Artículos de divulgación sobre patologias del perro y del gato. Noticias de actualidad sobre animales de compañia. Comentarios sobre protección animal.
lunes, 19 de abril de 2010
LOS BIÓLOGOS SE PRONUNCIAN EN CONTRA DE LAS CORRIDAS DE TOROS... MUCHAS GRACIAS, COMPAÑEROS
Hace más de tres años, que un grupo de veterinarios "chiflados" empezaron a explicar a la sociedad, que el toro de lidia es un animal sometido a una auténtica tortura en la plaza y hoy, los biólogos de la facultad de Valencia han decidido pronunciarse al respecto. Muchas gracias compañeros, y esperemos que cada día sean más lo que se hagan eco de vuestra sugerencia.
Aprovechamos esta excelente noticia para que nuestros compañeros de profesión, los veterinarios, sean capaces de levantar la cabeza y decir alto, y claro que ha llegado la hora de que la ciencia dicte el único discurso posible.
La Facultad de Ciencias Biológicas aprueba una declaración en contra de las corridas de toros
miércoles, 7 de abril de 2010
IMPORTANTE MATIZ
5. Serán desestimadas aquellas solicitudes de declaración de Interés Turístico Nacional o Internacional referidas a fiestas con concurrencia de actos en los que directa o indirectamente se maltraten animales o personas
Asimismo, el líder del PP-A, que aseguró que la Fiesta Nacional es un patrimonio cultural y un elemento "importantísimo" en la economía andaluza y en el mantenimiento del medio ambiente, apuntó que su formación está dispuesta a analizar las enmiendas que se presenten a esta iniciativa para lograr que "pueda reinar el consenso".
El PP-A recuerda en la proposición no de Ley que el Estatuto de Autonomía de Andalucía promulga "el afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico". Por ello, pide a la Junta que declare la Fiesta de Interés Turístico Nacional, en aplicación de la Ley 12/1.999 de Turismo de Andalucía.
Además, los 'populares' apuestan por promover que la Fiesta de los Toros sea considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad al amparo de la Convención de la Unesco 'Para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial', del 17 de octubre del 2003.
En la exposición de motivos, el PP-A recuerda que la Fiesta de los Toros "no es sólo una identidad nacional", sino también "una singularidad de nuestra economía, que supone el 1,5 del PIB español, genera unos 2.500 millones de euros al año, produce 3.700.000 jornadas de trabajo y aglutina a casi siete mil profesionales, sin olvidar su poder de atracción sobre la principal de nuestra industria: el turismo".
Por otra parte, pide a la Junta que aplique, en el marco de la protección de la Dehesa andaluza, un Programa Especial de apoyo y fomento de aquéllas que se dedican al toro de lidia.
PIDE LA CREACIÓN DE CÁTEDRAS
El PP aboga por que en las universidades públicas de Andalucía se creen cátedras de Tauromaquia similares a la Cátedra 'Ignacio Sánchez Mejías' de Comunicación y Tauromaquia de la Universidad de Sevilla, así como por la puesta en marcha de un programa de fomento de la asistencia a los festejos taurinos, especialmente destinado a los jóvenes andaluces. Además, pide la creación de un Centro de Investigación Integral de Tauromaquia en Ronda (Málaga).
Por último, los 'populares' instan a la Junta a que promueva una homogeneización de los diversos reglamentos taurinos y a que refuerce la información taurina, en cumplimiento del artículo 212 del Estatuto de Autonomía para Andalucía, en los medios de comunicación públicos de la comunidad autónoma andaluza, así como a los medios de comunicación públicos estatales a que respeten la Fiesta y la divulguen.
EL HOMBRE, EL PERRO, Y EL GATO
El hombre, el perro y el gato
El perro y el gato no son animales “enemigos”, sino que compiten por un mismo nicho trófico
(Publicado en la revista digital de Argos Veterinaria)La especialista en Etología Rosana Álvarez Bueno hace en este artículo una comparativa entre las conductas de perros y gatos, las especies que conforman el 90% de las mascotas de nuestros hogares. Repasa también cómo fue su proceso de domesticación y los beneficios que aporta al hombre convivir con ellos.
Realmente nos afirmamos en el concepto de que perros, gatos y pájaros juntos, son una fuente de preocupaciones por aquello de la pirámide depredadora o simplemente trófica. Pero curiosamente, cada día aumenta la estadística de dueños que mantienen, en sana y “peligrosa convivencia”, mascotas de diversas especies, incluidos perros y gatos.
Quizás los experimentos de Pavlov, Thonrdike y demás expertos en condicionamiento, han logrado el milagro de la conducta de no agresión en la que fueron creados.
“Como el perro y el gato” es una frase que describe la relación entre individuos mal avenidos y con ganas de hacerse la puñeta mutuamente. Aún así, el perro y el gato no son animales “enemigos” sino simplemente, competidores en un nicho trófico conjunto.
En este artículo, hemos caído en la tentación de hacer una comparativa entre las conductas de estas dos especies que conforman el 90% de las mascotas de nuestros hogares. La hacemos a petición de muchos de nuestros alumnos que desean arriesgarse a una convivencia interespecífica y, por supuesto, a la demanda de información que muchos de ustedes nos reclaman.
Proceso de domesticación
La primera forma salvaje domesticada se remontaa 14.000 años A.C. y fue el Canis familiaris. Se domesticó por necesidad imperiosa de tener un aliado que optimizase a Homo sapiens sus factores de supervivencia (caza, protección de recurso y compañía).
Después, y hace 8.000 años según Forni (1990), Homo domestica a los “ladri di messi” (ladrones de mesa) ovinos que ramoneaban las cosechas plantadas por el humano cuando deja de ser cazador recolector para establecerse en campamentos fijos.
Como siempre, Homo sapiens eleva sus factores de supervivencia obteniendo de esta domesticación carne y leche para alimentar a sus crías.
7.000 A.C. vienen los suinos y entre 4.000 y 2.000 aparecen los equinos que proporcionan al hombre la posibilidad de traslado propio, de su caza y de las herramientas. Aportan fuerza para las labores de campo y carne para las hambrunas.
No es hasta el periodo de 3.000 a 2.000 años antes de Cristo, cuando el hombre decide domesticar a un mamífero carnicero como el Felix lybica o Felix silvestris para disminuir la población de roedores que mermaban sus ganancias agrícolas.
Se fija su aparición en Egipto donde pronto pasa a ser animal considerado como sagrado en los ritos religiosos faraónicos.
Después de estos animales, y aún antes, Homo trata de domesticar otros félidos, como el guepardo, o los primates, sin éxito. Realmente consiguió individuos domesticados pero pronto descubrió que, o bien no le servían para nada o no se reproducían en cautiverio.
Así, Felix lybica se incorpora a nuestra sociedad cuando Canis familiaris es ya una “institución” en ella. El gato pasa a ser doméstico al mismo tiempo que los pollos pero, mientras estos últimos elevan de forma notable el recurso de Homo, el gato no parece tener una justificación clara en nuestra supervivencia. Aún hoy no podemos hablar de una segura domesticación de esta especie.
Los autores de este artículo consideramos que el gato no está totalmente domesticado o si lo está, es el menos doméstico de nuestras especies domesticadas. Su conducta es totalmente distinta de la del perro, su adiestramiento más difícil y su convivencia más compleja. Quizás en nuestra necesidad gregaria, limitada por la sociedad actual, el gato pueda aportar al humano una compañía necesaria para su propia estabilidad o ser una imagen de lo que un día lejano perdimos; nuestra capacidad individual de supervivencia. Así, y como decía Victor Hugo, Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.
Gregarismo versus soledad
La diferencia fundamental que nos encontramos entre perro y gato en cuanto a comportamiento y que tiene la mayor parte de culpa en los problemas que surgen en el entorno doméstico, es su forma de organización social.
Como todos sabemos, el perro es un animal social y es en esta cualidad en la que el hombre ha encontrado siempre amparo al llegar a casa y sentarse al calor del hogar con su perro tumbado a sus pies.
