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jueves, 29 de enero de 2009
NEFROPATÍAS CRÓNICAS EN EL PERRO
VETERINARIA
Texto: José Enrique Zaldívar (Clínica Veterinaria Colores)
Artículo publicado en la revista El Mundo del Perro
Nefropatía crónica
La longevidad de nuestros perros ha aumentado considerablemente en los últimos años. Esto nos ha llevado a reconocer las alteraciones renales como uno de los problemas más frecuentes que nos encontramos en nuestras clínicas veterinarias. Podemos decir, por tanto, que las nefropátias crónicas son cada día más habituales en nuestros perros. Independientemente de la causa o causas de la pérdida de células renales (nefronas), las NC se van a caracterizar por la aparición de lesiones estructurales irreversibles en el riñón. Podemos decir, por tanto y por desgracia, que pese a ser capaces de corregir la enfermedad que ha dado lugar al fallo renal, no cabrá esperar una mejoría en la función renal en pacientes con NC porque ya se habrán producido los cambios compensadores y adaptivos diseñados para mantener la función renal en las mejores condiciones posibles por parte del organismo.
Tampoco hace falta alarmarse, ya que, a menos que se produzcan otras lesiones en el riñón o la NC esté muy avanzada, tampoco es frecuente se produzca un deterioro rápido de la función renal. Podemos decir que si el proceso es adecuadamente controlado, se conseguirá una mejoría en la disfunción renal o, como mínimo, una mejoría lenta a lo largo de meses o años. Aún así, y para no hacernos ilusiones injustificadas, diremos que la NC es una enfermedad irreversible y progresiva.
Una nefropatía se define como la presencia de anomalías funcionales o estructurales en uno o en ambos riñones. Las anomalías funcionales o estructurales de los riñones pueden ser identificadas mediante biopsia renal, por visualización directa de los riñones o por los marcadores de lesión renal que se detectan mediante pruebas en sangre u orina o técnicas de diagnóstico por imagen.
¿QUÉ ES?
Podemos definir la NC como una lesión del riñón que ha existido al menos tres meses, con o sin disminución de la capacidad de filtrar del órgano o como una disminución de esta capacidad de filtrar que ha sufrido una disminución de más de 50 por 100 de lo normal y que dura más de tres meses. El uso de los términos nefropátia, fracaso renal, insuficiencia renal, azoemia y uremia como sinónimos puede producir diagnósticos erróneos y un tratamiento inadecuado o incluso contraindicado.
Nefropátia no es lo mismo que insuficiencia renal o uremia. Dependiendo de la cantidad de tejido renal afectado y de la gravedad y duración de las lesiones, las nefropátias podrán dar lugar o no a insuficiencia renal o uremia. Es de suma importancia tener en cuenta estas consideraciones, ya que los tratamientos que muchas veces usamos para corregir las alteraciones que provoca la insuficiencia renal no suelen ser adecuados para tratar nefropátias sin disfunción renal.
Es importante saber que para que un riñón desarrolle sus funciones con normalidad no es necesario que todas sus células (nefronas) sean funcionales. Por lo tanto, podemos decir que el concepto de función renal adecuada no es sinónimo de función renal normal. Por lo tanto, podrá existir nefropatía sin que exista insuficiencia renal. Los riñones realizan varias funciones excretoras, reguladoras y de síntesis que comprenden la eliminación selectiva de los productos de deshecho del metabolismo del organismo, el mantenimiento del equilibrio en cuantos iones y electrolitos y la síntesis de varias hormonas. La incapacidad para realizar estas funciones no es un fenómeno de todo o nada. Quiere esto decir que en determinados casos un riñón enfermo podrá realizar algunas de las funciones y otras no, y que, además, en las primeras fases de la enfermedad se desarrollarán mecanismos compensatorios mediante la hiperplasia e hipertrofia de las células sanas.
CÓMO APRECIARLA
En los perros, la pérdida aguda de dos tercios o más de las nefronas funcionales producirá tan sólo una disminución de la capacidad para concentrar orina de forma adecuada, pero si esta pérdida se eleva a las tres cuartas partes o más de las nefronas funcionales, aparecerá la azoemia (altas concentraciones de urea, creatinina y otras sustancias nitrogenadas no protéicas en sangre). Lo que ocurrirá en los meses posteriores es que el riñón será capaz de poner en marcha mecanismos compensatorios que harán que se recupere la capacidad de concentrar y excretar la orina, y que la azoemia desaparezca. Por tanto, la insuficiencia renal crónica implica una disminución del 75 por 100 de las nefronas funcionales. En algunas situaciones puede que la nefropatía no progrese hasta el fracaso o la insuficiencia renal.
