocan sus soportes con el movimiento del toro durante el resto de la lidia. Con el objeto de que no se desprendan, y por tanto que cumplan su función, llevan un arpón de 16 mm de ancho.
El estoque es una espada curvada de 80 cm. La colocación “ideal” sería en lo que se conoce con el nombre de hoyo de las agujas, que son dos. Se sitúan a la derecha y a la izquierda de la columna vertebral a la altura de la 3ª y 4ª vértebra dorsal. Su fin es la lesión o corte de la vena cava caudal, lesión de la arteria aorta posterior, y a veces, lesión de los vasos de la entrada del pecho que forman el tronco braquiocefálico. Si el torero acierta (cosa que no sucede casi nunca) se produce la muerte en pocos segundos y sin vómitos. Tras una serie de espasmos y temblores el toro cae, normalmente patas arriba.
Lo que sucede con más frecuencia es que el estoque lesiona cordones nerviosos laterales a la médula, lo que provoca la desconexión de todo el aparato motor de la caja torácica, lo que a su vez provoca una gran lesión del pulmón, que incluso puede llegar a destrozar la base del corazón si el toro es brevilíneo. Se verán afectados los pulmones y los grandes bronquios: La sangre pasa del pulmón a los bronquios, de allí, llega a la traquea, y sale al exterior por la boca y la nariz, a veces a borbotones.
En otras ocasiones, se atraviesa el diafragma, lo que provocará la muerte del toro por asfixia, ya que le produce una parálisis por lesión del nervio frénico. El toro tendrá hipo y andará hacía atrás.
Se dan casos en que las estocadas son tan traseras que pueden llegar a lesionar el hígado y la panza.
En otras ocasiones veremos unos pequeños hilos de sangre en la boca y en la nariz. Esto sucede cuando el estoque ha tocado la parte más externa de los pulmones y el toro se tragará su propia sangre.
La tortura finaliza con el descabello y/o la puntilla. El descabello se realiza con una espada similar al estoque pero es recta y tiene un tope de 10 cm. Se introduce en el primer espacio intervertebral y su objetivo es seccionar la médula. Se dan casos de toreros que han necesitado hasta 21 descabellos para alcanzar su objetivo. Si con esto no se consigue el fin perseguido, se hace uso de la puntilla, puñal de 10 cm de longitud.
Una vez analizadas, según lo expuesto anteriormente, las numerosas y graves lesiones que sufre el toro, es el momento de explicar una de las razones, para mí la principal, del por qué los valores de cortisol en el toro lidiado no sean los que deberían ser.
Para ello transcribiré diversas conclusiones extraídas de trabajos de medicina científicamente contrastados:
• “Trabajos experimentales clásicos demostraron que para que ocurran ciertas respuestas endocrinas, como es la que media la liberación de cortisol a través de la ACTH, es necesario que estén intactos el estímulo neuronal y la transducción de la señal al sistema nervioso central”
• Y añade: “Por ejemplo, no existe respuesta de ACTH a operaciones en pacientes parapléjicos con transección de la médula espinal a nivel de la vértebra torácica 4”
• “La respuesta a estímulos nociceptores no activan la respuesta hormonal (la medida en el estudio) a menos que estén intactas las vías neuronales”
• “La respuesta puede amortiguarse o evitarse por lesiones neuronales (demostrado con bloqueos anestésicos) o de médula espinal”.
Yo opino que, este tipo de lesiones, son muy similares a las que producen las puyas en el sistema nervioso del toro.
Por tanto, después de saber las lesiones neurológicas que son capaces de provocar las puyas, las banderillas, el estoque y el descabello:
• ¿Será racional pensar que la respuesta hormonal anormal en lo que respecta al eje hipotálamo-hipófisis-adrenales tiene su por qué?
• ¿Es lógico que el toro transportado o que el que ha salido al ruedo y no ha sido lidiado tenga más cortisol que el que ha sido parcial o totalmente lidiado? Es lógico, porque esos toros tienen su sistema nervioso intacto.
• ¿Es lógico que los toros parcialmente lidiados tengan más cortisol que los cadáveres a los que se ha sacado sangre después de sufrir las puyas, y las banderillas, y cuya médula espinal ha sido finalmente seccionada en su totalidad? Claro que es lógico.
Por si fuera poco, existe otro mecanismo hormonal descrito por Selye hace muchos años, y que tiene vigencia en la actualidad. Se conoce como Síndrome General de Adaptación.
