'Controversia del toro y el torero', la "primera obra íntima" de Albert Boadella para Els Joglars
La noticia es del 4 de diciembre de 2006.
Albert Boadella, director de la compañía de teatro Els Joglars, presentó hoy ante la prensa "Controversia del toro y el torero", su última creación y "primera obra íntima escrita en 45 años", que se estrena mañana en Madrid. En ella Xavier Boada y Ramón Fontserè interpretan respectivamente a la res y al matador como los dos extremos del debate taurino.
Ramón Fontserè encarna a "un torero muy mayor" y el "personaje más exótico" que ha interpretado el actor catalán, Premio Nacional de Teatro por "Daaalí"; por su parte, Xavier Boada da vida al toro, para lo que ha necesitado de un tiempo de "observación de este bicho contundente de belleza extrema" para imitarles "la mirada y los sonidos" que emite.
Boada y Fontserè, toro y torero, en pleno diálogo.Con "Controversia del toro y el torero", el director de Els Joglars ha seguido su instinto de "estar siempre a contracorriente", ya que siente que "en este momento la tauromaquia sufre acoso por muchos lados: desde el punto de vista político y desde la ciudadanía -una parte del mundo intelectual y de la cultura, que asume las razones antitaurinas, basadas sobre todo en el puritanismo, y que no se preocupan por saber de dónde viene la morcilla o el bistec que se come".
La razones antitaurinas
En ella también "recoge las razones antitaurinas", aunque es de la opinión que los críticos con la fiesta "normalmente no utilizan las mejores y se limitan a llamar asesinos a los que siguen este extraordinario ritual"."Fuimos educados en la conciencia de que los animales son como los de Walt Disney, y de ahí la sensación de estar liquidando a una persona"; para el dramaturgo, la campaña antitaurina "es de una demagogia evidente", porque el toro "sufre poco, si no, se retiraría". Sin embargo, no puede "negar que la fiesta nacional sea un espectáculo duro".El escritor además confesó que "hubiera preferido ser torero que dramaturgo, pero yo nací en una tierra donde se crían muchos cerdos y muchos pollos; si fuera de otra tierra, quizá lo hubiera intentado, aunque soy muy acojonado". La defensa de Boadella de las corridas de toros le hace decir que "es la segunda lengua común con Iberoamérica, y un arte que compartimos con Portugal e increíblemente con Francia"; en este sentido, Boadella tiene "muchas esperanzas con los franceses, que se apropian de todo, como hicieron con Picasso", con lo que así se quitaría "el aire casposo que se le ha querido dar a la tauromaquia".El estreno del montaje será mañana en la Casa de América, donde estará hasta el próximo domingo. Boadella ha querido que sea en Madrid "porque es la capital mundial de la tauromaquia ". Después Els Joglars iniciará una gira por otras ciudades españolas. JSQ.
Esta noticia enlaza con otra que me he encontrado buscando en Internet. La nota es de octubre de 2006, pero toma actualidad, después de leer lo anteriormente copiado y pegado:
GEMA SÁNCHEZ 31 de octubre de 2006
Mario Vargas Llosa, Fernando Arrabal, Miguel Barceló, Albert Boadella, Christian Lacroix y Fernando Sánchez Dragó han unido su arte para salir por la puerta grande en la plaza de toros de Las Ventas. Eso sí, no les va a hacer falta traje de luces. La Comunidad de Madrid ha convocado un concurso para la regencia de la plaza en los dos próximos años. Estos representantes del mundo de la cultura se presentan como apoyo de la candidatura del empresario francés Simón Casas.
Deberíamos añadir a Sabina entra esta terna de "intelectuales" que en su momento quisieron asociarse con Simón Casas para conseguir la explotación de la Plaza de las Ventas.
Aquí podéis leer una entrevista al promotor taurino donde menciona a Sabina.
Artículos de divulgación sobre patologias del perro y del gato. Noticias de actualidad sobre animales de compañia. Comentarios sobre protección animal.
jueves, 29 de marzo de 2007
lunes, 26 de marzo de 2007
SOBRE EL REPORTAJE TAURINO EN EL BUSCADOR TELE 5
Aquí se puede ver el vídeo del programa. Web El Buscador de Tele 5.
Ayer (25.marzo.2007) en el programa El Buscador de Tele 5, se emitió un amplio reportaje sobre las tesis mantenidas desde enero de este año por el doctor Illera y que fueron publicadas en la revista 6 toros 6.
Dado que yo he mantenido y mantengo unas tesis totalmente opuestas a las suyas que pueden ser consultadas en este blog, Tele 5, a través de una asociación antitaurina (ASANDA), me ofreció la oportunidad de hacer públicas mis opiniones. Debo añadir que estoy sumamente agradecido a Tele 5 que me ha brindado esta oportunidad, pero de cinco minutos de entrevista, la cosa se quedó en unos pocos segundos.
Creo que lo más importante de mis declaraciones se quedó en la cinta grabada, y se omitió evidentemente por falta de tiempo. No debemos buscar otras causas porque creo que el reportaje dejó en evidencia que no se decantaba por unas opiniones u otras, cómo debía ser. Además el reportaje versaba sobre las conclusiones del Dr. Illera y no sobre mi respuesta.
Mi comentario sobre la descarga de betaendorfinas en la mujer durante el parto, que no impiden que ésta sufra y sienta dolor, están científicamente demostradas. No le vamos a dar más vueltas. El uso partidista que se hace de estas hormonas en el estudio del Dr. Illera es evidente. Las betaendorfinas se descargan como respuesta al dolor, pero también como respuesta a alteraciones cardiovasculares, alteraciones metabólicas, traumatismos, hemorragias, para reemplazar el volumen sanguíneo, para proporcionar sustratos de energía, en el ejercicio físico, en el shock neurogénico, en la taquicardia, en las alteraciones respiratorias... Y para decirlo todo, también se descargan en un momento tan placentero para una mujer cómo es dar de mamar a su hijo. Así de contradictorias son las betaendorfinas.
No podemos decir tan a la ligera por tanto que su presencia en grandes cantidades en el toro lidiado sean la evidencia de que con ellas neutraliza el dolor. No es científicamente admisible. Para mí es todo lo contrario, y así quedó reflejado en el programa, es la prueba del gran sufrimiento del toro. Se sabe que el organismo responde con mayor intensidad cuanto mayor es el estímulo. Que más pruebas queremos. Si hay dolor y sufrimiento orgánico hay betaendorfinas, si no lo hubiera, no las habría. Y tampoco vamos a decir que el toro cuando sale a la plaza y es lidiado las descarga por el gran placer que está sintiendo en ese momento.
El otro tema, el de la ACTH, también tiene su miga:
Partamos de la base de que en éste estudio la ACTH y el Cortisol se utilizan como medidores del estrés, es decir del sufrimiento psíquico, independiente, aunque relacionado con las betaendorfinas, que se utilizan como medidores de sufrimiento físico, es decir del dolor.
En el estudio del Dr. Illera ésta es la respuesta hormonal:
-Toro no lidiado y toro transportado....ACTH-Cortisol +++
-Toro banderilleado................................ACTH-Cortisol ++
-Toro banderilleado y picado.................ACTH-Cortisol +
Cuando el Sistema Nervioso está intacto, la respuesta ACTH-Cortisol, será la que el organismo determine en base en a unos estímulos. En este caso, la salida del toro a la plaza o su transporte en camión.
Cuando el sistema nervioso no está intacto, caso de las banderillas que lesionan estructuras anatómicas con importante presencia de elementos nerviosos (vías periféricas y médula), la respuesta hormonal que sería previsible (gran cantidad de ACTH-Cortisol), no se puede producir adecuadamente.
Y en el tercer caso, cuando las lesiones neurológicas son más importantes ya que a las banderillas se le suma la puya, la respuesta está todavía más adulterada.
Los datos coinciden con estos razonamientos, y se pongan como se pongan están documentados científicamente.
Pasamos por tanto de lo que debería ser normal:
ACTH-Cortisol +++ (toro no lidiado y toro transportado)
ACTH-Cortisol ++++ (toro banderilleado)
ACTH-Cortisol+++++ (toro banderilleado y picado)
... a las respuestas que el doctor Illera ha publicado, que son atípicas. Tampoco podemos olvidar que ante una situación de estrés el organismo se alarma, se rebela y por último si no puede vencer la situación se rinde.
El director de la revista 6 toros 6 pedía en el reportaje de El Buscador un estudio científico para contradecir lo que en su revista se publicó. No le servían los argumentos, sino un estudio científicamente razonado. Lo mio son argumentos, pero científicos. No los he extraído de ningún estudio taurino, no es mi trabajo, ni estoy interesado a someter a una tortura a un animal para demostrárselo. Mis argumentos se basan en rigurosos estudios hechos en Medicina Humana, y tengo muchos más.
En cuanto a las opiniones de los toreros, debo decir que entiendo su postura, y que tampoco les podemos pedir que tengan una opinión científica al respecto.
Intentaré, de hecho estoy en ello, subir a Internet las imágenes del programa, que me pareció sumamente interesante, aunque los no taurinos estábamos en franca minoría. No sé si podré hacerlo con el programa entero porque la carga de megas es muy alta. Seguramente habrá que quitar algunos fragmentos o dividirlo en varíos vídeos. Bueno, en principio no hará falta, porque en la web de El Buscador ya se puede ver.
En cuanto a la opinión del Dr. Illera sobre que le había sorprendido la polémica levantada por su estudio, le diré que vivimos en un país en que el bienestar animal es cada día más importante y hay un amplio porcentaje de la población muy preocupado por estos temas. Por lo tanto es lógico que se haya producido una amplia respuesta, aunque he echado de menos las opiniones de otros colegas de profesión.
Entiendo que la polémica sigue abierta, así que esperaremos lo que el futuro nos depare.
Gracias a todos aquellos que me habéis animado y apoyado en esta iniciativa.
Ayer (25.marzo.2007) en el programa El Buscador de Tele 5, se emitió un amplio reportaje sobre las tesis mantenidas desde enero de este año por el doctor Illera y que fueron publicadas en la revista 6 toros 6.
Dado que yo he mantenido y mantengo unas tesis totalmente opuestas a las suyas que pueden ser consultadas en este blog, Tele 5, a través de una asociación antitaurina (ASANDA), me ofreció la oportunidad de hacer públicas mis opiniones. Debo añadir que estoy sumamente agradecido a Tele 5 que me ha brindado esta oportunidad, pero de cinco minutos de entrevista, la cosa se quedó en unos pocos segundos.
Creo que lo más importante de mis declaraciones se quedó en la cinta grabada, y se omitió evidentemente por falta de tiempo. No debemos buscar otras causas porque creo que el reportaje dejó en evidencia que no se decantaba por unas opiniones u otras, cómo debía ser. Además el reportaje versaba sobre las conclusiones del Dr. Illera y no sobre mi respuesta.
Mi comentario sobre la descarga de betaendorfinas en la mujer durante el parto, que no impiden que ésta sufra y sienta dolor, están científicamente demostradas. No le vamos a dar más vueltas. El uso partidista que se hace de estas hormonas en el estudio del Dr. Illera es evidente. Las betaendorfinas se descargan como respuesta al dolor, pero también como respuesta a alteraciones cardiovasculares, alteraciones metabólicas, traumatismos, hemorragias, para reemplazar el volumen sanguíneo, para proporcionar sustratos de energía, en el ejercicio físico, en el shock neurogénico, en la taquicardia, en las alteraciones respiratorias... Y para decirlo todo, también se descargan en un momento tan placentero para una mujer cómo es dar de mamar a su hijo. Así de contradictorias son las betaendorfinas.
No podemos decir tan a la ligera por tanto que su presencia en grandes cantidades en el toro lidiado sean la evidencia de que con ellas neutraliza el dolor. No es científicamente admisible. Para mí es todo lo contrario, y así quedó reflejado en el programa, es la prueba del gran sufrimiento del toro. Se sabe que el organismo responde con mayor intensidad cuanto mayor es el estímulo. Que más pruebas queremos. Si hay dolor y sufrimiento orgánico hay betaendorfinas, si no lo hubiera, no las habría. Y tampoco vamos a decir que el toro cuando sale a la plaza y es lidiado las descarga por el gran placer que está sintiendo en ese momento.
El otro tema, el de la ACTH, también tiene su miga:
Partamos de la base de que en éste estudio la ACTH y el Cortisol se utilizan como medidores del estrés, es decir del sufrimiento psíquico, independiente, aunque relacionado con las betaendorfinas, que se utilizan como medidores de sufrimiento físico, es decir del dolor.
En el estudio del Dr. Illera ésta es la respuesta hormonal:
-Toro no lidiado y toro transportado....ACTH-Cortisol +++
-Toro banderilleado................................ACTH-Cortisol ++
-Toro banderilleado y picado.................ACTH-Cortisol +
Cuando el Sistema Nervioso está intacto, la respuesta ACTH-Cortisol, será la que el organismo determine en base en a unos estímulos. En este caso, la salida del toro a la plaza o su transporte en camión.
Cuando el sistema nervioso no está intacto, caso de las banderillas que lesionan estructuras anatómicas con importante presencia de elementos nerviosos (vías periféricas y médula), la respuesta hormonal que sería previsible (gran cantidad de ACTH-Cortisol), no se puede producir adecuadamente.
Y en el tercer caso, cuando las lesiones neurológicas son más importantes ya que a las banderillas se le suma la puya, la respuesta está todavía más adulterada.
Los datos coinciden con estos razonamientos, y se pongan como se pongan están documentados científicamente.
Pasamos por tanto de lo que debería ser normal:
ACTH-Cortisol +++ (toro no lidiado y toro transportado)
ACTH-Cortisol ++++ (toro banderilleado)
ACTH-Cortisol+++++ (toro banderilleado y picado)
... a las respuestas que el doctor Illera ha publicado, que son atípicas. Tampoco podemos olvidar que ante una situación de estrés el organismo se alarma, se rebela y por último si no puede vencer la situación se rinde.
El director de la revista 6 toros 6 pedía en el reportaje de El Buscador un estudio científico para contradecir lo que en su revista se publicó. No le servían los argumentos, sino un estudio científicamente razonado. Lo mio son argumentos, pero científicos. No los he extraído de ningún estudio taurino, no es mi trabajo, ni estoy interesado a someter a una tortura a un animal para demostrárselo. Mis argumentos se basan en rigurosos estudios hechos en Medicina Humana, y tengo muchos más.
En cuanto a las opiniones de los toreros, debo decir que entiendo su postura, y que tampoco les podemos pedir que tengan una opinión científica al respecto.
Intentaré, de hecho estoy en ello, subir a Internet las imágenes del programa, que me pareció sumamente interesante, aunque los no taurinos estábamos en franca minoría. No sé si podré hacerlo con el programa entero porque la carga de megas es muy alta. Seguramente habrá que quitar algunos fragmentos o dividirlo en varíos vídeos. Bueno, en principio no hará falta, porque en la web de El Buscador ya se puede ver.
En cuanto a la opinión del Dr. Illera sobre que le había sorprendido la polémica levantada por su estudio, le diré que vivimos en un país en que el bienestar animal es cada día más importante y hay un amplio porcentaje de la población muy preocupado por estos temas. Por lo tanto es lógico que se haya producido una amplia respuesta, aunque he echado de menos las opiniones de otros colegas de profesión.
Entiendo que la polémica sigue abierta, así que esperaremos lo que el futuro nos depare.
Gracias a todos aquellos que me habéis animado y apoyado en esta iniciativa.
SOBRE EL PROYECTO GRAN SIMIO
Copio y pego el e.mail que he recibido de Pedro Pozas:
MENSAJE DEL PROYECTO GRAN SIMIO:
Ante el abandono absoluto de la Proposición No de Ley que se tenia que haber debatido ya en la comisión del medio Ambiente del Congreso, una vez que se admitió a trámite, y debido principalmente al temor que tiene el Gobierno de aprobarla creyendo que se va a originar un nuevo frente de debate con el partido de la Oposición y los medios de comunicación como el originado el 25 de abril y días siguientes del pasado año; los responsables del Proyecto Gran Simio, apoyados por numerosos científicos, Asociaciones Animalistas y la sociedad en general, han decidido lanzar una campaña de envíos de correos electrónicos para llamar la atención al Gobierno por su actitud pasiva ante esta PNL, que no atenta contra ningún interés político y si esta en la línea de la defensa del medio ambiente y contra el cambio climático, pues uno de los objetivos del Proyecto Gran Simio es la conservación de los bosques primarios.
Por este motivo y creyendo en la urgente necesidad de la aprobación de una PNL que fue mayoritariamente apoyada y que sabemos que los medios de comunicación han realizado reportajes apasionados y respetuosos con los grandes simios y con el Proyecto Gran Simio, y tomando como ejemplo la Comunidad de Baleares que han aprobado la misma Proposición No de Ley en el parlamento el pasado 28 de febrero; os pedimos que mandéis el correo que a continuación ponemos y a las cinco direcciones, a ser posible en CCOO.
Muchas gracias por tu colaboración. Este mismo mensaje esta siendo enviado internacionalmente a todas las agencias y grupos de contacto que tenemos. DISTRIBÚYELO DONDE PUEDAS Y A TODOS TUS CONTACTOS....AYUDA A NUESTROS HERMANOS EVOLUTIVOS.
Gracias. Entre todos romperemos la barrera de la especie.
Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio (GAP/PGS – España)
Correos electrónicos para el envió, a ser posible en CCOO.
ministra@mma.es
mcolldeforns@diputada.congreso.es
diegolgarrido@diputado.congreso.es
julio.villarrubia@diputado.congreso.es
congresopgs@yahoo.es
Carta para enviar a los correos electrónicos. Copiar y pegar.
El 30/03/2006, se presento ante el Congreso la Proposición No de Ley sobre la adhesión al Proyecto Gran Simio (161/001625), calificado el 04/04/2006. Al ser admitida a trámite para su debate, ante la Comisión de Medio Ambiente, pedimos encarecidamente que se debata y se apruebe de forma urgente, pues no entendemos como sobre esta PNL, apoyada por numerosos científicos de todo el mundo, por asociaciones animalistas, ecologistas y la mayoría de los medios de comunicación, exista un silencio incomprensible y un temor latente en ser debatida.
Recordamos que esta misma Proposición No de Ley, ha sido aprobada el pasado 28 de febrero, en el Parlamento Balear, tras ser defendida de forma brillante por el Grupo Socialista, como se puede observar en el diario de sesiones.
Consideramos que la propia proposición no de ley admitida a trámite para su debate, no se debería apartar de la agenda política por causas ajenas a la propia PNL.
Por ello y una vez más, insistimos en que la Proposición no de Ley (161/001625) sea debatida y aprobada, por el bien de estos miembros de nuestra familia zoológica, por los ecosistemas en donde habitan, por las demás especies y plantas con las que comparten hábitats, por las poblaciones humanas que también los ocupan, por los científicos españoles que están deseando estudiarlos y protegerlos y porque España se incorpore a los países que realizan proyectos de este tipo en los lugares de mayor diversidad biológica del planeta.
Atentamente:
Nombre y apellidos:
DNI:
Ante el abandono absoluto de la Proposición No de Ley que se tenia que haber debatido ya en la comisión del medio Ambiente del Congreso, una vez que se admitió a trámite, y debido principalmente al temor que tiene el Gobierno de aprobarla creyendo que se va a originar un nuevo frente de debate con el partido de la Oposición y los medios de comunicación como el originado el 25 de abril y días siguientes del pasado año; los responsables del Proyecto Gran Simio, apoyados por numerosos científicos, Asociaciones Animalistas y la sociedad en general, han decidido lanzar una campaña de envíos de correos electrónicos para llamar la atención al Gobierno por su actitud pasiva ante esta PNL, que no atenta contra ningún interés político y si esta en la línea de la defensa del medio ambiente y contra el cambio climático, pues uno de los objetivos del Proyecto Gran Simio es la conservación de los bosques primarios.
Por este motivo y creyendo en la urgente necesidad de la aprobación de una PNL que fue mayoritariamente apoyada y que sabemos que los medios de comunicación han realizado reportajes apasionados y respetuosos con los grandes simios y con el Proyecto Gran Simio, y tomando como ejemplo la Comunidad de Baleares que han aprobado la misma Proposición No de Ley en el parlamento el pasado 28 de febrero; os pedimos que mandéis el correo que a continuación ponemos y a las cinco direcciones, a ser posible en CCOO.
Muchas gracias por tu colaboración. Este mismo mensaje esta siendo enviado internacionalmente a todas las agencias y grupos de contacto que tenemos. DISTRIBÚYELO DONDE PUEDAS Y A TODOS TUS CONTACTOS....AYUDA A NUESTROS HERMANOS EVOLUTIVOS.
Gracias. Entre todos romperemos la barrera de la especie.
Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio (GAP/PGS – España)
Correos electrónicos para el envió, a ser posible en CCOO.
ministra@mma.es
mcolldeforns@diputada.congreso.es
diegolgarrido@diputado.congreso.es
julio.villarrubia@diputado.congreso.es
congresopgs@yahoo.es
Carta para enviar a los correos electrónicos. Copiar y pegar.
El 30/03/2006, se presento ante el Congreso la Proposición No de Ley sobre la adhesión al Proyecto Gran Simio (161/001625), calificado el 04/04/2006. Al ser admitida a trámite para su debate, ante la Comisión de Medio Ambiente, pedimos encarecidamente que se debata y se apruebe de forma urgente, pues no entendemos como sobre esta PNL, apoyada por numerosos científicos de todo el mundo, por asociaciones animalistas, ecologistas y la mayoría de los medios de comunicación, exista un silencio incomprensible y un temor latente en ser debatida.
Recordamos que esta misma Proposición No de Ley, ha sido aprobada el pasado 28 de febrero, en el Parlamento Balear, tras ser defendida de forma brillante por el Grupo Socialista, como se puede observar en el diario de sesiones.
Consideramos que la propia proposición no de ley admitida a trámite para su debate, no se debería apartar de la agenda política por causas ajenas a la propia PNL.
Por ello y una vez más, insistimos en que la Proposición no de Ley (161/001625) sea debatida y aprobada, por el bien de estos miembros de nuestra familia zoológica, por los ecosistemas en donde habitan, por las demás especies y plantas con las que comparten hábitats, por las poblaciones humanas que también los ocupan, por los científicos españoles que están deseando estudiarlos y protegerlos y porque España se incorpore a los países que realizan proyectos de este tipo en los lugares de mayor diversidad biológica del planeta.
Atentamente:
Nombre y apellidos:
DNI:
domingo, 25 de marzo de 2007
PRIMERA CONDENA POR ABANDONAR A UN PERRO
El País.
La asociación El Refugio, en nombre de una perra, Nena, ha ganado por primera vez una batalla legal contra el abandono animal. La Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a su dueña a pagar 15 días de multa, con cuota diaria de seis euros, y arresto sustitutorio de un día por cada dos cuotas impagadas por abandonar a la perra, que fue hallada por la asociación con quemaduras en el 70% de su cuerpo.
La Audiencia de Segovia dicta la primera sentencia contra el abandono animal-
El presidente de la asociación El Refugio muestra su satisfacción por la sentencia condenatoria por abandono de un animal
AUDIO - Cadena Ser - 25-03-2007
Hace más de un año, en febrero de 2006, voluntarios de El Refugio recogieron a Nena en las inmediaciones de la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael. Es un cruce de caniche de color negro que pesaba 4 kilos y presentaba quemaduras en el 70% de su cuerpo.
Los miembros de la asociación localizaron a la dueña a través del microchip del animal y la denunciaron ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Segovia, que se decantó por la dueña. Ante la decisión judicial El Refugio formuló un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Segovia que, en una sentencia de 7 folios, estima el recurso presentado por la Organización Proteccionista contra la sentencia dictada por el Juzgado y condena a antigua dueña de Nena por una falta de abandono de animal domestico.
No cabe recurso contra el fallo
El tribunal se ampara en el articulo 631.2 del Código Penal, que castiga a "quienes abandonen a un animal domestico en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad". Sin embrago ésta es la primera sentencia por abandono que se hace pública, que crea jurisprudencia menor, ya que no cabe contra ella recurso alguno.
La Audiencia considera probado que la acusada puso en peligro la vida del animal. Prueba de ello son las lesiones de la perra, que tuvo que ser asistida por veterinarios. Ahora, Nena ha sido adoptada por una familia madrileña.
Para El Refugio, la sentencia es una "gran paso adelante en la protección animal", según palabras de su presidente, Nacho Paunero, y sirve para continuar en la labor que realizan desde cada una de sus delegaciones. La asociación está inmersa en 70 procedimientos penales, civiles y administrativos en la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura.