Aún así, no debemos caer en el error de decir que la presencia de valores elevados de urea y de creatinina en sangre son siempre provocados por una insuficiencia renal, ya que también pueden derivar de un aumento de su producción en el hígado (urea) o en los músculos (creatinina). Si, una vez realizadas las indagaciones oportunas, llegamos a la conclusión de que su excesiva presencia en sangre se debe a una falta de eliminación (por la incapacidad del riñón para hacerlo) y no a un exceso de producción, podremos decir que estamos ante una nefropátia crónica.
La NC es una causa común de enfermedad y muerte en perros. La prevalencia en estos, oscila entre el 0,5 y el 7 por 100- Aunque muchas veces, como hemos dicho, se considera una enfermedad de los animales ancianos, se presenta con frecuencia variable en perros de todas las edades. Las estadísticas indican que un 15 por 100 de los perros afectados tenía menos de cuatro años; un 18 por 100, entre cuatro y siete; un 23 por 100, entre siete y diez, y un 44 por 100 tenía más de 10 años.
FASES DE NEFROPÁTIA CRÓNICA CANINA
-Fase 1 (sin azoemia): creatinina <1,4>5 mg/dl (>440 minimol/l).
Los perros que se encuentran dentro de las fases 1 y 2 no suelen tener más signos clínicos que el aumento del consumo de agua (polidipsia) y el aumento de volumen de orina (poliuria). En estos perros resulta sumamente importante tratar de identificar la causa primaria para su tratamiento específico, si es que lo hubiera.
Los perros que se encuentran en fase 3 pueden presentar signos relacionados con la pérdida de función renal; sin embargo, con un tratamiento adecuado, generalmente, no presentan signos clínicos de uremia manifiesta. En estos perros está justificada la instauración de un tratamiento diseñado para modificar los factores que hacen que progrese la nefropatía.
Los perros que se encuentran en la fase 4, podemos decir que sí padecen una insuficiencia renal crónica y con frecuencia se asocia a signos clínicos que surgen como consecuencia de la pérdida de función renal. El tratamiento en estos perros es indispensable.
Como parámetros que hay que valorar y que nos dirán el grado de afectación renal que presentan los perros se encuentran la proteinuria (cantidad de proteínas presentes en la orina) y el grado de hipertensión (elevación de la presión arterial).
TRASTORNOS QUE PUEDEN CAUSAR INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Familiares o congénitos:
-Amiloidosis, en los perros Shar Pei y Beagle.
-Cistoadenocarcinoma, en el Pastor Alemán.
-Displasia renal, en el Shi Tzu, Lhasa Apso, Golden Retriever, Elkhound noruego, Chow Chow...
-Glomerulopatía, en el Cocker Spaniel Inglés, Doberman, Bull Terrier, Samoyedo...
-Síndrome de Fanconi, en el Basenji.
-Poliquistosis, en el Cairn Terrier.
Adquiridos:
-Infecciosos: bacterias, virus, hongos, leptospirosis, leishmaniosis.
-Amiloidosis.
-Tumores: linfosarcoma, carcinoma de células renales, nefroblastoma.
-Secuelas de insuficiencia renal aguda.
-Hidronefrosis bilateral: granulomas de la esterilización, carcinoma de células de transición, nefrolitiasis.
-Poliquistosis.
-Hipercalcemia: maligna, Hiperparatiroidismo primario.
-Idiopáticas.
FIN DEL CUADRO
PRONÓSTICO
El pronóstico de la enfermedad dependerá de la fase en la que se encuentre el perro (consultar cuadro). Los perros que se encuentran en fase 3, suelen sobrevivir seis a doce meses. Sin embargo, muchos viven más tiempo, ya que influirán la calidad de los cuidados médicos y el grado de implicación que mostréis en la enfermedad de vuestro compañero. Siempre debéis tener en cuenta que la pérdida de función renal es irreversible en los pacientes con NC. En este contexto, la recuperación se refiere a la mejoría de las deficiencias y excesos bioquímicos y a la mejoría de los signos clínicos, más que en la recuperación de la función renal.
La gravedad de los signos urémicos suele ser un factor predictivo relativamente bueno del pronóstico a corto plazo. Aún así, no será infrecuente encontrarnos a lo largo de la evolución de la enfermedad con crisis urémicas que podrán ser salvadas con el tratamiento adecuado y que, una vez pasadas, mejorarán la calidad de vida y el pronóstico de la enfermedad.