Ante una situación de amenaza para su equilibrio, todos los organismos emiten una respuesta con el fin de intentar adaptarse. Selye define este fenómeno como el conjunto de reacciones fisiológicas desencadenadas por cualquier exigencia ejercida sobre el organismo por la incidencia de cualquier agente nocivo llamado estresor. Se puede definir pues, como la respuesta fisiológica específica del organismo ante cualquier demanda o agresión, que pueden ser tanto físicas como psicológicas.
No me extenderé demasiado en la descripción de este fenómeno, pero os diré que pasa por tres fases:
• Fase de alarma (con dos sub-fases, la de shock y la de contra shock), en las que se produce inicialmente una importante descarga de adrenalina, y posteriormente de ACTH, y como consecuencia de cortisol.
• Fase de resistencia o adaptación en que el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como una amenaza. Los niveles de corticoesteroides se normalizan, y desaparece la sintomatología del estrés pero, si el estímulo es recibido una y otra vez, suele suceder que aparezca una hipertrofia de la corteza adrenal, que establece un nivel de vitalidad por encima del que partimos.
• Fase de agotamiento que ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga duración, y cuando los recursos del animal para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes.
Ya he dicho antes, que mi explicación a los anormales niveles de cortisol que presenta el cadáver del toro lidiado, se deben a las lesiones neurológicas descritas, pero también algunos etólogos y la doctora Susana Muñoz, achacan esta falta de respuesta al estrés, al agotamiento fisiológico al que es conducido el toro a través de la lidia. Quiere esto decir que no sabemos por que momentos de la curva de Selye estaban pasando los toros analizados, ya que las extracciones de sangre no se producen en momentos puntuales de las diversas suertes por las que pasa el toro, sino que son realizadas a posteriori, es decir, cuando los toros vuelven a los corrales vivos (los menos) o muertos (los más). No se trata por tanto de un estudio secuenciado, que sería indispensable para llegar a las conclusiones a las que se quiere llegar. Pudiera ser que la suma de factores condujera a esta atípica respuesta.
Existen otras sustancias que el profesor Illera ha encontrado en grandes cantidades en los cadáveres de los toros lidiados. Estas sustancias se engloban dentro de las denominadas catecolaminas, y son la noradrenalina (producida por el sistema nervioso simpático) y la adrenalina (producida por la médula adrenal). Dice en sus declaraciones que estas sustancias se encuentran en una mayor cantidad en los toros lidiados que en los transportados, cosa totalmente lógica.
La noradrenalina es segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas, aumentando su concentración principalmente en el estrés de tipo físico, en situaciones de alto riesgo o de agresividad.
Estas sustancias son las encargadas de poner al organismo en estado de alerta preparándolo para luchar o huir. Curiosamente la adrenalina y la noradrenalina se elevan enormemente cuando se somete un animal a una situación de estrés y aumentan proporcionalmente a la intensidad y la gravedad de las lesiones. Si el toro lidiado tiene más catecolaminas en su sangre que el que no ha sido lidiado es evidente que éste último ha sufrido más.
Las concentraciones de catecolaminas en sangre consecutivas a una lesión se correlacionan mejor con el volumen de pérdida sanguínea y se observan además después de todas las formas de shock:
• Aumento de la coagulación.
• Incremento del ritmo cardiaco que puede desembocar en hipertensión arterial.
• Vasodilatación muscular y vasoconstricción cutánea.
• Incremento de la producción de tiroxina.
Es normal encontrar elevaciones importantes de estas sustancias como respuesta a estímulos como hipotensión, hipovolemia, hipotermia, hipoglucemia, hipoxia, dolor, ansiedad, y miedo. Es importante conocer que estas sustancias se utilizan en medicina y veterinaria cuando se requiere un efecto rápido y sinérgico sobre la función cardiaca. Por ejemplo, en una urgencia médica como es la insuficiencia cardiaca congestiva descompensada o simplemente una insuficiencia cardiaca aguda, su administración puede salvar la vida.
La segunda parte de éste desvarío científico, se basa en la aparición de unas sustancias denominadas betaendorfinas que el profesor Illera ha encontrado en grandes cantidades en el cadáver del toro lidiado. Su presencia, al contrario que el cortisol, es mucho más alta en estos toros que en los transportados en un camión o en los que salieron al ruedo y fueron devueltos a los corrales antes de pasar el calvario de las diversas suertes de la lidia.