Por el contrario, lo que podemos encontrarnos con suerte si intentamos abrazar a nuestro gato al llegar a casa es un sonoro bufido y algún que otro arañazo. Y esto es porque el gato siempre ha sido “el solitario” por naturaleza. Cuando merodeaba alrededor de los poblados cazando ratones, a nadie se le ocurría meterlo en su tienda y echarle un brazo por encima. Se conformaban con que permaneciera en las afueras.
Aunque los gatos hoy en día tienen algunas formas de organización social que constituyen grupos, no son muy amigos del contacto físico continuado, ni de las jerarquías. En la actualidad, al estar en medio de su proceso de domesticación, podemos encontrarnos ejemplares tendentes a la sociabilidad y aquellos otros en los que aflora la “vena” salvaje.
El perro jerárquico y el gato territorial
A veces escuchamos decir a un propietario de gato en consulta: “este gato a mí me respeta, sí señor, desde un día en que le planté un bofetón”. Bueno, pues no. Los gatos no forman estructuras sociales jerárquicas, sino entorno al territorio. Toda su forma de vida está orientada a respetar los distintos límites de sus territorios y zonas dentro de ellos: las de caza, las de descanso, las de eliminación. Conservarlos idénticos e impedir su invasión si no son individuos “tolerados”. Lo que le ocurre al gato de este señor es que le tiene miedo, por eso ya no se acerca.
Sin embargo los perros forman una estructura social y jerárquica. Y esta jerarquía, ya sea más o menos lineal, es la que les permite desarrollar y conservar sus instintos de supervivencia y reproducción. Es el grupo, donde cada individuo tiene una posición en el escalafón y una función determinada según el puesto.
De cacería
La conducta depredadora del gato ha servido durante mucho tiempo y aún lo hace, para controlar poblaciones de roedores. Y es este aspecto probablemente el que acercó el gato a los humanos hace miles de años.
Los felinos son cazadores superespecializados con un armamento consistente en garras y colmillos y en un sistema nervioso adaptado a la rapidez necesaria para el acecho y la captura de las pequeñas presas.
Los gatos, como la mayoría de los felinos que cazan al acecho, realizan un cuidadoso acercamiento a la presa elegida.
En los perros la actividad de caza también es social. La jerarquía es tan fuerte entre ellos que, hasta incluso para cazar, es el dominante el que establece las tácticas venatorias de la manada. Esta estrategia se mantiene en los perros domésticos.
Conducta de eliminación y marcaje
En esta conducta la principal diferencia que podemos encontrarnos es que en el perro es sexualmente dimórfica, a diferencia del gato, en el que existe una única postura para eliminar.
Los cachorros de perro mantienen la postura agachada hasta la pubertad, a partir de la cual, los machos adoptarán la postura con la pata erguida.
En los gatos, tanto machos como hembras eliminan con el tercio posterior agachado, excepto si la conducta obedece a marcaje territorial o sexual, y entonces lo harán erguidos y con la cola en vertical.
Tanto perros como gatos utilizan el marcaje olfativo y visual, aunque los gatos utilizan más como forma de marcaje territorial las feromonas, repartidas por todo su cuerpo.
Conducta trófica
El gato, a diferencia del perro, es un carnívoro estricto. Necesita en su dieta diaria 1,6 veces más proteína, debido a que su metabolismo enzimático de degradación de las proteínas es más alto, porque utilizan la proteína como fuente de energía.
Otras diferencias con el perro son la incapacidad de transformar la cisteína de en taurina, por lo que invariablemente tienen que ingerir este aminoácido en la dieta; la velocidad de ingestión del alimento, que es inferior en el gato y carece de facilitación social; también tiene menor capacidad masticatoria que el perro, por lo que esto condicionará la textura de la dieta para su aceptación por el mismo.
El grado de neofobia alimentaria (rechazo de alimentos nuevos) es también superior en el gato que en el perro. Es por esto que tenemos tantos problemas en la aceptación de dietas nuevas en gatos adultos si no han consumido variedad desde su etapa infantil.
El comportamiento alimentario del gato difiere también con el del perro en que come sólo hasta saciarse, es decir, hasta que satisface sus necesidades.
Por lo general, los felinos tampoco esconden sobras para cuando no tengan, aunque hay algunas excepciones. Ellos prefieren el bocado fresco, húmedo y a temperatura corporal. El perro puede comer “hasta reventar” por si mañana no tiene, y esconder sus presas por el jardín para ingerirlas otro día.
El perro, el gato y el hombre
A pesar de todas las diferencias comentadas, gatos, perros y hombres conviven hoy día en nuestra sociedad, llevándose mejor o peor, tolerándose mutuamente, a veces a la fuerza, y aportando unos a otros beneficios interespecíficos.
Cada vez más a menudo se ven gatos en los hogares sustituyendo a los perros debido a la forma de vida actual, más rápida, con menos tiempo para la interacción social y la comunicación, y para las salidas a la naturaleza.
Sin embargo, necesitamos ese trocito de algo vivo que se nos mueva entre nuestras manos, ya sea perro, gato o pájaro, y que nos recuerde que somos animales, para bien y para mal.
Algunos de los beneficios que nos aportan están muy estudiados y son utilizados en grupos de terapias asistidas con animales a personas con discapacidades físicas, psíquicas o que simplemente han perdido la conexión con su entorno.
Área psicológica y cognitiva
- Aumentar la autoestima y la confianza en sí mismo.
- Mejorar el autocontrol de las emociones.
- Trabajar la memoria.
- Incrementar la capacidad de atención.
- Potenciar el sentimiento de normalidad.
- Disminuir los comportamientos alterados, suplantándolos por conductas apropiadas.
Área de la comunicación y del lenguaje
- Facilitar la comunicación gestual y oral.
- Aumentar el vocabulario.
- Construir frases correctamente.
- Mejorar la articulación de las palabras.
Área psicomotora
- Mejorar la coordinación, los reflejos y la planificación motora.
- Mejorar la relajación de la musculatura.
- Reducir patrones de movimientos anormales.
Área de adquisición de nuevos aprendizajes
- Adquirir responsabilidades.
- Aprender los cuidados del perro.
- Colaborar en las tareas de higiene.
- Aprender nuevos juegos, diferentes a los habituales.
Área de socialización
- Incrementar y mejorar las relaciones afectivas.
- Abrir y reestructurar la canalización de sentimientos.
- Crear un ambiente adecuado donde el individuo se sienta protegido.
- Desarrollar el respeto hacia los animales.
- Crear relaciones de amistad.
- Aumentar el deseo de involucrarse en una actividad de grupo.
- Incrementar el deseo de ejercitarse.
- Favorecer la obediencia.