Durante mucho tiempo hemos pensado que la valoración de parámetros como la urea y especialmente la creatinina en sangre, eran la mejor manera de predecir los periodos de supervivencia. Pues bien, en un estudio reciente en perros alimentados con dietas renales, el valor de las creatininas medias, no pareció influir en el periodo de supervivencia, y si fue un adecuado indicador en perros alimentados con dietas de mantenimiento. Podemos decir por tanto que la dieta se manifiesta como una parte fundamental en el tratamiento de la enfermedad.
En resumen, sería mucho más adecuado establecer los pronósticos en base al estado general del animal, es decir, a su estado clínico, la velocidad con la que progresa la disfunción renal, la respuesta al tratamiento, la causa de la enfermedad (si se conoce) y otros factores que la compliquen. Otro factor que cada día cobra más importancia para el establecimiento del pronóstico es el valor de la presión arterial.
Un descubrimiento reciente parece indicar que las nefropatías por causa congénita evolucionan mucho más lentamente que las que se presentan en perros ancianos. Esto es así, ya que perros jóvenes con NC adquirida parecen muy resistentes a desarrollar signos clínicos de uremia a pesar del aumento sustancial de las concentraciones séricas de urea y creatinina.
CONSECUENCIAS CLÍNICAS
Otra de las novedades que podemos constatar en esta revisión sobre las nefropátias es que, el término uremia se adoptó originalmente debido a la suposición de que todas las anomalías eran el resultado de la retención en sangre de los productos finales del metabolismo que normalmente se excretan en la orina. Hoy sabemos que son muchas las sustancias tóxicas que el riñón lesionado no puede eliminar a través de la orina además de la urea, y que contribuyen a la morbilidad y mortalidad de los perros urémicos. Me refiero a que como consecuencia de las NC, se van a acumular en sangre hormonas como la paratiroidea, insulina, gastrina, glucagón, y prolactina. Veremos además que la uremia va a provocar anemia, desnutrición, alteración del metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas, las proteínas, uso deficiente de la energía, alteraciones de la inmunidad y enfermedades óseas metabólicas.
Uno de los sistemas orgánicos en los que se manifestará de forma más rápida la presencia de NC es el aparato digestivo. La falta de apetito, se va a traducir en primer lugar en una selección de los alimentos por parte del perro enfermo. Veremos que a lo largo del día, vuestro compañero podrá mostrar una negativa absoluta a ingerir la comida, y que sin embargo en otros su apetito será normal. Posteriormente se presentarán náuseas, vómitos, y como consecuencia pérdida de peso.
La anorexia tiene un origen multifactorial. Las últimas investigaciones parecen identificar la presencia de una molécula en la sangre de los perros afectados de NC como culpable de esta falta de apetito.
El vómito se debe a la presencia de tóxinas urémicas y estará en proporción a la cantidad presente de ellas. A veces nos encontraremos con vómitos hemorrágicos debido a que las gastritis en estos casos pueden ser ulcerosas por aumento de la secreción de histamina.
En muchas ocasiones los vómitos provocarán una menor ingestión de agua por parte del perro, lo que va a empeorar la enfermedad, ya que se verá inhibida la polidipsia (aumento de la ingestión de agua) compensatoria. En todos los casos las mediciones indicarán un aumento de la acidez en el estómago. En otras ocasiones nos encontraremos con la presencia de deposiciones hemorrágicas.
La NC puede provocar estomatitis urémica que se caracteriza por ulceraciones orales (especialmente en la mucosa de la boca y lengua), coloración parduzca de la superficie dorsal de la lengua, necrosis y desprendimiento de la porción anterior de la lengua, y respiración con olor a orina.
Una de las manifestaciones más precoces de los problemas renales, y que ya he nombrado con anterioridad, es la necesidad de sienten los perros afectados por beber más como consecuencia de la pérdida de líquidos. A veces, la polidipsia (beber más) compensatoria de la poliuria (orinar más) se manifestará por nictúria (eliminación de orina por la noche). La poliuria es provocada por la incapacidad del riñón de concentrar orina debido entre otras a las alteraciones que se producen en su estructura. Si la ingestión de agua es incapaz de contrarrestar las pérdidas de líquidos de producirá la deshidratación.
La hipertensión puede ser una causa o una consecuencia de la NC. Cuando está presente, afecta negativamente al pronóstico a largo plazo de la enfermedad. La presencia de ésta en la NC de los perros, depende de los estudios consultados, ya que mientras unos hablan de una incidencia del 7 por 100, otros la cuantifican en el 30 y algunos llegan al 93 por 100.