Nuevo error del estudio al calificar a las betaendorfinas como hormonas neutralizadoras del dolor. Como he dicho anteriormente, en sus manifestaciones dice que, el toro lidiado descarga diez veces más betaendorfinas que la especie humana., y cómo he dicho antes, repito la pregunta: ¿alguno de ustedes ha sido lidiado?
Existen numerosos estudios sobre estas milagrosas sustancias, que algún “descerebrado” catalogó como las hormonas de la felicidad. Se sabe que se descargan en grandes cantidades durante el ejercicio, durante el consumo de drogas, y durante el acto sexual en la especie humana, pero también se sabe que son, junto con el cortisol, uno de los mediadores más importantes en las situaciones de estrés. Se sabe también que su descarga aumenta en casos de hemorragias para reestablecer el volumen de sangre circulante o proporcionar sustratos de energía. También aumentan cuando se produce lo que se conoce como Síndrome de choque circulatorio, así como cuando hay un shock neurogénico y trastornos ventilatorios.
A ver como se explica esto: El toro lidiado tiene menos cortisol que el esperado, con lo que se concluye que sufre poco estrés pero, resulta que su sangre está inundada de betaendorfinas que, curiosamente también se producen por el estrés. Y mi pregunta va más lejos: ¿Si las lesiones provocadas en el sistema nervioso por las puyas, las banderillas, el estoque y el descabello, impiden una normal respuesta hormonal en cuanto a la ACTH y el cortisol, ¿Por qué sí se produce con respecto a las betaendorfinas?
Pues una vez más, la medicina humana tiene respuestas para casi todo:
• “Se ha demostrado que la descarga de betaendorfinas se produce también a través de mediadores celulares, a través del sistema inmune, localmente en la zona donde se produce el dolor, es decir a nivel de los tejidos dañados”
• “Lo hace liberando lo que se denomina POE. El POE más abundante liberado por los linfocitos (células del sistema inmune) es la betaendorfina”
• “Su liberación a partir de células inmunes se produce principalmente por acción de la CRF (hipotálamo), de la interleucina 1 beta, de la interleucina 6 y del factor de necrosis tumoral alfa”
• “Ésta regulación sería la responsable de la respuesta que aparece cuando se produce la agresión en una zona denervada o bloqueada por lesiones neurológicas importantes, ya que no existe el estímulo neurológico aferente”.
Volvemos de nuevo a la importancia que tienen las lesiones neurológicas producidas por las suertes de la lidia a nivel del sistema nervioso.
Lo cierto es que es un error mayúsculo considerar a las betaendorfinas como sustancias neutralizadoras del dolor. Son muchos, numerosos, los estudios realizados en medicina humana que demuestran sobradamente que así es. La mayoría han sido realizados en mujeres de parto, y revelan que a mayor dolor (expresado por las mujeres a través de entrevistas después de dar a la luz) mayor es el valor de betaendorfinas detectadas en su sangre.
Está científicamente demostrado que en los partos distócicos, es decir, en aquellos en que hubo mayor sufrimiento fetal, tanto la madre como el feto contenían en su sangre un mayor valor de betaendorfinas.
Esto contradice lo que se nos cuenta, ya que según él, estas sustancias serían capaces en el toro de lidia de neutralizar el dolor. ¿Por qué en el toro de lidia sí y en el resto de las especies no?
Curiosamente las mujeres que recibieron cursillos de preparación para el parto fueron las que menor dolor manifestaron, y casualmente eran las que tenían niveles de betaendorfinas menores en su sangre. Queda claro según esta última apreciación que estas mujeres sintieron menos estrés y menos dolor a la hora de dar a luz, y por tanto su organismo descargó menos betaendorfinas. Estas mujeres por tanto, estaban más preparadas para afrontar una experiencia estresante y dolorosa como es el parto, y por ello sintieron menos estrés y menos dolor lo que condujo a una menor descarga de betaendorfinas.
Podemos decir por tanto que las betaendorfinas no son neutralizadoras del dolor, sino medidoras y mediadores de él y del estrés. A mayor dolor y mayor estrés, mayor cantidad de betaendorfinas en la sangre. Puedo decir que estas sustancias naturales han sido purificadas e inoculadas como analgésicos y que nunca han sido capaces de neutralizar el dolor, salvo cuando se administraron por vía intracraneal, y además, su vida media es sumamente corta.
No quiero incurrir en el error que se incurre en el estudio, es decir en comparar especies. A mí no se me va a ocurrir decir que el parto de una vaca es igual de doloroso que el de una mujer, porque estaría faltando a la verdad.
