lunes, 11 de enero de 2010

PERIODISMO DE CALIDAD O PERIODISMO BASURA (CARLES MARCO)

Periodismo de calidad o periodismo basura

De todos es sabido que existen periodistas serios y periodistas que no lo son, medios de comunicación y medios de difamación. Un medio de comunicación serio debe informar y debe hacerlo desde la objetividad, nunca dejándose llevar por pasiones u obscuros intereses, que solo propician artículos de opinión subjetivos y en ocasiones altamente dañinos.

El medio digital mundotoro.com lleva tiempo arremetiendo contra aquellos que estamos por la abolición de la tauromaquia, ¿porqué será?. Pero es que toda lucha se puede llevar a cabo de forma seria y argumentada, o con formas y maneras zafias, insultantes, difamantes y claramente mal argumentadas. Este medio ha escogido la segunda.

Es una verdadera pena que se trate de un portal con escaso seguimiento en Cataluña, que tan solo leen los taurinos confesos, y algunos animalistas que no dejamos de alucinar con sus aseveraciones y sus argumentaciones imposibles.

Y es una pena porqué si más de una persona, de aquellas que todavía no tienen claro si es lícito prohibir la tauromaquia o no, fuese leyendo los artículos, por llamarlos de alguna manera, que van apareciendo en ese medio, sin duda despejaría muchas dudas.

Durante los últimos años el mundo taurino estaba muy tranquilo, acostumbrado a tener el soporte de una más bien escasa masa social, la indiferencia de una mayoría que no tenía el más mínimo interés por la fiesta, y unos cuantos críticos con el espectáculo y deseosos de acabar con algo que consideraban indigno de nuestra sociedad. Sin embargo estos pocos se enfrentaban a unas instituciones que mayoritariamente daban su apoyo económico a la tauromaquia, y un importante reconocimiento en forma de premios y medallas, así como manifestaciones Reales de soporte y admiración.

Pero las sociedades evolucionan, la percepción y rechazo del maltrato animal ha hecho que la tortilla se haya girado. Casi sin darse cuenta, porqué aquel que se siente bien arropado suele plantearse pocas cosas, se han encontrado con una sociedad que mayoritariamente ha pasado de la indiferencia a la crítica, de no saber ni querer saber nada de cómo muere el toro en la plaza, a recibir todo tipo de información acerca de su suplicio, y a mostrar su rechazo.

El arte, la cultura y la tradición dejaron de ser excusas válidas, argumentos más que dudosos y discutibles, pero sobre todo sumamente subjetivos, que la sociedad se ha encargado de anular. No sirven para perpetuar un maltrato a un ser vivo en una sociedad que lucha cada vez con más fuerza contra el dolor y el sufrimiento. Cuando la vida de una persona no valía apenas nada, en tiempos de la Santa Inquisición, o durante la guerra civil, propinar sufrimiento a un animal, gozar de un “arte” que llevaba implícito la tortura y muerte de un herbívoro, era algo nada censurable, era simplemente un mal menor, algo que la sociedad podía permitirse, que simplemente pasaba desapercibido. En unos tiempos, y en una sociedad, en que se considera indigna cualquier forma de explotación humana, cualquier agresión, en que se prohíben expresamente prácticas que en otras sociedades forman parte de su acerbo cultural, como la ablación de clítoris o la lapidación, la sociedad continúa en su senda evolutiva y puede fijar su atención en otros tipos de injusticias, de actos indignos del ser humano.

Las palabras de Gandhi, que fue sin duda un gran pensador y un hombre avanzado a su tiempo y a su sociedad, retumban hoy en las mentes de millones de personas, “un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”. Y este país nuestro desea salir airoso del juicio. El líder de la resistencia pasiva nos enseñó que el ser humano, en su papel de raza dominante, tiene una gran responsabilidad: la conmiseración y empatía con los más débiles.

Los aficionados taurinos se vieron claramente superados por unos argumentos que tiraban por tierra aquello que durante años y siglos fue suficiente para seguir con su actividad, con su afición. Y en ese momento en que una importantísima parte de la sociedad daba claramente la espalda a la fiesta, llegó la puntilla, la ILP catalana.

Sonaron las alarmas y, sin plantearse nada más que la conservación de la tauromaquia, empezaron a trabajar para buscar el argumento que validase su actividad. Entonces pensaron que como la amenaza provenía de un movimiento basado en la sensibilidad por el sufrimiento del animal, tenían que demostrar a toda costa que el animal no padecía dolor ni agonía alguna. Si el toro no sufre ya no hay causa. Inventaron estudios, que por inverosímiles, no fueron publicados por ningún medio científico, tan solo los medios taurinos se hicieron eco del mismo. Veterinarios serios se encargaron de tirar por tierra la nueva argumentación. El toro sufre, no hay duda. No se trata, pues, de ninguna rara adaptación animal a la estupidez humana que haya conseguido una evolución que anule su capacidad de sentir y sufrir.

Como la ILP venía de Catalunya lo intentaron también promoviendo un discurso de falsas identidades, de falsos independentismos. Acusaciones graves y dañinas que desvirtuaban el verdadero sentido de la movilización social, y que una vez más pretendían atizar el odio hacia Cataluña, a ver si así los políticos catalanes, por aquello de no tener otro tema de discusión con el gobierno central, daban marcha atrás y se cargaban la ILP antes de ser debatida. Pero tampoco funcionó.