A nivel neurológico, se habla de un 65 por 100 de perros con NC que pueden presentar este tipo de alteraciones, y más concretamente un 31 presentará alteraciones de la conciencia, mientras que un 29 por 100 convulsiones. Otros signos son debilidad de los miembros, ataxia y temblores. La gravedad y frecuencia de ellos estará en consonancia con el desarrollo de la uremia. Al parecer las alteraciones que se van a presentar en el metabolismo del calcio, la hipertensión, y ciertos desequilibrios metabólicos estarían relacionados con la presentación de la encefalopatía urémica.
La anemia es frecuente en la insuficiencia renal, cuya intensidad estará en consonancia con la gravedad de la enfermedad. Los signos clínicos que la acompañan son la debilidad, palidez de mucosas, fatiga, apatía, letargo y falta de apetito. Pese a que son varias las causas que la producen, como las hemorragias digestivas y la deficiencia de hierro, la deficiencia de una hormona llamada eritropoyetina que se fabrica en el riñón, es la principal.
Una complicación muy frecuente en la NC es lo que se conoce como hiperparatiroidismo secundario renal, que aparece asociado a la retención de fósforo, y a la falta de calcitriol (vitamina D) en sangre.
El exceso de paratohormona en perros adultos con insuficiencia renal, provocará embotamiento mental, letargo, debilidad, anorexia y aumento de la incidencia de infecciones debido a la inmunodeficiencia.
Los riñones desempeñan una función fundamental en la regulación del equilibrio del fósforo porque son su vía fundamental de excreción. Cuando este exceso de fósforo se une al calcio (fosfato-cálcico) se podrá precipitar en las arterias, articulaciones y tejidos blandos, especialmente en estómago y riñones, aunque también se pueden presentar en miocardio, hígado y pulmones. La hiperfosfatemia se relaciona claramente con un aumento de la mortalidad en perros con NC.
TRATAMIENTO DE LAS NEFROPATÍAS CRÓNICAS
Dado que las lesiones renales de la NC son irreversibles, no pueden invertirse por completo o eliminarse mediante un tratamiento específico. Lo que haremos con los tratamientos instaurados será conseguir que la el proceso progrese lo más despacio posible o se detenga.
Lo más conveniente sería establecer una terapia específica pero, por desgracia, no suele ser posible establecer la causa primaria que provocó el problema renal.
Hablaremos, por tanto, de un tratamiento médico conservador que intentará, dentro de lo posible, corregir todos los desequilibrios que se están produciendo en el perro afectado por la enfermedad, y que a su vez limite la pérdida progresiva de la función renal.
En primer lugar, se tratará de modificar la dieta. Es, sin duda, la parte del tratamiento que más se recomienda para estos pacientes. Las dietas más adecuadas son aquéllas que se modifican a partir de las dietas de mantenimiento, lo que incluye reducir el contenido de proteínas, fósforo y sodio, aumentar el contenido de vitamina B y el porcentaje de carbohidratos. Deben ser además dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y omega 6) y con un contenido alto de fibra.
La reducción del contenido de proteínas, podría no ser adecuado en perros que están en las fases 1 y 2 de la enfermedad, y es muy recomendable en los que se encuentran en las fases 3 y 4. Aún así, y aunque resulte una contradicción, casi todos los veterinarios son partidarios de cambiar a dietas renales al menor síntoma de presencia de NC. De hecho, se ha demostrado que el uso de este tipo de dietas, reduce considerablemente la presentación de crisis urémicas, hasta en un 75 por 100. Los perros alimentados con dietas renales, sobrevivieron hasta 13 meses más que los que siguieron con dietas de mantenimiento. Otros estudios demuestran que los perros que consumieron dietas renales sobrevivieron 539 días, mientras que los alimentados con dietas de mantenimiento sólo lo hicieron 188 días.
Cuando se utilizan fármacos se debe tener en cuenta que muchos de ellos se excretan por el riñón y dado que esta función renal estará deteriorada, podrá dar lugar a una tendencia a acumularse en los perros afectados, con lo que se podrán presentar efectos adversos y nefrotoxicidad. Para evitar este tipo de problemas, se deberán aumentar los tiempos entre toma y toma y a veces reducir la dosis estándar.
Uno de los pilares de la terapia consistirá en reducir el exceso de fósforo (hiperfosfatemia), lo que se conseguirá administrando lo que se conoce como quelantes del fósforo a nivel intestinal, que se acompañará como hemos dicho de la restricción de este compuesto en la dieta. Los quelantes del fósforo son compuestos formulados a base aluminio, en forma de líquidos, comprimidos o cápsulas, y forman parte de lo que se conoce como antiácidos.
Otra alternativa sería el uso de suplementos de calcio en la dieta, que evidentemente estarían contraindicados en aquellos perros cuyos análisis hubieran rebelado un exceso de calcio en sangre (hipercalcemia). En la actualidad nos está dando buenos resultados un producto de los laboratorios Vetoquinol a base de chitosan y carbonato cálcico.