Para concluir diré, que gracias al estudio, a las mediciones de ACTH, de cortisol, de noradrenalina, de adrenalina y de betaendorfinas, sabemos que el toro lidiado sufre durante veinte minutos aproximadamente una de las mayores torturas a las que puede ser sometido gratuitamente un animal. Sus conclusiones, sin él quererlo, nos han ayudado a comprender lo que esconde en realidad detrás de la “fiesta nacional”.
Y para terminar, esperando no haberos aburrido demasiado, os diré que el profesor Illera incurre en una nueva contradicción que a mí me parece más grave que las anteriores:
En el año 2002, se publicó una tesis doctoral con el título: “Influencias de la lidia sobre los perfiles hormonales plasmáticos en el ganado bravo”. En el resumen de dicha tesis, se puede leer entre otras cosas: “A la vista de los resultados obtenidos, se observa que la lidia provoca un aumento significativo de las concentraciones de cortisol y de corticosterona (ACTH), tanto en novillos como en toros”. Los grupos de toros analizados para esta ocasión son los mismos que han sido analizados en el estudio del que os he hablado. Curiosamente, ésta tesis fue dirigida por el profesor Illera. Cinco años después de publicarse esto, asistimos a la presentación de un estudio, que también forma parte de una tesis doctoral, pero que dice todo lo contrario.
Conclusiones parecidas ya fueron publicadas en el año 1996 por una importante revista científica francesa (Renueve Medecine Veterinaire), en cuyo estudio se decía:
En este trabajo hemos estudiado la activación del eje corticotropo en el toro de lidia después de la corrida, por el cruce de la estimación de parámetros indicadores directos (concentraciones sanguíneas de cortisol y de ACTH) e indirectos (num. De glóbulos blancos, fórmula leucocitaria, glucosa sérica y colesterol suprarrenal). También se ha estudiado la relación entre la activación del eje corticotropo y el comportamiento manifestado por los animales a lo largo del combate. Se han comparado los toros toreados en la feria de San Fermín con los de la feria del Pilar. La diferencia fundamental de estas dos ferias reside en el encierro que solo se practica en Pamplona. La existencia de una respuesta de stress aparece en la mayoría de los toros estudiados por la presencia de signos tanto directos como indirectos de la activación del eje corticotropo. Sin embargo, los toros toreados en Pamplona han tenido una respuesta de stress más intensa. También se ha observado que en Pamplona el porcentaje de animales con caídas es significativamente más débil que en Zaragoza. Una razón de estas diferencias podría encontrarse en el encierro. Éste podría constituir un estímulo previo de la activación del eje corticotropo pudiendo provocar este aumento de la respuesta del eje de cara al stress del combate.
Podríamos pensar en función de los estudios mencionados, el que se ha hecho público en febrero de 2007, y el que se publicó en 2002 ( que corrobora el de la revista francesa a la que he hecho referencia publicado seis años antes) que existe una profunda contradicción entre ambos.
Lo que si queda demostrado sea cual sea el que se ajusta más a la realidad, es que la lidia supone un importante estrés para el toro, y que tendrán que ser los que han incurrido en la contradicción los que nos den explicaciones.
En cuanto al dolor que se infringe al toro, las altas tasas de betaendorfinas que se han detectado en sus cadáveres dejan claro que ha sido enorme, considerando a estas hormonas como lo que son, es decir, mediadoras y medidoras del dolor y del estrés, y de ninguna manera neutralizadoras de los mismos.
José Enrique Zaldivar Laguía.
Veterinario.
ENFERMEDADES DE VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS
ENFERMEDADES DE VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS: TRÁQUEA
En un número anterior de El Mundo del Perro, escribí sobre las enfermedades respiratorias que afectaban a bronquios y pulmones. En el de este mes, me referiré a aquellas que afectan a la tráquea, obviando aquellas que se asientan en las fosas nasales o a la garganta, por no hacerlo demasiado extenso.
La tráquea es un conducto en forma de tubo, semirígido y flexible, que conecta la laringe con los bronquios. Está formada por una serie de cartílagos, en número de 35 a 45 en forma de C, ya que su parte dorsal está formada por tejido no cartilaginoso.
La tráquea posee un número limitado de maneras de responder a una agresión. La respuesta inmediata de la mucosa traqueal frente a una irritación de cualquier tipo es el aumento de la secreción mucosa. Si la agresión continua se producirá algo parecido a un proceso inflamatorio.
