Carta abierta a la Asociación Taurina Parlamentaria, ATP
Sres. Parlamentarios,
El que les escribe es un humilde concejal del ayuntamiento de un pueblecito de la comarca de Maresme de poco más de 3.000 habitantes. Concejal por el PSC en el ayuntamiento de Sant Cebrià de Vallalta.
No he hecho de la política mi profesión, simplemente una de mis vocaciones. Vocación de servicio a la comunidad donde resido. Algunos se dirigen a mí como político, aunque sinceramente, a tenor de cómo se comporta en determinados temas una parte de la clase política de nuestro país, casi me molesta y me humilla.
Otra de mis vocaciones es la de intentar paliar el sufrimiento animal, deseando que llegue el día en que ya no haya que dedicar muchos esfuerzos a tal tarea.
He leído la crónica de la asamblea general de la Asociación Taurina Parlamentaria celebrada el pasado 23 de junio. http://torosconretranca.blogspot.com/2009/06/la-asociacion-taurina-parlamentaria-atp.html
Lo primero que me ha sorprendido de forma desagradable es que hayan nombrado vocal de la asociación a un parlamentario catalán de mi propio partido, David Perez. Era de esperar dada su implicación en la defensa de la tauromaquia, pero me duele, me duele en el alma ver como un socialista catalán se une e implica con una asociación cuyo fin es el de perpetuar el maltrato ancestral hacia un mamífero.
Me duele porqué es catalán y en Catalunya hay un fortísimo movimiento que pretende culminar con la abolición en nuestra tierras del mal llamado arte del toreo. Porque Catalunya es uno de los más claros exponentes, al margen de Canarias, del rechazo hacia una tradición cruel, aberrante e incomprensible en pleno siglo XXI. Son ya 69 los municipios catalanes declarados antitaurinos, y la lista no ceja en su empeño de crecer a pasos agigantados.
No me dirigiría a ustedes simplemente por tal nombramiento, era lógico, en estos momentos, en que Catalunya puede abolir la tauromaquia, necesitaban de un catalán en sus filas, y si era socialista mejor que mejor, su asociación tiene un claro color azul.
Si les escribo es a raíz de mi perplejidad ante su pretensión, dentro de las actividades previstas para este año, de proponer la tauromaquia como candidata a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
He leído con auténtico estupor el texto referido por Williams Cárdenas Rubio, el 23 de junio en el palacio del Senado, para salir en defensa de la tauromaquia y de su “canonización” como patrimonio de la humanidad. http://torosconretranca.blogspot.com/2009/06/la-tauromaquia-patrimonio-cultural.html
Es, evidentemente a mi entender, un verdadero ejemplo del egoísmo humano, del antropocentrismo más cerril, y de la más terrible cosificación de un mamífero. Para pretender optar a ser PCI de la Humanidad se esgrimen todos los argumentos positivos respecto a la “fiesta”, la artesanía de los trajes del torero, el forjado especial de la espada de matar, la liturgia taurina, los usos, los ritos, e incluso el hecho de que haya quien ha dejado su vida para preservar la tradición.
Increíble. Hasta tiene la desfachatez de decir que el reconocimiento se expresa cada año con la presencia de cientos de miles de turistas que asisten a las corridas.
Evidentemente lo que no dice es que muchos de esos turistas, y esto pasa muchos domingos en Barcelona, son puestos en autocares desde sus lugares de estío en las poblaciones costeras cercanas, en una especie de tour turístico, para dejarlos en la plaza ante un espectáculo del que casi nada conocen. Y que cuando ven de cerca el sufrimiento propinado al astado, cuando ven el rojo de su sangre por todo el lomo, maltrecho por las banderillas y por el tremendo castigo del picador, cuando lo ven vomitando sangre a borbotones, algunos abandonan la plaza, otros se tapan los ojos, e incluso los hay que hasta vomitan.
También obvia el texto leído en el senado, que aquellos que murieron para “preservar” la tradición, hicieron del toreo su modus vivendi, ganaron dinero a espuertas y sabían perfectamente a lo que se exponían. Todo por dinero. Todo por la fama y el reconocimiento. El arte, eso ya es más discutible.
Pero lo más dramático, aquello que une a todos cuantos se deleitan con una corrida de toros, es la facilidad con la que obvian el sufrimiento de un animal, de un mamífero. Sufrimiento que comienza mucho antes de su salida al ruedo y que culmina con su muerte, la mayoría de las veces larga y dolorosa.