La Audiencia de Segovia dicta la primera sentencia contra el abandono animal-
El presidente de la asociación El Refugio muestra su satisfacción por la sentencia condenatoria por abandono de un animal
AUDIO - Cadena Ser - 25-03-2007
Hace más de un año, en febrero de 2006, voluntarios de El Refugio recogieron a Nena en las inmediaciones de la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael. Es un cruce de caniche de color negro que pesaba 4 kilos y presentaba quemaduras en el 70% de su cuerpo.
Los miembros de la asociación localizaron a la dueña a través del microchip del animal y la denunciaron ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Segovia, que se decantó por la dueña. Ante la decisión judicial El Refugio formuló un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Segovia que, en una sentencia de 7 folios, estima el recurso presentado por la Organización Proteccionista contra la sentencia dictada por el Juzgado y condena a antigua dueña de Nena por una falta de abandono de animal domestico.
No cabe recurso contra el fallo
El tribunal se ampara en el articulo 631.2 del Código Penal, que castiga a "quienes abandonen a un animal domestico en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad". Sin embrago ésta es la primera sentencia por abandono que se hace pública, que crea jurisprudencia menor, ya que no cabe contra ella recurso alguno.
La Audiencia considera probado que la acusada puso en peligro la vida del animal. Prueba de ello son las lesiones de la perra, que tuvo que ser asistida por veterinarios. Ahora, Nena ha sido adoptada por una familia madrileña.
Para El Refugio, la sentencia es una "gran paso adelante en la protección animal", según palabras de su presidente, Nacho Paunero, y sirve para continuar en la labor que realizan desde cada una de sus delegaciones. La asociación está inmersa en 70 procedimientos penales, civiles y administrativos en la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura.
viernes, 23 de marzo de 2007
EL OSO KNUT O CUANDO ALGUNOS ECOLOGISTAS SON UNOS PATANES
A veces, la naturaleza se equivoca, y es en esos momentos cuando el hombre debe hacer uso de su raciocinio.
El oso repudiado por su madre, vivirá o morirá, no es posible predecirlo, pero habrá merecido la pena intentarlo.
Fue abandonado por su madre y un cuidador del parque le adoptó como a un hijo.
Defensores de los derechos de los animales piden que se le sacrifique porque se le está humanizando demasiado.
El zoológico de Berlín ha tomado cartas en el asunto para evitar que al pequeño Knut, un oso polar de tres meses, se le deje morir.
Tras ver morir a su hermano gemelo y ser rechazado por su madre, Tosca, el cachorro fue adoptado por un cuidador del parque llamado Thomas Doerflein, quien no escatima en mimos al cuidar al animal.
Su 'padre adoptivo' se trasladó a vivir dentro del zoo para estar cerca de Knut, le da el biberón y le lava como si fuese un bebé. Incluso le toca canciones de Elvis con la guitarra y le hace regalos por Navidad, según los periódicos alemanes.
No es apropiado y es una violación seria de los derechos de los animales. Algunos defensores de los derechos de los animales consideran que esto humanizará demasiado al oso y quieren que el parque ponga fin al asunto porque, a su jucio, no es justo para él no poder vivir como un oso polar y depender siempre del cuidado humano.
“No es apropiado y es una violación seria de los derechos de los animales; de hecho, debía haber sido sacrificado”, asegura el ecologista Fran Albretch al diario alemán Bild.
Sin embargo, los responsables del zoológico no piensan cambiar de opinión y consideran que esta petición es un "completo sinsentido".
Y es que Knut ya se ha hecho un hueco en el corazón de los berlineses. El osito se ha convertido en un especie de símbolo para la ciudad e incluso la fotógrafa Annie Leibovitze ha escogido su imagen para formar parte de una nueva campaña para el cambio climático.
Defensores de los derechos de los animales piden que se le sacrifique porque se le está humanizando demasiado.
El zoológico de Berlín ha tomado cartas en el asunto para evitar que al pequeño Knut, un oso polar de tres meses, se le deje morir.
Tras ver morir a su hermano gemelo y ser rechazado por su madre, Tosca, el cachorro fue adoptado por un cuidador del parque llamado Thomas Doerflein, quien no escatima en mimos al cuidar al animal.
Su 'padre adoptivo' se trasladó a vivir dentro del zoo para estar cerca de Knut, le da el biberón y le lava como si fuese un bebé. Incluso le toca canciones de Elvis con la guitarra y le hace regalos por Navidad, según los periódicos alemanes.
No es apropiado y es una violación seria de los derechos de los animales. Algunos defensores de los derechos de los animales consideran que esto humanizará demasiado al oso y quieren que el parque ponga fin al asunto porque, a su jucio, no es justo para él no poder vivir como un oso polar y depender siempre del cuidado humano.
“No es apropiado y es una violación seria de los derechos de los animales; de hecho, debía haber sido sacrificado”, asegura el ecologista Fran Albretch al diario alemán Bild.
Sin embargo, los responsables del zoológico no piensan cambiar de opinión y consideran que esta petición es un "completo sinsentido".
Y es que Knut ya se ha hecho un hueco en el corazón de los berlineses. El osito se ha convertido en un especie de símbolo para la ciudad e incluso la fotógrafa Annie Leibovitze ha escogido su imagen para formar parte de una nueva campaña para el cambio climático.
Y a Fran Albretch que le dejen solo en un bosque para que le adopten unos lobos.
Estoy hasta el "gorro" de tanto purista de pacotilla.
miércoles, 21 de marzo de 2007
COMIENZA LA MATANZA DE FOCAS
Ya comienza otra matanza de los pobres bebés foca y eso a la gente decente, nos indigna y nos provoca. Canadá en contra del mundo:¿que pretenden estos tíos, con tamaño desafío?
¡NOS VAN A OIR! JUEVES 29 DE MARZO DE 2007A LAS 17:00 HORAS (5 de la tarde)(y durará 2 horas, hasta las 7 de la tarde)
Madrid: Embajada de Canadá, Calle Núñez de Balboa, 35
domingo, 18 de marzo de 2007
JUSTIFICANDO LAS CORRIDAS DE TOROS
Un total de 14 asociaciones y agrupaciones taurinas hacen saber mediante el documento su posición en relación con la iniciativa de los parlamentarios europeosMadrid, 14 de marzo de 2007.
Los estamentos taurinos españoles, ante la declaración por escrito de parlamentarios europeos, presentada en el Parlamento Europeo el 15 de enero de 2007, solicitando la prohibición de las corridas de toros en el ámbito comunitario, manifiestan lo siguiente:
a.. La declaración es engañosa en cuanto a las posibles consecuencias de la iniciativa puesta en marcha porque la Comisión carece de base legal para prohibir las corridas de toros al no tener competencias para ello.
b.. El principio de subsidiariedad obliga a conjugar cualquier intervención comunitaria con el respeto a las disposiciones legales o administrativas y las costumbres de los Estados miembros, relativas, en particular, a tradiciones culturales y patrimonio regional.
c.. El Parlamento Europeo ya rechazó el pasado 12 de octubre de 2006, con el 70% de los votos (402 frente a 168), un intento de incluir a los toros de lidia en una enmienda al Plan de acción de la Comisión sobre bienestar animal.
d.. La pretendida justificación de que la Fiesta no ha sido nunca declarada Patrimonio Cultural por institución europea alguna, supone afirmar que cualquier manifestación cultural de cualquier país europeo debería haber sido previamente definida como tal por las instituciones europeas para tener este carácter. Por ello esta afirmación es insostenible.
e.. La legislación española establece claramente el carácter cultural y tradicional de las Fiestas de Toros al recogerlo así en la Ley 10/1991 de 4 de abril en su exposición de motivos, al sustentar dicha norma en "el fomento de la cultura, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 149.2 del texto constitucional". También el Real Decreto 145/1996 de 2 de febrero regula el régimen jurídico de la Fiesta de los toros "entendida en el amplio sentido de sus diversas manifestaciones que se encuentran arraigadas en la cultura y aficiones populares". Finalmente, el reciente Reglamento Taurino de Andalucía, al igual que otros en los ámbitos autonómicos españoles, viene a desarrollar las competencias exclusivas "en materia de promoción y fomento de la cultura en todas sus manifestaciones y expresiones".
f.. Un claro pronunciamiento de nuestro Estado sobre la Fiesta de toros como manifestación artística supone la concesión por parte de diferentes gobiernos de la Medalla de las Bellas Artes a diestros como Ángel Luis Bienvenida, Manolo Vázquez, Antonio Ordóñez, Paco Camino, El Viti o Curro Romero, entre otros.
g.. La aludida declaración afirma malintencionadamente, desde el más profundo desconocimiento, que el objetivo de las corridas es "estresar, agotar, herir y/omatar toros". La Fiesta de toros consiste en la lucha del hombre y el animal con el objetivo final de dominar la fuerza bruta a través de la creación artística de los toreros, en cualquiera de sus manifestaciones profesionales y populares.
h.. Se ignoran también en el mencionado texto recientes y solventes estudios sobre el diferente umbral de dolor de cada especie animal, específicamente elrealizado por el departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid sobre el del toro de lidia, al intentar equipararlo a la percepción del dolor de los seres humanos.
i.. Se obvian en esta declaración factores esenciales para la plena comprensión de las Fiestas de Toros, que se celebran en el 70% de los pueblos y ciudades de España, que producen 3,5 millones de jornadas de trabajo anuales y que permiten, entre otros, el mantenimiento de 1.100 empresas ganaderas
j.. La subvención recibida de la Comunidad Europea por los ganaderos de reses de lidia les corresponde en su condición de productores de carne de vacuno, de un alto valor ecológico, reconocido por diversos estudios específicos. La fiesta de toros, en sí, no percibe subvención alguna de dicha institución.
k.. Las ganaderías de bravo son imprescindibles en el mantenimiento del ecosistema español al conservar en condiciones excepcionales más de 540.000 hectáreas, con respeto pleno a la diversidad medioambiental, equivaliendo al 7,6% del territorio del Estado dedicado a pastos.
l.. La corrida de toros encierra una serie de valores estéticos y éticos, representado por el torero, universalmente reconocidos por los más destacados artistas y pensadores, que realzan el valor, el arte y la inteligencia como factores de realización personal.
m.. El mundo del toro ha sido fuente de inspiración de diversas manifestaciones artísticas y culturales a lo largo de siglos como la literatura, pintura, música, danza y cine, entre otras.Las asociaciones y agrupaciones taurinas que suscriben, representantes de los estamentos taurinos españoles, manifiestan su intención de actuar de forma inmediata ante las Instituciones europeas en defensa de sus legítimos intereses.
Firman este manifiesto:
Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas
Asociación de Ganaderías de Lidia
Ganaderos de Lidia Unidos
Unión de Criadores de Toros de LidiaT´AURA,
Unión de Toreros.
Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles
Asociación Sindical de Mozos de Espada y Puntilleros Españoles
Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos
Unión Nacional de Empresarios Taurinos Españoles
Real Federación Taurina de España
Consejo General de Colegios Veterinarios
Asociación de Veterinarios Especialistas en Espectáculos Taurinos
Asociación de Abonados de Las Ventas (ABOVENT)
Federación Española de Escuelas de Tauromaquia
Los estamentos taurinos españoles, ante la declaración por escrito de parlamentarios europeos, presentada en el Parlamento Europeo el 15 de enero de 2007, solicitando la prohibición de las corridas de toros en el ámbito comunitario, manifiestan lo siguiente:
a.. La declaración es engañosa en cuanto a las posibles consecuencias de la iniciativa puesta en marcha porque la Comisión carece de base legal para prohibir las corridas de toros al no tener competencias para ello.
b.. El principio de subsidiariedad obliga a conjugar cualquier intervención comunitaria con el respeto a las disposiciones legales o administrativas y las costumbres de los Estados miembros, relativas, en particular, a tradiciones culturales y patrimonio regional.
c.. El Parlamento Europeo ya rechazó el pasado 12 de octubre de 2006, con el 70% de los votos (402 frente a 168), un intento de incluir a los toros de lidia en una enmienda al Plan de acción de la Comisión sobre bienestar animal.
d.. La pretendida justificación de que la Fiesta no ha sido nunca declarada Patrimonio Cultural por institución europea alguna, supone afirmar que cualquier manifestación cultural de cualquier país europeo debería haber sido previamente definida como tal por las instituciones europeas para tener este carácter. Por ello esta afirmación es insostenible.
e.. La legislación española establece claramente el carácter cultural y tradicional de las Fiestas de Toros al recogerlo así en la Ley 10/1991 de 4 de abril en su exposición de motivos, al sustentar dicha norma en "el fomento de la cultura, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 149.2 del texto constitucional". También el Real Decreto 145/1996 de 2 de febrero regula el régimen jurídico de la Fiesta de los toros "entendida en el amplio sentido de sus diversas manifestaciones que se encuentran arraigadas en la cultura y aficiones populares". Finalmente, el reciente Reglamento Taurino de Andalucía, al igual que otros en los ámbitos autonómicos españoles, viene a desarrollar las competencias exclusivas "en materia de promoción y fomento de la cultura en todas sus manifestaciones y expresiones".
f.. Un claro pronunciamiento de nuestro Estado sobre la Fiesta de toros como manifestación artística supone la concesión por parte de diferentes gobiernos de la Medalla de las Bellas Artes a diestros como Ángel Luis Bienvenida, Manolo Vázquez, Antonio Ordóñez, Paco Camino, El Viti o Curro Romero, entre otros.
g.. La aludida declaración afirma malintencionadamente, desde el más profundo desconocimiento, que el objetivo de las corridas es "estresar, agotar, herir y/omatar toros". La Fiesta de toros consiste en la lucha del hombre y el animal con el objetivo final de dominar la fuerza bruta a través de la creación artística de los toreros, en cualquiera de sus manifestaciones profesionales y populares.
h.. Se ignoran también en el mencionado texto recientes y solventes estudios sobre el diferente umbral de dolor de cada especie animal, específicamente elrealizado por el departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid sobre el del toro de lidia, al intentar equipararlo a la percepción del dolor de los seres humanos.
i.. Se obvian en esta declaración factores esenciales para la plena comprensión de las Fiestas de Toros, que se celebran en el 70% de los pueblos y ciudades de España, que producen 3,5 millones de jornadas de trabajo anuales y que permiten, entre otros, el mantenimiento de 1.100 empresas ganaderas
j.. La subvención recibida de la Comunidad Europea por los ganaderos de reses de lidia les corresponde en su condición de productores de carne de vacuno, de un alto valor ecológico, reconocido por diversos estudios específicos. La fiesta de toros, en sí, no percibe subvención alguna de dicha institución.
k.. Las ganaderías de bravo son imprescindibles en el mantenimiento del ecosistema español al conservar en condiciones excepcionales más de 540.000 hectáreas, con respeto pleno a la diversidad medioambiental, equivaliendo al 7,6% del territorio del Estado dedicado a pastos.
l.. La corrida de toros encierra una serie de valores estéticos y éticos, representado por el torero, universalmente reconocidos por los más destacados artistas y pensadores, que realzan el valor, el arte y la inteligencia como factores de realización personal.
m.. El mundo del toro ha sido fuente de inspiración de diversas manifestaciones artísticas y culturales a lo largo de siglos como la literatura, pintura, música, danza y cine, entre otras.Las asociaciones y agrupaciones taurinas que suscriben, representantes de los estamentos taurinos españoles, manifiestan su intención de actuar de forma inmediata ante las Instituciones europeas en defensa de sus legítimos intereses.
Firman este manifiesto:
Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas
Asociación de Ganaderías de Lidia
Ganaderos de Lidia Unidos
Unión de Criadores de Toros de LidiaT´AURA,
Unión de Toreros.
Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles
Asociación Sindical de Mozos de Espada y Puntilleros Españoles
Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos
Unión Nacional de Empresarios Taurinos Españoles
Real Federación Taurina de España
Consejo General de Colegios Veterinarios
Asociación de Veterinarios Especialistas en Espectáculos Taurinos
Asociación de Abonados de Las Ventas (ABOVENT)
Federación Española de Escuelas de Tauromaquia
sábado, 10 de marzo de 2007
INFECCIONES DE PIEL: PIODERMA EN EL PERRO
INFECCIONES DE PIEL-PIODERMAS
He elegido estas fechas para publicar este artículo, porque con el buen tiempo vuestros perros estarán más tiempo en la calle, pasarán más tiempo en jardines y parques, irán más al campo, se bañaran en aguas no excesivamente limpias, y entrarán en contacto con los “dichosos” pólenes, y con los incómodos “bichitos”. Quiere esto decir que su piel entrara en contacto con un “montón” de cosas que en un muchas ocasiones, como veréis con la lectura del artículo, son las culpables de la aparición de los problemas de piel que describo.
Las infecciones bacterianas son uno de los principales procesos dermatológicos que afectan al perro. Esto es así, en parte, porque la piel del perro normal está colonizada por numerosos microorganismos, algunos de ellos potencialmente patógenos, por lo que, cuando los mecanismos defensivos de la piel no funcionan adecuadamente, se producirá rápidamente una infección. El problema, es que muchas veces, cuando nos encontramos con este tipo de enfermedades sean superficiales o profundas, las causas no somos capaces de establecerlas.
Para comprender este artículo debéis saber que en la piel de vuestro perro se encuentran una gran cantidad de bacterias, que se conocen con el nombre de residentes. Estos inquilinos habituales los adquiere el perro a través de su madre tras el nacimiento. Os citaré unos cuantos nombres raros que son los que vuestro compañero tiene habitualmente en su piel: Staphylococcus epidermis, S xylosus, Micrococus sp., estreptococos y Propionibacterium acnes. Lo curioso es que el agente causal de casi todas las infecciones cutáneas, el Staphylococcus intermedius, es considerado por unos dermatólogos como residente habitual de la piel y por otros como residente transitorio. Tampoco nos importa mucho este dato, pero creo que es algo importante que debéis conocer, sobre todo porque vuestro veterinario, cuando vuestro perro padezca alguno de estos procesos os dirá: “tiene un estafilococo”.Existen otros gérmenes conocidos como transeúntes que aunque no se encuentran habitualmente en la piel, si están por ejemplo en la zona anal o en otras mucosas. Cuando vuestro perro se lame en alguna zona donde estas bacterias se asientan y luego con su lengua se lame en otro sitio, lo que hará será colocarlas en otro lugar que no es el suyo natural, pudiendo dar lugar a infecciones. Entre estas bacterias se encuentran los Escherichia coli, Proteus, pseudomonas, y algún tipo de Staphylococcus. Es por tanto lógico y creo conveniente que lo sepáis que siempre que se haga un cultivo bacteriano de la piel de un perro, vamos a obtener bacterias, salvo que hallamos desinfectado previamente la zona. Y como es lógico no siempre estos gérmenes aislados serán los responsables de la infección.
Me parece importante que conozcáis que la piel en los carnívoros es el mayor órgano animal y el más evidente. Su espesor oscila en el perro entre 1 y 5 mm según las zonas. Casi toda su superficie está cubierta por pelos. Su capa más externa se llama epidermis y la más interna es la dermis que descansa sobre el tejido graso subcutáneo. En los carnívoros (perro) existen cuatro zonas con diferente estructura cutánea: la piel con pelo, la piel escrotal, la piel de los cojinetes plantares y la piel del plano nasal.
La practica totalidad de las piodermas del perro se producen por una alteración en los mecanismos normales de defensa de la piel y por una colonización-proliferación de un microorganismo patógeno, procedente de zonas de la propia piel, de las mucosas o del exterior. A mi este dato me parece muy importante a la hora de tratar esta enfermedad, ya que no sólo deberemos atacar a la bacteria para curar la infección, sino que tendremos que tratar el problema que hizo que los mecanismos de defensa de la piel se vieran alterados.
Las infecciones bacterianas suelen inducir lesiones inflamatorias de tipo exudativo y frecuentemente supurativo. La presencia de pústulas, collaretes, fístulas supurativas, ulceraciones y costras con supuración son muy sugestivas de que estamos ante una infección de piel.
Ante un caso de infección cutánea los exámenes diagnósticos de mayor valor son las citologías y los cultivos. Si no existen lesiones clásicas purulentas lo indicado será la realización de una biopsia. Lo cierto es que estas últimas, muchas veces no nos sacan de dudas. Como curiosidad os comentaré que los estafilococos raramente aparecen en los estudios histológicos y si aparecen, no es posible saber si son o no los responsables de las lesiones. No obstante su realización si nos servirá para establecer el tipo de lesiones a las que nos enfrentamos y para dar un pronóstico a corto o medio plazo.
Las infecciones de piel las podemos clasificar en superficiales y profundas, en función de que las capas cutáneas que se vean afectadas y lo que es más importante, de la zona en que se presenten.
Entre las superficiales haré una descripción de las más importantes que son: impétigo, foliculitis bacteriana, pioderma superficial recidivante y pioderma mucocutanea. Entre las profundas debéis conocer la foliculitis-forunculosis generalizada, la foliculitis-forunculosis piotraumática, la pododermatitis bacteriana, la pioderma de los puntos de presión, la del mentón y del hocico, la nasal, y la anal.
Llamamos INFECCIONES SUPERFICIALES a las que se localizan en la epidermis y en el interior de los folículos pilosos, es decir que no se extienden a la dermis. Son cuadros exclusivamente dermatológicos que se controlan bien en general y que tienen buen pronóstico.
El IMPÉTIGO es una infección superficial de la piel de los cachorros y no es contagioso. Entre las causas que provocan su aparición están aquellos procesos que producen una bajada de defensas, como son los virus (moquillo), los parásitos, suciedad medioambiental y la desnutrición o malnutrición.
Es una enfermedad propia de perros prepúberes de cualquier raza o sexo. Veréis la aparición de unas pústulas grandes, acompañadas de lo que llamamos collarettes, que es como si la piel se hubiera levantado en algunas zonas. Estas lesiones se suelen distribuir por la zona abdominal, inguinal y más raramente por las axilas. Puede haber costras y material purulento adherido al pelo. No suele haber picor y el estado general del perro es bueno, salvo que sea consecuencia de alguna de las enfermedades nombradas anteriormente. De todas formas ante un impétigo deberemos revisar las vacunaciones, desparasitaciones y alimentación. El tratamiento varía desde el uso de champús antimicrobianos y pomadas o ungüentos con antibióticos al uso de estos por vía oral durante 10 o 12 días.
Existe una variedad llamada impétigo ampollar que se relaciona con el Síndrome de Cushing, la diabetes, el hipotiroidismo y otras enfermedades debilitantes, que es propio de perros de mayor edad
FOLICULITIS BACTERIANA SUPERFIAL
Se trata de una infección por estafilococos de los folículos pilosos del perro. Esta estructura es el lugar donde se forman los pelos. Las bacterias se introducen en los folículos debido a traumatismos locales, heridas, rascados, o contaminación debida a pelaje sucio, higiene deficiente, seborrea, parásitos (demodex), factores hormonales, irritantes locales, alergias... Quizás podamos decir que se da más en perros de pelo corto y duro. Es importante que sepáis que un proceso tan superficial como este puede progresar a otro más serio como la foliculitis profunda, furunculosis y celulitis.
Las lesiones características consisten en pápulas, pústulas foliculares (es decir, de las cuales surge un pelo), collarettes, alopecias focales, zonas de hiperpigmentación y costras. En algunas ocasiones aparece como zonas de la piel desprovistas de pelo que dan un aspecto “apolillado” a la piel. Donde las lesiones aparecen con más claridad es en el tronco y el abdomen y pueden iniciarse en un lugar muy determinado para extenderse posteriormente por todo el cuerpo. El picor puede variar de nulo a intenso, aunque en este último caso debemos sospechar de un proceso alérgico como el causante del problema. En estos casos lo normal es que antes de aparecer las lesiones, hallamos observado que el perro se rascaba y cuando instauramos el tratamiento con antibióticos veremos que las lesiones se curan, pero que el perro se sigue rascando.
PIODERMA SUPERFICIAL RECIDIVANTE
Se trata de infecciones de piel, que tratadas correctamente recidivan cuando se detiene el tratamiento. No debemos confundirla con una pioderma que se ha tratado correctamente o cuya causa predisponente no se ha eliminado. Por ejemplo, un pioderma superficial secundario a una alergia, volverá a aparecer después de que se detenga la administración de antibióticos, debido a que la piel inflamada por la reacción alérgica es más susceptible de volverse a colonizar. Sin embargo, este caso no se trata de un pioderma superficial recidivante.