jueves, 1 de abril de 2010
SUBVENCIONES A LA TAUROMAQUIA (JUNTA DE ANDALUCIA Y ESTATALES)
Última actualización : 2010-03-27 21:58:50 (2213 lecturas)
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN REALIZADO POR ASANDA
Luis Gilpérez Fraile 22:08 08/06/2008
DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA PARA INFRAESTRUCTURAS TAURINAS
AÑO | EUROS | |
2010 | 679.136 | ver detalles |
2009 | 848.920 | ver detalles |
2008 | 1.100.000 | ver detalles |
2007 | 1.000.000 | ver detalles |
2006 | 297.980 | ver detalles |
2005 | 415.000 | ver detalles |
2004 | 500.000 | ver detalles |
2003 | 350.000 |
SUBVENCIONES DE LA CONSEJERÍA DE GOBERNACIÓN
DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA PARA PROMOCIONAR ESCUELAS TAURINAS
AÑO | EUROS | |
2010 | 302.000 | ver detalles |
2009 | 405.000 | ver detalles |
2008 | 461.700 | ver detalles |
2007 | 390.000 | ver detalles |
2006 | 390.000 | ver detalles |
2005 | 290.000 | ver detalles |
2004 | 269.967 | ver detalles |
2003 | 221.125 | ver detalles |
2002 | 287.329 | ver detalles |
2001 | 112.365 | ver detalles |
2000 | 124.325 | ver detalles |
1999 | 60.101 | ver detalles |
1998 | 55.894 | ver detalles |
SUBVENCIONES CONCEDIDAS POR EL MINISTERIO DE MEDIO RURAL
A LOS GANADEROS DE LIDIA PARA LA MEJORA DE SU INEXISTENTE RAZA
BENEFICIARIOS/AÑOS | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | TOTAL |
ver BOE y BOE | ver BOE | ver BOE | ver BOE | ver BOE | ||
Unión de Criadores de Toros de Lidia. G-28556025 | 125.170,00 | 134.068,00 | 184.342,00 | 417.179,00 | 397.662,00 | |
Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas. G-79541736 | 31.658,00 | 47.977,00 | 54.663,00 | 151.592,00 | 108.279,00 | |
Asociación Bovina Ganaderos de Lidia Unidos. G-80220452 | 26.833,00 | 44.713,00 | 51.477,00 | 110.712,00 | 93.852,00 | |
Asociación Nacional de Ganaderías de Lidia. G-28528966 | 75.137,00 | 52.325,00 | 85.417,00 | 270.792,00 | 173.868,00 | |
Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia. G-37405420 | 21.855,00 | 21.132,49 | 23.494,00 | 46.765,00 | 30.098,00 | |
TOTAL | 280.653,00 | 300.215,49 | 399.393,00 | 997.040,00 | 803.759,00 | 2.781.060,49 |
Otros órganos administrativos (ayuntamientos, diputaciones, Inem, televisión pública, etc.) también destinan importantes cantidades anuales con los mismos fines de promocionar lo taurino en Andalucía. Por ser locales y dispersas es prácticamente imposible relacionarlas, pero su monto total es muy superior al institucional relacionado. Se trata de subvenciones a escuelastaurinas, festejos taurinos, jornadas taurinas, premios taurinos,cartelería taurina, retransmisiones taurinas televisadas, remodelación y construcción de cosos...
VER OPINIÓN DEL CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ANDALUCÍA SOBRE LAS SUBVENCIONES A LAS ESCUELAS TAURINAS (comunicado emitido en Enero de 2003)
VER SUBVENCIONES AL SECTOR TAURINO CONCEDIDAS COMO "MEDIDAS DESTINADAS AL SECTOR AGRARIO"
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ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO EN EL PERRO
La ingestión de alimentos descompuestos o contaminados, objetos extraños, vegetales tóxicos, productos químicos y/o drogas irritantes (por ejemplo determinados medicamentos) son causas corrientes de GASTRITIS AGUDA. Las etiologías virales y bacterianas no están bien identificadas en caninos pero existen.
Dado que los perros tienen hábitos alimenticios poco discriminatorios, no es infrecuente que se presenten en nuestras consultas por problemas gástricos. Los signos clínicos suelen comenzar con la aparición de vómitos agudos; el alimento y la bilis son típicos en el material vomitado, aunque en ocasiones nos podremos encontrar pequeñas cantidades de sangre. El perro afectado suele mostrar indiferencia por la comida, y podrá o no mostrarse enfermo. La fiebre y el dolor abdominal son poco comunes.
El diagnóstico de una gastritis será sencillo si el perro ha sido visto durante la ingestión de una sustancia irritante, pero esto no siempre ocurre. Por tanto, el diagnóstico se suele hacer por exclusión. Las radiografías de abdomen nos permiten en muchas ocasiones acercarnos al problema, y otra serie de pruebas como los análisis de sangre, descartar otro tipo de procesos, tales como: ingesta de cuerpos extraños, obstrucción, enteritis víricas, uremia, cetoacidosis diabética, hipoadrenocorticismo, enfermedad hepática, hipercalcemia, y pancreatitis.
Si los vómitos remiten en 24-48 horas de terapia sintomática y de sostén, podemos pensar que se trataba de una gastritis aguda, aunque el perro debe ser observado durante por lo menos 3 días después de la desaparición de los síntomas. Si no hay mejoria en el transcurso de este tiempo, deberemos realizar las pruebas necesarias que nos lleven a un diagnóstico acertado.
La suspensión de agua y de alimento durante 12-24 horas puede ser suficiente como único tratamiento para controlar los vómitos, pero si éstos persisten, son profusos, o se observa depresión como consecuencia de ellos, deberemos administrar antieméticos de acción central por vía parenteral, es decir, no oral, y fluidoterapia. Después de procederá a dar cantidades pequeñas de agua, y si el perro no la vomita, pasaremos a dar pequeñas cantidades de dieta blanda.
Existen varios tipos de GASTRITIS CRÓNICA (por ejemplo linfocítica/plasmocítica, eosinofílica, granulomatosa, atrófica).
La linfocítica/plasmocítica podría ser una reacción inmunológica y/o inflamatoria a determinadas sustancias y bacterias que reciben el nombre de antígenos. Determinados microorganismos como el Helicobacter podrían ser responsables de tal reacción en algunos perros, aunque parece ser que está circunstancia es más frecuente en gatos. La gastritis esosinofílica puede ser la manifestación de una reacción alérgica, tal vez debida a los antígenos alimentarios, es decir a algún componente del alimento. La gastritis atrófica puede ser el resultado de la enfermadad gástrica crónica...
La falta de apetito y el vómito serán los signos más frecuentes en los animales afectados. La frecuencia del vómito varía desde 1 vez por semana hasta muchas veces al día. Algunos pacientes sólo manifestarán anorexia que se puede acompañar de náuseas leves.
El diagnóstico lo basaremos en una serie de pruebas clínicas: las radiografías nos suelen mostrar engrosamiento de la mucosa gástrica, cosa muy poco específica. Por tanto, en la mayoría de las ocasiones en que los veterinarios sospechemos de la presencia de una gastritis crónica será necesaria la realización de biopsias de la mucosa gástrica, y del duodeno, por medio de la endoscopia. Una vez obtenidas las muestas, será el histopatólogo el que nos diga ante que problema gastrico crónico nos encontramos.
En cuanto al tratamiento, la gastritis linfocítica/plasmocítica a veces responde a la terapia dietética (dietas bajas en grasa, hipofibrosas y de eliminación) sola. Esta última consiste en alimentar al perro durante un mes con una comida que contenga fuentes de proteinas y de carbohidratos que el perro no haya ingerido nunca. Si no conseguimos la clara mejoría del animal con cambios en la alimentación, podremos acompañarla con la administración de corticoesteroides a dosis inmunosupresoras. Una vez conseguida la mejoría clínica, la dosis del medicamento será reducida de forma lenta para evitar la aparición de los indeseables efectos colaterales, hasta encontrar la mínima cantidad que controle los síntomas de la enfermedad.
En algunos casos se hará necesaria la utilización de otros fármacos inmunosupresores como la azatioprina o drogas similares. En muchos casos el uso de antagonistas de receptores H2 (cimetidina, ranitidina, famotidina y nizatidina), resultará muy beneficiosos. Estos medicamentos estás siendo sustituidos en la actualidad por inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol y similares.
La gastritis eosinofílica canina suele responder bien a una dieta de eliminación estricta. Si la terapia dietética sola fracasa, por lo usual es efectiva la administración de glucocorticoides junto a la dieta.
La gastritis atrófica y granulomatosa son de tratamiento más difícil que la linfocítica/plasmocítica y que la eosinofílica. Las dietas pobres en fibra y grasas (pollo, queso fresco y patata) pueden ayudar en el control de los síntomas.
La gastritis atrófica puede responder a un coctel de medicamentos formado por corticoesteroides, antiácidos y procinéticos.
El pronóstico para los perros afectados de gastritis crónica suele ser bueno, siempre y cuando se cumplan los tratamientos establecidos con la máxima pulcritud, cosa que desgraciadamente no siempre sucede.