Un perro afectado por una enfermedad que afecta a la tráquea presentará tos, ruidos al inspirar y espirar el aíre, pudiendo llegar al edema pulmonar e incluso a la cianosis.
La auscultación es de gran ayuda para detectar problemas en la tráquea, así como las radiografías. Otras pruebas que, a veces, nos sirven de gran ayuda son traqueoscopia y broncoscopia, los cultivos traqueobronquiales y las citologías.
TRAQUEITIS INFECCIOSA:
Es la inflamación del revestimiento no cartilaginoso de la tráquea. Esta respuesta inflamatoria puede ser infecciosa o no infecciosa, primaria o secundaria. Normalmente es la consecuencia de ladridos prolongados, colapso traqueal, enfermedades crónicas del corazón, y alteraciones de la boca o de la faringe.
La mayoría de los perros que presentan estos problemas, suelen ser asintomáticos, excepto por la presencia de una tos, que se caracteriza por ser resonante, discordante, paroxística, y que a menudo acaba en arcadas o naúseas secas o ligeramente productivas. La palpación de la tráquea desencadena la tos. En estos casos es sumamente importante la auscultación del corazón, ya que como hemos dicho antes, a veces, estas alteraciones traqueales derivan de cardiopatías crónicas.
El problema con el que nos encontramos en estos procesos es que, la tos puede actuar como fuente continua de irritación, perpetuando la traqueitis y provocando un círculo vicioso. Es por esto sumamente importante, saber si este síntoma se debe a un proceso que se encuentra localizado en la tráquea, o es consecuencia de otras patologías.
La tos traqueal se trata, a menudo, con antitusígenos y broncodilatadores, que muchas veces también contienen expectorantes. Ocasionalmente está justificado el tratamiento a corto plazo con corticoesteroides. En las toses crónicas pueden ser útiles, a veces, las nebulizaciones. Cuando no es posible, se puede dejar al perro en un cuarto baño lleno de vapor procedente de una ducha de agua caliente, durante 15 a 20 minutos, tres veces al día. La función de este tipo de tratamiento es ablandar el moco que se ha acumulado en la tráquea. En tiempos de sequía como el que padecemos, está práctica no se si sería muy recomendable.
TRAQUEOBRONQUITIS INFECCIOSA:
Se denomina también “Complejo respiratorio canino” o “Tos de las perreras”. No se trata de una enfermedad, sino de un síndrome clínico. Está provocado por virus, bacterias, micoplasmas, hongos y parásitos. El agente causal más frecuente es la Bordetella bronchiseptica, asociado al virus de la parainfluenza canina o el adenovirus canino. Otros microorganismos que pueden producirla son el virus herpes canino, y ocasionalmente el virus del Moquillo.
Es muy contagiosa y aparece con más frecuencia donde conviven grupos de perros de diferentes edades. Los signos clínicos aparecen normalmente tres a cinco días después de la exposición al agente causal. La tos persistente, seca y paroxística estará siempre presente, acompañada a veces de una secreción nasal purulenta.
Si el proceso no está complicado la mayoría de los veterinarios recomiendan que no se suministren antibióticos, pero lo cierto es que la tos es sumamente molesta para el perro y para vosotros, sus propietarios, así que yo, normalmente si recomiendo su uso. Se recomienda el uso de broncodilatadores y de antitusígenos. Los mucolíticos también están indicados, aunque el uso de los diversos tratamientos estará en función de las posibles complicaciones bronquiales o pulmonares.
El uso de glucocorticoides puede estar indicado en determinados casos, pero se debe tener en cuenta que son fármacos que disminuyen la capacidad defensiva del organismo. Si los usamos, deben ser acompañados siempre de antibióticos.
Cuando vacunamos a vuestros perros con la vacuna trivalente, también lo hacemos contra algunos de los virus que la provocan. Además existen en el mercado vacunas más específicas para prevenirla, cuya aplicación es sumamente recomendable en criaderos, tiendas de animales, y unos días antes de dejar a vuestros perros en una residencia.
HIPOPLASIA TRAQUEAL
Se trata de un defecto congénito causado por el desarrollo insuficiente de los anillos traqueales. Se presenta especialmente en perros jóvenes de razas braquicéfalas, en especial el bulldog inglés. Cuando aparece este problema no es extraño encontrar asociados otros como el alargamiento del paladar blando, defectos cardíacos y megaesófago.
Los perros afectados suelen manifestar los síntomas a partir de los cinco meses que, se caracterizan por disnea, estridor y tos. Una complicación importante es la aparición de bronconeumonía. La tos suele ser más frecuente durante las horas del día, y se suele agravar con la excitación.