Aquí veremos un perro con pústulas que se rasca moderadamente y que tras la administración de antibióticos se verá exento de lesiones y de picor. Pero a las pocas semanas o meses el problema volverá a aparecer.
En estos casos una vez establecido que no hay alergias y que realmente se trata de una infección de piel, debemos establecer un protocolo de tratamiento a largo plazo. En primer lugar se aplica un tratamiento tópico y se administra un antibiótico que sea efectivo según el antibiograma que hemos realizado previamente, manteniéndolo hasta 10 días después de que desaparezcan los síntomas. Luego, lo que debemos hacer, es bañar al perro una vez a la semana con un buen champú antibacteriano (los mejores, contienen clorhexidina o peroxido de benzoilo). A veces, es suficiente hacer esto para controlar el proceso. Si no fuera así, se hará necesario el uso de inmunoestimulantes (existen dos o tres productos adecuados, aunque el que según los dermatólogos es más útil, no está comercializado en España).. Otra alternativa es dar antibióticos una semana sí y otra no, y si vamos controlando el proceso, pasar a darlos sólo los siete primeros días de cada mes.
PIODERMA MUCOCUTANEA
Se caracteriza por la aparición de tumefacción y eritema en la comisura de los labios, que dará lugar a costras, fisuras y erosiones. Son lesiones bastantes dolorosas que provocan incomodidad en el perro durante la inspección. Es un problema que suele remitir con la aplicación de champús antibacterianos y ungüentos de mupirocina durante dos semanas seguidas, para continuar con una o dos veces en las semanas posteriores. Las recurrencias son comunes, por lo que a veces es necesario seguir con estas pautas de tratamiento semanalmente.
Llamamos INFECCIONES PROFUNDAS a aquellas infecciones bacterianas que se extienden más allá de la epidermis y del interior de los folículos pilosos, alcanzando la dermis y en ocasiones el tejido adiposo subcutáneo (celulitis). Son mucho más graves que las descritas anteriormente y casi siempre se acompañan de otros síntomas como fiebre, decaimiento, anorexia e inflamación de ganglios.
FOLICULITIS-FURUNCULOSIS GENERALIZADA (pioderma profundo generalizado).
Se trata de una infección bacteriana generalizada que arranca de los folículos pilosos y se extiende a la dermis. Casi siempre es causada por un Stafilococcus intermedius.
Como en otras infecciones bacterianas de la piel existe una doble causa de este proceso: una causa predisponente (parásitos, hongos, inmunodeficiencia, enfermedades hormonales...) y una infección bacteriana por estafilococos. El problema es que en muchas ocasiones habrá otras bacterias que de forma secundaria compliquen el proceso. La causa más frecuente de esta enfermedad es la sarna demodécica. En otros casos, cuando no se encuentran demodex en las lesiones, el problema se achaca a un proceso de inmunodeficiencia, que le hace especialmente sensible a este tipo de infecciones.
Este proceso se puede presentar a cualquier edad. El comienzo es la aparición de pústulas que se ulceran y se cubren de costras. Las ulceras, poco a poco, se hacen más grandes y se extienden apareciendo fístulas. El cuadro se complica cuando las zonas de piel afectadas se van muriendo (necrosis). El traumatismo del área infectada (por presión o prurito) acelera la progresión y empeoramiento de la lesión que puede llegar a comprometer la piel sana que se encuentra alrededor. Las zonas más afectadas suelen ser los puntos de presión como codos, tarsos, y el tronco. En esta enfermedad, el color y el tamaño de las lesiones nos puede servir para hacer una valoración de su gravedad. Las grandes y de color rojo oscuro o violeta indican compromiso más grave que las pequeñas, más superficiales o más rosadas.
Ante un cuadro de este tipo se deben realizar raspados para detectar demodex, pruebas de leishmaniosis, cultivos de bacterias y hongos, test de función de tiroides y biopsias.
El tratamiento estará en función de la causa que lo produce, pero es inevitable el uso de antibióticos durante por lo menos seis semanas e incluso algunos dermatólogos continúan el tratamiento hasta 21 después de haber desaparecido las lesiones..
FOLICULITIS-FURUNCULOSIS PIOTRAUMÁTICA también llamada dermatitis húmeda aguda o foco caliente. Lo cierto es que aquí podemos hablar de dos presentaciones que no tienen nada que ver entre si. En una de ellas, en la lesión no existe un componente bacteriano importante, tratándose de un proceso superficial, ulcerado e inflamatorio de naturaleza desconocida que remite con limpieza y corticoides. En la otra presentación, además de ulceración superficial, aparece una foliculitis profunda, supurada y necrotizante con furunculosis ocasional, que asienta normalmente en el mentón y en el cuello. Se presenta con relativa frecuencia en perros jóvenes. En este caso es necesario el uso de antibióticos, junto con el rasurado y limpieza de la zona. Se hará necesario el uso de un collar isabelino, y esta contraindicado el uso de corticoesteroides.
En ambos casos la causa sería un fenómeno primario que provocó autotraumatismo en forma de rascado o lamido de la zona afectada.
PODODERMITIS BACTERIANA (piodermia interdigital)
Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a manos y pies. Las causas son muy numerosas, como cuerpos extraños, irritantes, fertilizantes, quemaduras por máquinas de peluqueria, parásitos, hongos, bacterias, reacciones alérgicas, procesos autoinmunes, factores psicogenos, tumores...La presencia de bacterias es a veces circunstancial, es decir secundaria al proceso que realmente causa la enfermedad. Es una enfermedad muy pruriginosa que provocará el lamido y como consecuencia el empeoramiento del proceso. Los ganglios de la zona afectada suelen estar inflamados y a veces el dolor produce cojera. El protocolo diagnóstico es el mismo que el apuntado anteriormente. Es imprescindible, además de atacar la causa prescribir antibióticos durante 8-12 semanas y hasta 10 días después de desaparecidos los síntomas. Son muy útiles los lavados sulfato de magnesio. La verdad es que muchas veces su tratamiento resulta frustante.
Existe una variedad que además afecta a las almohadillas y que suele deberse a un problema inmunitario o ser la manifestación de una reacción adversa a algún medicamento. Yo he observado esta presentación en algunos perros afectados de Leishmaniosis.
PIODERMA DE LOS PUNTOS DE PRESIÓN
Se denomina también pioderma de los callos. Es frecuente en perros de razas grandes y gigantes. El callo es una respuesta de la piel a los traumatismos continuados, y son frecuentes en codos, tarsos y esternón. Los simples golpes que reciben estas zonas cuando el perro se deja caer para tumbarse en un suelo duro, son causa suficiente para su aparición. Son más frecuentes en épocas ce calor, que es cuando el perro busca los suelos frios. Debido a estos golpes, la piel sufrirá un aumento de elasticidad y aparecerán heridas y fisuras que sufrirán una contaminación bacteriana, con aparición de fístulas y úlceras.
El tratamiento consistirá en la administración de antibióticos durante 14 días y en proteger la zona con algún vendaje acolchado. A veces será necesaria la extirpación quirúrgica de la zona afectada.
PIODERMA NASAL
Es una infección bacteriana profunda de la región nasal del perro. La causa primaria es desconocida, pero la infección puede comenzar debido a la acción de hocicar o a otro traumatismo local que permitiría la colonización de la zona por bacterias. Los perros dolicocéfalos (Collie, Pastor Alemán, Pointer o Bull Terrier) presentan mayor predisposición a padecerla. Aparecerán primero pápulas y pústulas que evolucionan a fístulas, úlceras y costras. Son lesiones dolorosas, que se hacen pruriginosas. El rascado las empeora. Dado que algunas enfermedades alérgicas e inmunológicas pueden dar lugar a lesiones parecidas, es recomendable la realización de citologías, cultivos e incluso biopsias en caso de que el proceso no remita a la antibioterapia durante dos semanas. El tratamiento tópico con champús antibacterianos suele dar muy buenos resultados, dejando actuar el producto durante diez minutos. Si hay picor intenso, estará justificado colocar un collar isabelino. Debemos tener en cuenta que en este caso la infección es secundaria a algún otro proceso que debemos intentar diagnosticar.
PIODERMA DEL MENTON Y DEL HOCICO (ACNÉ CANINO)
Se trata de un proceso inflamatorio debido al menos parcialmente, a una infección bacteriana de los folículos pilosos y de la dermis de la región mentoniana y del hocico del perro. La causa no se conoce. En un principio se pensó que era debido a una alteración hormonal como ocurre en la especie humana, pero parece ser que no tiene nada que ver. De hecho se presenta tanto en machos como hembras y casi en exclusiva en razas de pelo corto. Esto ha llevado a pensar que la causa serían pequeños microtraumatismos en la zona que darían lugar a rupturas de los folículos con infección bacteriana posterior. Parece estar claro que existe una predisposición de tipo genético.
El tratamiento no está claro, pero en principio de deben evitar los traumatismos (juegos, pelotas, huesos), y administrar antibióticos durante 4 semanas, que desgraciadamente no resultan curativos. Es necesario el uso de un champú antibacteriano. Si con estas medidas no hay mejora, podemos hacer uso de pomadas de mupirocina. Cuando esto también falla será necesaria la administración de un potente antiinflamatorio esteorideo de manera tópica dos veces al día, por ejemplo la clobetasona o la fluocinolona.
PIODERMA ANAL (Fístulas perianales).
Es una inflamación ulcerativa y fistulizante de la región perianal de perros de raza Pastor Alemán y sus cruces de causa desconocida. Parece ser que en principio se presenta una inflamación de los sacos anales que debido a una contaminación con flora fecal dará lugar a la fistulización. Probablemente la estructura de la cola del Pastor Alemán (muy caída y que permite muy poca ventilación de la zona), tenga mucho que ver en la presentación de esta enfermedad. Ocasionalmente se ha descrito en otras razas como el Pastor Belga y el Setter. La edad de aparición suele ser entre los 3-5 años, aunque se han descrito casos en perros de cualquier edad. Las lesiones son dolorosas y el perro intenta lamerse la zona constantemente. No es raro apreciar cambios en la defecación que alternara las diarreas con el estreñimiento. Además también pueden aparecer cambios en el carácter que harán a estos perros más ariscos y agresivos.
El tratamiento es sumamente complicado ya que los antibióticos resultan casi siempre ineficaces. La cirugía de los sacos anales tampoco es siempre determinante, ya que puede dejar secuelas como la estenosis y la incontinencia. Un tratamiento que suele ser efectivo es la extirpación de la cola y de las zonas afectadas.
Hasta aquí la exposición de este artículo. Tan sólo una aclaración: muchos de vosotros sabréis lo que es un demodex, que he nombrado numerosas veces, pero para el que no esté familiarizado con ellos, sólo decir que se trata de un ácaro que forma parte de la fauna normal de la piel canina y está presente en pequeño número en la mayor parte de los perros sanos. Debido a cambios en las condiciones ideales de la piel, éste ácaro se multiplica a gran velocidad, colonizando los folículos pilosos y la piel en cantidades masivas. Como consecuencia de esta proliferación el perro sufrirá lo que conocemos como sarna demodéctica.
Y para terminar, una gran noticia. Recientemente los Laboratorios Esteve han comercializado en España el Trilostano, medicamento de elección para el tratamiento de el Síndrome de Cushing que teníamos que importar del extranjero con las dificultades que ello conllevaba. Su nombre comercial es Vetoryl.
José Enrique Zaldívar Laguía
Clínica Veterinaria Colores.
Paseo de Santa Maria de la Cabeza 68 A. Madrid 28045. Artículo publicado en El Mundo del Perro
He elegido estas fechas para publicar este artículo, porque con el buen tiempo vuestros perros estarán más tiempo en la calle, pasarán más tiempo en jardines y parques, irán más al campo, se bañaran en aguas no excesivamente limpias, y entrarán en contacto con los “dichosos” pólenes, y con los incómodos “bichitos”. Quiere esto decir que su piel entrara en contacto con un “montón” de cosas que en un muchas ocasiones, como veréis con la lectura del artículo, son las culpables de la aparición de los problemas de piel que describo.
Las infecciones bacterianas son uno de los principales procesos dermatológicos que afectan al perro. Esto es así, en parte, porque la piel del perro normal está colonizada por numerosos microorganismos, algunos de ellos potencialmente patógenos, por lo que, cuando los mecanismos defensivos de la piel no funcionan adecuadamente, se producirá rápidamente una infección. El problema, es que muchas veces, cuando nos encontramos con este tipo de enfermedades sean superficiales o profundas, las causas no somos capaces de establecerlas.
Para comprender este artículo debéis saber que en la piel de vuestro perro se encuentran una gran cantidad de bacterias, que se conocen con el nombre de residentes. Estos inquilinos habituales los adquiere el perro a través de su madre tras el nacimiento. Os citaré unos cuantos nombres raros que son los que vuestro compañero tiene habitualmente en su piel: Staphylococcus epidermis, S xylosus, Micrococus sp., estreptococos y Propionibacterium acnes. Lo curioso es que el agente causal de casi todas las infecciones cutáneas, el Staphylococcus intermedius, es considerado por unos dermatólogos como residente habitual de la piel y por otros como residente transitorio. Tampoco nos importa mucho este dato, pero creo que es algo importante que debéis conocer, sobre todo porque vuestro veterinario, cuando vuestro perro padezca alguno de estos procesos os dirá: “tiene un estafilococo”.Existen otros gérmenes conocidos como transeúntes que aunque no se encuentran habitualmente en la piel, si están por ejemplo en la zona anal o en otras mucosas. Cuando vuestro perro se lame en alguna zona donde estas bacterias se asientan y luego con su lengua se lame en otro sitio, lo que hará será colocarlas en otro lugar que no es el suyo natural, pudiendo dar lugar a infecciones. Entre estas bacterias se encuentran los Escherichia coli, Proteus, pseudomonas, y algún tipo de Staphylococcus. Es por tanto lógico y creo conveniente que lo sepáis que siempre que se haga un cultivo bacteriano de la piel de un perro, vamos a obtener bacterias, salvo que hallamos desinfectado previamente la zona. Y como es lógico no siempre estos gérmenes aislados serán los responsables de la infección.
Me parece importante que conozcáis que la piel en los carnívoros es el mayor órgano animal y el más evidente. Su espesor oscila en el perro entre 1 y 5 mm según las zonas. Casi toda su superficie está cubierta por pelos. Su capa más externa se llama epidermis y la más interna es la dermis que descansa sobre el tejido graso subcutáneo. En los carnívoros (perro) existen cuatro zonas con diferente estructura cutánea: la piel con pelo, la piel escrotal, la piel de los cojinetes plantares y la piel del plano nasal.
La practica totalidad de las piodermas del perro se producen por una alteración en los mecanismos normales de defensa de la piel y por una colonización-proliferación de un microorganismo patógeno, procedente de zonas de la propia piel, de las mucosas o del exterior. A mi este dato me parece muy importante a la hora de tratar esta enfermedad, ya que no sólo deberemos atacar a la bacteria para curar la infección, sino que tendremos que tratar el problema que hizo que los mecanismos de defensa de la piel se vieran alterados.
Las infecciones bacterianas suelen inducir lesiones inflamatorias de tipo exudativo y frecuentemente supurativo. La presencia de pústulas, collaretes, fístulas supurativas, ulceraciones y costras con supuración son muy sugestivas de que estamos ante una infección de piel.
Ante un caso de infección cutánea los exámenes diagnósticos de mayor valor son las citologías y los cultivos. Si no existen lesiones clásicas purulentas lo indicado será la realización de una biopsia. Lo cierto es que estas últimas, muchas veces no nos sacan de dudas. Como curiosidad os comentaré que los estafilococos raramente aparecen en los estudios histológicos y si aparecen, no es posible saber si son o no los responsables de las lesiones. No obstante su realización si nos servirá para establecer el tipo de lesiones a las que nos enfrentamos y para dar un pronóstico a corto o medio plazo.
Las infecciones de piel las podemos clasificar en superficiales y profundas, en función de que las capas cutáneas que se vean afectadas y lo que es más importante, de la zona en que se presenten.
Entre las superficiales haré una descripción de las más importantes que son: impétigo, foliculitis bacteriana, pioderma superficial recidivante y pioderma mucocutanea. Entre las profundas debéis conocer la foliculitis-forunculosis generalizada, la foliculitis-forunculosis piotraumática, la pododermatitis bacteriana, la pioderma de los puntos de presión, la del mentón y del hocico, la nasal, y la anal.
Llamamos INFECCIONES SUPERFICIALES a las que se localizan en la epidermis y en el interior de los folículos pilosos, es decir que no se extienden a la dermis. Son cuadros exclusivamente dermatológicos que se controlan bien en general y que tienen buen pronóstico.
El IMPÉTIGO es una infección superficial de la piel de los cachorros y no es contagioso. Entre las causas que provocan su aparición están aquellos procesos que producen una bajada de defensas, como son los virus (moquillo), los parásitos, suciedad medioambiental y la desnutrición o malnutrición.
Es una enfermedad propia de perros prepúberes de cualquier raza o sexo. Veréis la aparición de unas pústulas grandes, acompañadas de lo que llamamos collarettes, que es como si la piel se hubiera levantado en algunas zonas. Estas lesiones se suelen distribuir por la zona abdominal, inguinal y más raramente por las axilas. Puede haber costras y material purulento adherido al pelo. No suele haber picor y el estado general del perro es bueno, salvo que sea consecuencia de alguna de las enfermedades nombradas anteriormente. De todas formas ante un impétigo deberemos revisar las vacunaciones, desparasitaciones y alimentación. El tratamiento varía desde el uso de champús antimicrobianos y pomadas o ungüentos con antibióticos al uso de estos por vía oral durante 10 o 12 días.
Existe una variedad llamada impétigo ampollar que se relaciona con el Síndrome de Cushing, la diabetes, el hipotiroidismo y otras enfermedades debilitantes, que es propio de perros de mayor edad
FOLICULITIS BACTERIANA SUPERFIAL
Se trata de una infección por estafilococos de los folículos pilosos del perro. Esta estructura es el lugar donde se forman los pelos. Las bacterias se introducen en los folículos debido a traumatismos locales, heridas, rascados, o contaminación debida a pelaje sucio, higiene deficiente, seborrea, parásitos (demodex), factores hormonales, irritantes locales, alergias... Quizás podamos decir que se da más en perros de pelo corto y duro. Es importante que sepáis que un proceso tan superficial como este puede progresar a otro más serio como la foliculitis profunda, furunculosis y celulitis.
Las lesiones características consisten en pápulas, pústulas foliculares (es decir, de las cuales surge un pelo), collarettes, alopecias focales, zonas de hiperpigmentación y costras. En algunas ocasiones aparece como zonas de la piel desprovistas de pelo que dan un aspecto “apolillado” a la piel. Donde las lesiones aparecen con más claridad es en el tronco y el abdomen y pueden iniciarse en un lugar muy determinado para extenderse posteriormente por todo el cuerpo. El picor puede variar de nulo a intenso, aunque en este último caso debemos sospechar de un proceso alérgico como el causante del problema. En estos casos lo normal es que antes de aparecer las lesiones, hallamos observado que el perro se rascaba y cuando instauramos el tratamiento con antibióticos veremos que las lesiones se curan, pero que el perro se sigue rascando.
PIODERMA SUPERFICIAL RECIDIVANTE
Se trata de infecciones de piel, que tratadas correctamente recidivan cuando se detiene el tratamiento. No debemos confundirla con una pioderma que se ha tratado correctamente o cuya causa predisponente no se ha eliminado. Por ejemplo, un pioderma superficial secundario a una alergia, volverá a aparecer después de que se detenga la administración de antibióticos, debido a que la piel inflamada por la reacción alérgica es más susceptible de volverse a colonizar. Sin embargo, este caso no se trata de un pioderma superficial recidivante.
Aquí veremos un perro con pústulas que se rasca moderadamente y que tras la administración de antibióticos se verá exento de lesiones y de picor. Pero a las pocas semanas o meses el problema volverá a aparecer.
En estos casos una vez establecido que no hay alergias y que realmente se trata de una infección de piel, debemos establecer un protocolo de tratamiento a largo plazo. En primer lugar se aplica un tratamiento tópico y se administra un antibiótico que sea efectivo según el antibiograma que hemos realizado previamente, manteniéndolo hasta 10 días después de que desaparezcan los síntomas. Luego, lo que debemos hacer, es bañar al perro una vez a la semana con un buen champú antibacteriano (los mejores, contienen clorhexidina o peroxido de benzoilo). A veces, es suficiente hacer esto para controlar el proceso. Si no fuera así, se hará necesario el uso de inmunoestimulantes (existen dos o tres productos adecuados, aunque el que según los dermatólogos es más útil, no está comercializado en España).. Otra alternativa es dar antibióticos una semana sí y otra no, y si vamos controlando el proceso, pasar a darlos sólo los siete primeros días de cada mes.
PIODERMA MUCOCUTANEA
Se caracteriza por la aparición de tumefacción y eritema en la comisura de los labios, que dará lugar a costras, fisuras y erosiones. Son lesiones bastantes dolorosas que provocan incomodidad en el perro durante la inspección. Es un problema que suele remitir con la aplicación de champús antibacterianos y ungüentos de mupirocina durante dos semanas seguidas, para continuar con una o dos veces en las semanas posteriores. Las recurrencias son comunes, por lo que a veces es necesario seguir con estas pautas de tratamiento semanalmente.
Llamamos INFECCIONES PROFUNDAS a aquellas infecciones bacterianas que se extienden más allá de la epidermis y del interior de los folículos pilosos, alcanzando la dermis y en ocasiones el tejido adiposo subcutáneo (celulitis). Son mucho más graves que las descritas anteriormente y casi siempre se acompañan de otros síntomas como fiebre, decaimiento, anorexia e inflamación de ganglios.
FOLICULITIS-FURUNCULOSIS GENERALIZADA (pioderma profundo generalizado).
Se trata de una infección bacteriana generalizada que arranca de los folículos pilosos y se extiende a la dermis. Casi siempre es causada por un Stafilococcus intermedius.
Como en otras infecciones bacterianas de la piel existe una doble causa de este proceso: una causa predisponente (parásitos, hongos, inmunodeficiencia, enfermedades hormonales...) y una infección bacteriana por estafilococos. El problema es que en muchas ocasiones habrá otras bacterias que de forma secundaria compliquen el proceso. La causa más frecuente de esta enfermedad es la sarna demodécica. En otros casos, cuando no se encuentran demodex en las lesiones, el problema se achaca a un proceso de inmunodeficiencia, que le hace especialmente sensible a este tipo de infecciones.
Este proceso se puede presentar a cualquier edad. El comienzo es la aparición de pústulas que se ulceran y se cubren de costras. Las ulceras, poco a poco, se hacen más grandes y se extienden apareciendo fístulas. El cuadro se complica cuando las zonas de piel afectadas se van muriendo (necrosis). El traumatismo del área infectada (por presión o prurito) acelera la progresión y empeoramiento de la lesión que puede llegar a comprometer la piel sana que se encuentra alrededor. Las zonas más afectadas suelen ser los puntos de presión como codos, tarsos, y el tronco. En esta enfermedad, el color y el tamaño de las lesiones nos puede servir para hacer una valoración de su gravedad. Las grandes y de color rojo oscuro o violeta indican compromiso más grave que las pequeñas, más superficiales o más rosadas.
Ante un cuadro de este tipo se deben realizar raspados para detectar demodex, pruebas de leishmaniosis, cultivos de bacterias y hongos, test de función de tiroides y biopsias.
El tratamiento estará en función de la causa que lo produce, pero es inevitable el uso de antibióticos durante por lo menos seis semanas e incluso algunos dermatólogos continúan el tratamiento hasta 21 después de haber desaparecido las lesiones..
FOLICULITIS-FURUNCULOSIS PIOTRAUMÁTICA también llamada dermatitis húmeda aguda o foco caliente. Lo cierto es que aquí podemos hablar de dos presentaciones que no tienen nada que ver entre si. En una de ellas, en la lesión no existe un componente bacteriano importante, tratándose de un proceso superficial, ulcerado e inflamatorio de naturaleza desconocida que remite con limpieza y corticoides. En la otra presentación, además de ulceración superficial, aparece una foliculitis profunda, supurada y necrotizante con furunculosis ocasional, que asienta normalmente en el mentón y en el cuello. Se presenta con relativa frecuencia en perros jóvenes. En este caso es necesario el uso de antibióticos, junto con el rasurado y limpieza de la zona. Se hará necesario el uso de un collar isabelino, y esta contraindicado el uso de corticoesteroides.
En ambos casos la causa sería un fenómeno primario que provocó autotraumatismo en forma de rascado o lamido de la zona afectada.