Entonces, momentos antes de la votación de las enmiendas, se sacaron de la manga el as definitivo, una llamada a la libertad. Libertad, mágica palabra contra la que nadie osa atentar a riesgo de ser llamado fascista. Sabemos que el arte, la cultura y la tradición no son la justificación, sabemos que el toro sufre, sabemos que la ILP nada tiene que ver con anhelos separatistas, pero déjennos que hagamos uso de nuestra libertad, que sigamos con nuestra fiesta, aunque denigre y avergüence a una parte mayoritaria de la sociedad.

No pensaron que los políticos, en el ejercicio de su actividad, están acostumbrados a promulgar leyes que constantemente limitan las libertades de unos u otros, siguiendo el avance y evolución de la propia sociedad. Porqué legislar también es educar, validar aquello que es socialmente aceptado, y prohibir aquello que ya no encuentra justificación en la sociedad.

Y ahora hemos llegado al cabo de la calle. Una vez perdidos todos los debates dialécticos e ideológicos. No pudiendo matar el mensaje. Solo queda matar al mensajero. Y mundotoro se ha lanzado a una grave espiral de periodismo basura, mintiendo constantemente, y focalizando sus iras contra uno de los promotores de la ILP, Leonardo Anselmi, sobre el que está vertiendo tanta basura, ignominia, difamación e injurias, como la mente enfermiza de los editores, y quienes haya detrás, son capaces de inventar.

Se veía venir. Ya en noviembre de 2008, viendo como la ILP daba sus primeros pasos parlamentarios, mundotoro escribió un vergonzoso artículo que no tuvo mayor reacción ya que pasó totalmente desapercibido. Pero ahora lo están enlazando desde sus nuevos vómitos escritos, en la frase “veganos y animalistas han sido considerados personajes históricos execrables”.

Se trata de un artículo en que pretenden establecer una comparación entre Hitler y los Nazis, con el movimiento animalista general, y el catalán en particular. Concretamente a los catalanes nos dedican epítetos como nazistas (concretamente lo escriben nazis-tas), incultos, catetos, provincianos vestidos de negro alternativo, iletrados y escasamente instruidos. Es vergonzoso que a un medio se le permita expresarse de esta manera, pero en cualquier caso dice mucho acerca de su catadura moral como supuestos periodistas y como personas.

Desde la admisión a trámite de la ILP en el Parlamento Catalán no han dejado de atizar su odio contra aquellos que pretendemos acabar con un espectáculo que no consideramos digno ni adecuado en pleno siglo XXI. Han llegado a verter consignas que rozan la xenofobia, en su intento de desprestigiar a uno de los promotores. No cejan en su intento de pretender ver aquello que no hay. Flujos de dinero que, sin saber ni poder explicar como ni de quien, sustentan a los animalistas en su lucha por el respeto de los animales. Tratan de secta a los veganos, aquellos que no utilizan animales para su alimentación. Están ciegos. Ciegos de odio, de ira, y ello se refleja en sus escritos. No saben que decir, dan palos de ciego intentando encontrar algo que les permita desacreditar al mensajero.

Me dan pena, mucha pena, porqué no se han dado cuenta que el veganismo, el animalismo, no es más que el fruto de una evolución social. Están entrando en la paranoia. Cualquier movimiento social que pretenda conseguir un mínimo de dignidad para los animales, es visto como un claro atentado a su fiesta, a su culta, artística y tradicional fiesta. Han perdido el norte.

Sus mentes, al igual que su fiesta, han quedado ancladas en otro tiempo. Incapaces de evolucionar se aferran a su afición y a su negocio, y todo cambio social es visto como un atentado a su modus vivendi. Pero mucho cuidado, porque están rozando, si no la han traspasado ya, la línea de lo legal. En un estado de derecho no todo vale. La difamación, la calumnia, la apología de la xenofobia, son delitos, están prohibidos. Vivimos, por mucho que les pese, en una sociedad democrática que basa en las prohibiciones la defensa de las virtudes.

Afortunadamente para ellos mundotoro es un medio de escaso impacto, artículos así en un medio de gran tirada tendrían sin duda una airada respuesta social, pero me gustaría que más de un diputado o diputada del arco parlamentario catalán los leyera, para ver como defienden su libertad a seguir torturando y matando seis toros por tarde. Tal vez tras la lectura atenta de todo cuanto este medio ha vertido en contra de un sector social en clara pujanza, les temblase menos el pulso a la hora de apretar el botón que prohíba en Cataluña la tauromaquia y cuanto esta lleva aparejada.

Carles Marco

Algunos artículos de mundotoro

Se inicia la andadura parlamentaria de la ILP y mundotoro ya deja claras sus intenciones "periodísticas"

11/11/2008 http://www.mundotoro.com/Editorial/Editorial.aspx?value=24

La ILP supera las enmiendas a la totalidad. Ante la ausencia de argumentos para matar el mensaje, van a por el mensajero

22/12/2009 http://www.mundotoro.com/noticias/noticia.aspx?value=76561

27/12/2009 http://www.mundotoro.com/noticias/noticia.aspx?value=76656

8/1/2010 http://www.mundotoro.com/noticias/noticia.aspx?value=76747

10/1/2010 http://www.mundotoro.com/noticias/noticia.aspx?value=76770

1 comentario:

Anónimo dijo...

La gran periodista y escritora Angeles Caso está totalmente de cuerdo con Vd. Leí hace poco un artículo de ella y daba contra-argumentaciones con ejemplos similares a los suyos. Poco a poco los principios van calando. Al final lo conseguirán y sería lo natural dentro de una correcta evolución humana. Esperemos que así suceda y no lo contrario..