Existen varias bacterias en el género Helicobacter. Helicobacter pylori es la principal espiroqueta hallada en la mucosa gástrica humana, mientras que Helicobacter heilmannti (Gastrospirillum hominis) puede ser la principal espiroqueta estomacal en pacientes caninos. Los perros con infecciones gástricas por Helicobacter pueden tener naúseas, anorexia, y/o vómitos. Sin embargo muchos perros infectados son asintómaticos, por lo que no se ha llegado a establecer una relación causa/efecto obvia entre Helicobacter y enfermedad gástrica canina. Existen evidencias anecdóticas razonables de que algunos animales enfermos con infecciones gástricas por Helicobacter superaron sus cuadros clínicos con la erradicación de la bacteria, por lo que debemos asumir que tales organismos pueden ocasionar enfermedad en algunos pacientes.
La biopsia gástrica es necesaria para el diagnóstico de infección por Helicobacter, cosa bastante sencilla una vez obtenida la muestra de mucosa del estómago.
El tratamiento se realiza con una combinación de metronidazol, omeprazol (o un antagonista de los receptores H2, como la famotidina) y amoxicilina
u otros antibióticos. Algunos perros responden a la monoterapia con eritromicina o amoxicilina, e incluso la azitromicina se ha mostrado muy efectiva. La terapia debe mantenerse como mínimo 10 días.
Dado que no sé si nos leen en Estados Unidos, tan sólo nombrar a un parásito del estómago del perro que se da en ese país y que recibe el nombre de "Physaloptera rara", capaz de causar serios problemas gástricos.
La causa de la HIPERTROFÍA PILÓRICA MUSCULAR BENIGNA (ESTENOSIS PILÓRICA) es incierta, aunque algunas investigaciones sugieren que la gastrina (hormona segregada por las glándulas pilóricas que regula la secreción de ácidos en el estómago) promueve su desarrollo. El píloro es una especie de válvula o esfinter que pone en comunicacíon el estómago con el intestino delgado.
La estenosis pilórica es causa de vómito persistente en animales jóvenes, especialmente en perros braquicefálicos. Los afectados suelen vomitar alimento, a menudo al poco tiempo de haberlo ingerido. El vómito en ocasiones se describe como "en proyectil". Los perros que presentan este problema son por lo demas clinicamente normales, aunque en algunos casos pueden perder peso.
El diagnóstico requiere la identificación de la obstrucción gástrica con radiografías de contraste, gastroduodenoscopia y/o cirugía exploratoria.
Lo indicado una vez establecido el diagnóstico es la corrección quirúrgica, bien sea por piloromiotomia o piloroplastia. Esta última técnica es más eficaz, pero si no se hace adecuadamente puede ocasionar perforación u obstrucción.
La HIPERTROFIA DE LA MUCOSA ANTRAL es idiopática (causa desconocida). La obstrucción de la salida del estómago está causada por el exceso de mucosa que ocluye el antro gástrico, es decir el píloro.
Se da con más frecuencia en perros de edad avanzada y de razas pequeñas.
Los síntomas son similares a los que se presentan en la estenosis de píloro, es decir, el perro vomita la comida al poco rato de ingerirla.
Se puede diagnosticar con radiología, ultrasonografía o endoscopia; sin embargo el diagnóstico definitivo requiere la realización de una biopsia.
El tratamiento es quirúrgico, y el pronóstico es excelente.
Los objetos que llegan a atravesar el esófago pueden transformarse en cuerpos extraños gástricos o intestinales. Con posterioridad, el vómito puede derivar de la obstrucción de la salida del estómago, distensión gástrica o irritación. LOS CUERPOS EXTRAÑOS que llegan al estómago podrán ocasionar la perforación intestinal con el resultante de peritonitis por lo que deben ser extraidos con celeridad.
Los hábitos alimentarios poco discriminatorios de los perros, facilitan la presentación de este tipo de patologías. Son muchos los "objetos" que me he encontrado en el aparato digestivo de los perros a lo largo de los años: tetinas, chupetes, piedras, huesos, prendas del hogar, ropa interior, agujas, broches, bolígrafos, juguetes, mecheros, preservativos, pelotas... Lo malo en estos casos, es que los perros que ingieren objetos, suelen hacerlo repetidas veces, por lo que nos es raro que tengan que ser operados por obstrucción intestinal varias veces a lo largo de su vida. El vómito (no la regurgitación) es una manifestación común, pero algunos pacientes exiben sólo anorexia, mientras que otros son asintomáticos.
El comienzo agudo de vómito en un paciente de otro modo normal, en especial en un cachorro, sugiere la ingestión de un cuerpo extraño. El objeto puede ser palpable durante la exploración, aunque no siempre es así, o ser reconocido en una radiografía simple. Las placas radiográficas contrastadas, la ecografía y la endoscopia son los medios de diagnóstico más indicados, ya que no todos los cuerpos extraños se dejan ver en una radiografía simple. Además, si el estómego tiene contenido alimenticio será mucho más complicada su identificación.
En cuanto al tratamiento, aunque muchos de estos objetos podrán recorrer todo el tracto digestivo y ser eliminados, en la mayoría de los casos se requiere su extracción. Podemos plantearnos el inducir el vómito, y existen productos que nos pueden ayudar para tal fin, pero esta maniobra sólo debe ser realizada si el cuerpo extraño no tiene bordes o puntas agudas y es de un tamaño adecuado para volver a pasar por el esófago pero en dirección contraria a la que entró o si abandonó el estómago y pasó al intestino. Si hay dudas lo mejor es no intertarlo, y proceder a su extracción por endoscopia o mediante procedimiento quirúrgico. En ocasiones, el alimentar al perro con espárragos fibrosos, facilita la expulsión del objeto.
El pronóstico por lo general es bueno, salvo que el paciente esté debilitado o exista peritonitis septica secundaria o perforación estomacal.
La causa de la DILATACIÓN/VÓLVULO ESTOMACAL se desconoce pero puede derivar de una motilidad gástrica anormal. La conformación del tórax guarda relación con el riesgo; el Setter irlandés con un tórax más profundo en relación con el ancho, tiene mayor probabilidad de experimentar DVE. Los perros cuyos padres sufrieron el proceso pueden tener el riesgo de padecerlo. Existen datos contradictorios con respecto a la influencia del sexo y la rapidez en la ingestión de la comida, pero parece ser que la ingestión de la ración del día en una sola vez, y la exposición posterior al ejercicio, pueden incidir de manera significativa en su aparición.
La DVE ocurre cuando el estómago se dilata de forma excesiva con gas. El estómago puede mantener su posición anatómica normal (dilatación gástrica) o darse la vuelta, es decir, retorcerse (DVE). Si el estómago se retuerce lo suficiente, la salida del estómago (píloro) se obstruye y se produce la distensión gaseosa progresiva, es decir, el estómago se va llenando de aire. La torsión del bazo puede ocurrir en forma concurrente. La distensión gástrica masiva obstruye las venas porta hepática y cava posterior, causando serios transtornos circulatorios.
Podemos decir que la DVE se presenta principalmente en razas caninas grandes y gigantes con tórax profundo; rara vez la veremos en razas pequeñas y medianas.
Los perros afectados presentarán arcadas improductivas y manifestarán dolor abdominal. Al poco tiempo, si observamos el abdomen del perro, veremos una importante distensión, aunque no siempre se hace evidente en perros grandes y musculados. Eventualmente se observará depresión y un estado moribundo.
Las radiografías laterales del lado derecho del abdomen del perro, nos permitiran el diagnóstico de este grave proceso.
El tratamiento consiste en una terapia agresiva para contrarestar el estado de choque en que se encuentran estos animales, y debe empezar con la infusión de una solución salina hipetónica, que debe ser seguida de la descompresión estomacal (sacar el aire del estómago), a no ser que el paciente se esté asfixiando, en cuyo caso lo primero que hay que hacer es actuar a nivel del estómago.
La descompresión se hará con un tubo orogástrico, y posteriormente se hará un lavado del estómago con agua templada. Si el tubo no entra en el estómago con facilidad, se optará por una punción del mismo con un trocar adaptado para tal fin o bien por medio de una gastrotomia.
Una vez estabilizado el perro, se procederá de forma quirúrgica, para recolocar el estómago, y extirpar el bazo si es que ha sufrido daños irreparables. En ocasiones se puede optar por intervenir mediante cirugía antes de estabilizar al perro, previa descompresión estomacal, según la valoración clínica que se haya realizado.