PODODERMITIS BACTERIANA (piodermia interdigital)
Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a manos y pies. Las causas son muy numerosas, como cuerpos extraños, irritantes, fertilizantes, quemaduras por máquinas de peluqueria, parásitos, hongos, bacterias, reacciones alérgicas, procesos autoinmunes, factores psicogenos, tumores...La presencia de bacterias es a veces circunstancial, es decir secundaria al proceso que realmente causa la enfermedad. Es una enfermedad muy pruriginosa que provocará el lamido y como consecuencia el empeoramiento del proceso. Los ganglios de la zona afectada suelen estar inflamados y a veces el dolor produce cojera. El protocolo diagnóstico es el mismo que el apuntado anteriormente. Es imprescindible, además de atacar la causa prescribir antibióticos durante 8-12 semanas y hasta 10 días después de desaparecidos los síntomas. Son muy útiles los lavados sulfato de magnesio. La verdad es que muchas veces su tratamiento resulta frustante.
Existe una variedad que además afecta a las almohadillas y que suele deberse a un problema inmunitario o ser la manifestación de una reacción adversa a algún medicamento. Yo he observado esta presentación en algunos perros afectados de Leishmaniosis.
PIODERMA DE LOS PUNTOS DE PRESIÓN
Se denomina también pioderma de los callos. Es frecuente en perros de razas grandes y gigantes. El callo es una respuesta de la piel a los traumatismos continuados, y son frecuentes en codos, tarsos y esternón. Los simples golpes que reciben estas zonas cuando el perro se deja caer para tumbarse en un suelo duro, son causa suficiente para su aparición. Son más frecuentes en épocas ce calor, que es cuando el perro busca los suelos frios. Debido a estos golpes, la piel sufrirá un aumento de elasticidad y aparecerán heridas y fisuras que sufrirán una contaminación bacteriana, con aparición de fístulas y úlceras.
El tratamiento consistirá en la administración de antibióticos durante 14 días y en proteger la zona con algún vendaje acolchado. A veces será necesaria la extirpación quirúrgica de la zona afectada.
PIODERMA NASAL
Es una infección bacteriana profunda de la región nasal del perro. La causa primaria es desconocida, pero la infección puede comenzar debido a la acción de hocicar o a otro traumatismo local que permitiría la colonización de la zona por bacterias. Los perros dolicocéfalos (Collie, Pastor Alemán, Pointer o Bull Terrier) presentan mayor predisposición a padecerla. Aparecerán primero pápulas y pústulas que evolucionan a fístulas, úlceras y costras. Son lesiones dolorosas, que se hacen pruriginosas. El rascado las empeora. Dado que algunas enfermedades alérgicas e inmunológicas pueden dar lugar a lesiones parecidas, es recomendable la realización de citologías, cultivos e incluso biopsias en caso de que el proceso no remita a la antibioterapia durante dos semanas. El tratamiento tópico con champús antibacterianos suele dar muy buenos resultados, dejando actuar el producto durante diez minutos. Si hay picor intenso, estará justificado colocar un collar isabelino. Debemos tener en cuenta que en este caso la infección es secundaria a algún otro proceso que debemos intentar diagnosticar.
PIODERMA DEL MENTON Y DEL HOCICO (ACNÉ CANINO)
Se trata de un proceso inflamatorio debido al menos parcialmente, a una infección bacteriana de los folículos pilosos y de la dermis de la región mentoniana y del hocico del perro. La causa no se conoce. En un principio se pensó que era debido a una alteración hormonal como ocurre en la especie humana, pero parece ser que no tiene nada que ver. De hecho se presenta tanto en machos como hembras y casi en exclusiva en razas de pelo corto. Esto ha llevado a pensar que la causa serían pequeños microtraumatismos en la zona que darían lugar a rupturas de los folículos con infección bacteriana posterior. Parece estar claro que existe una predisposición de tipo genético.
El tratamiento no está claro, pero en principio de deben evitar los traumatismos (juegos, pelotas, huesos), y administrar antibióticos durante 4 semanas, que desgraciadamente no resultan curativos. Es necesario el uso de un champú antibacteriano. Si con estas medidas no hay mejora, podemos hacer uso de pomadas de mupirocina. Cuando esto también falla será necesaria la administración de un potente antiinflamatorio esteorideo de manera tópica dos veces al día, por ejemplo la clobetasona o la fluocinolona.
PIODERMA ANAL (Fístulas perianales).
Es una inflamación ulcerativa y fistulizante de la región perianal de perros de raza Pastor Alemán y sus cruces de causa desconocida. Parece ser que en principio se presenta una inflamación de los sacos anales que debido a una contaminación con flora fecal dará lugar a la fistulización. Probablemente la estructura de la cola del Pastor Alemán (muy caída y que permite muy poca ventilación de la zona), tenga mucho que ver en la presentación de esta enfermedad. Ocasionalmente se ha descrito en otras razas como el Pastor Belga y el Setter. La edad de aparición suele ser entre los 3-5 años, aunque se han descrito casos en perros de cualquier edad. Las lesiones son dolorosas y el perro intenta lamerse la zona constantemente. No es raro apreciar cambios en la defecación que alternara las diarreas con el estreñimiento. Además también pueden aparecer cambios en el carácter que harán a estos perros más ariscos y agresivos.
El tratamiento es sumamente complicado ya que los antibióticos resultan casi siempre ineficaces. La cirugía de los sacos anales tampoco es siempre determinante, ya que puede dejar secuelas como la estenosis y la incontinencia. Un tratamiento que suele ser efectivo es la extirpación de la cola y de las zonas afectadas.
Hasta aquí la exposición de este artículo. Tan sólo una aclaración: muchos de vosotros sabréis lo que es un demodex, que he nombrado numerosas veces, pero para el que no esté familiarizado con ellos, sólo decir que se trata de un ácaro que forma parte de la fauna normal de la piel canina y está presente en pequeño número en la mayor parte de los perros sanos. Debido a cambios en las condiciones ideales de la piel, éste ácaro se multiplica a gran velocidad, colonizando los folículos pilosos y la piel en cantidades masivas. Como consecuencia de esta proliferación el perro sufrirá lo que conocemos como sarna demodéctica.
Y para terminar, una gran noticia. Recientemente los Laboratorios Esteve han comercializado en España el Trilostano, medicamento de elección para el tratamiento de el Síndrome de Cushing que teníamos que importar del extranjero con las dificultades que ello conllevaba. Su nombre comercial es Vetoryl.
José Enrique Zaldívar Laguía
Clínica Veterinaria Colores.
Paseo de Santa Maria de la Cabeza 68 A. Madrid 28045. Artículo publicado en El Mundo del Perro
miércoles, 7 de marzo de 2007
CUENTO ANTITAURINO
Dibujos de Miguel Estaña.
CUENTO ANTITAURINO
Este cuento está basado en hechos reales y sirve de respuesta a las declaraciones que ha hecho recientemente el doctor Illera, director del departamento de Fisiología animal de la facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en la revista taurina 6 toros 6, número 656, del 23 de enero de 2007. Sus declaraciones fueron publicadas bajo el título: “Por qué el toro no sufre”
Soy un toro de lidia, de esos que pasan más o menos cuatro años a cuerpo de rey en las maravillosas dehesas que pueblan mi país, conocido en determinados ambientes como la piel de toro. Soy tan importante para la cultura de mi pueblo, que en muchos lugares, su bandera nacional se adorna con mi silueta dibujada entre tres líneas horizontales de colores, dos rojas y una amarilla. Soy tan representativo para el resto del mundo que he sido elegido como mascota del próximo Eurobasket de baloncesto que se celebrará en España el próximo verano. Me han bautizado con el nombre de Bravo. Eso sí, me han puesto una camiseta roja de tirantes y una botas de baloncesto.
Durante los cuatro años que vivo a cuerpo de rey, a veces, me someten a una cosa que se llama la tienta, el acoso y el derribo, que dicen es para medir mi bravura y mi trapio, aunque en definitiva no es más que para cabrearme. También pasé por otra experiencia desagradable que es el herrado, pero prefiero no recordarlo.
Soy un bóvido, como las vacas frisonas o las charolesas, pero mi destino es diferente. Mientras que a unas las alimentan para producir leche y a las otras para producir carne, a mí me crían para matarme. Bueno, a ellas también las matarán, pero de forma diferente.
Un día, cuando más o menos he cumplido los cuatro años, me suben a un camión y me introducen en un espacio no demasiado grande. Alguna vez había subido en algo semejante. Fué cuando era más pequeño y me llevaban a las tientas. Algún amigo también lo utilizó para ir de una dehesa a otra, y otros, para ir al mismo sitio que las frisonas y las charolesas, es decir al matadero.
Entre unas cosas y otras, yo me estreso mucho y, entonces, mi sistema endocrino formado entre otras por unas glándulas llamadas hipotálamo, hipófisis y adrenales, se ocupa de descargar unas sustancias llamadas hormonas. Mi sistema nervioso periférico, le dice cuando me estreso a mi otro sistema nervioso, el central, que estoy angustiado, que tengo miedo. Yo, acostumbrado a vivir al aire libre y a hacer lo que me da la gana, de repente me veo encerrado en un espacio pequeño, que encima se mueve. Antes, como es lógico, he opuesto mucha resistencia, así que todavía estoy más enfadado, además de nervioso. Por esta razón he descargado a mi sangre mucho cortisol. Hay un veterinario que cuenta que igual somos claustrofóbicos, y que por eso nos estresamos mucho, pero no es más que una suposición sin ningún fundamento científico.
Es entonces, como he dicho antes, cuando en mi sangre, si me hacen unos análisis, se verá que tengo mucho cortisol. Esta es una de las cosas que dicen los estudios del Dr. Illera. Al fin y al cabo es la hormona del estrés. Hay otras sustancias que se llaman betaendorfinas y otras que se llaman catecolaminas, que también las produce mi organismo en estas ocasiones. De las primeras, las betaendorfinas, que dicen que controlan el dolor, en estos casos no produzco muchas, de las segundas, entre las que está la adrenalina, genero algo más.
Cuando me bajan del camión me llevan a una especie de cuadras, creo que las llaman chiqueros, en las que me vuelven a encerrar. Si la plaza donde me van a matar es importante igual me tienen allí uno o dos días, y quizás me den algo de comida. Pero si es de esas pequeñas o de esas prefabricadas, lo normal es que muera el mismo día de mi llegada.
A mi me tocó en una plaza grande, de esas que se llenan de gente con sus comidas y sus bebidas, sus peinetas, y sus buenos trajes; de esas donde al torero se le pagan muchos millones y los espectadores pagan mucho por ver como me lidian y me matan; de esas a las que va mucha gente importante, empresarios, futbolistas, políticos, actores, músicos, famosos, “famosotes”, incluso a alguna, ha ido el rey de España. Bueno, también va gente más modesta, pero esos se ponen en una zona que llaman tendido de sol o bien ocupan las localidades más baratas.
A lo que me van a hacer lo llaman arte, pero la verdad es que nunca supe, ni sabré por qué, y tampoco me importa demasiado.
Durante el tiempo que estuve en los chiqueros, ví, que tres de los toros que habían salido al ruedo volvían. Uno vino bastante bien, no sangraba, ni al parecer le dolía nada. Bueno, sí, le dolía una pata y cojeaba. Esa es la razón por la que había sido devuelto. Me comentó que había pasado un gran susto, que eso que había conocido ahí fuera le había estresado mucho. Tenía mucho cortisol en la sangre, pero betaendorfinas pocas. Esto se sabe porque le hicieron unos análisis de sangre cuando regresó. El siguiente en volver, si que estaba hecho polvo, el pobre. Un señor subido en un caballo le había clavado varias veces una cosa que llaman puya. La verdad es que sangraba bastante, respiraba muy deprisa, y en uno de los lados de su pecho se notaba palpitar su corazón muy rápido, demasiado. A este también le hicieron unos análisis, pero los resultados eran diferentes. Tenía muy altas las betaendorfinas y también las catecolaminas, pero las cifras de cortisol no eran las esperadas, si como él decía había sufrido tanto. Será exagerado el tío, pensé para mis adentros.
El tercero que volvió estaba más fastidiado que el anterior. De su cuerpo manaba mucha más sangre, y de su boca también salía algún hilillo rojo. Se movía muy despacio, mugía. Me murmuró, porque no podía casi expresarse, que además de los puyazos, le habían puesto banderillas. Efectivamente, sobre su lomo sobresalían unas cosas alargadas. Unos señores se las fueron retirando y ví que sus puntas eran una especie de arpones. Al quitarlas salieron unos enormes chorros de sangre. A éste también ví que le sacaban sangre para los análisis. Los resultados, según dice el veterinario que los hizo, eran parecidos al que habían devuelto antes, pero las tasas de cortisol tampoco eran las esperadas. De betaendorfinas también andaba sobrado, y de catecolaminas. Que raro pensé yo, será como dicen los que defienden la “fiesta”, que somos unos exagerados, que el sufrimiento que padecemos no es tan grande. Dicen además que como tenemos la sangre llena de betaendorfinas, somos capaces de neutralizar el dolor, y casi sentir placer.
Estaba yo absorto en estos pensamientos, cuando de repente oí mucho alboroto, música y gritos. Me azuzaban para conducirme por un camino limitado a ambos lados por tablones y de pronto, sentí un dolor importante en mi zona dorsal. Antes de salir a la plaza también me habían propinado algún “garrotazo”. Me habían pinchado y clavado una cosa que llaman divisa. Me sentí nervioso, asustado, tenía miedo. Soy un toro, así que los mecanismos de defensa psíquica como es pensar en otras cosas o tener conciencia de lo que está pasando que ponen en marcha otras especies como los humanos, yo no puedo utilizarlos. De repente mi sistema nervioso periférico le ha dicho a mi cerebro que les diga a mis glándulas que secreten las hormonas del estrés. Mi hipotálamo va a producir mucho CRF, que le dirá a mi hipófisis que produzca mucha ACTH, que a su vez le dirá a mis adrenales que descarguen mucho cortisol. Lo que quiere mi organismo es tranquilizarme, volver a la normalidad mi respiración acelerada, decirle a mi corazón que deje de latir fuerte. Pero no, es imposible. Acabo de salir a un recinto abierto, con un piso de arena fina y me veo rodeado de un gran gentío que grita, grita y aplaude. No sé donde estoy, y esto me asusta aún más. Mis glándulas descargan más hormonas, mi sangre se inunda de cortisol. Bueno, y también de adrenalina, y de noradrenalina, que son catecolaminas. También estoy descargando algunas betaendorfinas. Me he pegado alguna que otra carrerita, embistiendo a un señor que no había visto nunca que me llama a gritos y me enseña un trapo. Dicen que es rojo porque a mi me atrae mucho ese color. Es mentira, yo sólo veo en blanco y negro, mis ojos no tienen células especializadas para distinguir los colores. Lo cierto es que es rojo para que la sangre que emanará de mis heridas, no se note demasiado en el trapo. Os imagináis que fuera blanco…
Después de unas cuantas embestidas a varios señores con trapos en sus manos- derecha o izquierda, según que sean diestros o zurdos-, he notado que me quieren llevar hacía una zona determinada. No lo distingo bien, porque por la posición de mis ojos, mi visión lateral es muy limitada. Pero sí, ya lo veo, es un caballo con un señor encima. Conozco a este animal porque cuando me han hecho lo que llaman acoso y derribo, los señores que querían tirarme al suelo con sus largas lanzas con un pincho iban montados en ellos. Mis hormonas del estrés siguen muy altas en mi sangre. Mi volumen sanguíneo está intacto todavía.
Ahora, lo que me van a hacer es lo que denominan descongestionarme, quitarme fuerza, hacerme más lidiable, o como se ha dicho recientemente producirme algo de dolor para que mi cuerpo atlético, que es especial y diferente al del resto de las especies, descargue en milisegundos unas sustancias milagrosas que me quitarán el dolor. Las llaman betaendorfinas, las “hormonas del placer” o de la “felicidad”. En mi sangre ya hay unas pocas circulando, por la divisa que me pusieron y porque mi respiración ya está muy acelerada. Para conseguir eso me hacen embestir al caballo, y yo, como soy bravo, voy a por él. Vaya tontería que acabo de cometer. De repente he sentido un dolor enorme. Hay ahí arriba algo que me está haciendo daño. En realidad yo creo que es el caballo, así que para defenderme, le embisto con todas mis fuerzas. Pero no puedo, no puedo más, esto duele mucho y empiezo a notar cierta debilidad en mis patas. La sangre empieza a manar en la zona donde se localizan mis vértebras torácicas y dorsales. Al parecer, el picador no ha acertado con la puya y me la ha clavado en una zona que según los entendidos no es la adecuada. Los que saben de esto, dicen que la puya debe ser clavada en el morillo, que es una zona donde mis músculos están muy duros, pero claro, como yo me muevo mucho, pues no aciertan. La puya se sale, el picador la vuelve a clavar, y más dolor, y más sufrimiento. Decido retirarme, no puedo derribar al enemigo. Algunas estructuras anatómicas de mis vértebras, lo que llaman apófisis espinosas y transversas han sido fracturadas. Algunos huesos de mi columna han sido aplastados. Me imagino lo que se vería si me hicieran una radiografía. Mi médula espinal, que es un cordón nervioso que está protegida por estas estructuras óseas, se empieza a encontrar presionada, y debido a la hemorragia que me han producido, hay sangre que ha invadido el canal medular, que en algunos tramos también se empieza a encontrar presionado. Me duele mucho, así que mi sangre se está llenando de betaendorfinas. Mis receptores del dolor, que se llaman nociceptores, han recibido esta desagradable sensación y mi sistema nervioso periférico le ha dicho al que manda, el sistema nervioso central, que descargue betaendorfinas para paliarlo. Sigo estresado, tengo pánico, necesito cortisol, así que mi cerebro ya debería estar diciéndole a mis glándulas que lo produzcan en cantidades industriales. Pero hay algún problema que todavía no sé muy bien cual es. Mi corazón pide sangre para aportar a mis órganos, mis células piden glucosa y mi sangre se llena de ella para compensar el gasto energético que tengo, mis pulmones inspiran y espiran a una velocidad de vértigo, necesitan oxigeno con urgencia. Mis funciones vitales se han vuelto locas con tanta alteración.
Los señores de los trapos rojos me llaman, me chillan, zarandean sus manos, quieren que vuelva a que me hagan más daño, me niego, me doy la vuelta, quiero desaparecer. Sigo nervioso, estoy sufriendo y me duele, pese a mis betaendorfinas.
Me han dado un momento de respiro. Mientras, suena una música que apenas oigo. Están en lo que llaman el cambio de tercio. Estoy muy asustado, no sé lo que me espera. Mis amigos que fueron devueltos a los corrales me habían contado algo, pero en base a sus análisis de sangre creía que exageraban.
Al poco rato veo un nuevo señor, que no lleva en sus manos ningún trapo rojo, sino una especie de palos. Los tiene levantados a la altura de su cabeza y en su punta brilla algo metálico. Hace sol, por eso veo el reflejo. Me llama, se acerca hacia mi corriendo, voy a por él, y de repente, siento un fuerte dolor agudo en mi columna que me hace pegar un salto. De nuevo siento mis vértebras dañadas, mis músculos perforados, mi sangre mana. Así ocurre tres o cuatro veces más, no recuerdo. La segunda vez he intentado empitonar con mis cuernos al de las banderillas, pero las fuerzas no me responden. Con el tercero no he tenido ni fuerza para correr, me he rendido, ha pasado a mi lado y casi me he quedado quieto. Estoy agotado. Nuevas banderillas, más dolor, más y más.
Dicen que cuanto hay un estrés se pasa por tres fases: la primera es la que llaman de alarma, la segunda la llaman de adaptación o de resistencia y la tercera es la de agotamiento. En las dos primeras el organismo descarga catecolaminas y cortisol en cantidades importantes. ¿Y que pasa en mi sangre?, ¿que hace mi cuerpo ante tanto dolor, ante tanto destrozo? ¿Qué puede hacer mi especial organismo para contrarrestar tanto sufrimiento? Recuerdo que antes de salir a la plaza, y en los primeros momentos, la ACTH y el cortisol, como consecuencia de mi miedo y mi ansiedad circulaban por mi sangre en grandes cantidades. Si me hubieran sacado sangre en este momento, los valores de estas hormonas, según los últimos estudios, estarían elevados pero no muy lejanos a los que tenía cuando estaba en la dehesa viviendo tranquilamente. Que raro, algo está pasando. ¿Será que ya no estoy estresado? ¿Será que ya no sufro? ¿Será que me he adaptado? ¿Influirá que me estoy agotando?
La respuesta la tienen esos buenos médicos que intentan evitar el dolor en sus pacientes antes, durante y después de las operaciones. Han descubierto que cuando el sistema nervioso no está intacto, como estaba el mío cuando me subieron al camión y cuando estaba en la plaza, antes de la lidia, la transmisión nerviosa no funciona adecuadamente. Quiero decir que como me han metido puyazos y banderillas se han “cargado” parte de esa transmisión nerviosa que debería decirle a mi cerebro que les dijera a mis glándulas que produzcan mas CRP, y como consecuencia más ACTH, y como consecuencia más cortisol para aliviar mi sufrimiento. Pero no se puede, no es científicamente posible. Mis catecolaminas, que se han ido produciendo en grandes cantidades para aliviar mi tensión arterial, mi flujo sanguíneo, mi función cardiaca y mí respiración se están agotando, pero aún así tengo mecanismos celulares que las siguen produciendo. ¿Recordáis?, alarma, adaptación, resistencia, agotamiento.
Y qué pasa con mis betaendorfinas. ¿Por qué mi organismo no puede producir cortisol y a estas sí puede producirlas? La respuesta de nuevo la tienen los buenos médicos. Resulta que cuando el sistema nervioso no está intacto, el organismo tiene otro mecanismo para generarlas. Hay células capaces de hacerlo aunque el sistema nervioso esté alterado. Uno de los lugares donde estás células, llamadas de la inmunidad, las producen, es en zonas próximas a las lesiones, en especial donde se ha producido una lesión y se está desarrollando una inflamación. Por eso los análisis dirían que mi sangre está cargada de betaendorfinas después de las puyas y las banderillas, pero no tiene el cortisol que debería tener si es que estoy sufriendo tanto.
Este cuento está basado en hechos reales y sirve de respuesta a las declaraciones que ha hecho recientemente el doctor Illera, director del departamento de Fisiología animal de la facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en la revista taurina 6 toros 6, número 656, del 23 de enero de 2007. Sus declaraciones fueron publicadas bajo el título: “Por qué el toro no sufre”
Soy un toro de lidia, de esos que pasan más o menos cuatro años a cuerpo de rey en las maravillosas dehesas que pueblan mi país, conocido en determinados ambientes como la piel de toro. Soy tan importante para la cultura de mi pueblo, que en muchos lugares, su bandera nacional se adorna con mi silueta dibujada entre tres líneas horizontales de colores, dos rojas y una amarilla. Soy tan representativo para el resto del mundo que he sido elegido como mascota del próximo Eurobasket de baloncesto que se celebrará en España el próximo verano. Me han bautizado con el nombre de Bravo. Eso sí, me han puesto una camiseta roja de tirantes y una botas de baloncesto.
Durante los cuatro años que vivo a cuerpo de rey, a veces, me someten a una cosa que se llama la tienta, el acoso y el derribo, que dicen es para medir mi bravura y mi trapio, aunque en definitiva no es más que para cabrearme. También pasé por otra experiencia desagradable que es el herrado, pero prefiero no recordarlo.
Soy un bóvido, como las vacas frisonas o las charolesas, pero mi destino es diferente. Mientras que a unas las alimentan para producir leche y a las otras para producir carne, a mí me crían para matarme. Bueno, a ellas también las matarán, pero de forma diferente.
Un día, cuando más o menos he cumplido los cuatro años, me suben a un camión y me introducen en un espacio no demasiado grande. Alguna vez había subido en algo semejante. Fué cuando era más pequeño y me llevaban a las tientas. Algún amigo también lo utilizó para ir de una dehesa a otra, y otros, para ir al mismo sitio que las frisonas y las charolesas, es decir al matadero.