En caso de deshidratación se hará necesaria la aplicación de sueros que en muchas ocasiones podrán ser aplicados por el propietario por vía subcutánea en el mismo domicilio. La solución salina normal o lactato sódico serán las que se utilicen con más frecuencia. Un perro deshidratado mostrará estreñimiento, decaimiento y falta de apetito. Aún así, este tipo de prácticas no están exentas de riesgos en especial si los líquidos administrados sobrepasan la cantidad estrictamente necesaria.
Lo que se conoce como acidosis metabólica podría ser, en un principio, controlada con las dietas renales, pero si una vez que el perro ha comenzado a ingerirlas no se consigue, estará justificado el uso de pequeñas cantidades de bicarbonato sódico. El problema de su administración es su sabor desagradable, lo que hace que muchos perros lo rechacen.
OTRAS CONSECUENCIAS
La NC es la causa reconocida más frecuente de hipertensión arterial en perros, siendo un factor de riesgo de crisis urémica y mortalidad. Además, puede provocar retinopatía y encefalopatía hipertensiva. Los perros con presión arterial superior a 160/100 mm de Hg, deberían recibir tratamiento. Los medicamentos usados con más frecuencia en estos casos son el enalapril y benacepril, así como el amlodipino. Estos fármacos tienen además la ventaja de mejorar considerablemente la circulación sanguínea a nivel de las estructuras renales, y por lo tanto los podemos considerar como nefroprotectores.
Otra de las alteraciones que debe ser combatida en la NC es la anemia, que ya hemos comentado anteriormente a que es debida. Los complementos orales de sulfato ferroso son el tratamiento de elección para la anemia ferropénica, aunque a veces provocarán molestias digestivas y diarrea. También están indicados los suplementos con vitaminas del grupo B (B2, B6, y B12), así como de ácido fólico, y niacina.
En algunos casos, se harán necesarias las trasfusiones de sangre, aunque se deben tener en cuenta los riesgos de anafilaxia (en especial si se realizan varias), inmunosupresión y el riesgo de transferir agentes infecciosos.
El reemplazo hormonal con eritropoyetina se ha convertido en el de elección para la anemia en la NC, aunque se han observado diferentes respuestas en cuanto a su efectividad, lo que hace necesario un frecuente reajuste de las dosis estándar a utilizar. Todos los perros sometidos a este tipo de terapia, deben recibir importantes aportes de hierro. Debéis saber que, aunque no ocurre con demasiada frecuencia, se puede presentar un empeoramiento de la anemia por el rechazo del organismo a esta hormona. La solución a este problema, pasaría por la comercialización de una eritropoyetina específica canina. Lo más recomendable es no usarla en perros cuyo hematocrito se sitúa por encima del 20 por 100.
Ya hemos hablado antes de una posible complicación que se puede presentar en la NC, y que es el hiperparatiroidismo secundario renal. Si se presenta, estará justificado el uso de calcitriol (vitamina D), aunque su uso debe ser muy meditado ya que un exceso de calcio en sangre (hipercalcemia) puede ser sumamente grave. Si se usa el calcitriol, deberán ser retirados los quelantes del fósforo que contienen carbonato cálcico.
SEGUIMIENTOS NECESARIOS
Por último, tan sólo añadir lo importante que es el seguimiento de los perros enfermos una vez establecidos los tratamientos oportunos con el objeto de ir corrigiendo aquellos aspectos que sea necesario. Al principio serán necesarios controles sanguíneos mensuales, y una vez estabilizados los pacientes, bastará con un control cada entre seis y doce meses. Aquellos perros cuya enfermedad se sitúa en las fases 3 y 4, deberán ser revisados cada tres o cuatro meses, dependiendo de la estabilidad de la función renal.
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21 comentarios:
Hola doc, soy veterinaria tengo una paciente de 13 años al que le realize una esplenectomia hace 4 dias(x tumor), la cirugia no tuvo contratiempos, el paciente tiene las constantes normales y buen animos, esta medicado con cefalexina y tramadol, sin embargo desde la cirugia no tiene apetito y ayer presento vomitos biliosos, complementamos la medicaciòn con ranitidina, diminhidrato, dextrosa y aminoplasmal.
sus constantes siguen normales y aun no come.
Es la primera vez que que tengo que realizar esta cirugia y temo estar dejando algun punto.
Alguna sugerencia??
Karla Esteves
Creo que el tratamiento es adecuado, aunque podrías utilizar suero fisiológico IV, y controlar el expandidor de plasma. No sé si tendrás acceso a un medicamento para los vómitos que se llama Cerenia (Pfizer).