El pronóstico depende de la rapidez del reconocimiento del proceso y de su oportuno tratamiento. Se han comunicado tasas de mortalidad del 30%.
Las causas del VÓLVULO ESTOMACAL PARCIAL O INTERMITENTE, tal vez sean las mismas que las de la DVE clásica. Los perros afectados no tienen el riesgo de morir que tienen los que padecen la forma clásica.
Se presenta también en razas grandes o gigantes, produciendo un cuadro clínico intermitente. Puede ocurrir de forma repetida y resolverse de modo espontáneo; los perros pueden parecer normales entre los accesos.
En ocasiones el estómago se mantiene en posición torcida pero no se llena de gas. En estos casos, en muchas ocasiones, son necesarias placas de estómago repetidas y/o con contraste antes de llegar a la conclusión que el estómago está en una posición anormal.
El tratamiento es quirúrgico.
La HIPOMOTILIDAD GASTRICA IDIOPATICA, es un síndrome caracterizado por un mínimo vaciamiento y motilidad estomacales a pesar de la ausencia de obstrucción anatómica o lesiones inflamatorias.
Los perros afectados suelen vomitar el alimento varias horas después de haberlo ingerido, pero salvo este contratiempo, están normales. Puede o no haber pérdida de peso.
El uso de procinéticos como la metoclopramida, que incrementa el periltastismo en algunos perros, puede ser útil. En caso de no obtener mejoría con este fármaco, se puede utilizar la cisaprida o la eritromicina. Las dietas pobres en grasas y en fibra también han demostrado su utilidad.
El SÍNDROME DE VÓMITO BILIOSO puede estar causado por el reflujo gastroduodenal que ocurre cuando el estómago está vacío durante periodos prolongados, por ejemplo durante la noche.
Se suele presentar en perros que son alimentados sólo una vez al día por la mañana. El perro suele vomitar un líquido teñido con bilis una vez al día, por lo general por la tarde, o por la noche, o por la mañana antes de comer.
Se trata de un problema de fácil solución: basta con dar una pequeña porción de alimento en la tarde noche, y un procinético gastrico a la misma hora.
Existen varias causas de ULCERACIÓN/EROSIÓN GASTROINTESTINAL (UEG). La úlceración por estrés está causada por choque hipovolémico, séptico o neurogénico marcado, como el que sucede después del trauma, cirugía, endotoxemia, pero se puede presentar en otras muchas enfermedades. Estas úlceras se presentan en el antro gástrico y/o duodeno (intestino delgado)
Determinados medicamentos como los AINE (aspirina, fenilbutazona, ibuprofeno, naproxeno, piroxicam, indometacina) por lo común son utilizados por muchos propietarios sin consulta previa a su veterinario, y son la causa más frecuente de úlceras gástricas, ya que sus vidas medias en el organismo son más prolongadas en los perros que en las personas.
El uso concurrente de más de un AINE y corticoesteroides (sobre todo la dexametasona) incrementa el riesgo de UEG. El carprofeno, meloxicam, robenocoxib, mavacoxib, firocoxib, y otros antiinflamatorios de prescripción veterinaria que usamos en nuestras clínicas con mucha frecuencia, tienen mucha seguridad con respecto a los AINE,s que se utilizan en medicina humana. Los perros que son medicados con AINE,s y que tienen problemas circulatorios, tienen mayor riesgo de padecer UEG.
El fallo renal y el hepático también pueden ocasionar úlceras y erosiones a nivel digestivo, así como la enfermedad intestinal inflamatoria.
Cualquier perro que está afectado por UEG, suele presentar anorexia, y si hay vómitos se acompañarán de sangre (fresca o digerida). En muchas ocasiones, estos animales presentarán anemia y/o hipoproteinemia que podrán ser las responsables de presencia de edemas, mucosas pálidas, debilidad, y disnea.
El diagnóstico de esta enfermedad se fundamenta en la evidencia de sangrado gastrointestinal (hematemesis o vómito de sangre, melena o sangre en heces, anemia por deficiencia de hierro) en un paciente sin problemas de coagulación.
Si por desgracia hay perforación se va a presentar peritonitis, signos de abdomen agudo, y sepsis.
Es evidente según lo expresado anteriormente, que el tratamiento va a depender de la existencia o no de complicaciones. Si no hay riesgo para la vida (no hay anemia intensa, choque, sepsis, dolor abdominal marcado o depresión sustancial) el tratamiento será sintomático. Podemos utilizar antiácidos, antagonistas de receptores H2, sucralfato, fluidoterapia, ayuno, nutrición parenteral, entendiendo que si el sangrado no remite en 5 o 6 días se hará necesaria la intervención quirúrgica.
Como siempre es preferible prevenir que curar es recomendable que ante determinados tratamientos con AINE,s, especialmente los de larga duración, estos medicamentos sean suministrados con protectores de la mucosa gástrica, aunque no siempre sean totalmente efectivos.
Las NEOPLASIAS de estómago (adenocarcinoma, linfoma, leiomioma, y leiomiosarcoma) pueden provocar también úlceras o erosiones en la mucosa digestiva.
Los perros con tumores gástricos por lo usual son asintómaticos hasta que la enfermedad está avanzada. La anorexia (no el vómito) es la manifestación más corriente. El vómito causado por un cáncer de estómago denota un proceso avanzado u obstrucción de la salida gástrica. En estos casos solemos apreciar una clara pérdida de peso, debido a la anorexia o al síndrome de caquexia cancerígena. El vómito de sangre se presentará de forma ocasional. Algunos tumores son capaces de provocar anemia por deficiencia de hierro incluso si el sangrado digestivo no es evidente. La presencia de pólipos raramente provoca síntomas.
La anemia por deficiencia de hierro en un perro sin sangrado evidente sugiere hemorragía gastrointestinal, a menudo promovida por cáncer. La mayoría de los tumores de estómago son claramente visibles por endoscopia.
El pronóstico para los adenocarcinomas y linfomas es malo, a menos que sean detectados con mucha precocidad. Los leiomiomas y leiomiosarcomas, si se reconocen en un estudio relativamente temprano, a menudo se curan con la cirugía. De modo llamativo, los pólipos gástricos no requieren la resección a menos que originen obstrucción de la salida.
Con este artículo damos por concluido el repaso que hemos dado a las enfermedades del aparato digestivo, y que han sido publicados en los últimos números de la revista. Espero que os hayan sido de utilidad.
José Enrique Zaldívar Laguía.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid.
LA CRUDA REALIDAD DEL TORO DE LIDIA
Ciencias Naturales
Ciencias de la Vida
La cruda realidad del toro de lidia
Las características fisiológicas del toro de lidia lo han llevado a la gloria, por considerarse el símbolo de un país, y a la perdición, por morir de forma cruel debido a intereses que van más allá de la cultura y la historia. En el Año Internacional de la Biodiversidad, su condición de mártir compromete el bienestar animal y la bondad humana.
SINC // ADELINE MARCOS
España
31.03.2010 14:17
En 2010, el Parlamento catalán -a propuesta de la Iniciativa Legislativa Popular antitaurina en Cataluña- podría dar un paso más en la prohibición de una práctica que desconcierta, y también en la protección de este animal. El toro de lidia, como cualquier ser vivo, tiene un lugar en este planeta, pero ¿cuál?
Para José Enrique Zaldívar, veterinario por la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT), es un animal doméstico “porque su existencia y supervivencia depende exclusivamente de la especie humana, la que se ha ocupado de su selección y de su alimentación. No sobreviviría a su libre albedrío, no es un bovino salvaje”.
Su crianza parece estar ligada de manera inexorable a la lidia, o a ciertos espectáculos taurinos. “El hombre crea al toro de lidia; no nace por generación espontánea”, asegura Zaldívar. Pero no todos los toros son iguales. Cambian su pelaje, su cornamenta y su estructura corporal en función de la ganadería.