Entre unas cosas y otras, yo me estreso mucho y, entonces, mi sistema endocrino formado entre otras por unas glándulas llamadas hipotálamo, hipófisis y adrenales, se ocupa de descargar unas sustancias llamadas hormonas. Mi sistema nervioso periférico, le dice cuando me estreso a mi otro sistema nervioso, el central, que estoy angustiado, que tengo miedo. Yo, acostumbrado a vivir al aire libre y a hacer lo que me da la gana, de repente me veo encerrado en un espacio pequeño, que encima se mueve. Antes, como es lógico, he opuesto mucha resistencia, así que todavía estoy más enfadado, además de nervioso. Por esta razón he descargado a mi sangre mucho cortisol. Hay un veterinario que cuenta que igual somos claustrofóbicos, y que por eso nos estresamos mucho, pero no es más que una suposición sin ningún fundamento científico.
Es entonces, como he dicho antes, cuando en mi sangre, si me hacen unos análisis, se verá que tengo mucho cortisol. Esta es una de las cosas que dicen los estudios del Dr. Illera. Al fin y al cabo es la hormona del estrés. Hay otras sustancias que se llaman betaendorfinas y otras que se llaman catecolaminas, que también las produce mi organismo en estas ocasiones. De las primeras, las betaendorfinas, que dicen que controlan el dolor, en estos casos no produzco muchas, de las segundas, entre las que está la adrenalina, genero algo más.
Cuando me bajan del camión me llevan a una especie de cuadras, creo que las llaman chiqueros, en las que me vuelven a encerrar. Si la plaza donde me van a matar es importante igual me tienen allí uno o dos días, y quizás me den algo de comida. Pero si es de esas pequeñas o de esas prefabricadas, lo normal es que muera el mismo día de mi llegada.
A mi me tocó en una plaza grande, de esas que se llenan de gente con sus comidas y sus bebidas, sus peinetas, y sus buenos trajes; de esas donde al torero se le pagan muchos millones y los espectadores pagan mucho por ver como me lidian y me matan; de esas a las que va mucha gente importante, empresarios, futbolistas, políticos, actores, músicos, famosos, “famosotes”, incluso a alguna, ha ido el rey de España. Bueno, también va gente más modesta, pero esos se ponen en una zona que llaman tendido de sol o bien ocupan las localidades más baratas.
A lo que me van a hacer lo llaman arte, pero la verdad es que nunca supe, ni sabré por qué, y tampoco me importa demasiado.
Durante el tiempo que estuve en los chiqueros, ví, que tres de los toros que habían salido al ruedo volvían. Uno vino bastante bien, no sangraba, ni al parecer le dolía nada. Bueno, sí, le dolía una pata y cojeaba. Esa es la razón por la que había sido devuelto. Me comentó que había pasado un gran susto, que eso que había conocido ahí fuera le había estresado mucho. Tenía mucho cortisol en la sangre, pero betaendorfinas pocas. Esto se sabe porque le hicieron unos análisis de sangre cuando regresó. El siguiente en volver, si que estaba hecho polvo, el pobre. Un señor subido en un caballo le había clavado varias veces una cosa que llaman puya. La verdad es que sangraba bastante, respiraba muy deprisa, y en uno de los lados de su pecho se notaba palpitar su corazón muy rápido, demasiado. A este también le hicieron unos análisis, pero los resultados eran diferentes. Tenía muy altas las betaendorfinas y también las catecolaminas, pero las cifras de cortisol no eran las esperadas, si como él decía había sufrido tanto. Será exagerado el tío, pensé para mis adentros.
El tercero que volvió estaba más fastidiado que el anterior. De su cuerpo manaba mucha más sangre, y de su boca también salía algún hilillo rojo. Se movía muy despacio, mugía. Me murmuró, porque no podía casi expresarse, que además de los puyazos, le habían puesto banderillas. Efectivamente, sobre su lomo sobresalían unas cosas alargadas. Unos señores se las fueron retirando y ví que sus puntas eran una especie de arpones. Al quitarlas salieron unos enormes chorros de sangre. A éste también ví que le sacaban sangre para los análisis. Los resultados, según dice el veterinario que los hizo, eran parecidos al que habían devuelto antes, pero las tasas de cortisol tampoco eran las esperadas. De betaendorfinas también andaba sobrado, y de catecolaminas. Que raro pensé yo, será como dicen los que defienden la “fiesta”, que somos unos exagerados, que el sufrimiento que padecemos no es tan grande. Dicen además que como tenemos la sangre llena de betaendorfinas, somos capaces de neutralizar el dolor, y casi sentir placer.
Estaba yo absorto en estos pensamientos, cuando de repente oí mucho alboroto, música y gritos. Me azuzaban para conducirme por un camino limitado a ambos lados por tablones y de pronto, sentí un dolor importante en mi zona dorsal. Antes de salir a la plaza también me habían propinado algún “garrotazo”. Me habían pinchado y clavado una cosa que llaman divisa. Me sentí nervioso, asustado, tenía miedo. Soy un toro, así que los mecanismos de defensa psíquica como es pensar en otras cosas o tener conciencia de lo que está pasando que ponen en marcha otras especies como los humanos, yo no puedo utilizarlos. De repente mi sistema nervioso periférico le ha dicho a mi cerebro que les diga a mis glándulas que secreten las hormonas del estrés. Mi hipotálamo va a producir mucho CRF, que le dirá a mi hipófisis que produzca mucha ACTH, que a su vez le dirá a mis adrenales que descarguen mucho cortisol. Lo que quiere mi organismo es tranquilizarme, volver a la normalidad mi respiración acelerada, decirle a mi corazón que deje de latir fuerte. Pero no, es imposible. Acabo de salir a un recinto abierto, con un piso de arena fina y me veo rodeado de un gran gentío que grita, grita y aplaude. No sé donde estoy, y esto me asusta aún más. Mis glándulas descargan más hormonas, mi sangre se inunda de cortisol. Bueno, y también de adrenalina, y de noradrenalina, que son catecolaminas. También estoy descargando algunas betaendorfinas. Me he pegado alguna que otra carrerita, embistiendo a un señor que no había visto nunca que me llama a gritos y me enseña un trapo. Dicen que es rojo porque a mi me atrae mucho ese color. Es mentira, yo sólo veo en blanco y negro, mis ojos no tienen células especializadas para distinguir los colores. Lo cierto es que es rojo para que la sangre que emanará de mis heridas, no se note demasiado en el trapo. Os imagináis que fuera blanco…
Después de unas cuantas embestidas a varios señores con trapos en sus manos- derecha o izquierda, según que sean diestros o zurdos-, he notado que me quieren llevar hacía una zona determinada. No lo distingo bien, porque por la posición de mis ojos, mi visión lateral es muy limitada. Pero sí, ya lo veo, es un caballo con un señor encima. Conozco a este animal porque cuando me han hecho lo que llaman acoso y derribo, los señores que querían tirarme al suelo con sus largas lanzas con un pincho iban montados en ellos. Mis hormonas del estrés siguen muy altas en mi sangre. Mi volumen sanguíneo está intacto todavía.
Ahora, lo que me van a hacer es lo que denominan descongestionarme, quitarme fuerza, hacerme más lidiable, o como se ha dicho recientemente producirme algo de dolor para que mi cuerpo atlético, que es especial y diferente al del resto de las especies, descargue en milisegundos unas sustancias milagrosas que me quitarán el dolor. Las llaman betaendorfinas, las “hormonas del placer” o de la “felicidad”. En mi sangre ya hay unas pocas circulando, por la divisa que me pusieron y porque mi respiración ya está muy acelerada. Para conseguir eso me hacen embestir al caballo, y yo, como soy bravo, voy a por él. Vaya tontería que acabo de cometer. De repente he sentido un dolor enorme. Hay ahí arriba algo que me está haciendo daño. En realidad yo creo que es el caballo, así que para defenderme, le embisto con todas mis fuerzas. Pero no puedo, no puedo más, esto duele mucho y empiezo a notar cierta debilidad en mis patas. La sangre empieza a manar en la zona donde se localizan mis vértebras torácicas y dorsales. Al parecer, el picador no ha acertado con la puya y me la ha clavado en una zona que según los entendidos no es la adecuada. Los que saben de esto, dicen que la puya debe ser clavada en el morillo, que es una zona donde mis músculos están muy duros, pero claro, como yo me muevo mucho, pues no aciertan. La puya se sale, el picador la vuelve a clavar, y más dolor, y más sufrimiento. Decido retirarme, no puedo derribar al enemigo. Algunas estructuras anatómicas de mis vértebras, lo que llaman apófisis espinosas y transversas han sido fracturadas. Algunos huesos de mi columna han sido aplastados. Me imagino lo que se vería si me hicieran una radiografía. Mi médula espinal, que es un cordón nervioso que está protegida por estas estructuras óseas, se empieza a encontrar presionada, y debido a la hemorragia que me han producido, hay sangre que ha invadido el canal medular, que en algunos tramos también se empieza a encontrar presionado. Me duele mucho, así que mi sangre se está llenando de betaendorfinas. Mis receptores del dolor, que se llaman nociceptores, han recibido esta desagradable sensación y mi sistema nervioso periférico le ha dicho al que manda, el sistema nervioso central, que descargue betaendorfinas para paliarlo. Sigo estresado, tengo pánico, necesito cortisol, así que mi cerebro ya debería estar diciéndole a mis glándulas que lo produzcan en cantidades industriales. Pero hay algún problema que todavía no sé muy bien cual es. Mi corazón pide sangre para aportar a mis órganos, mis células piden glucosa y mi sangre se llena de ella para compensar el gasto energético que tengo, mis pulmones inspiran y espiran a una velocidad de vértigo, necesitan oxigeno con urgencia. Mis funciones vitales se han vuelto locas con tanta alteración.
Los señores de los trapos rojos me llaman, me chillan, zarandean sus manos, quieren que vuelva a que me hagan más daño, me niego, me doy la vuelta, quiero desaparecer. Sigo nervioso, estoy sufriendo y me duele, pese a mis betaendorfinas.
Me han dado un momento de respiro. Mientras, suena una música que apenas oigo. Están en lo que llaman el cambio de tercio. Estoy muy asustado, no sé lo que me espera. Mis amigos que fueron devueltos a los corrales me habían contado algo, pero en base a sus análisis de sangre creía que exageraban.
Al poco rato veo un nuevo señor, que no lleva en sus manos ningún trapo rojo, sino una especie de palos. Los tiene levantados a la altura de su cabeza y en su punta brilla algo metálico. Hace sol, por eso veo el reflejo. Me llama, se acerca hacia mi corriendo, voy a por él, y de repente, siento un fuerte dolor agudo en mi columna que me hace pegar un salto. De nuevo siento mis vértebras dañadas, mis músculos perforados, mi sangre mana. Así ocurre tres o cuatro veces más, no recuerdo. La segunda vez he intentado empitonar con mis cuernos al de las banderillas, pero las fuerzas no me responden. Con el tercero no he tenido ni fuerza para correr, me he rendido, ha pasado a mi lado y casi me he quedado quieto. Estoy agotado. Nuevas banderillas, más dolor, más y más.
Dicen que cuanto hay un estrés se pasa por tres fases: la primera es la que llaman de alarma, la segunda la llaman de adaptación o de resistencia y la tercera es la de agotamiento. En las dos primeras el organismo descarga catecolaminas y cortisol en cantidades importantes. ¿Y que pasa en mi sangre?, ¿que hace mi cuerpo ante tanto dolor, ante tanto destrozo? ¿Qué puede hacer mi especial organismo para contrarrestar tanto sufrimiento? Recuerdo que antes de salir a la plaza, y en los primeros momentos, la ACTH y el cortisol, como consecuencia de mi miedo y mi ansiedad circulaban por mi sangre en grandes cantidades. Si me hubieran sacado sangre en este momento, los valores de estas hormonas, según los últimos estudios, estarían elevados pero no muy lejanos a los que tenía cuando estaba en la dehesa viviendo tranquilamente. Que raro, algo está pasando. ¿Será que ya no estoy estresado? ¿Será que ya no sufro? ¿Será que me he adaptado? ¿Influirá que me estoy agotando?
La respuesta la tienen esos buenos médicos que intentan evitar el dolor en sus pacientes antes, durante y después de las operaciones. Han descubierto que cuando el sistema nervioso no está intacto, como estaba el mío cuando me subieron al camión y cuando estaba en la plaza, antes de la lidia, la transmisión nerviosa no funciona adecuadamente. Quiero decir que como me han metido puyazos y banderillas se han “cargado” parte de esa transmisión nerviosa que debería decirle a mi cerebro que les dijera a mis glándulas que produzcan mas CRP, y como consecuencia más ACTH, y como consecuencia más cortisol para aliviar mi sufrimiento. Pero no se puede, no es científicamente posible. Mis catecolaminas, que se han ido produciendo en grandes cantidades para aliviar mi tensión arterial, mi flujo sanguíneo, mi función cardiaca y mí respiración se están agotando, pero aún así tengo mecanismos celulares que las siguen produciendo. ¿Recordáis?, alarma, adaptación, resistencia, agotamiento.
Y qué pasa con mis betaendorfinas. ¿Por qué mi organismo no puede producir cortisol y a estas sí puede producirlas? La respuesta de nuevo la tienen los buenos médicos. Resulta que cuando el sistema nervioso no está intacto, el organismo tiene otro mecanismo para generarlas. Hay células capaces de hacerlo aunque el sistema nervioso esté alterado. Uno de los lugares donde estás células, llamadas de la inmunidad, las producen, es en zonas próximas a las lesiones, en especial donde se ha producido una lesión y se está desarrollando una inflamación. Por eso los análisis dirían que mi sangre está cargada de betaendorfinas después de las puyas y las banderillas, pero no tiene el cortisol que debería tener si es que estoy sufriendo tanto.
Lo que vendrá después son lances del estúpido juego al que me someten los humanos. Tengo que embestir de nuevo el trapo rojo del que más euros recibe entre los que me han hecho daño, del matador, del que terminará con mi vida. Mi vida a costa de algo que llaman faena. Efectivamente, me están haciendo una faena, y gorda.
Lo cierto es que ya me da lo mismo, estoy muy cansado, estoy agotado, estoy en la última fase del estrés. Quiero embestir, quiero luchar, pero no puedo. La verdad es que durante un rato, a pesar del daño que me han causado, me encuentro un poco mejor, ya no hay puyas, ni banderillas, pero después de tres carreras me encuentro de nuevo muy mal. He vomitado, echo sangre por mis ollares, mis extremidades no me sujetan, me he caído tres o cuatro veces. Cada vez veo peor, pero, aún así saco fuerzas de flaqueza.
Por un momento me vuelven a dejar tranquilo. He visto al torero cambiar algo que llevaba detrás del trapo por algo que ha brillado, que tiene más brillo que las puntas de las banderillas. No sé que es, pero tampoco me importa. Vuelve hacia mi, quiere que embista una y otra vez, una y otra vez, sin darme descanso. Cada vez mana más sangre de mi cuerpo. Estoy mugiendo de dolor, estoy sufriendo, estoy agotado, no puedo seguir.
Lo cierto es que ya me da lo mismo, estoy muy cansado, estoy agotado, estoy en la última fase del estrés. Quiero embestir, quiero luchar, pero no puedo. La verdad es que durante un rato, a pesar del daño que me han causado, me encuentro un poco mejor, ya no hay puyas, ni banderillas, pero después de tres carreras me encuentro de nuevo muy mal. He vomitado, echo sangre por mis ollares, mis extremidades no me sujetan, me he caído tres o cuatro veces. Cada vez veo peor, pero, aún así saco fuerzas de flaqueza.
Por un momento me vuelven a dejar tranquilo. He visto al torero cambiar algo que llevaba detrás del trapo por algo que ha brillado, que tiene más brillo que las puntas de las banderillas. No sé que es, pero tampoco me importa. Vuelve hacia mi, quiere que embista una y otra vez, una y otra vez, sin darme descanso. Cada vez mana más sangre de mi cuerpo. Estoy mugiendo de dolor, estoy sufriendo, estoy agotado, no puedo seguir.
El torero se ha situado frente a mí, me mira, ha sacado algo de detrás del trapo rojo. Apunta con el utensilio hacía mí, me enseña el trapo por debajo de mi cabeza, la bajo y embisto. He sentido otro enorme dolor, he sentido que algo se ha rasgado en mi interior, me falta el aire, creo que mis pulmones se han roto, alguno de mis grandes vasos sanguíneos, ha sido seccionado. Mis pulmones se encharcan, me tambaleo, me estoy muriendo. Un gran vómito de sangre sale de mi boca y mi nariz. A paso lento, muy lento, me dirijo a algún sitio donde apoyarme, mis patas ya no me sujetan, estoy cerca de lo que llaman el burladero. ¿Tendrá esto algo que ver con eso que llaman hacer burla? Yo creo que sí, durante un rato se han burlado de mí, haciéndome “entrar al trapo”, haciéndome cargar contra un caballo que yo creía que me hacía daño, haciéndome correr hacia un señor con banderillas en sus manos. La peor burla ha sido la última: el matador ha tirado su trapo al suelo, me ha hecho bajar la cabeza, embestir y me ha clavado su espada. Me he tumbado, quiero que me dejen en paz, quiero morir. Pero no, “ellos no quieren que sufra”. Lo que en realidad quieren es que nadie vea mi agonía. Tiene gracia, llevo agonizando desde hace mucho rato y ahora se preocupan de la estética. Con mis ojos vidriosos, empañados por las lágrimas veo a un hombre que se acerca, se ha agachado ligeramente y me ha insertado algo en el cuello. Siento otro profundo dolor, me ha seccionado la médula, y yo convulsiono. Esto se ha terminado.
Ya no tendré nunca la oportunidad de descargar cortisol, catecolaminas o betaendorfinas. ¿Para qué?
Ya no tendré nunca la oportunidad de descargar cortisol, catecolaminas o betaendorfinas. ¿Para qué?
Y ahora, todos a pensar.
Gracias humanos.
José Enrique Zaldívar Laguia.
Veterinario.
José Enrique Zaldívar Laguia.
Veterinario.
La respuesta con mis argumentos científicos la podéis leer aquí. Si queréis descargarla en formato pdf, lo podéis hacer desde esta web, que amablemente ha decidido hacerlos públicos.
Los antecedentes, es decir, las declaraciones del Dr. Illera, las podéis leer en este enlace.
Los antecedentes, es decir, las declaraciones del Dr. Illera, las podéis leer en este enlace.
Añado un poema que me ha llegado por e.mail esta tarde.
Soneto
"Es amor lo que pido"
Cantatas, sinfonías, mil conciertos
no bastaron para abrir tu corazón,
con la sangre de inocentes, sin razón,
reclamaste a las cinco los seis muertos.
De Quevedo y Baroja cien sonetos,
de Unamuno su rechazo, a la sazón,
no frenaron la barbarie del arpón,
pasatiempo de infamia sin respetos.
Es amor lo que pido y te reclamo,
es derecho a la vida lo que exijo,
es justicia la norma que proclamo.
Del cielo y el perdón eres aún hijo,
del sino de los toros no eres amo,
la Bula de San Pío ya lo dijo.
(Antonio García-Palao)
Más poemas y escritos en:
domingo, 4 de marzo de 2007
POR QUÉ EL TORO SÍ SUFRE
He conseguido hacerme con el número 656 de 6 toros 6, en donde se publica un artículo, que en realidad es una entrevista realizada por José Luis Ramón, y que titulan: "Por qué el toro no sufre". Cómo se puede leer en este enlace, http://blogveterinario.blogspot.com/2007/02/por-qu-el-toro-no-sufre-por-qu.html, tuve conocimiento de su existencia a través de El País, en donde Rosa Montero, en una columna que titulaba "Ay", hacía referencia a las declaraciones del Dr. Illera. Cómo introducción se nos cuenta que lo que vamos a leer forma parte de una tesis doctoral que dirige el doctor Illera y que "puede echar por tierra muchos de los vacuos argumentos de antitaurinos y animalistas". Su interés se centra en la cuantificación del estrés de éste animal, para poder compararlo con el que sufren otras especies, por ejemplo cuando son llevados al matadero. Su base de investigación, añade, es siempre, la endocrinología, es decir la medición de las hormonas. Lo primero era ver si la glándula adrenal del toro de lidia es igual que la del resto de las especies de ganado vacuno. Dice, qué (entre comillas), el toro es un animal especial endocrinologicamente hablando, ya que tiene una respuesta totalmente diferente a la de otras especies animales. Ellos han medido lo que llamamos medidores del estrés, es decir, las hormonas hipofisarias y adrenales que son las que regulan ese sistema. Dice que durante la lidia, el toro tiene menos niveles hormonales que durante el transporte y añade: "por supuesto que el toro tiene estrés, pero con estos análisis hemos podido demostrar que es significativamente más elevado en el momento de salir al ruedo que durante la lidia". Las mediciones hormonales han sido realizadas en toros que son devueltos a los corrales, unos antes de ser picados, otros después y otros incluso con banderillas. Así, dice, ha podido saber que el momento de mayor estrés para el toro es cuando sale a la plaza, desde que está en los corrales hasta que sale al ruedo. Le pregunta el periodista: ¿Siente más estrés al salir al ruedo que al pasar por el picador o después de ser banderilleado? La respuesta: Así es, hablando SIEMPRE DE LAS MEDICIONES EFECTUADAS EN LOS NIVELES HORMONALES. Por este motivo, el toro tiene una respuesta totalmente distinta a la de las demás especies animales. Según dice el Dr. Illera, el estrés durante el transporte es tres veces superior que durante la lidia. Es decir que para estos animales es tres veces más estresante transportarlos que realizarles una lidia entera. NO PODEMOS DECIR QUE NO SUFRA ESTRÉS, pero sí podemos afirmar que el que sufre durante la lidia no es tan grande como algunas personas quieren hacer ver. EN EL TEMA SI LA LIDIA ES CRUENTA O NO CRUENTA YO NO ENTRO, añade el doctor Illera; nosotros lo que queríamos demostrar es que el toro es un animal especial que está perfectamente adaptado para la lidia. Y que todos sus mecanismos hormonales se ponen en funcionamiento de una manera totalmente distinta a la de cualquier otro animal o incluso las personas. Los novillos se estresan un poco más, pero en los toros, durante su lidia, LOS NIVELES LLEGAN A SER PRACTICAMENTE NORMALES. A la pregunta del periodista sobre si el tercio de varas, sirve para rebajarle la fuerza, para hacerle toreable, y mediante el sangrado descongestionarle, y que como consecuencia de la lidia el toro va sintiendo menos estrés, el doctor Illera responde: así es. Con datos, tenemos demostrado que, después de sufrir un gran estrés en el momento de salir al ruedo, a los cinco minutos sus niveles hormonales son casi normales. Pregunta: Estrés equivale a sufrimiento:Respuesta: No, no, son cosas totalmente distintas. El estrés puede ser un sufrimiento, pero no en todos los casos, porque éste puede deberse a otras causas. Aquí entramos en el siguiente punto que hemos querido investigar: puesto que estos animales tienen un mecanismo hormonal especial para superar el estrés, pensamos que QUIZÁ también lo tuvieran para liberarse del dolor. Hasta hace muy poco no se sabía cómo medir el dolor, y las mediciones eran totalmente subjetivas. No había ningún parámetro que permitiera conocer el grado de dolor en un momento determinado. Porque hay que tener en cuenta que el umbral de dolor es individual y distinto para cada persona o animal.Desde hace siete u ocho años se descubrieron dos mecanismos cerebrales (neuroendocrinos) que son los encargados de controlar el dolor. Normalmente cuando hay sufrimiento o estrés debido a una acción externa (un pinchazo, un pellizco, una quemadura...), se pone en funcionamiento todo el sistema nervioso y se liberan betaendorfinas. Es la hormona del placer. ¿Qué quiere decir esto? Que si yo estoy provocando un dolor y la persona libera muchas betaendorfinas lo que está haciendo es PALIAR ese dolor, porque está liberando la hormona de la "felicidad", como también se la conoce. El mecanismo es que las betaendorfinas bloquean los receptores del dolor en el sitio donde éste se está produciendo, HASTA QUE LLEGA UN MOMENTO EN QUE EL DOLOR Y EL PLACER SE EQUIPARAN, Y DEJA DE SENTIRSE DOLOR.Hemos medido las endorfinas del toro, y hemos descubierto que el umbral de dolor en el toro es grandísimo. Es decir durante la lidia liberan DIEZ VECES MÁS BETAENDORFINAS QUE EL SER HUMANO, Y SIETE VECES MÁS QUE DURANTE EL TRANSPORTE. En el traslado de los toros también se libera esta hormona, porque sienten estrés, lo que les provoca un sufrimiento, pero como las liberan en menor cantidad, su sufrimiento es mayor. Está menos compensado.Añade: Nosotros PENSAMOS que si al toro no se le picara ni se le banderilleara, posiblemente siguiera con el altísimo nivel de estrés que tiene al salir al ruedo. La puya provoca un mecanismo doble en el toro: POR UN LADO LE ESTRESA Y POR OTRO LE PRODUCE DOLOR; Y POR CONSIGUIENTE, AL SENTIR DOLOR, COMIENZA A LIBERAR LAS BETAENDORFINAS QUE LO MATIZAN.Pregunta: ¿Cómo lo saben? Respuesta: Porque hemos analizados toros devueltos antes de llegar al caballo, y estaban mucho más estresados que aquellos que analizamos después de pasar por el picador. SOBRE ESTE TEMA TODAVÍA NOS FALTA HACER MÁS COMPROBACIONES, y para ello necesitamos analizar más toros devueltos después de ser picados. El estudio de las betaendorfinas se ha realizado en 120 novillos y 180 toros. Respecto al cortisol hemos realizado 400 análisis de cada uno de los grupos, ya que llevamos diez años tomando muestras. Después hace una descripción, a preguntas del entrevistador sobre la fuerza física, la agresividad, el ejercicio, y los toros que son corridos por las calles. CÓMO NO HAY DOLOR, LIBERAN MENOS BETAENDORFINAS Y, POR TANTO, ESTÁS NO SUPLEN LA SENSACIÓN DE ESTRÉS Y DE SUFRIMIENTO. Con esto queremos decir que el toro bravo tiene un mecanismo especial para llegar a controlar este dolor. POR SUPUESTO QUE DOLOR VA A SENTIR, PERO NO ES LO MISMO QUE UN ORGANISMO PUEDA CONTROLARLO Y CONTRARRESTARLO, HASTA CASI NO TENER SENSACIÓN DE DOLOR, QUE OTRO QUE NO PUEDE PONER EN MARCHA ESE MECANISMO. Pregunta: ¿Por eso el toro vuelve al caballo después del primer puyazo? Respuesta: Así es. ¿Qué otro animal vuelve a un sitio en el que le han provocado dolor? Ninguno. Todos salen corriendo. Lo que nosotros queremos decir es que la raza del toro de lidia, tiene un mecanismo especial que responde rápidamente, en milisegundos, con la liberación de cortisol y catecolaminas. Un humano tarda más en responder. El toro es distinto a los demás animales, porque, en cuanto tiene estrés, en mucho menos tiempo de un segundo ya está liberando hormonas para contrarrestar esa situación. Debe quedar claro que no las libera para mal, sino para bien, para contrarrestar el dolor hasta que llega un momento en que deja de sentirlo. Ahora, además de los análisis de sangre, nuestro objetivo es recoger muestras de músculo y ver cuantos receptores están bloqueados ante el dolor. Y en cuanto tenga el número de receptores bloqueados, YO PODRÍA ASEVERAR PERFECTAMENTE QUE ESE ANIMAL NO SUFRE. ASÍ COMO LO DIGO: NO SUFRE DOLOR. DE MOMENTO SÓLO PUEDO DECIR QUE CREO QUE NO SUFRE DEMASIADO DOLOR, PERO EN CUANTO AVANCEMOS EN LA INVESTIGACIÓN, Y SEPAMOS QUE LOS RECEPTORES ESTÁN BLOQUEADOS, PODRÉ AFIRMAR QUE AHÍ NO HAY NINGUNA SENSACIÓN DE DOLOR.Pregunta: ¿Qué hace distinto al toro? Respuesta: Que su sistema endocrino es completamente diferente al del resto de los animales. Los toros tienen una regulación hormonal que no se parece a la de ningún ser vivo. Hemos estudiado que su glándula adrenal tiene mayor tamaño que la de otras razas de vacuno, y que también tiene más células productoras de hormonas. Ahora vamos a realizar un estudio con la Universidad de Texas comparando los toros bravos con los que utilizan en el rodeo, a los que no se les hace ningún daño físico. Añade que está comprobado que los niveles de estrés de cualquier tipo de vaca es mucho mayor que el del toro, simplemente por moverlas fuera de la cuadra.Y termina la entrevista diciendo: La gente habla con mucha ligereza del estrés y del sufrimiento del toro, pero se desconoce que hay animales que sólo por ponerles la mano encima se mueren de estrés. Cada animal es diferente, y dentro de la propia raza del toro de lidia, unos responderán de una manera y otros de otra. No obstante, tras analizarse un gran número de animales se podrán establecer unos parámetros medios, AUNQUE ES EVIDENTE QUE UNOS TENDRÁN MÁS ENDORFINAS QUE OTROS.-------------------------------------------------------------------------------------------Cómo veréis mi respuesta a lo expuesto por el Dr. Illera es muy larga, pero creo que será bastante sencilla de entender, si la leeis con atención. Animo y a por ello.
