sábado, 6 de noviembre de 2010

DE TAURINOS Y DE PAPAS

No sé si el autor de esta columna ha leído nuestra carta al Papa, o es pura casualidad, pero por lo que he podido mirar, Pio V no fue el que hizo cubrir los desnudos de Miguel Angel de la Capilla Sixtina. Si lo hicieron, un antecesor suyo, Pablo IV, y otro mucho más posterior, Clemente XIII.


Es cierto que en Wikipedia aparece el dato sobre Pio V, pero si buscamos la información sobre Daniele da Volterra, que fue el encargado de cubrir las pinturas de Miguel Angel, veremos que murió en 1566, que es justo el año en que empieza el pontificado de Pio V, con lo que éste no pudo ser el que se lo mandó.

http://www.museodelprado.es/educacion/educacion-propone/aniversarios-y-conmemoraciones/2009/v-centenario-del-nacimiento-de-daniel-da-volterra/

http://agradable.wordpress.com/2009/08/14/volterra/

Os dejo la joya literaria del taurino salmantino.

http://www.tribuna.net/noticia/56253/LA-GLORIETA/medios-fernando-rodr%C3%ADguez-papa-antitaurino.html

LA GLORIETA

DESDE LOS MEDIOS / FERNANDO RODRÍGUEZ: El PAPA ANTITAURINO

Última actualización 05/11/2010@22:09:55 GMT+1

Leo interesantísima información sobre un señor de nombre Antonio Michele Ghiselieri, evidentemente italiano, que durante unos añitos allá por el siglo XVI llegó a ser Papa de Roma. Concretamente fue el número 225 en la lista y lo fue durante seis años con el sobrenombre de Pío V, San Pío, por otra parte.

La wikipedia de internet –qué sería de mí sin ella– me sigue contando que este señor perteneció a la orden de los Dominicos, tan presente en nuestra Salamanca querida con aquellos sabios del convento de San Esteban, los grandísimos, entre otros, Francisco de Vitoria, –mi cole, para más señas–, Domingo de Soto o Diego de Deza.

Si a estas alturas de escrito alguien piensa que me he equivocado de sección, que las líneas anteriores tendrían más sentido en alguna página religiosa y no tanto en el apartado taurino de este periódico, está en su derecho de hacerlo. Pero fíjense qué curioso, que sí que tiene sentido. Resulta que el Papa Pío V pasó a la historia, además de por encargar a un pintor de la época que recubriera con ropas las figuras desnudas que el genial Miguel Ángel había pintado en la Capilla Sextina, por su célebre bula De Salute gregis Dominici.

A través del latinajo en cuestión, aquel Papa prohibió “los juegos taurinos, estos sangrientos y vergonzosos espectáculos dignos de los demonios y no de los hombres”, así como cualquier participación activa o pasiva en ellos. El decreto, de auténtica traca y de obligada consulta, (se puede leer en su totalidad, ya digo, en internet) venía a decir que si alguien moría ante un toro no podría ser enterrado cristianamente, y que cualquiera que presenciara semejantes festejos correría el riesgo de excomunión o de anatema.

Interesante, ¿verdad? Y todo ello pese a que uno pudiera suponer que el toro, por aquello de los cuernos y del rabo, podría ser la transfiguración exacta de Belcebú, también con cuernos y rabo, en el mundo animal; y que, en consecuencia, su muerte pudiera significar la victoria definitiva sobre el pecado. Pues no.

En aquel tiempo en España no se ponía el sol, ahora sigue casi sin ponerse pero por el cambio climático y otros asuntos de dudosa relevancia, y Felipe II vivía la época de máximo esplendor del Imperio hispánico. Al rey pucelano todo aquello de la bula papal le olió a cuerno quemado y trató por todos los medios de que la Iglesia no se metiera en semejantes berenjenales.

Para ello utilizó desde pases del desprecio hasta revoleras, pero todo ello, evidentemente, con una acentuada carga de temple, vital por aquella época. A la muerte del Papa antitaurino, lo intentó con su sucesor y con el siguiente y con el siguiente, hasta que parece ser que a Clemente VIII le metió un poco en vereda, aunque aún con la permanencia de la penalización para los clérigos que asistieran a festejos de semejante índole.

Ni idea tengo de cómo está el asunto ahora mismo. No sé si aquello se derogó de manera absoluta en su día, pero sí conozco la figura del capellán de las plazas, la ascendencia de santos y vírgenes sobre la mayoría de los toreros actuales y anteriores y la existencia en cualquier coso que se precie de la habitual capilla para los emotivos y sentidos prolegómenos necesarios de cada corrida.

Que yo sepa no he visto en las últimas manifestaciones antitaurinas póster alguno de Pío V, pero desde aquí brindo la oportunidad a sus devotos organizadores de recortar su figura a modo de pancarta reivindicativa que abra la manifa de turno. Aseguró que no les cobraré derechos de autor por la idea.

Si el Papa antitaurino fue el número 225 de la lista, Benedicto XVI, conocido en su casa a las horas de comer como Joseph Alois Ratzinger, es el número 265. Desconozco si le gusta la llamada Fiesta Nacional. Imagino que no. No me pega en un alemán de pelo blanco. Por aquello de no molestar demasiado con el temita, para su visita de este fin de semana han elegido dos ciudades con discreto tinte taurino.

En Santiago de Compostela, que yo recuerde, y que conste que hay bares de aquel lugar en los que me tratan de tú y zonas de allí por las que ando con más naturalidad que por el barrio Blanco, no hay plaza de toros. Y de Barcelona, qué vamos a decir que no se haya dicho. Un diez, por tanto, para el planificador de la visita pontificia a esta tierra tan taurina llamada Hispania, perdón quise decir España.

6 comentarios:

Bambú dijo...

Me llamó la atención este pasaje, aunque no tenga mucho que ver con el tema:
"ahora sigue casi sin ponerse pero por el cambio climático y otros asuntos de dudosa relevancia"
Dudosa relevancia el cambio climático? Olé perlita

Carlos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jezl dijo...

Lea usted bien, por favor.

Carlos dijo...

Tienes razón. Quería decir "mucho más posterior".

Felisa y Ernesto dijo...

Interesante...punto de vista..., sobre la visita de Ratziger.
Felisa

vivi dijo...

.......y el Papa se ha pronunciado públicamente acerca del tema???..post carta??? o está ocupado con los asuntos de pederastia, corrupción y etc...(lo digo sin ironia)..Bíblicamente figura que Jehova dictamina ".. a los tibios, los vomitaré de mi boca..", y la Iglesia ha sido muy tibia en este y otros asuntos.slds