Un mito de carne y leche
La creencia es que el toro de lidia es descendiente directo del bóvido salvaje, conocido por Uro primigenio o Bos taurus primigenius, y que desapareció de los bosques de Lituania en 1627. Pero este bovino de grandes dimensiones (entre uno y dos metros de altura, con cuernos que daban varias vueltas y acababan en puntas) también llamado Auroch, es, en realidad, el ancestro común de todas las especies de bóvidos de carne y de leche.
En la actualidad, un equipo de científicos pretende “resucitar” a Auroch en Holanda, dentro del Proyecto Taurus, y repoblar algunos ecosistemas de Europa a partir de cruces de bóvidos. Resulta ilustrativo que entre las subespecies de la Península Ibérica elegidas para el proyecto no figure el toro de lidia. “Se han elegido la Pajuna, la Sayaguesa, y la Tudanca”, informa Zaldívar.
El toro de lidia tiene la riqueza genética de cualquier otra subespecie y el factor cultural que la sociedad quiera darle. Pero ¿es más importante que la avileña (bovino ibérico) o que el guará català (burro catalán)? “Posiblemente no”, matiza Antoni Dalmau, investigador en el Subprograma de Bienestar Animal del Instituto catalán de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA).
Del campo al ruedo
Antes de tener una “utilidad” exclusivamente lúdica, la domesticación de los bóvidos se inició con un fin alimenticio, como ha pasado con otras especies animales. De estos bóvidos se seleccionaron los bovinos con mayor “fiereza”, que en realidad eran los más complicados de manejar para la crianza, para los espectáculos que dieron lugar a la tauromaquia, pero al final, “es tan vaca la de Milka de los anuncios como la madre de cualquier toro de lidia”, indica Dalmau.
Pero no está sólo el toro, también lo están las dehesas en las que habita. “Las dehesas estaban antes que este animal”, comenta Zaldívar que cuestiona la idea de que el toro de lidia sea beneficioso para estos espacios protegidos. “Si desaparece el toro, las dehesas van a permanecer ya que son utilizadas por los mismos ganaderos de lidia, para la crianza del cerdo ibérico, explotación de ganado ovino, de otras razas de vacuno, e incluso como cotos de caza”, apunta el veterinario.
En el caso de abolirse la tauromaquia, “el toro de lidia y su crianza dejarán de tener sentido”, afirma el vicepresidente de AVAT. Pero el animal no desaparecería. Al igual que el burro, que ha dejado de tener “utilidad” como animal doméstico, se conservarían algunos ejemplares del toro para mantener esta subespecie.
Para el investigador del IRTA, “resulta complicado saber cómo se gestionarían algunas fincas dedicadas a la cría de este ganado si éstos no existieran”. Podrían abandonarse o criar otros toros más dóciles.
“Muchos équidos, porcino y ovino han desaparecido a lo largo de los años y nadie ha clamado por ello”, señala Zaldívar que está en contra de “la crianza de un animal cuyo fin es ser torturado y muerto en un espectáculo que agrada a una parte de la ciudadanía”. Los toros que no acaban en el ruedo, son seleccionados y enviados al matadero o a algún otro tipo de “espectáculo”.
Bienestar animal, leyes que protegen a medias
El sufrimiento, dolor y muerte del toro ante miles de espectadores en una corrida cuestionan también las leyes sobre bienestar animal, normas que hasta 2005 eran una prioridad en el Plan Estratégico de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, las seis directrices adoptadas por los 174 países de la OIE desde mayo de 2005 no incluyen el manejo del toro de lidia, aunque aborden el bienestar animal en el transporte por vía marítima, por vía terrestre, por vía aérea, el sacrificio de animales para consumo humano, la matanza de animales con fines profilácticos (protección de una enfermedad), y el control de la población de perros vagabundos.
Ya lo anunciaba el artículo III-121 de la Constitución europea: “los animales son seres con capacidad de sentir emociones y los países de la UE deben poner el máximo empeño en proporcionarles unas buenas condiciones en relación al bienestar, pero respetando ritos religiosos y tradiciones culturales”.
“El caso del toro de lidia se encuadra dentro de este último punto. Siempre y cuando no haya choque entre tradiciones culturales y leyes de bienestar animal, éstas últimas deben cumplirse como en cualquier otro tipo de animal. En caso de choque entre ambos aspectos, prevalece la tradición cultural. Lo cual permite que se realicen las corridas”, asegura Dalmau.
En España, las comunidades autónomas establecen las leyes al respecto. “No existe una ley estatal unitaria sobre protección animal; cada autonomía ha desarrollado las suyas propias. La más moderna es la catalana, lo que da pie a que, merced a la modificación de su artículo sexto de la Ley de Protección Animal, se pueda prohibir matar toros en espectáculos públicos”, menciona Zaldívar.
El negocio está detrás
A pesar de que en 2009 el número de festejos taurinos descendió un 23% respecto a 2008, y unas 3.000 reses se quedaron sin lidiar, el trasfondo económico de las corridas supera al bienestar animal.
“Es imposible que alguien quiera criar toros de lidia por amor a la tradición, a la cultura, o a los símbolos de identidad nacional. Los ganaderos del toro de lidia ganan dinero”, arremete el veterinario, que afirma que sin las subvenciones directas o indirectas que reciben los criadores de toros de lidia como productores de carne ganado bravo (denominación de origen) por parte del Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y UE, “la tauromaquia no lograría subsistir”.
Según el Boletín Oficial del Estado publicado el pasado 23 de marzo de 2010, las subvenciones a criadores del toro de lidia ascienden a 803.757 euros que se reparten entre cinco asociaciones. A esto se añaden las ayudas indirectas como las que se otorgan a las escuelas de tauromaquia, las que se emplean en la construcción y rehabilitación de plazas, o las que dan los ayuntamientos para las fiestas populares.
Una parte de la población española defiende la tauromaquia como forma de expresión y arte de la cultura y tradición españolas, pero el sufrimiento y dolor inflingido a estos animales por el bien de la feria cuestiona su ética. ¿Qué tipo de cultura es la que mata a un animal en público y observa su agonía con placer? La española podría tomar ejemplo de la desaparición de viejas tradiciones, como la caza del zorro con perros en Inglaterra y Gales, prohibida por ley en 2005 (en Escocia se ilegalizó en 2002). Las nuevas generaciones decidirán.
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El sufrimiento del toro, paso a paso
En 2007, Juan Carlos Illera, investigador en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid publicó un artículo en la revista no científica 6Toros6 en el que afirmaba que durante las corridas los toros de lidia eliminan el dolor, y por lo tanto no sufren gracias a un sistema hormonal desarrollado. La polémica no hizo más que empezar.
José Enrique Zaldívar, el investigador y veterinario que lleva tres años estudiando este tema, considera que el toro “sufre una enorme agonía durante la lidia”. Además de provocar lesiones anatómicas como son la rotura de músculos (más de 20), de ligamentos, tendones, vasos, y nervios, a causa de los instrumentos empleados por los toreros, también se producen fracturas de estructuras vertebrales, de costillas y de sus cartílagos de prolongación.
Zaldívar explica que las puyas insertadas en el animal durante la lidia le limitan su movilidad, ya que afectan al plexo braquial, que se ocupa de la inervación del tercio anterior. “Como consecuencia de las puyas el toro puede perder entre un 8 y un 18% de su volumen sanguíneo”, precisa el veterinario.
La estocada le provocará la muerte por una profusa hemorragia en la cavidad torácica. “En sólo el 20% de las ocasiones la espada va a seccionar los grandes vasos del tórax, lo que haría la agonía más corta”, comenta Zaldívar.
La puntilla le provoca la asfixia por cortarle el bulbo raquídeo. Según las analíticas sanguíneas realizadas por los veterinarios, existen graves alteraciones orgánicas durante la corrida. “El 93% de los toros lidiados presenta acidosis metabólica, compatible con el sufrimiento, y la incapacidad del organismo para regular sus constantes vitales”, señala Zaldívar.
Otros estudios científicos señalan importantes lesiones musculares por el sobreesfuerzo que supone la lidia para el toro, “para la que es evidente que no está preparado”. Además, el 23% de los toros lidiados tienen lesiones oculares.
