Una vez más os ofrecemos algunas novedades referentes a los estudios aparecidos recientemente en revistas de divulgación veterinaria, como son Consulta Veterinaria, y Argos.
-Los gatos alojados en refugios tienen un alto riesgo de contraer infecciones por virus del PIF, Leucemia felina, e inmunodeficiencia felina. Estos virus tienen la capacidad de persistir durante largo en el ambiente. Es por esto que la vacunación se hace cada día más importante. En situaciones de alto riesgo se recomienda vacunar a las 6 semanas de vida, y poner dosis de recuerdo cada 2-3 semanas hasta que los gatos alcancen las 16 semanas de edad.
Dado que es frecuente que los gatos de albergues sean dados en adopción, siendo castrados antes de su entrega, se están realizando investigaciones para saber hasta que punto la cirugía y la anestesia pueden interferir en la inmunidad tanto innata como adquirida. Los investigadores por el momento no se ponen de acuerdo, ya que mientras unos opinan que sí, que estas prácticas podrían reprimir la inmunidad, otros, dicen que la cirugía y la anestesia no afectan a la respuesta vacunal.
-La formación de trombos en las arterias es una complicación frecuente en los gatos con cardiomiopatía y es causa de muerte. Estos trombos que se suelen producir a nivel de aorta, restringirán el flujo sanguíneo parcial o totalmente a las extremidades posteriores. Los gatos afectados presentarán dolor agudo, extremidades frías y parálisis. Estos trombos pueden afectar también a pulmones, hígado, y cerebro. La mortalidad en estos casos oscila entre el 70-100% y en la mayoría de los casos en que conseguimos mejorar su estado, suelen presentarse recaídas.
-La hipertensión arterial felina suele ser una complicación frecuente en enfermedades como la insuficiencia renal crónica (60-69%) y el hipertiroidismo (80-89%). La hipertensión dará lugar a edema, hemorragia, desprendimiento y atrofia de retina, y por lo tanto ceguera. A nivel del sistema nervioso se pueden presentar alteraciones que conducen a demencia y convulsiones. Además, está complicación provocará un empeoramiento en la función renal y alteraciones cardiovasculares. Se hace por tanto indispensable la medición de la tensión arterial en estos gatos.
-La bartonellosis es una bacteria que puede estar presente en algunos gatos, y que puede ser trasmitida al hombre, provocando lo que se conoce como enfermedad por arañazo del gato, con presentación de abscesos en el lugar de la lesión. La mayoría de los gatos portadores de esta bacteria son asintomáticos, aunque en ocasiones pueden presentar fiebre, inflamación de ganglios linfáticos, anorexia, depresión, letargo, gingivitis, y signos neurológicos (cambios de comportamiento, convulsiones focales, nistagmo y temblores generalizados.
-La disautonomía felina es una enfermedad degenerativa de determinadas neuronas y que provoca una disfunción o fracaso en el sistema nervioso autónomo. La causa de la enfermedad es desconocida, aunque se sospecha que podría deberse a una neurotoxina o a un agente infeccioso. Los gatos afectados presentan depresión, disminución del apetito o anorexia, disfagía, regurgitación o vómitos, estreñimiento, dilatación de las pupilas, prolapso del tercer párpado, sequedad de nariz y boca, reducción del lagrimeo, bradicardia y megaesófago. La enfermedad suele presentarse en gatos menores de 3 años, aunque se puede dar a cualquier edad, incluso en gatos de 2 meses. Los síntomas se presentan en 48 horas y la mortalidad es del 70%.
-El carcinoma de mama felino es la tercera neoplasia más frecuente en esta especie. Casi el 90% de los casos son malignos. Recientemente se ha realizado un estudio con dos grupos de gatos. En ambos grupos se procedió a la cirugía, pero posteriormente uno de esos grupos fue sometido a quimioterapia. Los indices de supervivencia encontrados comparando ambos grupos no permiten de momento afirmar que la quimioterapia con doxorrubicina mejore las expectativas de vida, ya que tanto el grupo tratado con quimioterapia, como el no tratado, presentó miembros que superaron los 800 días de supervivencia después de la cirugía.
-Las infecciones del tracto respiratorio superior felino se caracterizan por la presentación de signos clínicos como secreción nasal, y estornudos. Son muchos los patógenos que los provocan, aunque la mayoría de las infecciones bacterianas son secundarias. El uso de antibióticos está indicado en aquellos gatos que presentan secreción mucopurulenta.
Son muchos los antibacterianos utilizados, y muchos los estudios comparativos realizados para encontrar alguno de máxima efectividad. Por desgracia, y de momento, ninguno de ha mostrada una efectividad que nos haga recomendar su uso de forma especial.
Continuando con las novedades que rodean a este tipo de infecciones, se sabe que están muy presentes en albergues, colonias y criaderos afectando especialmente a gatos jóvenes no vacunados. Los agentes causantes de estas patologías son el Calicivirus felino, Herpesvirus felino tipo 1, Bordetella bronchiseptica y Chlamydophila felis.
En el caso del Calicivirus los gatos afectados por las cepas típicas pueden presentar: fiebre, úlceras orales, secreción nasal, estornudos y, en ocasiones, cojera. Existen cepas más virulentas del virus que pueden afectar a gatos adultos a pesar de estar vacunados y que provocarán fiebre, edema facial y de las patas, alopecia, costras, y úlceras. Los gatos adultos afectados por estos virus de más virulencia suelen morir.
El herpesvirus felino provocará un cuadro respiratorio y ocular cuya incidencia es máxima en gatos jóvenes no vacunados. Habrá fiebre, letargo, secreción nasal, estornudos y secreción conjuntival. Además, se pueden presentar complicaciones oculares como queratitis y uveitis.