Me he propuesto contestar lo más científicamente posible al Dr. Illera. Pero antes debo matizar algunas cosas. Yo no me dedico a la investigación cómo él, es decir mis conocimientos se nutren de los resultados y las publicaciones de otros, además de mi experiencia personal. Soy veterinario clínico de pequeños animales desde hace 25 años, y por tanto mis conocimientos sobre bóvidos son muy escasos. Esto no quita que en cuanto a la endocrinología piense que no hay grandes diferencias entre unas especies y otras.
El doctor Illera afirma, en base a sus investigaciones que el toro de lidia tiene un mecanismo especial para responder al dolor y al estrés. Cómo muy bien dice, no debemos confundir estrés con sufrimiento, aunque en muchas ocasiones estos dos conceptos se encuentran íntimamente ligados. Aquí se han mezclado, por decirlo de alguna manera, "churras con merinas". Es decir, por un lado se habla de estrés, por otro de sufrimiento, y por otro de dolor, y se mezcla todo, y se extraen conclusiones, que para mí, con los datos que se aportan en la entrevista, conducen a conclusiones muy atrevidas.
Entiendo que a un profano es muy sencillo convencerle y más si lo que se le dice es lo que quiere escuchar. Por eso no es extraño que todos los medios que defienden las corridas de toros se hayan hecho eco de manera favorable de las declaraciones del Dr. Illera (incluso en el diario francés Liberación se han sido publicadas).
Antes de continuar me gustaría hacer una puntualización. Decía el Dr. Illera en El Mundo que su correo ha sido desbordado con e.mails llenos de insultos y de amenazas, y que desconoce quién lo ha hecho público (http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2007/591/1172358004.html). Pues lo ha hecho público él o en su defecto la institución publica en la que trabaja, sin duda. La web de la facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, a través de su enlace a la cátedra de Fisiología lo hace accesible a todo el mundo. Yo, personalmente le he enviado un correo, al que no ha respondido, siguiendo los pasos que he comentado. Desde luego en mi correo no ha habido insultos. Me limité a pedirle que enviara el artículo en cuestión y a contarle lo que había leído en El País por si no había llegado a su conocimiento.
Debo decir que explicarle al público en general lo que voy a exponer no es nada sencillo, ya que los términos técnicos que voy a utilizar no serán facilmente compresibles, pero estamos hablando del dolor, del sistema nervioso, de hormonas del estrés, de sufrimiento, de catecolaminas, de endorfinas, y evidentemente sin unos conocimientos básicos su entendimiento será complicado. Aún así lo voy a intentar.
Debo añadir que parto de la información del artículo publicado en 6 toros 6, relativamente escaso en datos. Supongo que en el proyecto de tesis doctoral del que habla el Dr. Illera, habrá muchísimas más cosas en las que apoya sus descubrimientos. Yo no tengo acceso a ella, aunque sí podré tenerlo una vez presentada y publicada. Sé que una parte del estudio fue presentada en un symposium sobre el toro de lidia en Zafra en el año 2005. He accedido a la página web en que se hace alusión a éste estudio -"neurofisiología del estrés y síndrome de adaptación en el toro de lidia"-. Se puede ver la reseña de aquellas sesiones, pero la comunicación no es de lectura libre. http://www.simposiotorozafra.org/simposio.phtml?menu=4&codigo=146. Lo cierto es que me habría gustado leer estos estudios preliminares, porque lo que se dice en la entrevista da imagen de datos inconexos y poco razonados. También me hubiera gustado que el Dr. Illera me hubiera explicado personalmente con más detalle sus conclusiones, pero como he dicho, a pesar de habérselo solicitado, no ha sido posible. Que quede claro por tanto que mi respuesta parte de lo que he leído, que no es más que una entrevista publicada en una revista taurina.
Hace referencia el Dr. Illera al cortisol. ¿Y qué es el cortisol?: Pues es una hormona natural que fabrican los seres vivos desde una glándula situada cerca de los riñones y que se denomina suprarrenal. Hay dos, una en cada zona próxima a cada uno de los riñones. Para que el lector se haga una idea es una sustancia muy parecida en cuanto a sus acciones en el organismo, a la que contienen los medicamentos conocidos como glucocorticoesteroides, entre los que el más conocido es el llamado Urbasón. ¿Les suena? Podemos decir, como afirma el Dr. Illera, que es una hormona íntimamente relacionada con el estrés, aunque existen enfermedades que hacen que se produzca en grandes cantidades, y existen otras que hacen que se produzca en cantidades mínimas. Este dato en este contexto carece de relevancia, pero me parece interesante que sea conocido.
Se sabe que en situaciones de normalidad los organismos tienen una serie de mecanismos para mantener esta hormona en unos valores adecuados para la vida, pero que ante determinadas circunstancias, y una de ellas es el estrés esta hormona se produce en cantidades exageradas. Es decir cada especie tiene unos valores de cortisol normales, perfectamente conocidos. Cómo he dicho se produce en la glándula adrenal, pero su secreción está condicionada a la funcionalidad de otras dos glándulas que son el hipotálamo (CRH) y la hipófisis (ACTH). Es lo que se conoce como el eje hipotálamo-hipófisis-adrenales. Por explicarlo de un modo inteligible, si el hipotálamo descarga CRH, esto conduce a la descarga por parte de la hipófisis de ACTH, y está a su vez a la descarga de cortisol por las adrenales. Luego, los niveles de cada uno de estos tres elementos en la sangre, hará que se regulen sus cantidades en el organismo según las necesidades de cada momento. No debemos separar estos tres compuestos CRH, ACTH y cortisol, porque las cantidades que se producen de unos y de otros están intimamente relacionados.
¿Y qué podemos contar del cortisol y sus precursores, además de que aumenta en situaciones de estrés? Veamos: sabemos que muchos tipos de tensión física, emocional, así como el dolor, el traumatismo, la inflamación, la falta de oxígeno, la hipoglucemia aguda y la exposición al calor, entre otras, aumentan la producción de ACTH y cortisol. Uno de los precursores de la ACTH también da lugar a betaendorfinas. Sabemos además que estas betaendorfinas tiene una importante acción sobre el control de la respiración. Como veremos más adelante estas betaendorfinas se producen también en determinadas situaciones que se presentan sin duda alguna en la lidia del toro. ¿Por qué no pensar entonces que esta gran cantidad de betaendorfinas de las que habla el doctor Illera se presentan en gran cantidad como una serie de respuestas sumatorias, y no sólo como respuesta al dolor?
Debemos saber que durante y después de un ejercicio deportivo se producen también betaendorfinas, en mayor o menor cantidad según el esfuerzo realizado. No es que podamos pensarlo es que estoy seguro que sus enormes descargas no están provocadas sólo por el dolor, sino por la necesidad del organismo de intentar paliar una gran cantidad de desequilibrios que se están produciendo. He hablado más arriba de la hipoglucemia, del calor, de traumatismos...Pero bueno, no adelantemos los acontecimientos...
Nos dice el Dr. Illera en la entrevista que el toro de lidia presenta unos altos niveles de cortisol en los cinco primeros minutos de salir a la plaza. Nos cuenta que los momentos de mayor estrés son desde el momento en que está en los chiqueros hasta que sale a la plaza. Luego, durante la lidia, ha determinado que el toro sufre menos. Lo basa en las mediciones de los parámetros hormonales de los que he hablado antes, es decir de la ACTH y del cortisol. Queda por tanto claro que los niveles de estas hormonas son menores durante la lidia, que antes de que ésta empiece (tiempo en que el toro permanece en los chiqueros, es "arreado" para que salga al ruedo, se le clava la divisa -que digo yo que también le producirá dolor- y el tiempo que permanece en él, antes de que se produzca la lidia). Lo basa en los análisis realizados sobre toros que han sido devueltos a los corrales sin ser previamente castigados, otros que han sido picados y otros incluso que han sido picados y banderilleados.
Aquí es donde debo hacer un inciso, ya que me asaltan preguntas que creo importantes. Desconozco como se han tomado las muestras de sangre. Quiero decir: la toma de muestras en el toro que es devuelto a los corrales sin lidiar, se hará, digo yo, sobre un toro vivo, que en condiciones normales, tendrá que ser sujetado de alguna manera para que se deje manejar. ¿Lleva el doctor Illera personal a la plaza para estos menesteres? Entiendo que manejar a un toro bravo para extraerle una muestra de sangre debe ser sumamente peligroso, y además sumamente estresante para él. Esto llevará su tiempo, así que: ¿cómo establece su apreciación de los cinco minutos? Entiendo además que la devolución del toro a los corrales, se produce después de un largo periodo de tiempo, que incluye la decisión de devolverlo o no, la salida de los mansos, y que el toro colabore o no, para salir del ruedo. Lo mismo deberemos tener en cuenta para el toro devuelto que ha sido picado, y lo mismo para el picado y banderilleado (éste grupo de toros debe ser muy reducido, ya que esta circunstancia, aunque soy un profano en las lides de la fiesta, entiendo que no debe ser muy frecuente). Me parecen datos sumamente importantes que desconozco, pero que podrían influir mucho sobre los análisis que ha realizado el Dr. Illera, especialmente por la cuantificación que hace de los tiempos de sufrimiento y estrés. Si dice que es más estresante para el toro el trasporte que la lidia, debo entender que la manipulación para la extracción de sangre, con las complicaciones que conlleva, ¿no le estresan?. Más adelante podéis ver unas estadísticas de la respuesta del cortisol a determinadas manipulaciones en algunos bóvidos, con lo que podréis entender mejor lo que estoy diciendo.
Quizá cuando se lea y se publique la tesis salgamos de dudas. Lo que me sorprende más de toda la entrevista, y debo decir que me sorprenden muchas cosas, es la afirmación siguiente: "Pensamos que si al toro no se le picara, ni se le banderillea, posiblemente siguiera con el altísimo nivel de estrés que tiene al salir al ruedo. La puya provoca un mecanismo doble en el toro: por un lado le estresa y por otro le produce dolor y por consiguiente, al sentir dolor comienza a liberar las betaendorfinas que lo matizan".Y que me perdone el señor Illera, pero: ¿a qué estamos jugando?: ¿a que el toro produzca más betaendorfinas para que los análisis nos digan que produce una barbaridad?, ¿a qué el toro además de sentir estrés sienta dolor, cómo él mismo reconoce? Pues para mi sencillamente, estamos jugando a torturar de manera doble al toro. Aquí hablamos de sufrimiento "mental" (por el estrés), y añadimos con la puya y las banderillas el sufrimiento físico.
Pero no nos limitamos a provocar sufrimiento físico traducido en dolor, sino que añadimos todavía más estrés. De alabar es su cometario de que él ni afirma, ni niega que las corridas de toros son o no cruentas. Pues hombre, si nos atenemos a la definición de cruento que da la Real Academia de la Lengua, estamos poniendo en duda una evidencia:
Cruento=sangriento:1. adj. Que echa sangre.2. adj. Teñido en sangre o mezclado con sangre.
Para no desviarnos del tema, entraremos ahora en lo que podemos decir sobre las betaendorfinas y las catecolaminas, cuya masiva presencia en los análisis que hace públicos el doctor Illera le llevan a decir qué el toro no sufre. Maticemos que él dice que sí, que sufre y que padece dolor, pero no en la medida en que los antiaturinos podemos sospechar.
Transcribo a continuación un párrafo copiado de uno de los estudios sobre el tema que he leído, y que me sirve para contaros que sobre estos mecanismos de defensa del organismo hay mucha información sobre la especie humana y ninguna sobre los toros. A pesar de que hay muchísima información, los neurólogos, los médicos de las unidades de dolor, los cirujanos, e incluso los psiquiatras tienen todavía un montón de dudas sobre las respuestas del sistema nervioso, los mediadores del dolor, las respuestas celulares ante el dolor, los receptores del dolor, las consecuencias del estrés. Miles y miles de dudas, que se fundamentan en unos estudios científicos muy amplios y profundos. Aquí, en las afirmaciones que se hacen en la entrevista, parecen no existir dudas de ningún tipo y se confía en un futuro estudio sobre el bloqueo de los receptores del dolor para poder afirmar, con cierta rotundidad que el toro no sufre. Lo veo realmente atrevido.
El párrafo copiado dice así:
Me he propuesto contestar lo más científicamente posible al Dr. Illera. Pero antes debo matizar algunas cosas. Yo no me dedico a la investigación cómo él, es decir mis conocimientos se nutren de los resultados y las publicaciones de otros, además de mi experiencia personal. Soy veterinario clínico de pequeños animales desde hace 25 años, y por tanto mis conocimientos sobre bóvidos son muy escasos. Esto no quita que en cuanto a la endocrinología piense que no hay grandes diferencias entre unas especies y otras.
El doctor Illera afirma, en base a sus investigaciones que el toro de lidia tiene un mecanismo especial para responder al dolor y al estrés. Cómo muy bien dice, no debemos confundir estrés con sufrimiento, aunque en muchas ocasiones estos dos conceptos se encuentran íntimamente ligados. Aquí se han mezclado, por decirlo de alguna manera, "churras con merinas". Es decir, por un lado se habla de estrés, por otro de sufrimiento, y por otro de dolor, y se mezcla todo, y se extraen conclusiones, que para mí, con los datos que se aportan en la entrevista, conducen a conclusiones muy atrevidas.
Entiendo que a un profano es muy sencillo convencerle y más si lo que se le dice es lo que quiere escuchar. Por eso no es extraño que todos los medios que defienden las corridas de toros se hayan hecho eco de manera favorable de las declaraciones del Dr. Illera (incluso en el diario francés Liberación se han sido publicadas).
Antes de continuar me gustaría hacer una puntualización. Decía el Dr. Illera en El Mundo que su correo ha sido desbordado con e.mails llenos de insultos y de amenazas, y que desconoce quién lo ha hecho público (http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2007/591/1172358004.html). Pues lo ha hecho público él o en su defecto la institución publica en la que trabaja, sin duda. La web de la facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, a través de su enlace a la cátedra de Fisiología lo hace accesible a todo el mundo. Yo, personalmente le he enviado un correo, al que no ha respondido, siguiendo los pasos que he comentado. Desde luego en mi correo no ha habido insultos. Me limité a pedirle que enviara el artículo en cuestión y a contarle lo que había leído en El País por si no había llegado a su conocimiento.
Debo decir que explicarle al público en general lo que voy a exponer no es nada sencillo, ya que los términos técnicos que voy a utilizar no serán facilmente compresibles, pero estamos hablando del dolor, del sistema nervioso, de hormonas del estrés, de sufrimiento, de catecolaminas, de endorfinas, y evidentemente sin unos conocimientos básicos su entendimiento será complicado. Aún así lo voy a intentar.
Debo añadir que parto de la información del artículo publicado en 6 toros 6, relativamente escaso en datos. Supongo que en el proyecto de tesis doctoral del que habla el Dr. Illera, habrá muchísimas más cosas en las que apoya sus descubrimientos. Yo no tengo acceso a ella, aunque sí podré tenerlo una vez presentada y publicada. Sé que una parte del estudio fue presentada en un symposium sobre el toro de lidia en Zafra en el año 2005. He accedido a la página web en que se hace alusión a éste estudio -"neurofisiología del estrés y síndrome de adaptación en el toro de lidia"-. Se puede ver la reseña de aquellas sesiones, pero la comunicación no es de lectura libre. http://www.simposiotorozafra.org/simposio.phtml?menu=4&codigo=146. Lo cierto es que me habría gustado leer estos estudios preliminares, porque lo que se dice en la entrevista da imagen de datos inconexos y poco razonados. También me hubiera gustado que el Dr. Illera me hubiera explicado personalmente con más detalle sus conclusiones, pero como he dicho, a pesar de habérselo solicitado, no ha sido posible. Que quede claro por tanto que mi respuesta parte de lo que he leído, que no es más que una entrevista publicada en una revista taurina.
Hace referencia el Dr. Illera al cortisol. ¿Y qué es el cortisol?: Pues es una hormona natural que fabrican los seres vivos desde una glándula situada cerca de los riñones y que se denomina suprarrenal. Hay dos, una en cada zona próxima a cada uno de los riñones. Para que el lector se haga una idea es una sustancia muy parecida en cuanto a sus acciones en el organismo, a la que contienen los medicamentos conocidos como glucocorticoesteroides, entre los que el más conocido es el llamado Urbasón. ¿Les suena? Podemos decir, como afirma el Dr. Illera, que es una hormona íntimamente relacionada con el estrés, aunque existen enfermedades que hacen que se produzca en grandes cantidades, y existen otras que hacen que se produzca en cantidades mínimas. Este dato en este contexto carece de relevancia, pero me parece interesante que sea conocido.
Se sabe que en situaciones de normalidad los organismos tienen una serie de mecanismos para mantener esta hormona en unos valores adecuados para la vida, pero que ante determinadas circunstancias, y una de ellas es el estrés esta hormona se produce en cantidades exageradas. Es decir cada especie tiene unos valores de cortisol normales, perfectamente conocidos. Cómo he dicho se produce en la glándula adrenal, pero su secreción está condicionada a la funcionalidad de otras dos glándulas que son el hipotálamo (CRH) y la hipófisis (ACTH). Es lo que se conoce como el eje hipotálamo-hipófisis-adrenales. Por explicarlo de un modo inteligible, si el hipotálamo descarga CRH, esto conduce a la descarga por parte de la hipófisis de ACTH, y está a su vez a la descarga de cortisol por las adrenales. Luego, los niveles de cada uno de estos tres elementos en la sangre, hará que se regulen sus cantidades en el organismo según las necesidades de cada momento. No debemos separar estos tres compuestos CRH, ACTH y cortisol, porque las cantidades que se producen de unos y de otros están intimamente relacionados.
¿Y qué podemos contar del cortisol y sus precursores, además de que aumenta en situaciones de estrés? Veamos: sabemos que muchos tipos de tensión física, emocional, así como el dolor, el traumatismo, la inflamación, la falta de oxígeno, la hipoglucemia aguda y la exposición al calor, entre otras, aumentan la producción de ACTH y cortisol. Uno de los precursores de la ACTH también da lugar a betaendorfinas. Sabemos además que estas betaendorfinas tiene una importante acción sobre el control de la respiración. Como veremos más adelante estas betaendorfinas se producen también en determinadas situaciones que se presentan sin duda alguna en la lidia del toro. ¿Por qué no pensar entonces que esta gran cantidad de betaendorfinas de las que habla el doctor Illera se presentan en gran cantidad como una serie de respuestas sumatorias, y no sólo como respuesta al dolor?
Debemos saber que durante y después de un ejercicio deportivo se producen también betaendorfinas, en mayor o menor cantidad según el esfuerzo realizado. No es que podamos pensarlo es que estoy seguro que sus enormes descargas no están provocadas sólo por el dolor, sino por la necesidad del organismo de intentar paliar una gran cantidad de desequilibrios que se están produciendo. He hablado más arriba de la hipoglucemia, del calor, de traumatismos...Pero bueno, no adelantemos los acontecimientos...
Nos dice el Dr. Illera en la entrevista que el toro de lidia presenta unos altos niveles de cortisol en los cinco primeros minutos de salir a la plaza. Nos cuenta que los momentos de mayor estrés son desde el momento en que está en los chiqueros hasta que sale a la plaza. Luego, durante la lidia, ha determinado que el toro sufre menos. Lo basa en las mediciones de los parámetros hormonales de los que he hablado antes, es decir de la ACTH y del cortisol. Queda por tanto claro que los niveles de estas hormonas son menores durante la lidia, que antes de que ésta empiece (tiempo en que el toro permanece en los chiqueros, es "arreado" para que salga al ruedo, se le clava la divisa -que digo yo que también le producirá dolor- y el tiempo que permanece en él, antes de que se produzca la lidia). Lo basa en los análisis realizados sobre toros que han sido devueltos a los corrales sin ser previamente castigados, otros que han sido picados y otros incluso que han sido picados y banderilleados.