El señor Cárdenas se recrea en la gran cantidad de artistas e intelectuales que han creado obras de arte alrededor de la “fiesta”. Evidentemente no menciona a todos aquellos artistas, filósofos, escritores, pintores, escultores, cantautores, cantantes, políticos y personas de a pié, que se sienten avergonzados de pertenecer a un país que es identificado y conocido por semejante salvajada.
Sirvan de ejemplo simplemente algunas citas literarias:
No falta razón, que esta fiesta bruta
sólo ha quedado en España,
y no hay nación que una cosa
tan bárbara e inhumana
si no es España consienta.
Lope de Vega Poeta, novelista y dramaturgo español
Me enorgullezco de no haber figurado nunca entre la clientela especial de las corridas de toros.
RAMÓN y Cajal. Histólogo, escritor, premio Nobel.
"La fiesta taurina, donde de forma precisa un mamífero superior, con un sistema nervioso semejante al nuestro, capaz por tanto de sentir dolor, agonía y muerte, es engañado, asaeteado, alanceado y muerto,generalmente de forma carnicera, para celebrar no se sabe que extraño festejo."
Miró i Ardévol. Ex-Conseller de la Generalitat de Catalunya.
"No me parece comprensible que una sociedad que pretende ser humanista y moderna siga regocijándose con un rito tan bárbaro"
Rosa MONTERO Periodista. En El País Semanal, el 5 de diciembre de 1999.
Llamar fiesta a un rito tan sangriento como una corrida de toros es lo contrario de llamar sacrificio al rito incruento de la misa.
Antonio Gala Dramaturgo, poeta y novelista español.
Fue precisamente Antonio Gala quien en el dominical de El País, 30 de julio de 1995, confiesa su "conversión" como antitaurino con estas emotivas y sinceras palabras :
"Y de repente [el toro] miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad".
La lista sería interminable y si además incluimos lo que intelectuales y artistas de fuera de nuestras fronteras opinan al respecto, seguramente más de uno acabaría enrojeciendo de vergüenza.
Pero volviendo al origen de este escrito, lo que me parece ya el colmo, es que se pretenda equiparar la salvajada de una corrida de toros con la dieta mediterránea, el tribunal de las aguas de Valencia, el Corpus Granadino o el silbo Gomero.
La tauromaquia tiene de cultura inmaterial lo mismo que un billete de 500 euros, a no ser, eso si, que consideremos al toro como algo inmaterial o simplemente inexistente, como a una cosa que ni siente, ni sufre.
Señores políticos pro taurinos, desconozco si su interés en preservar tal despropósito del ser humano, se debe a su convencimiento pleno de la bondad de tal espectáculo, o a oscuros intereses económicos. No se cual de las dos opciones sería la peor, pues pienso firmemente que quien disfruta con un espectáculo tan cruel tiene, sin lugar a dudas, alguna de sus funciones cognitivas algo alteradas, o como mínimo, una conciencia poco evolucionada.
Sepan que si tienen la osadía de presentar a la UNESCO la tauromaquia como candidata a PCI de la Humanidad vamos a ser muchos millones de Españoles los que nos sintamos avergonzados de nuestra clase política, de ustedes, por el tremendo ridículo internacional que vamos a escenificar. Que vergüenza!. Que osadía!. Pretender que la UNESCO de un espaldarazo a una “fiesta” que consiste en propinar sufrimiento y muerte a un ser vivo.
Si su propuesta prosperase, los Canadienses no tardarían en solicitar a la UNESCO idéntico tratamiento, por idénticos motivos de tradición, liturgia, transmisión de padres a hijos, etc, para las matanzas de focas. Dinamarca haría lo propio con la tradicional matanza anual de ballenas en las islas Feroes. Los japoneses con las matanzas de delfines en las islas Iki y Futo, entre otras.
En definitiva, si la UNESCO admite que cualquier tradición que se transmite de generación en generación, con determinada liturgia, considerada un hecho cultural, sea declarada PCI de la Humanidad, a pesar de que represente una crueldad y un sufrimiento inmerecido para un mamífero, finalmente el significado de las siglas PCI deberá ser revisado confiriéndole el significado de Patrimonio Cultural Inmoral de la Humanidad.
Por favor, señores diputados y senadores de la Asociación Taurina Parlamentaria, no nos avergüencen más a los españoles intentando defender a toda costa, y ante organismos internacionales, una tradición sangrienta y cruel, que beneficia económicamente a unos pocos, y atormenta y escandaliza a una gran mayoría de ciudadanos de España y del mundo entero.
Atentamente,
Carles Marco Morellón
Concejal del Ayuntamiento de Sant Cebrià de Vallalta
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