El diagnóstico se realiza por radiografía, para medir el diámetro de la tráquea: el diámetro de la luz traqueal es inferior al doble de la anchura de la tercera costilla por donde cruza. Las radiografías es mejor realizarlas cuando el paciente esté asintomático.
Podemos decir que muchos de estos perros tendrán una vida absolutamente normal cuando sean adultos, salvo aquellos en los que se añadan otros defectos congénitos como los nombrados anteriormente, aunque si es cierto que requerirán tratamientos con broncodilatadores y antibióticos con cierta frecuencia.
Es muy importante evitar la aparición de bronconeumonías en estos perros, por lo que, deben ser mantenidos en ambientes sin corrientes de aire y evitar una exposición excesiva a la humedad y el frío. La prevención del sobrepeso también ayudará a estos animales.
COLAPSO DE TRÁQUEA
Podemos definírlo como el estrechamiento de la tráquea en un lugar determinado, pudiendo ser lateral o dorsoventral. Es muy raro que surga de manera espontánea. Suele afectar normalmente a la región cervical, pero tampoco es extraño encontrarla en la región torácica, e incluso en la zona bronquial.
La causa de este problema se desconoce, afectando a perros de edad media o avanzada, aunque se ha descrito en algunos animales jóvenes.
Se sabe que en algunos casos el problema es congénito y en otros adquirido. En estos últimos pudiera deberse a una degeneración de los cartílagos traqueales que haría que estos se aplastasen en determinados lugares dando lugar al estrechamiento de la tráquea.
Lo que se va a presentar en los perros afectados, es lo que se conoce con el nombre de “síndrome de dificultad respiratoria” que tiene una naturaleza paroxística con antecedentes prolongados de tos crónica. Cuando le preguntamos al dueño por el tipo de tos que presenta su perro, o que nos lo relacione con algún tipo de ruido conocido, muchas veces nos dicen que se asemeja al “graznido de un ganso”, que se presenta durante todo el día y, ocasionalmente por la tarde. Con raras excepciones, esta enfermedad se presenta en razas enanas y miniaturas, más a menudo en chiguaguas, pomeranias, caniche enano, Shih tzu, Lhasa apso y Yorkshire terrier. Puede presentarse simultáneamente con una cardiopatía crónica, y por lo tanto debe diferenciarse de una insuficiencia cardiaca. La tos característica está provocada por la excitación, la presión traqueal (como la causada por el tirón de la correa), y por el acto de beber y comer. A menudo el perro empieza a toser cuando se le sujeta por debajo del pecho o por una presión excesiva sobre el torax.
En la auscultación broncopulmonar algunos de estos de animales no presentan practicamente ninguna alteración, pero en otros se pueden oir estridores, estertores y silibancias. En muchos casos nos encontramos con disnea inspiratoria o espiratoria (dificultad respiratoria), ruidos respiratorios y un gruñido espiratorio (presión abdominal) causada por el esfuerzo abdominal.
Es bastante frecuente que estos perros tengan hígados grandes que pudiera deberse a la presencia de grasa en este víscera, aunque la relación entre hepatomegalia y este síndrome no está demostrada.
Algunos de los perros afectados por colapso traqueal, presentan al mismo tiempo parálisis laríngea.
El diagnóstico se realizará mediante radiografías dorsoventrales y laterales, tomando las zonas cervical y torácica de forma independiente, así como durante la inspiración y la espiración.
El tratamiento abarca tanto la fase aguda de la enfermedad como la crónica, pero el estado del perro y de su propietario durante la primera (os soléis mostrar muy nerviosos, ante el estado de vuestro perro), nos exige una atención inmediata. Suele ser necesario el uso de antitusivos por vía oral e incluso inyectable. En otras ocasiones podremos hacer uso de tranquilizantes. A menudo basta con separar al perro de su dueño para conseguir tranquilizar al perro. El aporte de oxígeno puede ser muy útil en la fase aguda, pero a veces resulta fatal, ya que cualquier manipulación física o factor de estrés pueden agravar el problema, haciendo que el remedio sea peor que la enfermedad.
El empleo de corticoesteroides a corto plazo, está justificado en estas situaciones, ya que es muy probable la presencia de edema traqueal. Los broncodilatadores también están indicados.
Una vez estabilizado el animal, no siempre es necesario el uso de fármacos de forma continuada.