Suerte.
Excelente blog, realmente es un aporte. saludos.
Paulo Salinas
http://anatomiavet.blogspot.com
Hola Doctor,
Soy veterinario de Lima Perú.
Yo pondría en primer lugar a la enfermedad periodontal como causante de ansuficiencia renal.
Excelente blog!
Me pueden responder una pregunta que hice aqui:
Foro Veterinaria
Me pueden responder una pregunta que hice aqui:
Foro Veterinaria
Hola, tengo un Beagle de 13 años al que le acaban de diagnosticar insuficiencia renal y está bastante avanzada, pero mi veterinario no me acaba de aclarar qué dieta debo darle y por lo que veo es muy importante. El problema es que mi perro tiene muy poco apetito y la comida especial de lata no la quiere, sólo admite la comida casera. Qué alimentos estan aconsejados y cuales desaconsejados es estos casos? Muchas gracias.
Copia y pega la pregunta aquí, y veré si puedo responderla.
Tu pregunta me la han hecho muchas veces. En el blog hay un artículo sobre Insuficiencia renal en el que en el apartado de preguntas, está contestado. De todas formas, lo ideal son las comidas preparadas para perros con IR, que realmente no se comen bien, pero que son ideales para el tratamiento.
Buenas tardes,
a mi perro (8 años)se le ha diagnosticado hace un mes nefritis intersticial crónica, hidrouréter, cálculos y pólipos en la vejiga. Se le ha tratado la infeción con Baytril, Clamoxil LA, Urbason, ipakitine y un vasodilatador (fortekor). El perro se ha recuperado satisfactoriamente hasta encontrarlo igual que antes de enfermar. Ahora toma Ceclor Retard 750 y hoy según mi veterinario debo dejar de darle el Ceclor y dentro de 15 días volver a consulta a ver como está.
Ante lo negro y pesimista que nos lo pusieron en un primer momento, fuimos a pedir una segunda opinión hace un par de semanas. Y ahí viene la duda. En este otro sitio nos dicen que tenemos que operar las piedras y pólipos si o si, porque en cuanto deje de darle el Ceclor se puede agravar la enfermedad.
En un lado me dicen que le deje sin antibiótico y en 15 días le ven y en otra clínica que no se nos ocurra dejar el ceclor hasta que le operemos, que hay que operarle para evitar la infección producida por las piedras y pólipos puesto que puede agravar mucho... Estamos hechos un lío.
Gracias Doctor
Pese a que conozco muchos casos de perros que tienen cálculos en la vejiga y que no son operados, mi recomendación es que si la función renal está bien, y admite una anestesia, deberías operarle. Una vez eliminados los cálculos, habrá que analizarlos y ver si mediante alguna dieta se puede evitar que se vuelvan a formar. Si los cálculos que tiene en la actualidad son 100% de estruvita se podría ensayar una dieta para disolverlos, que muchas veces dan exelentes resultados. El problema de los cálculos puede derivar en una obstrucción uretral que conduciría una operación de urgencia.
Muchas gracias.
Hola, soy Jose Antonio. Operamos a mi perro para quitarle los cálculos y pólipos. Todo bien, excepto que en vez de pólipos, tenía toda la pared de la vejiga como con relieve montañoso y acartonada. Tras tomar distintas biopsias, hoy nos han informado que es cancer de vejiga. La noticia no pudo ser peor. Ahora toca hablar ocn la oncóloga y ver que nos cuenta, gracias.
TENGO MI PERRITO, LE DEJO EL TRATEMIENTO QUE ESTA LLEVANDO Y SUS ANALISIS, soy estudiante de veterinaria ultimo año.
Nombre: Milenio
Edad 9 años
Sexo macho NO CASTRADO
Vacunas: todas
Bajo de apetito (come solo pollo, lo que le gusta), polidipsia, poliuria, ligera perdida de peso, animo normal pero se le mas cansado, débil. Los análisis de urea y creatinina salen elevados sin embrago clínicamente el perro se ve de buen animo
UREA 345
CREATNINA 7
ERITROCITOS 5 MILLONES
HB: 10
HTO 30
PLAQUETAS 547 OOO/UL
LEUCOCITOS 8,700 SEGMENTADOS 79 LINFOCITOS 21
ORINA PESO ESPECIFICAO 1.010 PH 5
PROTEINAS POSITIVO +++
CUERPOS CETONICOS GTRAZAS
SANGRE NEGATIVO
CELULAS RENALES ESCASAS
CILINDROS GRANULARES ESCASOS
LEUCITOS ESCASOS
Tratamiento durante 7 dias
300 ml solución polielectrolitica endovenosa (1 gota cada 4 seg)
Feranin (hierro) 1ml intramuscular
Cefalotina 15mg/kg
Omeprazol ½ tableta diaria
Hill´s k/d 220 g al día repartido en dos comidas
NOTA: NO COME HILL´S no le gusta (que otra alternativa), igual se lo dejo haber si de hambre lo come, solo una vez paso.