Aquí es donde debo hacer un inciso, ya que me asaltan preguntas que creo importantes. Desconozco como se han tomado las muestras de sangre. Quiero decir: la toma de muestras en el toro que es devuelto a los corrales sin lidiar, se hará, digo yo, sobre un toro vivo, que en condiciones normales, tendrá que ser sujetado de alguna manera para que se deje manejar. ¿Lleva el doctor Illera personal a la plaza para estos menesteres? Entiendo que manejar a un toro bravo para extraerle una muestra de sangre debe ser sumamente peligroso, y además sumamente estresante para él. Esto llevará su tiempo, así que: ¿cómo establece su apreciación de los cinco minutos? Entiendo además que la devolución del toro a los corrales, se produce después de un largo periodo de tiempo, que incluye la decisión de devolverlo o no, la salida de los mansos, y que el toro colabore o no, para salir del ruedo. Lo mismo deberemos tener en cuenta para el toro devuelto que ha sido picado, y lo mismo para el picado y banderilleado (éste grupo de toros debe ser muy reducido, ya que esta circunstancia, aunque soy un profano en las lides de la fiesta, entiendo que no debe ser muy frecuente). Me parecen datos sumamente importantes que desconozco, pero que podrían influir mucho sobre los análisis que ha realizado el Dr. Illera, especialmente por la cuantificación que hace de los tiempos de sufrimiento y estrés. Si dice que es más estresante para el toro el trasporte que la lidia, debo entender que la manipulación para la extracción de sangre, con las complicaciones que conlleva, ¿no le estresan?. Más adelante podéis ver unas estadísticas de la respuesta del cortisol a determinadas manipulaciones en algunos bóvidos, con lo que podréis entender mejor lo que estoy diciendo.
Quizá cuando se lea y se publique la tesis salgamos de dudas. Lo que me sorprende más de toda la entrevista, y debo decir que me sorprenden muchas cosas, es la afirmación siguiente: "Pensamos que si al toro no se le picara, ni se le banderillea, posiblemente siguiera con el altísimo nivel de estrés que tiene al salir al ruedo. La puya provoca un mecanismo doble en el toro: por un lado le estresa y por otro le produce dolor y por consiguiente, al sentir dolor comienza a liberar las betaendorfinas que lo matizan".Y que me perdone el señor Illera, pero: ¿a qué estamos jugando?: ¿a que el toro produzca más betaendorfinas para que los análisis nos digan que produce una barbaridad?, ¿a qué el toro además de sentir estrés sienta dolor, cómo él mismo reconoce? Pues para mi sencillamente, estamos jugando a torturar de manera doble al toro. Aquí hablamos de sufrimiento "mental" (por el estrés), y añadimos con la puya y las banderillas el sufrimiento físico.
Pero no nos limitamos a provocar sufrimiento físico traducido en dolor, sino que añadimos todavía más estrés. De alabar es su cometario de que él ni afirma, ni niega que las corridas de toros son o no cruentas. Pues hombre, si nos atenemos a la definición de cruento que da la Real Academia de la Lengua, estamos poniendo en duda una evidencia:
Cruento=sangriento:1. adj. Que echa sangre.2. adj. Teñido en sangre o mezclado con sangre.
Para no desviarnos del tema, entraremos ahora en lo que podemos decir sobre las betaendorfinas y las catecolaminas, cuya masiva presencia en los análisis que hace públicos el doctor Illera le llevan a decir qué el toro no sufre. Maticemos que él dice que sí, que sufre y que padece dolor, pero no en la medida en que los antiaturinos podemos sospechar.
Transcribo a continuación un párrafo copiado de uno de los estudios sobre el tema que he leído, y que me sirve para contaros que sobre estos mecanismos de defensa del organismo hay mucha información sobre la especie humana y ninguna sobre los toros. A pesar de que hay muchísima información, los neurólogos, los médicos de las unidades de dolor, los cirujanos, e incluso los psiquiatras tienen todavía un montón de dudas sobre las respuestas del sistema nervioso, los mediadores del dolor, las respuestas celulares ante el dolor, los receptores del dolor, las consecuencias del estrés. Miles y miles de dudas, que se fundamentan en unos estudios científicos muy amplios y profundos. Aquí, en las afirmaciones que se hacen en la entrevista, parecen no existir dudas de ningún tipo y se confía en un futuro estudio sobre el bloqueo de los receptores del dolor para poder afirmar, con cierta rotundidad que el toro no sufre. Lo veo realmente atrevido.
El párrafo copiado dice así:
"Un animal sometido a una agresión presenta una elevación de los niveles plasmáticos de las hormonas contrarreguladoras : cortisol, glucagón, catecolaminas...El hipótalamo (CRF) tiene un efecto coordinador central sobre la respuesta endocrina. En la respuesta al estrés no sólo esta implicado el eje hipotálamo (CRF)-hipofisario (ACTH)-adrenal (cortisol), sino también el sistema opioide endógeno, es decir, las enforfinas".
Ahora viene la explicación a esto que es un poco complicada, pero no se puede simplificar más: "El factor liberador de la hormona corticotropa del hipotálamo (CRF) actúa estimulando la secreción de POMC (proopiomelanocortina) por la hipófisis. La POMC es metabolizada a ACTH y a betaendorfinas, de ahí que exista un eslabón entre los opioides endógenos (endorfinas) y el eje hipotálamo-hipofisario-suprarenal. Otro nexo de unión es la estimulación de la suprarrenal (cortisol) por la CRH con liberación de catecolaminas y encefalinas".
Digamos que sí hay una cosa interesante en el estudio del Dr. Illera. Me refiero al hecho que menciona sobre que las mediciones de cortisol son más altas en bóvidos durante el transporte, que en el momento de la lidia. Y lo cierto es que no debería ser así, ya que "una situación de estrés implica la interacción y suma de estímulos aferentes de muy diversa índole que deben ser integrados en el Sistema Nervioso Central y que originan una respuesta humoral que es directamente proprorcional a la intensidad del estímulo". "Todos los tipos de traumatismo se caracterizan por un aumento de la secreción de CRH, ACTH y cortisol". Se supone según esto que durante la lidia los niveles de estas tres hormonas deberían ser más altos que en el momento en que el toro sale al ruedo y todavía no ha sufrido ningún daño físico, porque estaríamos sumando al estrés, el dolor. Es importante además, que sepáis que para lograr la restitución completa del volumen sanguíneo consecutivo a una hemorragia es necesario que aumenten los niveles de cortisol. ¿Qué pasa entonces? ¿Será cómo dice el doctor Illera que el toro tiene un mecanismo de respuesta especial?
Pues bien en una tesis doctoral sobre cirugía que podéis consultar en el enlace que he puesto más abajo, se puede leer:
Ahora viene la explicación a esto que es un poco complicada, pero no se puede simplificar más: "El factor liberador de la hormona corticotropa del hipotálamo (CRF) actúa estimulando la secreción de POMC (proopiomelanocortina) por la hipófisis. La POMC es metabolizada a ACTH y a betaendorfinas, de ahí que exista un eslabón entre los opioides endógenos (endorfinas) y el eje hipotálamo-hipofisario-suprarenal. Otro nexo de unión es la estimulación de la suprarrenal (cortisol) por la CRH con liberación de catecolaminas y encefalinas".
Digamos que sí hay una cosa interesante en el estudio del Dr. Illera. Me refiero al hecho que menciona sobre que las mediciones de cortisol son más altas en bóvidos durante el transporte, que en el momento de la lidia. Y lo cierto es que no debería ser así, ya que "una situación de estrés implica la interacción y suma de estímulos aferentes de muy diversa índole que deben ser integrados en el Sistema Nervioso Central y que originan una respuesta humoral que es directamente proprorcional a la intensidad del estímulo". "Todos los tipos de traumatismo se caracterizan por un aumento de la secreción de CRH, ACTH y cortisol". Se supone según esto que durante la lidia los niveles de estas tres hormonas deberían ser más altos que en el momento en que el toro sale al ruedo y todavía no ha sufrido ningún daño físico, porque estaríamos sumando al estrés, el dolor. Es importante además, que sepáis que para lograr la restitución completa del volumen sanguíneo consecutivo a una hemorragia es necesario que aumenten los niveles de cortisol. ¿Qué pasa entonces? ¿Será cómo dice el doctor Illera que el toro tiene un mecanismo de respuesta especial?
Pues bien en una tesis doctoral sobre cirugía que podéis consultar en el enlace que he puesto más abajo, se puede leer:
"Trabajos experimentales clásicos demostraron que para que ocurran ciertas respuestas endocrinas, cómo la que media la liberación de cortisol a través de la ACTH, es necesario que estén INTACTOS el estímulo neuronal y la transducción de la señal al sistema nervioso central". Y añade: "por ejemplo, no existe respuesta de ACTH a operaciones en pacientes paraplégicos con transección de la médula espinal a nivel de la vértebra torácica 4". La respuesta a estímulos nocioceptivos requiere VÍAS NEURONALES INTACTAS. En otro estudio, se puede leer: "el dolor actúa como un estímulo del sistema neuroendocrino. Los estímulos nocioceptivos no activan la respuesta HORMONAL (la que ha medido el Dr. Illera) a menos que estén INTACTAS las vías neuronales. La respuesta puede AMORTIGUARSE O EVITARSE por lesiones neuronales (demostrado con bloqueos anestésicos) o de la médula espinal". (http://www.ucm.es/BUCM/tesis/med/ucm-t25918.pdf ).
Y yo, pregunto:
Y yo, pregunto:
¿Una vez picado el toro o una vez picado y banderilleado están intactas las vías neuronales y por tanto el estímulo neuronal y la transducción al sistema nervioso central? Pues después de leer lo que a continuación escribo, me quedan pocas dudas. Lo he extraído de una página taurina y el que lo cuenta es un aficionado a la fiesta: “Cuando la puya no es colocada en su sitio (morrillo), se producen fracturas de apófisis espinosas vertebrales, fracturas de cartílagos, fracturas altas de las costillas, con hemorragias muy cerca de la columna vertebral cuya sangre se puede infiltrar entre las vértebras alcanzando el canal raquídeo y comprometiendo la médula espinal, provocando parálisis parciales en los miembros anteriores y músculos de la respiración". Y yo, cómo veterinario tengo la capacidad de decir que las vías neuronales como consecuencia de la puya principalmente y de las banderillas, no están intactas, condición indispensable para que las respuestas hormonales se produzcan con normalidad.
¿El sistema endocrino del toro no responde de manera normal, que sería aumentando la elevación de ACTH y cortisol, porque el sistema nervioso esta dañado y cómo consecuencia las respuestas hormonales no son las normales? ¿Servirá esto para explicar por qué las determinaciones de cortisol no son las esperadas? (no olvidemos que el Dr. Illera dice que durante la lidia los niveles hormonales llegan a ser prácticamente normales, lo que le vale para decir que el toro no sufre). Creo que caben pocas dudas, sabiendo que como está demostrado es necesaria una integridad del sistema nervioso para que la respuesta hormonal sea la normal (en este caso lo normal sería encontrarse con tasas muy altas de ACTH y cortisol, cosa que no ocurre).
Yo no he estado en una lidia jamás, pero sí he visto como son las banderillas y las puyas, -e incluso debo reconocer que en su momento fui capaz de ver alguna por televisión-, y sé en las zonas en que son aplicadas. Y pregunto: ¿Dañan la puya y las banderillas estructuras nerviosas? ¿Se producen lesiones neuronales o de médula espinal por los puyazos y las banderillas? Por lo explicado anteriormente, podríamos pensar que sí. ¿Explicaría esto la presencia de valores atípicos del cortisol-demasiado bajos para lo que se podría esperar-. Podríamos pensar que sí... Explica esto que los niveles de cortisol en un toro que ha salido a la plaza y no ha sido ni picado ni banderilleado, y que es devuelto a los corrales, sean más altos que los del toro al que se ha sometido a algún lance de la lidia. Pues evidentemente sí, ya que su sistema neurológico está intacto y por tanto los mecanismos hormonales del estrés funcionan perfectamente. Supone esto que este toro, devuelto a los corrales "inmaculado", ha sufrido más que el que es lidiado. Pues es posible que haya sufrido más , según lo que se nos quiere "vender" por sufrimiento. Si nos quieren "vender" el sufrimiento sobre los valores del cortisol, así será, pero no dejará de ser una conclusión errónea; partiendo de la base de que los valores del toro lidiado no son reales porque la respuesta, al estar dañada la transmisión nerviosa, no refleja lo que en realidad debería reflejar. Siento ser reiterativo, pero los datos aportados me parecen sumamente relevantes. Pasemos ahora al tema de las betaendorfinas, que al parecer es lo de lo que más eco se han hecho los medios de comunicación. Es otra de las bases sobre las que se fundamenta el estudio. La verdad es que sobre este punto he tenido muchas dudas para llegar a una conclusión. El problema deriva de que si los mecanismos de transmisión nerviosa no son los adecuados para la descarga de ACTH y cortisol, tampoco lo debería ser para las descargas de betaendorfinas, pero la respuesta la he encontrado en una de las afirmaciones que apunta el Dr. Illera sobre la respuesta del toro en menos de un segundo (aún así, no entiendo como ha llegado a está conclusión). Además está perfectamente estudiado que su descarga también se produce por mediadores celulares, a través del sistema inmune, localmente en la zona donde se produce el dolor, es decir a nivel de los tejidos dañados. Lo hace liberando lo que se denomina POE. El POE más abundante liberado por los linfocitos es la betaendorfina. Su liberación a partir de células inmunes se produce principalmente por la acción del CRF y de la interleucina 1-beta, interleucina 6 y factor de necrosis tumoral alfa. ESTA REGULACIÓN SERÍA LA RESPONSABLE de la respuesta que aparece cuando se produce la agresión en una ZONA DENERVADA O BLOQUEADA POR LESIONES MEUROLÓGICAS importantes, ya que no existe el estímulo neurológico aferente (vuelven aquí a aparecer como sumamente importantes las lesiones provocadas por la puya y las banderillas). La integridad del sistema nervioso es indispensable. Aquí radica el error en las conclusiones que ha hecho públicas el doctor Illera.
¿El sistema endocrino del toro no responde de manera normal, que sería aumentando la elevación de ACTH y cortisol, porque el sistema nervioso esta dañado y cómo consecuencia las respuestas hormonales no son las normales? ¿Servirá esto para explicar por qué las determinaciones de cortisol no son las esperadas? (no olvidemos que el Dr. Illera dice que durante la lidia los niveles hormonales llegan a ser prácticamente normales, lo que le vale para decir que el toro no sufre). Creo que caben pocas dudas, sabiendo que como está demostrado es necesaria una integridad del sistema nervioso para que la respuesta hormonal sea la normal (en este caso lo normal sería encontrarse con tasas muy altas de ACTH y cortisol, cosa que no ocurre).
Yo no he estado en una lidia jamás, pero sí he visto como son las banderillas y las puyas, -e incluso debo reconocer que en su momento fui capaz de ver alguna por televisión-, y sé en las zonas en que son aplicadas. Y pregunto: ¿Dañan la puya y las banderillas estructuras nerviosas? ¿Se producen lesiones neuronales o de médula espinal por los puyazos y las banderillas? Por lo explicado anteriormente, podríamos pensar que sí. ¿Explicaría esto la presencia de valores atípicos del cortisol-demasiado bajos para lo que se podría esperar-. Podríamos pensar que sí... Explica esto que los niveles de cortisol en un toro que ha salido a la plaza y no ha sido ni picado ni banderilleado, y que es devuelto a los corrales, sean más altos que los del toro al que se ha sometido a algún lance de la lidia. Pues evidentemente sí, ya que su sistema neurológico está intacto y por tanto los mecanismos hormonales del estrés funcionan perfectamente. Supone esto que este toro, devuelto a los corrales "inmaculado", ha sufrido más que el que es lidiado. Pues es posible que haya sufrido más , según lo que se nos quiere "vender" por sufrimiento. Si nos quieren "vender" el sufrimiento sobre los valores del cortisol, así será, pero no dejará de ser una conclusión errónea; partiendo de la base de que los valores del toro lidiado no son reales porque la respuesta, al estar dañada la transmisión nerviosa, no refleja lo que en realidad debería reflejar. Siento ser reiterativo, pero los datos aportados me parecen sumamente relevantes. Pasemos ahora al tema de las betaendorfinas, que al parecer es lo de lo que más eco se han hecho los medios de comunicación. Es otra de las bases sobre las que se fundamenta el estudio. La verdad es que sobre este punto he tenido muchas dudas para llegar a una conclusión. El problema deriva de que si los mecanismos de transmisión nerviosa no son los adecuados para la descarga de ACTH y cortisol, tampoco lo debería ser para las descargas de betaendorfinas, pero la respuesta la he encontrado en una de las afirmaciones que apunta el Dr. Illera sobre la respuesta del toro en menos de un segundo (aún así, no entiendo como ha llegado a está conclusión). Además está perfectamente estudiado que su descarga también se produce por mediadores celulares, a través del sistema inmune, localmente en la zona donde se produce el dolor, es decir a nivel de los tejidos dañados. Lo hace liberando lo que se denomina POE. El POE más abundante liberado por los linfocitos es la betaendorfina. Su liberación a partir de células inmunes se produce principalmente por la acción del CRF y de la interleucina 1-beta, interleucina 6 y factor de necrosis tumoral alfa. ESTA REGULACIÓN SERÍA LA RESPONSABLE de la respuesta que aparece cuando se produce la agresión en una ZONA DENERVADA O BLOQUEADA POR LESIONES MEUROLÓGICAS importantes, ya que no existe el estímulo neurológico aferente (vuelven aquí a aparecer como sumamente importantes las lesiones provocadas por la puya y las banderillas). La integridad del sistema nervioso es indispensable. Aquí radica el error en las conclusiones que ha hecho públicas el doctor Illera.
Me resultaría interesante saber si las determinaciones que se han hecho son de betaendorfinas exclusivamente, o sí ha sido de endorfinas. Las endorfinas son transmisores sinápticos o modulares y están implicadas en el mecanismo fisiológico de la percepción del dolor. Además de su efecto analgésico, los opioides endógenos, tienen acciones cardiovasculares, metabólicas e inmunológicas. Por ejemplo, las beta endorfinas tienen un efecto hipotensor y las encefalinas causan hipertensión. Durante los periodos de estrés se liberan betaendorfinas a la circulación. Después de operaciones mayores, infecciones, traumatismos, choques, etc, los valores de opioides endógenos aumentan. Se sabe por ejemplo que aumentan mucho cuando hay hemorragias. Supongo que nadie negará que durante la lidia las hay, cómo aseverábamos cuando se hablaba se lo cruento de la lidia. Debemos decir, que además de en presencia de hemorragias, las betaendorfinas aumentan considerablemente en sangre cuando hay que reestablecer el volumen de sangre circulante o proporcionar sustratos de energia. También las betaendorfinas se liberan cuando se produce lo que se conoce como síndrome del choque circulatorio. El ejercicio físico aumenta la descarga de betaendorfinas. Las betaendorfinas aumentan considerablemente en la sangre de un organismo en que hay un shock neurogénico, hipotensión e hipertensión, bradicardia o taquicardia, y transtornos ventilatorios.
¿Podemos definir a estas sustancias cómo las hormonas de la felicidad? ¿Podemos decir que está suficientemente justificada su gran producción durante la lidia? Según lo expresado anteriormente, sin duda alguna. ¡Menuda felicidad tener un organismo sufriendo todo lo anteriormente nombrado! Nadie niega que son unos importantes mediadores contra el dolor, pero en este caso y con los datos que aporto, mi interpretación es la contraria a la del Dr. Illera. Estas desmesuradas tasas de endorfinas me hablan de un organismo que sufre un gran dolor y una gran alteración de sus funcionales vitales. Quiero decir que limitar la presencia de un gran número de betaendorfinas en la sangre del toro lidiado a la consecución de un estado de bienestar es un error, ya que estas sustancias aumentan de forma muy considerable cuando el organismo necesita reparar daños importantes.
Es decir no sólo se liberan para bien, no, se liberan para mal, para contrarestar todas las agresiones a las que se está sometiendo al organismo.
¿Los hay en la lidia del toro? A mí no me cabe la menor duda que sí. Dice el Dr. Illera que el toro durante la lidia descarga siete veces más betaendorfinas que durante el transporte y diez veces más que el hombre. Aparte de que para mí es normal que así ocurra, ya que durante el transporte no existen los daños físicos que se producen durante la lidia, y por tanto no hay dolor, tampoco entiendo esa comparación con el ser humano. ¿En base a que comparaciones lo hace? ¿Que experiencias ha tomado como referencia en el ser humano? ¿Bajo que estados de estrés, de sufrimiento o de dolor ha medido las descargas de betaendorfinas en el hombre? No acabo de entender lo que nos quiere trasmitir con estas apreciaciones.
Se sabe por ejemplo, con respecto al cortisol, que en un ser humano que siente pánico ante una situación, los niveles de cortisol no se elevan en exceso, salvo que el pánico se acompañe de una depresión secundaria o agorafobia. Aunque de acuerdo con la etimología de la palabra se relaciona con el miedo a los lugares abiertos ("agora"=plaza), en general el agorafóbico teme cualquier lugar o situación en el que se sienta desprotegido, desamparado, del que no sea posible huir inmediatamente a un lugar considerado "seguro" o recibir ayuda. Por ello, la agorafobia suele incluir otras fobias más específicas como el miedo a los lugares cerrados o claustrofobia o a las alturas. ¿Podemos pensar que un toro de lidia puede tener este tipo de sensaciones cuando es introducido en un medio hasta entonces desconocido para él, como cuando se ve encerrado en un camión de transporte o en los chiqueros o toriles o salta al ruedo de una plaza de toros? Podría ser, aunque desconozco la manera en que esto podría ser valorado o estudiado. Haciendo caso de la propia definición de irracionalidad de las fobias, creo que este dato debería ser tenido en cuenta. Pensemos del lugar de donde viene el toro de lidia. Hablamos de un animal acostumbrado a los espacios abiertos, a las dehesas de las que habla el doctor Illera. Viene de lugares en los que le resulta fácil escapar de situaciones estresantes. Os dejo aquí un enlace ( http://www.produccionbovina.com/etologia_y_bienestar/bienestar_en_bovinos/20-evaluacion_estres_durante_manejo_y_transporte.htm) en donde se puede entender perfectamente lo que estoy hablando. Veréis que las respuestas ante una determinada situación de estrés son muy diferentes según la raza de bóvido, midiendo la respuesta en base a las determinaciones de cortisol.
En las especies con las que yo trabajo, puedo decir que tanto en los perros como en los gatos si se han descrito situaciones de agorafobia o de problemas parecidos a la claustrofobia. Cuando en la clínica tenemos hospitalizado a un perro o a un gato dentro de una jaula, o simplemente está esperando dentro de una de ellas a ser recogido por su propietario, he tenido muchos casos de animales que no soportan verse encerrados en un espacio cerrado. Hay muchos perros y gatos que sufren un gran estrés al viajar en coche y otros a los que les encanta. Siguiendo el mismo razonamiento: ¿podemos pensar que los toros sometidos a lo que se conoce como encierros puedan sufrir más estrés que los que son lidiados? Al parecer sobre esto todavía no hay experiencias hechas que puedan aportar datos al respecto.
Dice el Dr. Illera que los toros recortados tienen el doble de estrés que los lidiados, ya que no generan betaendorfinas porque no sufren dolor. Es simplemente lo que hemos hablado anteriormente sobre la integridad del sistema nervisoso que en estos animales sí existe.. No hay heridas, ni desgarros, ni traumatismos, ni rotura de vertebras, ni hemorragias intramedulares, ni pérdidas de sangre, y el compromiso cardio-respiratorio seguro que es menor, parámetros que como ha quedado demostrado son los culpables de esa descarga tan brutal de endorfinas y catecolaminas. Las tasas de cortisol que son medidas en estas toros como indicador del estrés serán las que son, mientras que el toro lidiado no pueden ser las esperadas porque como he dicho, el sistema nervioso ha perdido su integridad.