Es esencial el adelgazamiento del paciente obeso, ya que a veces por si solo puede ser una medida curativa. De igual manera, la retirada de la correa y el empleo de un arnés cuando se saca al perro a pasear puede ser eficaz para reducir los signos clínicos.
MASAS TRAQUEALES OBSTRUCTIVAS
Los tumores que pueden afectar a la traquea pueden afectar su función desde el interior (intraluminales) o desde el exterior (extraluminales). Podemos decir que los tumores primarios de tráquea no son muy frecuentes.
Otras masas que pueden encontrase en el interior de la tráquea son parásitos, granulomas, abscesos y pólipos.
Los cuerpos extraños traqueales también pueden causar una obstrucción. No son muy frecuentes, pero, cuando existen, son suficientemente pequeños para atravesar la bifurcación traqueal y originar posteriormente una neumonía por aspiración. Cuando son excesivamente grandes provocaran una grave obstrucción, con un compromiso respiratorio grave.
Lo que van a provocar cualquiera de las masas descritas anteriormente es un aumento considerable a la resistencia de las vías respiratorias, que impedirá el flujo de aire, causando hipoventilación. Habrá una inspiración lenta seguida de una espiración muy rápida. En la mayoría de los casos se oirá estridor, chasquido de garganta, y a menudo tos crónica. La dificultad respiratoria y la disnea suelen ser evidentes.
Provocar un mayor estrés en estos animales puede ser fatal, así que debemos obrar con máxima cautela para realizar las pruebas diagnósticas oportunas.
En la mayoría de las ocasiones las radiografías nos permitirán la observación de la obstrucción y la visualización de las masas que la producen, aunque en algunas ocasiones pueden existir cuerpos extraños no visibles.
Además de tener un valor diagnóstico, la broncoscopia puede utilizarse como parte del tratamiento. Se pueden extraer algunos cuerpos extraños por medio del endoscopio, aunque a veces su extracción requerirá intervención quirúrgica. La endoscopia también será útil en caso de tumores o masas sospechosas de serlo, para la obtención de muestras y su posterior biopsia. Una vez obtenidos los resultados se procederá a su extirpación siempre y cuando sea posible.
TRAUMATISMO TRAQUEAL
La laceración de la pared traqueal es infrecuente en los pequeños animales, pero se puede presentar por heridas provocadas por mordedura en la zona del cuello, mal uso de endoscopios, o errores en la punción de la vena yugular. Una secuela infrecuente del traumatismo es una fístula traqueoesofágica.
En los casos de herida por mordedura que provocan desgarro en la tráquea, no será extraño encontrarnos con un enfisema secundario, ya que el aire sale por la abertura traqueal y penetra en el tejido subcutáneo del cuello. El enfisema podrá afectar sólo a la región peritraqueal o ser más extenso y afectar a todo el cuerpo. Será fácilmente identificable por la sensación de crujido en la piel del animal.
Los signos clínicos se pueden manifestar entre uno y 28 días después del traumatismo, y las radiografías nos mostrarán la separación de los anillos traqueales
Normalmente suele ser necesaria la reparación quirúrgica de la lesión, es decir de la zona traqueal desgarrada, aunque si el edema subcutáneo está remitiendo y no hay signos clínicos de dificultad respiratoria, se puede mantener al animal en el reposo en una jaula, para dejar que el enfisema remita mediante absorción lenta, sedación leve, aspiración a través de una aguja gruesa y envolvimiento del cuerpo con vendajes elásticos, teniendo cuidado de no limitar mecánicamente la respiración.
José Enrique Zaldívar Laguía.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A