Según el taxidermista de la plaza de Las Ventas en Madrid, “el 60% de los toros lidiados en esta plaza presentan fracturas o fisuras de cráneo”.
PERFIL DEL TORO DE LIDIA |
- Número: Hay 113.000 madres por año en España.
- Peso: Un novillo (toro de 4 años) pesa más de 400 kilos, y un toro más de 500.
- Reproducción: El grupo de sementales no es muy numeroso, los hay jóvenes en prueba (dos años cumplidos) y ya probados (más de cuatro años) que cubren la mayor parte de la vacada. Se habla de un toro por cada 50 hembras. Estas son tentadas de becerras con caballo y con capote. Las que demuestran “bravura”, pasan a ser madres, y las que son desestimadas, van al matadero. Su periodo de gestación es de 9 meses. El destete se suele hacer con 6 u 8 meses. Desde los 2 meses, los animales reciben piensos compuestos.
- Alimento: Basado en cereales (trigo, centeno y cebada principalmente), leguminosas-grano (habas, guisantes), forrajes (alfalfa, avena), y piensos compuestos (de origen vegetal y animal). En las explotaciones donde hay encinas, los toros también comen bellotas, y las hojas de este árbol. Cuando son elegidos para una corrida, son alimentados sobre todo con pienso compuesto un tiempo antes de ser transportados.
- Muerte: En 2009 se realizaron 1.877 “festejos taurinos”, de los que 1.443 corresponden a corridas de toros. Cada año mueren entre 8.700 y 12.000 toros, según fuentes.
- Precio: De 2.000 a 12.000 euros por cada toro, en función del tipo de “espectáculo” (plaza de primera, de segunda, de tercera o festejos de pueblos). Debido a la crisis, los precios también han bajado.
- Esperanza de vida sin corridas: Las cifras son un poco secretas. Algunos toros a los dos años son probados para ser sementales, y pueden convertirse en ello a los 4-5 años o llevados a la plaza o al matadero.
- Debate: Aunque no hay cifras absolutas, las encuestas realizadas apuntan que un 70% de la población está en contra de las corridas de toros.
¿CUÁNTO DOLOR SIENTE EL TORO?
EUREKA |
ANIMALES /Polémica científica |
¿CUÁNTO DOLOR SIENTE EL TORO? |
Tras la iniciativa popular para abolir los toros en Cataluña, cinco científicos debaten, con las últimas investigaciones en la mano, hasta dónde llega el sufrimiento de las reses bravas durante la lidia |
MIGUEL G. CORRAL (El Mundo) No hay ningún animal que cuando le hagas daño no huya», dice Juan Carlos Illera. «Y yo mismo he visto a un toro de lidia en un tentadero en campo abierto volver hacia el caballo hasta 10 veces tras ser picado cuando podía haber huido si lo hubiera querido», asegura este profesor titular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Juan Carlos Illera del Portal lleva 17 años estudiando los procesos fisiológicos que se desencadenan en las reses bravas durante la lidia y sus conclusiones indican que estos animales tienen especialmente desarrollado un sistema hormonal que les permite eliminar casi por completo el dolor. Tras el gran revuelo que se ha formado recientemente en torno a la Iniciativa Legislativa Popular sobre la prohibición de los toros en Cataluña, parecía lógico que un científico con resultados como estos en la mano tendría que ser llamado a comparecer ante la comisión de Medio Ambiente del Parlament catalán. Y así fue. Sus investigaciones, que muestran al toro de lidia como una excepción dentro del reino animal por su capacidad de disfrazar el dolor, motivaron que fuese uno de los expertos llamados a comparecer. Sin embargo, también fueron reclamados otros científicos que ponen en duda los resultados obtenidos por el profesor Illera del Portal. HORMONAS.- Todos los vertebrados producen de forma natural sustancias químicas similares a la morfina o a la heroína. Se trata de las endorfinas y, según las investigaciones de Illera, se generan en el tálamo, una parte del cerebro situada en el centro del mismo, bajo la corteza cerebral. «El tálamo regula toda la información relacionada con el dolor y el toro de lidia tiene esta área un 20% más desarrollada que otras especies de rumiantes», explica Illera. «Dolor tiene que sentir mucho, pero este animal libera una gran cantidad de hormonas opiáceas que le permiten controlar esa sensación», dice. El veterinario y vicepresidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (Avat), José Enrique Zaldívar, respeta los resultados de laboratorio del profesor Illera, pero desmiente algunos de los preceptos en los que se basa su colega. «Evidentemente no puedo negar esta afirmación, la de su tamaño, pero sí les puedo decir que el tálamo no es el encargado de responder ante el dolor. Esta estructura procesa las sensaciones y propaga los impulsos, pero es la corteza cerebral la que decide la respuesta», explica Zaldívar. Miguel Ibáñez, profesor de Etología y Bienestar Animal de la Universidad Complutense de Madrid, coincide con esta visión. «Quizá el tálamo sea más grande que el de un ser humano, pero esto no quiere decir que tenga más capacidades», asegura el científico. «El delfín tiene más desarrollo cerebral que el hombre, ¿quiere decir esto que tiene mayor inteligencia?». Para el filósofo y profesor de Investigación del CSIC Jesús Mosterín, que ha dedicado buena parte de su carrera a la filosofía de la ciencia, la producción de endorfinas, por alta que sea, no es un patrimonio único de los toros de lidia. Según manifiesta sin tapujos, «si este sistema es una justificación para torturar a los toros, también lo sería para hacerlo con los seres humanos, que poseen la misma capacidad de producir endorfinas». El equipo que dirige Juan Carlos Illera del Portal también ha medido la velocidad de respuesta cerebral ante el estímulo del dolor y ha encontrado que es más rápida que en otras especies, por lo que, según Illera, el animal deja de sentir el dolor intenso rápidamente. «El mayor tamaño del tálamo implica que hay más neuronas en esa parte, lo que se traduce en un aumento de la velocidad de respuesta ante el dolor». En la actualidad, las investigaciones del profesor Illera se centran en estudiar los receptores encargados de transmitir el dolor hacia el cerebro. «Es un trabajo de chinos porque tenemos que analizar todos ellos y en cada centímetro de piel hay varios miles». El trabajo aún está en fase de elaboración, pero el equipo de Illera ya ha medido 10 toros y ha encontrado que el 80% de los receptores queda bloqueado en pocos segundos debido al efecto de las endorfinas. El veterinario de la plaza de toros de Las Ventas en Madrid Fernando Mirat asegura que no es un experto en los procesos fisiológicos bovinos, pero afirma que los toros de lidia son más resistentes al dolor que otros animales. «Eso lo he podido comprobar yo mismo cuando hacía estudios clínicos». Antes de investigar el sistema hormonal de las endorfinas, el profesor Juan Carlos Illera estudió los niveles de estrés que sufren los animales desde que son transportados a la plaza hasta el momento de las diferentes lidias (recortes, corridas de rejones, lidia portuguesa y tradicional). Los resultados de Illera mostraban que las reses tenían tres veces más estrés durante el transporte en camión hasta el coso taurino que durante la propia lidia. Para hacerse una idea del estrés al que están sometidos los animales, los investigadores midieron los niveles de dos hormonas llamadas cortisol y catecolamina y que son liberadas por las glándulas adrenales, situadas en el riñón. Resulta llamativo que los resultados del estudio indiquen que los toros sufren más estrés durante la lidia portuguesa -en la que no hay puyas ni muerte en el ruedo- que durante las corridas de rejones y en éstas aún más que en la lidia tradicional. José Enrique Zaldívar asegura que hay diversos estudios científicos de prestigio que demuestran que para producir las hormonas del estrés es indispensable conservar intacto el aparato de transmisión del sistema nervioso. «Lo normal es que la puya dañe la piel y el músculo, pero en ocasiones puede lesionar la apófisis espinosa de la columna», reconoce el veterinario de Las Ventas Fernando Mirat. DAÑO NEUROLÓGICO.