La Bordetella no es tan frecuente en el gato como en el perro. Los animales afectados presentarán estornudos, secreción óculo-nasal, linfadenopatía mandibular y tos.
La Chlamydophila felis es sobre todo un patógeno ocular. Suele producir descarga conjuntival a la que puede acompañar: secreción nasal y estornudos. Los gatos infectados seguirán eliminando bacterias tras su recuperación.
Aunque muchos de estos casos se resuelven de manera espontánea, sería interesante identificar el agente causal. Una vez hecho esto, es más fácil establecer el tratamiento oportuno a base de antibióticos por vía oral y en colirios, y antivirales en caso de que la infección sea causada por un virus.
Como prevención la vacunación se vuelve a mostrar sumamente importante especialmente contra Calivirus y Herpesvirus. La inmunización contra Bordetella y Chlamydophila no suele ser necesaria, salvo en casos muy concretos como son los brotes de la enfermedad en colectividades. Se ha comercializado una vacuna para cepas virulentas de Calicivirus.
-El riesgo sanitario de la resistencia a los antibióticos en los animales de compañía se ha considerado mínimo, pero empieza a reconocerse que los perros y gatos pueden llegar a constituir un reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos. Esta situación puede deberse al cambio experimentado en su uso. La presencia de bacterias multirresistentes es cada vez más frecuente. Algunas de ellas pueden implicar infecciones graves en los seres humanos y en los animales. Algunos investigadores empiezan a apuntar que algunas de estas bacterias podrían trasmitirse del perro y el gato al hombre.
-La uveitis en el gato puede tener varias causas. Podría deberse a causas externas sobre el ojo como traumas o cirugía. Las causas internas se deben a tumores, o cataratas. Todas ellas son fáciles de diagnosticar, pero en muchas ocasiones estos procesos oculares aparecen sin causa justificada. Son muchas las infecciones que afectan a los gatos y que pueden provocar esta alteración ocular: virus de la peritonitis infecciosa felina, inmunodeficiencia felina, leucemia felina, toxoplasmosis, herpesvirus y micosis sistémica. Sin embargo, y por lo que parece, hay otros agentes infecciosos que pueden provocar la inflamación intraocular. El gato es el principal reservorio de Bartonella henselae. Este microorganismo puede permanecer meses o años en los gatos, y como dijimos en otro apartado es el causante de la enfermedad por arañazo del gato en el hombre, en el que además, puede provocar problemas oculares.
Se están empezando a descubrir casos de bartonelosis ocular felina con uveitis anterior crónica que mejoran cuando se administra un antibiótico específico contra la bartonella, aunque serán necesarias más investigaciones para establecer la importancia de esta bacteria en las enfermedades oculares de los gatos.
-En la actualidad hay productos que contienen permetrina que están registrados para su uso en gatos. Estos productos contienen concentraciones bajas de permetrina y son adecuados para ellos si se utilizan siguiendo las instrucciones del fabricante. En cambio, los productos para perros contienen concentraciones mucho más altas. La exposición a cantidades muy pequeñas de estos productos caninos pueden ser letales para los gatos. Los casos de intoxicación descritos se presentaron cuando el propietario aplicó un producto canino con permetrina en su gato, o en caso de que el gato hubiera estado en contacto con un perro tratado con este producto de forma reciente. La intoxicación dará lugar a un cuadro de convulsiones, que hará necesaria la sedación profunda del animal.
-El asma felino es la principal patología broncopulmonar felina, con una incidencia estimada en esta especie del 1%, superando en el siamés el 5%. No hay predisposición sexual y la edad de presentación varía. Se trata de una respuesta de las vías respiratorias a los estímulos irritantes o inmunológicos en forma de engrosamiento y edema de la pared de los bronquios. Los gatos afectados suelen presentar disnea recidivante, posibles episodios de síncope respiratorio, tos y silibancias. En casos graves se puede presentar cianosis. En un análisis de sangre los glóbulos blancos suelen estar elevados, especialmente los neutrófilos y los eosinófilos. El tratamiento de los procesos crónicos se establece con corticoesteroides, y ácidos grasos omega 3. En fase experimental se encuentra un novedoso tratamiento con ciclosporina.
-La infección del tracto urinario (ITU) recidivante es una de las patologías urológicas más frecuentes. El problema puede ser debido a reinfección o persistencia y resistencia a la infección. Las causas son la elección o dosificación inadecuada de antimicrobianos, la persistencia de causas predisponentes (cálculos, tumores), infección inaccesible al antimicrobiano (pielonefritis) o resistencia al antibiótico.
-Los animales obesos tienen una menor esperanza de vida. Un estudio que compara los efectos a largo plazo de la alimentación ad libitum (y la obesidad consiguiente) ha demostrado que una disminución en el consumo de alimento puede llevar a una diferencia sustancial en la esperanza de vida.
Los gatos con sobrepeso desarrollarán alteraciones osteoarticulares irreversibles. Además, un gato con este tipo de problemas será menos activo, lo que favorecerá la ganancia de peso. De esta forma el animal entra en un círculo vicioso del que es difícil salir.
Además existe una conexión probada entre diabetes y obesidad, ya que se favorecerá la resistencia a la insulina.
Esta también probado que la obesidad provoca infertilidad, distocias, menor inmunidad, desequilibrios hormonales, tumores de mama, problemas de piel, aumento del riesgo en la anestesia y problemas urinarios como urolitiasis e incontinencia.
José Enrique Zaldívar.
Artículo publicado en El Mundo del Gato