Habla el doctor Illera del tamaño de las glándulas adrenales del toro de lidia, que son más grandes que las de otros bóvidos y que por tanto tienen más células capaces de producir cortisol. Desconocía este interesante dato, pero debéis saber que sólo hay una parte de la glándula adrenal donde se produce el cortisol, que es la conocida cómo zona cortical, es decir la parte externa o superficial de la glándula. En la otra zona, la medular, es donde se producen la adrenalina y la noradrenalina, que forman parte del grupo de las catecolaminas, de las que habla el Dr. Illera y de las que os contaré algo a continuación:
Las catecolaminas (adrenalina, noradrenalina. isoproterenol, dobutamina y dopamina, entre otras), efectivamente se elevan cuando se somete al individuo a una situación de estrés. Pero sí hay que cuantificarlas, cómo él hace en la entrevista, se debe conocer que aumentan en proporción a la intensidad y gravedad de la lesión. Si el toro lidiado tiene más catecolaminas en sangre que el que no lo ha sido, es que ha sufrido más, sin lugar a dudas. Es normal encontrar elevaciones importantes de estas sustancias como respuestas a estímulos tales cómo hipotensión, hipovolemia, hipotermia, hipoglucemia, hipoxemia, dolor, ansiedad y miedo. Las concentraciones de catecolaminas en plasma sanguíneo consecutivas a una lesión se correlacionan mejor con el volumen de pérdida sanguínea y se observan además después de todas las formas de shock. Es importante saber que estas sustancias se utilizan en medicina y en veterinaria cuando se requiere un efecto rápido y sinérgico sobre la función cardiaca. Por ejemplo, en una urgencia médica como es una insuficiencia cardiaca congestiva descompensada, o simplemente una insuficiencia cardiaca aguda, su administración puede salvar la vida.
Dice el Dr. Illera que el toro vuelve al caballo después del primer puyazo y lo relaciona con la rapidez con que descarga cortisol y catecolaminas. ¿Quiere decir que el primer puyazo produce tanta descarga de betaendorfinas (hormonas del "placer"), que el toro va a recibir otro puyazo para encontrarse más feliz? Es una interpretación libre, que seguro que no tiene nada que ver con lo que ha querido decir el Dr. Illera, que también llega a decir: ¿qué otro animal vuelve al sitio donde le han provocado dolor? Digamos que en 25 años que llevo viendo miles de perros y gatos, he tenido y tengo de todo. Tengo muchos que vuelven encantados a la clínica, donde sin duda muchas veces se les ha hecho daño. Tengo muy pocos que salgan corriendo, que huyan. Se dan muchas situaciones de muchos animales que responden al dolor atacando aquello que se lo ha producido, es un mecanismo de defensa natural, de medir fuerzas, de enfrentarse a un enemigo que le ha causado daño. Creo qué esta afirmación se cae por su propio peso. ¿Vuelve el toro al caballo después de la segunda puya? Entiendo que después de dos puyazos raro es el toro que se acerca al picador, salvo que sea azuzado por la cuadrilla para que así lo haga ¿Qué ocurre cuando el toro derriba al caballo? ¿Sale corriendo o insiste en su ataque ante lo que le ha provocado daño? ¿Qué ocurre cuando el toro ha cogido al torero? ¿Sale corriendo o le embiste todavía con más ganas que a la muleta? Cuando pincho a un perro o a un gato su repuesta ante está agresión no es huir. Muchas veces ni se inmutan, pero en caso de perros o gatos nerviosos o agresivos su repuesta es intentar morder la mano que para ellos les ha causado un daño. Todo depende de su temperamento, y por lo tanto son respuestas individualizadas.
Como datos curiosos que he ido encontrando mientras buscaba información sobre el tema, se sabe por ejemplo que las mujeres descargan una gran cantidad de betaendorfinas durante el parto, lo que no impide que sufran "el dolor más fuerte que jamás han padecido" según cuentan ellas mismas. A mi jamás se me ocurriría comparar por ejemplo el parto de una vaca con el de una mujer, ya que sé que por ejemplo la placenta de la vaca tiene menos terminaciones nerviosas que la de la mujer y salvo en partos difíciles- y aún así- estoy seguro de que a la vaca le duele menos. Se sabe que la ingestión de alcohol provoca descarga de endorfinas, así como el tabaco, así como la mayoría de las drogas. ¿Hormonas de la "felicidad"? Quién habrá sido el inventor de tan desafortunado término. Las comparaciones entre especies son odiosas, pero como el Doctor Illera incorpora a la especie humana a sus conclusiones...Tampoco, jamás, se ha sometido a un humano o a un cerdo o a un perro a algo parecido a una lidia, con lo cual no podemos comparar sus catecolaminas, sus descargas de cortisol o de betaendorfinas, ni sus reacciones ante la misma situación. Afortunadamente nunca podremos hacer la comparación. Creo que os debe resultar de interés conocer que la mayoría de los estudios que se realizan actualmente en la especie humana, sobre el dolor, el sufrimiento y el estrés, se hacen dentro de los hospitales y buscan la manera de paliar lo más posible estas terribles sensaciones. Se busca la manera de evitar estos padecimientos a los enfermos que van a ser operados, que han sido operados, que sufren graves enfermedades crónicas. Es decir, son estudios con un importante trasfondo humano, y “ete” aquí que nosotros estamos debatiendo como se justifica un acto cruel con un animal vivo. Tiene su "gracia" el asunto. En la rama de la veterinaria a la que me dedico se ha trabajado mucho en el campo del dolor, para que vuestros perros y gatos sientan el menor dolor posible tras una operación, y se están actualizando mucho los protocolos anestésicos, para que al despertar de las cirugías se encuentren lo mejor posible. Tenemos ya fármacos muy potentes para paliar el dolor agudo y el crónico. Se trabaja mucho y bien para el bienestar animal...Todo esto resulta un contrasentido.
Se dice que si desaparece la fiesta, se perderá un precioso animal, creado por el hombre precisamente para este fin. Que las dehesas en que ahora vive a cuerpo de rey durante cuatro años, quedarán desiertas. Que hay una gran cantidad de intereses económicos y puestos de trabajo en juego. ¿Es éste el precio que tiene que pagar este animal? El sufrimiento y el dolor desde que es sacado de su hábitat, hasta que termina arrastrado por un par de mulos. Nuestra ministra de Cultura ya ha dicho que quiere terminar con este espectáculo. Lo que no se sabe es si pretende mantener las corridas sin castigo al toro o abolirlas definitivamente. A mi me cabe la duda de si habrá toreros que salgan al ruedo a enfrentarse a un animal cuya capacidad física no ha sido mermada por puyas y banderillas. Hablaremos entonces de un toro estresado, con altas tasas de cortisol en su sangre, pero con unas tasas de betaendorfinas bastante más bajas de las que ha determinado el doctor Illera. Hablaremos entonces de un toro que no ha sido sometido a ningún tipo de dolor físico, que al fin y al cabo, me parece que este debate es lo más importante.
Para concluir diré que la investigación sobre las endorfinas se produce en la década de los 70, tras el conocimiento que se tenía de los efectos analgésicos del opio. En esos años se descubrieron los receptores específicos sobre los que actuaba la morfina (uno de los 40 alcaloides que contiene el opio). Así se empezaron a buscar los agonistas endógenos de estos receptores. Hoy se sabe que son una serie de moléculas (peptidos opioides) que se agrupan en tres familias. La proencefalina da origen a la met-encefalina y la leu-encefalina. Además existen otras endorfinas que se conocen con el nombre de prodinorfina, que da lugar a la dinorfina, alfaneoendorfina y betaneoendorfina. Si bien los opioides endógenos no poseen especificidad por los diferentes tipos de receptores, presentan distintos grados de afinidad para cada uno de ellos, lo que les confiere cierta selectividad. Por ejemplo las betaendorfinas de las que habla el Dr. Illera tienen más especificidad por los receptores del dolor tanto a nivel espinal como supraespinal, receptores del estado de conciencia, de la respiración y del consumo de alimentos. Hace un par de años se han encontrado dos nuevas endorfinas que se conocen con el nombre de endomorfina 1 y endomorfina 2, que parecen ser mucho más específicas en cuanto a los receptores.
Para terminar, decir algo sobre la idea de seguir este estudio con la recogida de músculos y ver cuantos receptores están bloqueados ante el dolor. Dice el Dr. Illera que en cuanto tenga medido el número de receptores bloqueados, podría aseverar perfectamente que ese animal no sufre. Vayamos por partes. En primer lugar me parece insuficiente que la muestra se limite a los músculos ya que los nocireceptores del dolor se encuentran en muchos más sitios: Las vías involucradas en la transmisión de los impulsos dolorosos comienzan en receptores especiales denominados nociceptores, que son terminaciones nerviosas libres que se encuentran en diferentes tejidos corporales como son piel, vísceras, vasos sanguíneos, corazón, músculo, fascias, cápsulas de tejido conectivo, periostio, hoz cerebral; los demás tejidos apenas cuentan con terminaciones nociceptivas. No se hasta que punto se podrán sacar conclusiones de un estudio sobre los receptores del dolor en un músculo y más sabiendo que esas sustancias bloqueadoras son endógenas, es decir las produce el mismo organismo. Tampoco sé si se pueden cuantificar los receptores del dolor en un toro, pero en lo que a mi especialidad se refiere, es decir, los pequeños animales, y cómo dice Fernando Pellegrino, en el libro "dolor, evaluación y tratamiento": "los receptores especializados en la detección de estímulos nociceptivos no se pueden caracterizar desde el punto de vista histológico. Están constituidos por las terminaciones libres que forman arborizaciones plexiformes en los tejidos cutáneos, musculares, articulares y viscerales". Por otro lado, no sé que valor diagnóstico puede tener hacer un estudio histológico sobre el músculo de un animal que quizá cuando se tome la muestra, estará muerto. Quizá el doctor Illera tiene idea de tomar muestras de músculos de los toros que son devueltos sin picar, picados o picados y banderilleados, pero creo que en principio la obtención de estas muestras sobre un toro vivo, va a ser una empresa sumamente difícil. Podría seguir hablando de dolor y llenar páginas y páginas, pero creo que con lo expuesto, para mí, las conclusiones del Dr. Illera, ateniéndome a lo publicado en la revista taurina 6 toros 6, no me convencen en absoluto. Es más mis conclusiones con los datos que aporta me llevan a razonamientos totalmente opuestas a las suyos.Para mí la fiesta nacional, la lidia o como cada uno quiera llamarla, se resume muy bien en la siguiente frase:
Es decir no sólo se liberan para bien, no, se liberan para mal, para contrarestar todas las agresiones a las que se está sometiendo al organismo.
¿Los hay en la lidia del toro? A mí no me cabe la menor duda que sí. Dice el Dr. Illera que el toro durante la lidia descarga siete veces más betaendorfinas que durante el transporte y diez veces más que el hombre. Aparte de que para mí es normal que así ocurra, ya que durante el transporte no existen los daños físicos que se producen durante la lidia, y por tanto no hay dolor, tampoco entiendo esa comparación con el ser humano. ¿En base a que comparaciones lo hace? ¿Que experiencias ha tomado como referencia en el ser humano? ¿Bajo que estados de estrés, de sufrimiento o de dolor ha medido las descargas de betaendorfinas en el hombre? No acabo de entender lo que nos quiere trasmitir con estas apreciaciones.
Se sabe por ejemplo, con respecto al cortisol, que en un ser humano que siente pánico ante una situación, los niveles de cortisol no se elevan en exceso, salvo que el pánico se acompañe de una depresión secundaria o agorafobia. Aunque de acuerdo con la etimología de la palabra se relaciona con el miedo a los lugares abiertos ("agora"=plaza), en general el agorafóbico teme cualquier lugar o situación en el que se sienta desprotegido, desamparado, del que no sea posible huir inmediatamente a un lugar considerado "seguro" o recibir ayuda. Por ello, la agorafobia suele incluir otras fobias más específicas como el miedo a los lugares cerrados o claustrofobia o a las alturas. ¿Podemos pensar que un toro de lidia puede tener este tipo de sensaciones cuando es introducido en un medio hasta entonces desconocido para él, como cuando se ve encerrado en un camión de transporte o en los chiqueros o toriles o salta al ruedo de una plaza de toros? Podría ser, aunque desconozco la manera en que esto podría ser valorado o estudiado. Haciendo caso de la propia definición de irracionalidad de las fobias, creo que este dato debería ser tenido en cuenta. Pensemos del lugar de donde viene el toro de lidia. Hablamos de un animal acostumbrado a los espacios abiertos, a las dehesas de las que habla el doctor Illera. Viene de lugares en los que le resulta fácil escapar de situaciones estresantes. Os dejo aquí un enlace ( http://www.produccionbovina.com/etologia_y_bienestar/bienestar_en_bovinos/20-evaluacion_estres_durante_manejo_y_transporte.htm) en donde se puede entender perfectamente lo que estoy hablando. Veréis que las respuestas ante una determinada situación de estrés son muy diferentes según la raza de bóvido, midiendo la respuesta en base a las determinaciones de cortisol.
En las especies con las que yo trabajo, puedo decir que tanto en los perros como en los gatos si se han descrito situaciones de agorafobia o de problemas parecidos a la claustrofobia. Cuando en la clínica tenemos hospitalizado a un perro o a un gato dentro de una jaula, o simplemente está esperando dentro de una de ellas a ser recogido por su propietario, he tenido muchos casos de animales que no soportan verse encerrados en un espacio cerrado. Hay muchos perros y gatos que sufren un gran estrés al viajar en coche y otros a los que les encanta. Siguiendo el mismo razonamiento: ¿podemos pensar que los toros sometidos a lo que se conoce como encierros puedan sufrir más estrés que los que son lidiados? Al parecer sobre esto todavía no hay experiencias hechas que puedan aportar datos al respecto.
Dice el Dr. Illera que los toros recortados tienen el doble de estrés que los lidiados, ya que no generan betaendorfinas porque no sufren dolor. Es simplemente lo que hemos hablado anteriormente sobre la integridad del sistema nervisoso que en estos animales sí existe.. No hay heridas, ni desgarros, ni traumatismos, ni rotura de vertebras, ni hemorragias intramedulares, ni pérdidas de sangre, y el compromiso cardio-respiratorio seguro que es menor, parámetros que como ha quedado demostrado son los culpables de esa descarga tan brutal de endorfinas y catecolaminas. Las tasas de cortisol que son medidas en estas toros como indicador del estrés serán las que son, mientras que el toro lidiado no pueden ser las esperadas porque como he dicho, el sistema nervioso ha perdido su integridad.
Habla el doctor Illera del tamaño de las glándulas adrenales del toro de lidia, que son más grandes que las de otros bóvidos y que por tanto tienen más células capaces de producir cortisol. Desconocía este interesante dato, pero debéis saber que sólo hay una parte de la glándula adrenal donde se produce el cortisol, que es la conocida cómo zona cortical, es decir la parte externa o superficial de la glándula. En la otra zona, la medular, es donde se producen la adrenalina y la noradrenalina, que forman parte del grupo de las catecolaminas, de las que habla el Dr. Illera y de las que os contaré algo a continuación:
Las catecolaminas (adrenalina, noradrenalina. isoproterenol, dobutamina y dopamina, entre otras), efectivamente se elevan cuando se somete al individuo a una situación de estrés. Pero sí hay que cuantificarlas, cómo él hace en la entrevista, se debe conocer que aumentan en proporción a la intensidad y gravedad de la lesión. Si el toro lidiado tiene más catecolaminas en sangre que el que no lo ha sido, es que ha sufrido más, sin lugar a dudas. Es normal encontrar elevaciones importantes de estas sustancias como respuestas a estímulos tales cómo hipotensión, hipovolemia, hipotermia, hipoglucemia, hipoxemia, dolor, ansiedad y miedo. Las concentraciones de catecolaminas en plasma sanguíneo consecutivas a una lesión se correlacionan mejor con el volumen de pérdida sanguínea y se observan además después de todas las formas de shock. Es importante saber que estas sustancias se utilizan en medicina y en veterinaria cuando se requiere un efecto rápido y sinérgico sobre la función cardiaca. Por ejemplo, en una urgencia médica como es una insuficiencia cardiaca congestiva descompensada, o simplemente una insuficiencia cardiaca aguda, su administración puede salvar la vida.
Dice el Dr. Illera que el toro vuelve al caballo después del primer puyazo y lo relaciona con la rapidez con que descarga cortisol y catecolaminas. ¿Quiere decir que el primer puyazo produce tanta descarga de betaendorfinas (hormonas del "placer"), que el toro va a recibir otro puyazo para encontrarse más feliz? Es una interpretación libre, que seguro que no tiene nada que ver con lo que ha querido decir el Dr. Illera, que también llega a decir: ¿qué otro animal vuelve al sitio donde le han provocado dolor? Digamos que en 25 años que llevo viendo miles de perros y gatos, he tenido y tengo de todo. Tengo muchos que vuelven encantados a la clínica, donde sin duda muchas veces se les ha hecho daño. Tengo muy pocos que salgan corriendo, que huyan. Se dan muchas situaciones de muchos animales que responden al dolor atacando aquello que se lo ha producido, es un mecanismo de defensa natural, de medir fuerzas, de enfrentarse a un enemigo que le ha causado daño. Creo qué esta afirmación se cae por su propio peso. ¿Vuelve el toro al caballo después de la segunda puya? Entiendo que después de dos puyazos raro es el toro que se acerca al picador, salvo que sea azuzado por la cuadrilla para que así lo haga ¿Qué ocurre cuando el toro derriba al caballo? ¿Sale corriendo o insiste en su ataque ante lo que le ha provocado daño? ¿Qué ocurre cuando el toro ha cogido al torero? ¿Sale corriendo o le embiste todavía con más ganas que a la muleta? Cuando pincho a un perro o a un gato su repuesta ante está agresión no es huir. Muchas veces ni se inmutan, pero en caso de perros o gatos nerviosos o agresivos su repuesta es intentar morder la mano que para ellos les ha causado un daño. Todo depende de su temperamento, y por lo tanto son respuestas individualizadas.
Como datos curiosos que he ido encontrando mientras buscaba información sobre el tema, se sabe por ejemplo que las mujeres descargan una gran cantidad de betaendorfinas durante el parto, lo que no impide que sufran "el dolor más fuerte que jamás han padecido" según cuentan ellas mismas. A mi jamás se me ocurriría comparar por ejemplo el parto de una vaca con el de una mujer, ya que sé que por ejemplo la placenta de la vaca tiene menos terminaciones nerviosas que la de la mujer y salvo en partos difíciles- y aún así- estoy seguro de que a la vaca le duele menos. Se sabe que la ingestión de alcohol provoca descarga de endorfinas, así como el tabaco, así como la mayoría de las drogas. ¿Hormonas de la "felicidad"? Quién habrá sido el inventor de tan desafortunado término. Las comparaciones entre especies son odiosas, pero como el Doctor Illera incorpora a la especie humana a sus conclusiones...Tampoco, jamás, se ha sometido a un humano o a un cerdo o a un perro a algo parecido a una lidia, con lo cual no podemos comparar sus catecolaminas, sus descargas de cortisol o de betaendorfinas, ni sus reacciones ante la misma situación. Afortunadamente nunca podremos hacer la comparación. Creo que os debe resultar de interés conocer que la mayoría de los estudios que se realizan actualmente en la especie humana, sobre el dolor, el sufrimiento y el estrés, se hacen dentro de los hospitales y buscan la manera de paliar lo más posible estas terribles sensaciones. Se busca la manera de evitar estos padecimientos a los enfermos que van a ser operados, que han sido operados, que sufren graves enfermedades crónicas. Es decir, son estudios con un importante trasfondo humano, y “ete” aquí que nosotros estamos debatiendo como se justifica un acto cruel con un animal vivo. Tiene su "gracia" el asunto. En la rama de la veterinaria a la que me dedico se ha trabajado mucho en el campo del dolor, para que vuestros perros y gatos sientan el menor dolor posible tras una operación, y se están actualizando mucho los protocolos anestésicos, para que al despertar de las cirugías se encuentren lo mejor posible. Tenemos ya fármacos muy potentes para paliar el dolor agudo y el crónico. Se trabaja mucho y bien para el bienestar animal...Todo esto resulta un contrasentido.
Se dice que si desaparece la fiesta, se perderá un precioso animal, creado por el hombre precisamente para este fin. Que las dehesas en que ahora vive a cuerpo de rey durante cuatro años, quedarán desiertas. Que hay una gran cantidad de intereses económicos y puestos de trabajo en juego. ¿Es éste el precio que tiene que pagar este animal? El sufrimiento y el dolor desde que es sacado de su hábitat, hasta que termina arrastrado por un par de mulos. Nuestra ministra de Cultura ya ha dicho que quiere terminar con este espectáculo. Lo que no se sabe es si pretende mantener las corridas sin castigo al toro o abolirlas definitivamente. A mi me cabe la duda de si habrá toreros que salgan al ruedo a enfrentarse a un animal cuya capacidad física no ha sido mermada por puyas y banderillas. Hablaremos entonces de un toro estresado, con altas tasas de cortisol en su sangre, pero con unas tasas de betaendorfinas bastante más bajas de las que ha determinado el doctor Illera. Hablaremos entonces de un toro que no ha sido sometido a ningún tipo de dolor físico, que al fin y al cabo, me parece que este debate es lo más importante.
Para concluir diré que la investigación sobre las endorfinas se produce en la década de los 70, tras el conocimiento que se tenía de los efectos analgésicos del opio. En esos años se descubrieron los receptores específicos sobre los que actuaba la morfina (uno de los 40 alcaloides que contiene el opio). Así se empezaron a buscar los agonistas endógenos de estos receptores. Hoy se sabe que son una serie de moléculas (peptidos opioides) que se agrupan en tres familias. La proencefalina da origen a la met-encefalina y la leu-encefalina. Además existen otras endorfinas que se conocen con el nombre de prodinorfina, que da lugar a la dinorfina, alfaneoendorfina y betaneoendorfina. Si bien los opioides endógenos no poseen especificidad por los diferentes tipos de receptores, presentan distintos grados de afinidad para cada uno de ellos, lo que les confiere cierta selectividad. Por ejemplo las betaendorfinas de las que habla el Dr. Illera tienen más especificidad por los receptores del dolor tanto a nivel espinal como supraespinal, receptores del estado de conciencia, de la respiración y del consumo de alimentos. Hace un par de años se han encontrado dos nuevas endorfinas que se conocen con el nombre de endomorfina 1 y endomorfina 2, que parecen ser mucho más específicas en cuanto a los receptores.
Para terminar, decir algo sobre la idea de seguir este estudio con la recogida de músculos y ver cuantos receptores están bloqueados ante el dolor. Dice el Dr. Illera que en cuanto tenga medido el número de receptores bloqueados, podría aseverar perfectamente que ese animal no sufre. Vayamos por partes. En primer lugar me parece insuficiente que la muestra se limite a los músculos ya que los nocireceptores del dolor se encuentran en muchos más sitios: Las vías involucradas en la transmisión de los impulsos dolorosos comienzan en receptores especiales denominados nociceptores, que son terminaciones nerviosas libres que se encuentran en diferentes tejidos corporales como son piel, vísceras, vasos sanguíneos, corazón, músculo, fascias, cápsulas de tejido conectivo, periostio, hoz cerebral; los demás tejidos apenas cuentan con terminaciones nociceptivas. No se hasta que punto se podrán sacar conclusiones de un estudio sobre los receptores del dolor en un músculo y más sabiendo que esas sustancias bloqueadoras son endógenas, es decir las produce el mismo organismo. Tampoco sé si se pueden cuantificar los receptores del dolor en un toro, pero en lo que a mi especialidad se refiere, es decir, los pequeños animales, y cómo dice Fernando Pellegrino, en el libro "dolor, evaluación y tratamiento": "los receptores especializados en la detección de estímulos nociceptivos no se pueden caracterizar desde el punto de vista histológico. Están constituidos por las terminaciones libres que forman arborizaciones plexiformes en los tejidos cutáneos, musculares, articulares y viscerales". Por otro lado, no sé que valor diagnóstico puede tener hacer un estudio histológico sobre el músculo de un animal que quizá cuando se tome la muestra, estará muerto. Quizá el doctor Illera tiene idea de tomar muestras de músculos de los toros que son devueltos sin picar, picados o picados y banderilleados, pero creo que en principio la obtención de estas muestras sobre un toro vivo, va a ser una empresa sumamente difícil. Podría seguir hablando de dolor y llenar páginas y páginas, pero creo que con lo expuesto, para mí, las conclusiones del Dr. Illera, ateniéndome a lo publicado en la revista taurina 6 toros 6, no me convencen en absoluto. Es más mis conclusiones con los datos que aporta me llevan a razonamientos totalmente opuestas a las suyos.Para mí la fiesta nacional, la lidia o como cada uno quiera llamarla, se resume muy bien en la siguiente frase:
"Generalmente los conceptos de dolor y placer son opuestos, se supone que si hay placer no puede haber dolor y viceversa".
Y otra cita: " No hay mejor dolor que el ajeno".
José Enrique Zaldívar Laguía.
Veterinario.
Y otra cita: " No hay mejor dolor que el ajeno".
José Enrique Zaldívar Laguía.
Veterinario.
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