Es el primer caso que veo, no se que esperar de aquí a 7 días, supuestamente los valores deberían bajar pero no en todos los perro es así, que otra cosa debería hacer, o si la fluidoterapia debería ser mayor, continua y en las 24 horas o podría usar lactato ringer, podría usar ASCORBIL que dosis es la recomendable.
Creo que la rehidratación en caso de fuera de nuevo necesaria, sería con Ringer. En cuanto al tratamiento, deberían añadir un IECA, e Ipakitine. Habrá que ver si la urea y la creatinina bajan con los tratamientos instaurados; en cuanto a la dieta, si ésa no le gusta, deberás probar las que otros fabricantes de piensos tienen formulados para IR. Tampoco vendría mal un complejo de vitamina B, y que en los próximos controles se determinara el sodio, el potasio, y el calcio.
Hola doctor, tengo una perrita de 14 años, maltes, hace un año empezo con sintomas aparentemente renales, el ultimo analisis arrojo, la creatinina dentro de los parametros normales, anemia, eosinofilia,hipokalemia,hipercloremia, la densidad urinaria 1.0210. me preocupa la nicturia severa que tiene como podria controlarla, no se si realmente es renal, me podria ayudar agradezco su respuesta. gracias
Hola, soy AnaP estoy un poco preocupada. Tengo a mi pastor alemán Lunes, de 4 años, diagnosticado de leishmaniosis, con insuficiencia renal y además, para mala suerte, tiene un tumor en la próstata que le duele muchísimo que no se puede intervenir mientras la función renal no se recupere/estabilice. Todo ha dado la cara la misma semana, no sé si lo de la próstata está relacionado con la leishmania.
Sus análisis últimos han sido:
Creatinina 3 mg/dl (bajó de 3,2 a 2,5 y volvió a subir)
Bun 66 mg/dl (bajando desde 142)
Amilasa 1493 u/l estable en valores altos
Fósforo recuperado desde 7,6 mg/dl
Sodio ligeramente bajo límite inf
Potasio justo en el límite sup.
Esta semana ha estado ingresado 3 días y ahora en casa le estoy dando: Alopurinol, Milteforam, Trimetoprin, Ranitidina, Ypozane y Previcox, además de pincharle 100ml de suero subcutáneo a diario.
Aparte de preguntar qué te parece la analítica y el cóctel de medicamentos (yo confío en mi veterinario, sin duda), mi preocupación en este momento es que ME HE PINCHADO accidentalmente con la aguja después de inyectar el suero a mi perro. Qué posibilidades tengo de haberme infectado? Tengo hora en el médico de la SS la semana que viene por otro asunto, debo plantearle que me hagan alguna prueba?
Gracias, a lo muy preocupada que estoy por mi perro se suma ahora la posibilidad de que me haya contagiado.