28045 Madrid.
miércoles, 14 de mayo de 2008
MI RESPUESTA AL ESTUDIO HORMONAL EN EL TORO LIDIADO PUBLICADA EN MERCURIO DIGITAL
El toro sí sufre |
Escrito por Fabiola Leyton | |
12-05-2008 a las 09:18:30 | |
El Dr. José Enrique Zaldívar Laguía respondió a la tesis del dr. Illera, según la cual “el toro, durante la lidia, no sufre”. Según la peculiar tesis del doctor Illera, el toro sería un animal hormonalmente diferente y único, un mamífero extraordinario que no respondería al dolor como los otros animales… antes bien gozaría de la torturante y agonizante lidia en la plaza de toros. El dr. Zaldívar, Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, Veterinario colegiado número 1449 por el Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid, ha respondido al estudio del dr. Illera refutando sus interpretaciones de los flujos hormonales medidos en diferentes toros, antes y después de la lidia. En su estudio, el dr. Illera argumentaba que el cortisol (hormona que inhibe el dolor) segregado por el toro en situaciones de stress, según sus mediciones, era más alta durante el transporte del toro que después de ser lidiado. Pero Zaldívar interpreta los datos de otra manera: el cortisol, para ser segregado a la sangre, necesita de la mediación del sistema nervioso, por lo que medir los niveles de cortisol en un animal con el sistema nervioso destrozado por las herramientas de tortura de la lidia es espúreo. Además, es ridículo medir los niveles de cortisol en un animal vivo y compararlo con los niveles que presenta un animal muerto (medición post-mortem), previamente torturado y masacrado en la lidia, sobre todo porque no se hicieron mediciones “durante” la tortura. La suerte de la puyaLa puya es una vara con un cuchillo en forma cónica, que se entierra en el morrillo del toro, donde están los músculos que mueven el cuello. El fin de la puya es impedir los movimientos bruscos de la cabeza y “humillar” al animal haciendo que no pueda levantar la cabeza. Los taurófilos argumentan que el uso de la puya sirve para “descongestionar” al toro que está bravo y ofuscado por la lidia. Sin embargo, lo que sucede con la tortura de la puya no es una simple descongestión porque el toro pierde hasta 10 litros de sangre en esta suerte, pues con el “barrenado” y el “mete-saca” se llega a hacer una herida 7,4 veces más profunda que lo normal. Otra estadística es que sólo un 4,7% de los puyazos logran cortar los músculos del cuello y dejar el resto de la anatomía local intacta: lo que se suele cortar con los puyazos mal hechos son los músculos de las extremidades anteriores y tronco (por eso los toros suelen caerse). Como dato: el toro tiene 36 litros de sangre, más o menos… por lo que la suerte de varas lo hace perder un tercio de su líquido vital. La suerte de las banderillasLas banderillas, arpones de hasta 16 mm.de largo, desgarran y cortan músculos, nervios y vasos sanguíneos. Empeoran la herida y el desangrado provocado por la puya, y hacen que el animal se desangre con más rapidez, fatigándolo y debilitándolo aún más. Más sobre el cortisolLa respuesta neuroendocrina al cortisol no es la misma si el sistema nervioso está dañado, que es el caso del toro durante la lidia. Existen otros mecanismos hormonales, como el sindrome general de adaptación, en el que a causa del stress, el organismo trata de segregar cortisol frente a la situación amenazante, pero finalmente cesa su esfuerzo por agotamiento y sobre stress. Otras hormonas de relevancia para medir el stress, que si (en el artículo que he copiado y pegado, dice que no fueron medidas) midió el dr. Illera, son las catecolaminas y las betaendorfinas. Las primeras (adrenalina y noradrenalina) son hormonas que ponen al organismo en alerta para luchar o huir, y son más altas en toros lidiados que en toros durante el transporte. Las betaendorfinas, por otra parte, no son las “hormonas de la felicidad” que se generan cuando existe placer como interpreta Illera, sino que su segregación aumenta de acuerdo al dolor físico y el stress. Las betaendorfinas aumentan especialmente en casos de hemorragia, en shocks neurogénicos y trastornos ventilatorios, todos manifestados en el caso de los toros lidiados. O sea: el toro lidiado genera más hormonas por dolor que por stress. En resumen: el dr. Illera es frecuentemente citado por los taurófilos, porque su estudio científico respaldaría la carnicería de los toros. Sin embargo, el dr. Illera no ha respondido a la refutación hecha por el dr. Zaldívar, quien lo interpelado en diferentes ocasiones, recibiendo ni siquiera evasivas ni explicaciones por la falta de respuesta. ¿Será que la tauromaquia no tiene explicación ni justificación suficiente? Fuente: Blog del dr. Zaldívar. Fuente imagen Rivera Ordóñez: Gabriel Tizón. El resumen de mis conclusiones recogidas en el presente artículo es más o menos acertado, salvo la puntualización que he hecho en el texto sobre las catecolaminas y las betaendorfinas. Sobre estas últimas, yo intuyo que el toro las descarga más por dolor que por estrés, dado que si fuera por esta última razón, el estudio del Dr. Illera tendría todavía menos credibilidad. Sería absurdo pensar que descarga poco cortisol porque la lidia no le estresa más que el trasporte y que sin embargo secreta grandes cantidades de betaendorfinas por esta razón. Otra puntualización que me parece importante es que no soy doctor, sino licenciado en veterinaria. |