- «En todos, absolutamente todos, los estudios consultados al respecto, se reconoce que los puyazos suponen, entre otras cosas, un gran daño neurológico para el toro», dice Zaldívar. «En más del 70% de los toros estudiados se ha determinado que las puyas son clavadas en zonas muy posteriores a la indicada como ideal». En opinión del vicepresidente de Avat, las conclusiones de Illera sobre el estrés del toro durante las diferentes lidias llevan a pensar que, a medida que el sistema nervioso central va sufriendo mayores agresiones, la respuesta al cortisol se ve disminuida, lo que, para Zaldívar, invalida los resultados del estudio. Todos los investigadores consultados aseguran que a la investigación de Illera le falta peso científico y que por ese motivo no ha sido publicada en una revista sometida a la evaluación de otros colegas. «Estas publicaciones no tienen ningún valor. No sólo importa lo que se publica sino dónde se publica. Yo he sido director de un departamento universitario y allí podría haber publicado que la Tierra es cuadrada», dice Jesús Mosterín. Juan Carlos Illera se defiende asegurando que las revistas científicas en el momento que ven la palabra bullfighting (corrida de toros en inglés) devuelven la investigación de forma automática por ser un tema polémico. El etólogo Miguel Ibáñez cree que la vertiente psiquiátrica también tiene una gran importancia y rara vez se le otorga el papel que debiera. «No se trata de si le duele o no le duele o de si tiene o no otros estímulos que superan los del dolor», dice Ibáñez. «El tema de fondo es que unos cuantos seres humanos disfrutan con la tortura de otro ser vivo con el objetivo de manifestar su poder sobre él y eso se llama sadismo». APOYOS BANDERILLAS EL SÍMBOLO DE LA FIESTA Las banderillas son palos delgados de unos 75 centímetros adornados con papel de colores, que se clavan en número de seis a cada toro y que llevan en su extremo un arpón de acero. En su parte visible, esta punta cortante tiene entre 4 y 6 centímetros de longitud. Esta suerte lesiona la piel y el tejido muscular. Desgarran muchas de las estructuras anatómicas dañadas con anterioridad por las puyas y producen lesiones en unos 10 centímetros alrededor de donde han sido insertadas, aumentando la pérdida de sangre en el animal. ESTOQUE Y PUNTILLA LAS ARMAS LETALES El estoque es la espada usada en la lidia para dar muerte al toro. Es una espada curvada de más de 80 centímetros de longitud. La espada lesiona órganos y estructuras anatómicas de la cavidad torácica tales como el pulmón, el corazón o los vasos sanguíneos, dependiendo de la colocación y la dirección de la espada. Pero, en ocasiones, queda mal situada y puede llegar a lesionar órganos de la cavidad abdominal, como el hígado o algún preestomago. La puntilla es un cuchillo de 10 centímetros de hoja, que penetra entre el hueso occipital y la primera vértebra y secciona el bulbo raquídeo, provocando la parálisis general del animal. PUYA UNA SUERTE PARA DEBILITAR La puya es un arma metálica cortante y punzante que consta de 6 centímetros de cuerda encolada y de 2,5 centímetros de púa piramidal afilada en sus dos aristas usada para restar fuerza al toro. Esta suerte está unida a una vara que facilita su uso desde el caballo y está provista de un tope cilíndrico cuyo objetivo es impedir que la puya entre en el cuerpo del animal más de los 8,5 centímetros de longitud total que tiene. El lugar ideal para la realización de esta suerte es el morrillo, que se sitúa en el cuello entre la 4ª y 6ª vértebra cervical. Repercusión del artículo en Knight Sciencie Journalism Tracker El Mundo: Toros y la ciencia del dolor(English intro to Spanish lang. post) Many people in Spain gather at bullrings to watch a animals repeatedly slashed with sharp iron points by horsemen, while men dressed on a funny costumes stick decorative banderillas 6 cm deep in their necks, and while brave toreros kills them by plunging 80 cm swords into their backs and through their chests. It’s culture and tradition for some. It is cruelty and barbarism for others – and some in the last weeks are trying to ban bullfighting in the region of Catalonia. Has science anything to say about this issue? Not really. But a veterinary professor from the Complutense University of Madrid says that he has done studies showing that these special bulls don’t suffer as much pain as other ruminants. One of the “proofs” is that when the picador punches the bull, the animal persists on attacking his horse instead of running away. The other evidence is that they seem to have 20% bigger thalamus, the brain structure that produces endorphins, the hormones than minimize the pain. He also has found that the brain signals in this region activates faster than usual. Suspiciously, these findings that could become important discoveries have not been published in any peer review journal. A story in the science Sunday section of El Mundo gives some credit to this research, and confront it with the critical views of other physiologists. The story is acceptable and very well written, but it ends up being a “one side says this, the other says that” without references to scientific data or judgment from third parties. We think it misses an opportunity for useful science reporting on a popular issue. Desde hace varias semanas en España hay un encarnizado debate social y mediático a raíz de la solicitud que grupos antitaurinos han hecho llegar al Parlamento de Cataluña para que prohíba los toros en esa región. Para los abolicionistas las corridas son una crueldad innecesaria, vergonzosa, y disfrutar de ver cómo se tortura a un animal es un acto inmoral que puede ser calificado de sádico. Para sus defensores los toros son espectáculo, cultura, tradición, arte; y hay animales sufriendo mucho más en condiciones bastante peores. ¿Tiene algo que decir la ciencia al respecto? No mucho, la verdad. La ciencia informa, y la ética valora. Pero sí hay un subterfugio por el que la ciencia se ha colado en esta discusión: un profesor de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid asegura que los toros de lidia sufren mucho menos dolor que el resto de ruminates. El suplemento dominical Eureka de El Mundo presentaba ayer un reportaje de Miguel G. Corral explicando en qué sustentaba Juan Carlos Illera sus afirmaciones, y las críticas a su trabajo de otros veterinarios y fisiólogos. Empecemos por un detalle muy importante: los estudios de J.C. Illera no están publicados en ningún peer review journal. Él se defiende diciendo que las revistas científicas no quieren ni oír hablar del término bullfighting, pero suena a excusa intolerable. Si sus investigaciones estuvieran bien realizadas metodológicamente, y los resultados sustentaran con claridad el punto que él defiende, sin duda sería un trabajo muy importante que las revistas querrían publicar. A nosotros, esto nos genera una incredulidad inicial. Según explica Miguel en su pieza, Illera argumenta primero que si el toro sufriera tanto dolor, huiría al ser picado por el picador en lugar de continuar ensañándose con su caballo. Ehem. Luego llega el argumento científico: el tálamo de los toros de lidia es un 20% mayor que el resto de rumiantes. El tálamo es donde se producen endorfinas (hormonas que actúan como opiáceos), y por tanto, el toro segrega más de estas sustancias que minimizan el dolor. Además, dice haber medido la velocidad de respuesta cerebral ante el dolor y ser más rápido que en otras especies. Insistimos: si esto hubiera sido demostrado fehacientemente, ya debería estar publicado. En el artículo aparecen varias voces científicas discrepando de los estudios de Illera. Podéis leerlas en el original. Aquí más bien se trata de comentar el trabajo periodístico. Y a tal respecto, a pesar de valorar positivamente la intención de tratar desde la perspectiva científica este asunto, consideramos que el reportaje se queda a medias. No parece haberse tomado realmente en serio la aportación que puede hacer la ciencia al debate sobre el dolor del toro. Sobre la fisiología del dolor en mamíferos, o el papel del tálamo, debe haber mucha más literatura científica. Y además de buscar respuestas en los antitaurinos, hubiera sido la situación ideal para preguntar la opinión de expertos completamente neutrales, que analizaran mejor los peculiares puntos que defiende Illera. El lector se queda bastante indiferente. Lo percibimos un poco como una oportunidad perdida de demostrar de qué es capaz el periodismo científico riguroso: Dejar un poco de lado las opiniones individuales, analizar en serio si el toro de lidia puede sentir menos dolor que otro rumiante, y criticar duramente el trabajo de Illera si en verdad es fraudulento. Aunque lo sospechamos, nos quedamos con la duda. - Pere Estupinyà |