Saludos, AnaP
hola, tengo un sharpei de 2.5 años, hace 06 dias empezo a estar decaido sin querer comer y sin hacer del baño, y muchas lagañas asi como sus oojos hundidos, coincidio con la temporada de lluvias, me dijo el veterinario q probablemente estuviera resfriado,q le diera desenfriol, pero al no tener mejoria lo interne, le hicieron estudios y al parecer tiene insuficiencia renal y al parecer pancreatitis, pero el no ha vomitado mas q una sola vez cuando le di las pastillas y de ahi ya no. Ha seguido sin comer y sin hacer del baño, solo orina y toma mucha agua pero esta triste y enojado, necesito una segunda opinión, estos son los resultados de sus analisis:
BIOMETRIA HEMATICA
Tipo de Muestra : Sangre EDTA
Fórmula Roja
Eritrocitos millones/uL 6.07
Hemoglobina gr/dL 14.1
Hematocrito % 41.9
Volumen Globular Medio 69.0
Conc. Media de Hb 23.2
Conc. Media de Hb Corpuscular 33.7 gr/dL
Indice de Distribución de Eritrocitos (RDW) 14.3 fl Plaquetas 442.0 x 10 ^3 /mm3 Fórmula Blanca ABSOLUTOS
Leucocitos Totales 18.80 x 10^3/mm3 18800 /uL
Neutrófilos Segmentados 92.0 % 17296 /uL
Neutrófilos en Banda 0.0 % 0 /u
Eosinófilos 0.0 % 0 /uL
Basófilos 0.0 % 0 /uL
Monocitos 3.0 % 564 /uL
Linfocitos 5.0 % 940 /uL
Cristales de Negativo
PERFIL VETERINARIO II
Método : Sistema automatizado
Tipo de Muestra : Suero
GLUCOSA BASAL 145
UREA SERICA 577
CREATININA 19.1
COLESTEROL TOTAL 459
TRIGLICERIDOS 154
BILIRRUBINA TOTAL 0.17
BILIRRUBINA DIRECTA 0.15
BILIRRUBINA INDIRECTA 0.02
TRANSAMINASA G. OXALACETICA 50
TRANSAMINASA G. PIRUVICA 49
FOSFATASA ALCALINA 113
PROTEINAS TOTALES. 5.98
ALBUMINA Cachorros 2.37
GLOBULINA 3.61 Perros
RELACION ALBUMINA/GLOBULINA 0.66 CALCIO 6.3
FOSFORO 20
RELACION Ca/P 0.32
AMILASA SERICA 1852
CPK TOTAL 264
SODIO 138.9
POTASIO 4.24
CLORO SERICO 90.9
ASPECTO DEL SUERO CLARO
Estimado tengo un golden que fue nefrectomizado a los 45 dias de nacido, seguimos controlando y todo en condiciones optimas.
Hace 2 dias comenzo a estar con poco animo y poco apetito, realizamos analisis tiene 20000 globulos blancos y funcion renal hepatica, iones plasmaticos orina normal.
En la ecografia abdominal muestra hidronefrosis del riñon derecho por estenosis uretero vesical.
Se justificará opperarlo para realizar una cirugia reparadora o solo con medicación y cambio de alimento para perros renales podra sobrebivir un teimpo más. Me gustaría su opinión muchas grcias.
Pd actualmente con antibioticos.
Hola, le expongo el caso:
hembra de labrador retriever de 3 años, diagnosticada de nefropatia difusa inespecifica mediande eco-doppler. tension arterial normal, apetito caprichoso pero lleva 1 mes tomando pienso renal aderezado con caldo de pollo natural (sino no come) y migajas de pollo cocido.La primera analitica: urea 147mg/dl creatinina 3,10mg/dl forforo inorg. 5,90mg/dl.Ecografia con pared de vegija engrosada, riñones normales y sin hallazgos.Se le pone tratamiento un mes de seguril, ranitidina, y un antibiotico por si hay una cistitis cronificada. Sin mejoria
Comienza tratamiento con Fortekor (1 mes)se repite analitica: urea 205mg/dl, creatinina 5.50mg/dl eco-doppler con el resultado dicho al pricipio.
¿que esperanza de vida puede tener? hemos mantenido fortekor y ranitidina, pienso renal. Pero como la evolucion ha sido en 4 meses, ¿que nos cabe esperar? nos han dicho un mes o 5 en el mejor de los casos pero ¿podria existir la posibilidad de aumentar su esperanza de vida con calidad siguiendo otro tratamiento?
La perra esta activa y aparentemente feliz. Reacciona a estimulos, quizas se cansa antes de la actividad y duerme mas. tiene sonidos de ronquido al descansar y ligeros temblores esporadicos como en sueños, al igual que jugando. Bebe practicamente como siempre, no llega al 1.5L/24h y sus micciones son abundantes. Heces normales y de frecuencia regular.
Espero su contestacion, es mi perrita y estoy asumiendo que se está muriendo, pero desearia hacer todo lo posible por ella.
Muchisimas gracias
Hola! quería hacerle una consulta acerca de mi perrita, una bichón maltés de 5 años. Le han diagnosticado Síndrome de Fanconi. Sus primeros síntomas fueron la poliuria y polidipsia, posteriormente tuvo alguna hipocalcemia. Tras el diagnóstico y posterior tratamiento, ha mejorado mucho, se le ve mejor, más animosa como era antes. Siempre ha mostrado bastante buen apetito. Toma dieta renal y también le han elaborado unas recetas caseras adecuadas a su enfermedad y tratamiento.
Sin embargo, durante el último mes, se muestra bastante inapetente, come poco, ni siquiera aquellas cosas que siempre le han gustado mucho. No sé si pueda estar "aburrida" de su dieta, si su enfermedad le provoca molestias en el estómago, yo qué sé...
Yo le sigo dando su medicación como siempre, pero me preocupa que le pueda sentar mal. Si pudieras darme alguna pauta o consejo, lo agradecería mucho!
un saludo,
ana
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